El presidente Javier Milei brindó un discurso en la Cámara de Comercio, donde se refirió a la situación económica y destacó que el plan del Gobierno funcionó. En primer lugar, el mandatario remarcó que “la recesión terminó en la Argentina”.

“Hoy vengo con un mensaje muy particular para transmitir a los argentinos: la recesión ha terminado y el país ha comenzado a crecer. Les quiero agradecer por el esfuerzo que han hecho durante todo el año”, abrió Milei y agregó: “Hoy tengo el orgullo de decir que el intervalo de dolor terminó, estamos saliendo del desierto”.

Además, afirmó que los datos económicos del país están mejor que desde su asunción e ironizó al respecto: “Y eso es un dato”. “En agosto ya estábamos en los niveles de diciembre”, argumentó.

Milei sostuvo que, a partir de ahora, la Argentina va a estar cada día mejor que el anterior y que será un país cada vez más rico. Sin embargo, bajó a tierra y consideró que, para ser potencia, es necesario no ponerle fin al esfuerzo, ni pensar que se llegó a destino.

Por otra parte, el jefe de Estado señaló que el plan económico planteado por el Gobierno funcionó y funciona y apuntó: “Pese a que le moleste a los ‘econochantas’ que vienen errándole sistemáticamente desde diciembre”. También criticó a los periodistas, a quienes acusó de “ser ignorantes” y estar “ardidos por la falta de pauta”.

Luego, volvió a bromear: “Dijimos que la economía subiría como pedo de buzo, y adivinen, las burbujas están empezando a verse. Vamos, no puedo dejar de ser Milei, ya venía siendo demasiado formal”. Pero, de todas formas, reiteró: “No es casualidad que muchos indicadores estén iguales o mejores que en diciembre”.

“Hoy estamos en la mitad de la tabla, con la mitad de los argentinos pobres. Se terminaron los chantas con este gobierno. Le pusimos un candado al equilibrio fiscal y nos tragamos la llave”, siguió.

En cuanto a números, Milei expresó: “Los salarios vienen creciendo al 3,5% mensual. Si lo anualizamos, da 51%, por lo que son números enormes. Es más, si replicáramos este ejercicio durante cuatro años, alcanzaríamos a Estados Unidos”.

“El superávit fiscal permanente se va a convertir en baja de impuestos”, continuó el Presidente y argumentó que el equilibrio se alcanzó en un mes. Además, manifestó con orgullo: “El 95% del ajuste cayó sobre el sector público y echamos a 33.000 ñoquis, 1155 hijos de puta que nos perseguían desde la AFIP y a 15 tipos de Intercargo que se hicieron los piolas”.

Acto seguido, el titular del Poder Ejecutivo se comparó con el resto de mandatarios e indicó: “Todos los demás se fueron mal y arruinaron a 45 millones de argentinos. Si inexorablemente uno va a terminar con mala imagen, prefiero hacerlo con las cosas como corresponde”.

A su vez, también destacó dos puntos de su gestión: por un lado, la eliminación de los piquetes -sobre lo que afirmó que se plantó desde el primer día- y de hacer la reforma estructural más grande de la historia, siendo ocho veces más grande que la de Carlos Menem, y le dio todo el crédito al jefe de Gabinete, Guillermo Francos.

Sin embargo, reconoció que hay más de mil reformas más pendientes y comentó que el objetivo es hacer de la Argentina el país más “libre del mundo”

“Yo me dedico a bajar la inflación, hacer crecer la economía y terminar con la inseguridad, nada más. Para mí esto es un trabajo más, por eso, no me importa lo que se diga en encuestas”, desarrolló Milei y mostró su punto con un ejemplo. Contó una anécdota de su encuentro con Alberto Fernández previo al traspaso de mando, sobre lo que ironizó: “Me invitó a desayunar para discutir sobre el muerto que me dejaba”.

Según Milei, el expresidente expresó que se sentía como un rematador mostrándole la casa al nuevo dueño, a lo que el libertario respondió: “Yo solo soy un inquilino que se queda por cuatro años más, con opción a ocho”.