Connect with us

POLITICA

Cristian Ritondo: «Vamos a seguir defendiendo todo lo que nos parezca bien, pero no es un cheque en blanco»

Published

on


– ¿Esta semana -con el acompañamiento al veto de la Ley de Financiamiento Universitario- quedó finalmente consolidada la sociedad del PRO con la Libertad Avanza?

– No. Nosotros estamos convencidos que más que nunca tenemos que seguir legislando de manera responsable, por la extrema situación económica del país a la que se llegó por la irresponsabilidad fiscal con que gobernó el populismo en los últimos años en Argentina. Y si queremos realmente solucionar los problemas del país, necesitamos contar la historia completa. Explicar de dónde venimos y por qué la Universidad y muchos sectores públicos están como están. En los últimos cuatro años, gestionó el peor gobierno de la historia.

– ¿La reunión de Mauricio Macri con Santiago Caputo significó una vuelta a foja cero de la relación?

– Hay un acto de generosidad por parte de Mauricio Macri y de todo el PRO al entender que hay un Gobierno con debilidad parlamentaria que defiende muchas ideas que nosotros también pensamos, y para esas cosas que consideremos que están bien ahí vamos a estar para acompañar.

– ¿Entonces no es un cheque en blanco? Porque ya acompañaron temas muy sensibles como Jubilaciones y Universidades…

– Tenemos un bloque, un cuadro político, un partido, gobernadores, defendemos valores y vamos a defender el cambio en la Argentina. Vamos a defender todo lo que nos parezca bien, pero eso no quiere decir que hay un cheque en blanco. Hay cuestiones que venimos planteando desde hace tiempo que son legítimas y por eso pedimos que el Gobierno haga mejoras salariales y lo escucharon. También señalamos errores.

Advertisement

– Dijimos que el Gobierno después de 10 meses todavía no conformó la Comisión Mixta Revisora de Cuentas, que define el plan de las auditorías. Y digo el Gobierno, porque los presidentes de la Cámara son del oficialismo. Tampoco cambiaron la resolución de (Carlos) Zannini que impide a la SIGEN auditar las universidades.

– En su discurso Miguel Ángel Pichetto -ex candidato a vice Macri- sentenció que el Gobierno había consolidado el partido del bloqueo y la minoría. ¿Coincide en la lectura?

– No, no lo comparto. Hace poco se debatió el DNU de la SIDE y nosotros no acompañamos al Gobierno porque planteamos otra cosa. Nos parecía que faltaban explicaciones porque públicamente uno decía que era para la lucha contra el narcotráfico en la frontera, otro que era por el antiterrorismo, otro que iba a ser para comprar un software que nos proteja mejor de ataques cibernéticos. Nadie te decía para qué era realmente… Se contradecían entre sí o no cerraba la cuenta porque si era para todo eso necesitaban más plata que la que fijaban por DNU entonces. La Bicameral de Inteligencia la conformaron un día antes de que se votara el tema en el recinto y por eso tuvimos la posición que tuvimos.

– Para que ustedes acompañen el veto a la Ley de Universidades anunciaron horas antes de la sesión la actualización salarial a docentes. Si no tiene las papas quemando ¿el Gobierno cumple sus promesas?

– No sé, nosotros en el caso de Universidades llegamos a forzar para que se arregle un error por una paritaria que había cerrado el Gobierno anterior. Lo único que se hizo es emparejar con el resto de los sueldos del Estado. Pero no hay promesas con nosotros de ningún tipo.

– No quisieron ir detrás de La Libertad Avanza como proponía Patricia Bullrich. Pero ¿el PRO corre riesgo de perder su identidad?

– No, no vamos a especular con eso y no tenemos miedo, porque tenemos nuestra identidad amarilla. Se refleja en la gestión de cada uno de los intendentes en la provincia de Buenos Aires, en nuestros gobernadores, en la Ciudad. Nacimos perdiendo una elección en la ciudad de Buenos Aires, nos tocó después ser oposición al kirchnerismo cuando nadie se animaba a oponerse. Así que nosotros tenemos nuestra identidad y no especulamos. A veces es mucho más fácil especular, pero nosotros queremos que ciertamente al Gobierno así le va bien a los argentinos. Y para nosotros la decisión, a veces con costos políticos, las tomamos porque creemos que es lo mejor para los argentinos. Y en eso, el primero que no va a especular es Mauricio Macri.

