En medio de los escándalos que salpican a las Fuerzas Armadas, Victoria Villarruel frenó esta semana el ascenso de 6 militares que fueron propuestos por el Gobierno, lo que fue interpretado como una señal para Javier Milei, luego de que la vicepresidenta fuera bajada del control de las Fuerzas Armadas y de seguridad como se anunció en la campaña electoral.

La medida adoptada por Villarruel pasó inadvertida porque se supo el jueves después de la reunión de la comisión de Acuerdos del Senado, que preside la senadora Guadalupe Tagliaferri (PRO-CABA), que analizó y emitió despacho sobre los pliegos de ascenso de funcionarios diplomáticos de carrera y personal militar, correspondiente a los últimos tres años del gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner lo que genera graves problemas de funcionamiento en las FF.AA. y la Cancillería.

Según pudo confirmar Clarín, la decisión afecta a tres generales de Brigada propuestos para ascender a general de División, un contralmirante que estaba nominado a vicealmirante y dos coroneles promovidos a generales. El detalle fue que los militares propuestos por el Gobierno no fueron rechazados por falta de acuerdo sino que ingresaron en la categoría de «no tratados».

La vicepresidenta había pedido que estos 6 militares sean separados de una amplía nómina que incluía a unas 309 personas para «analizar sus expedientes en detalle», según confirmaron a este diario distintas fuentes parlamentarias.

Desde el lado de los senadores evitaron sumarse a la interna libertaria fundamentando que Villarruel es parte del Ejecutivo, que es el que manda los mensajes de promoción, pero además es la titular del Senado. «Si el Ejecutivo solicita separar algunos de los mensajes para seguir evaluando, es parte de su competencia», reflexionaron en el Congreso.

Sin embargo, una importante fuente parlamentaria deslizó que en la decisión de Villarruel «hay cuestiones personales». «Hay pequeñas diferencias o falta de diálogo dentro de La Libertad Avanza», completó un avisado senador dialoguista.

Aunque desde el entorno de la vicepresidenta argumentaron a Clarín que las promociones de esos 6 militares «no fueron tratadas en este turno porque no estaban los acuerdos». Lo que no se precisó es si la falta de consenso era entre el oficialismo y la oposición o si residía dentro del mismo Gobierno. Tampoco se aclaró si la intención es incluirlos en la próxima reunión de la comisión.

Otro detalle es que la decisión fue tomada en la misma reunión en la que se trataron los ascensos solicitados para los actuales jefes de las 3 fuerzas: el general de brigada Carlos Alberto Presti (Ejército), contraalmirante Carlos María Allievi (Armada) y brigadier mayor Fernando Luis Mengo (Fuerza Aérea).

La decisión de Villarruel afectó a Roberto Ariel Agüero, quien iba a ser promovido de general de Brigada a general de División del Ejército, al igual que Aldo Daniel Ferrari y Jorge Fabián Berredo. Mientras que Gustavo Adrián Sivori iba a ser ascendido de coronel mayor a general como así también Héctor César Tornero. El lote se completa con Juan Carlos Core, quien esperaba pasar de contralmirante de la Armada a vicealmirante.

De esta manera, la vicepresidenta le envió un claro mensaje a Milei por no haberle dado el control de las áreas de Defensa y Seguridad, que fueron cedidas a Luis Petri y Patricia Bullrich, respectivamente, como parte de un acuerdo con el PRO. Esto explica también por qué Petri, ex diputado nacional, no estaba enterado de la decisión tomada en el Senado.

A la nómina de militares que vieron frustrado su ascenso se agrega el comandante de Brigada Pablo Francisco De Palo, quien fue bajado de la lista de acuerdos por estar siendo investigado por lo ocurrido en mayo pasado en el Regimiento 14 de Paracaidistas del Tercer Cuerpo de Ejército Córdoba, donde se hizo un «bautismo» con cal viva y sidra a un grupo de 35 paracaidistas que terminó con una veintena de egresados en el hospital.

Este no fue el único escándalo que tocó a las Fuerzas Armadas en los últimos meses porque también se suma el baile de suboficiales de un destacamento de Mendoza con una bailarina de comparsa, el «error» al instalar paneles de energía renovable en territorio chileno y para completar la sospecha sobre un oficial superior en el causa que investiga la desaparición de Loan Peña, quien habría sido atropellado por un ex marino cuando volvía caminando de un naranjo.

Pero más allá del tema de frenar el ascenso de los militares, la interna en el Gobierno no cede porque en Diputados, cuando se trató la Ley Bases, Villarruel estuvo unos minutos siguiendo sola siguiendo la sesión, mientras en el mismo piso, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, estaba reunido con Martín Menem.

Ahora, la vicepresidenta busca el apoyo de la oposición para convocar a una sesión la próxima semana, antes del 9 de julio, para aprobar los ascensos de militares y los pliegos de diplomáticos que ya tienen despacho de la comisión de Acuerdos y algunos proyectos de consenso.