Advertisement

– A la UCR se le dijo muchas veces que era el furgón de cola del PRO y ahora hay radicales señalando que son el furgón de cola de Milei

– El radicalismo tiene que arreglar sus problemas internos primero. Pero era muy distinto. Nosotros eramos una alianza. A mí me tocó hacer un gobierno en la provincia de Buenos Aires donde el vicegobernador era radical, donde había ministros verticales, donde presidían el bloque de las legislaturas radicales, con lo cual tenía una interrelación con ellos nunca los sentí furgón de cola al contrario, les sentí mucho respeto yo sé si furgón de cola debe ser alguno que está acomplejado.

– ¿Se va a consolidar un interbloque con La Libertad Avanza?

– Nosotros no pedimos lugares en el Gobierno. Lo que queremos es formar parte de las decisiones políticas que involucran al Parlamento, que es donde estamos nosotros. Si se quiere que pongamos la cara y los votos, tenemos que estar en las decisiones. Y por otra parte, hoy no queremos ni nos interesa hacer un interbloque. El PRO va a seguir siendo un bloque con la fortaleza que tiene hoy.

– ¿Además de la mesa de coordinación parlamentaria que integra, se armó ahora una nueva mesa política?

– Nosotros planteamos hay un montón de cuestiones políticas que se deciden en esa mesa parlamentaria pero que después en la realidad no funcionan como lo planteado. Como la posición de legisladores libertarios en la Ciudad de Buenos Aires, en el acompañamiento que propone nuestro jefe de gobierno Jorge Macri, o en las intendencias de la provincia de Buenos Aires, donde han entrado dos o tres legisladores libertarios, y uno o dos se han ido con el peronismo y el que queda es opositor a nosotros. O algunos jefes de bloque que parece que son más tuiteros que conductores políticos de un espacio. Todas estas cosas creo que hay que corregirlas y lo que quiere es devolver los gestos que el PRO hace con el gobierno de Libertad Avanza. Y en esto lo separo al presidente Milei.

politica
Advertisement

Cristian Ritondo

FOTOS MARTIN BONETTO – FTP CLARIN BON01154.jpg Z

– Falta muy poco para el año que viene que hay elecciones. ¿Ya trabajan en el armado de una alianza electoral?

– No, yo lo que veo es que estamos en sintonía. Nosotros estamos preparados si tenemos que competir. Pero no hay nada cerrado. De hecho, en La Libertad Avanza está construyendo su partido. Parece poco pero todavía falta mucho. A esta altura antes de la última elección nosotros creíamos que el que ganaba la PASO era presidente. La Argentina que tiene tantas variables. Ojalá los argentinos el año que viene apoyen el cambio. Y lógicamente hay una necesidad de quienes pensamos similar y no queremos que vuelva a ganar el populismo, de ir juntos. Pero bueno, esto es un proceso de varios.

– La oposición quiere limitar el poder de veto de Milei. Se va a discutir la modificación de la ley de DNU dictada en el kirchnerismo ¿Van a acompañar la iniciativa?

– Hay varias propuestas hechas por miembros de mi bloque así que lo veremos cuando se empiece a debatir, pero me parece que tiene que ver con el equilibrio del mandato constitucional. Y hay que tener en cuenta que hay un Gobierno que, si bien tuvo muchos votos, no tiene mayorías entonces necesita de un ejercicio muchas veces de autoridad, porque si no, desde el Congreso le cierran todo.

– Empezó la discusión del Presupuesto, ¿van a acompañarlo?

– Vamos lógicamente a acompañar que haya déficit fiscal, pero también defender las cuestiones que tienen que ver con los reclamos de nuestras provincias y nuestros intendentes.

Advertisement

La verdad que es medio imposible no votarla, no le veo problemáticas. Son muchas cosas que quedaron ya sin uso, que fueron reemplazadas y me parece que es una buena limpieza de leyes, así que a mí me parece que no va a tener problemas.

– ¿Qué le preocupa o no le gusta de este Gobierno?

– En general lo que no me gusta tengo la oportunidad de decírselos. Hay un estilo de gobierno y a mí no me eligieron para gobernar, lo eligieron a Javier Milei. Hay formas, hay cuestiones del cómo y del cuándo, oportunidades en las que creo que Argentina tiene que acelerar como los procesos de privatizaciones, achicamiento de gastos en las empresas públicas. Aprendiendo de nuestro error de a veces haber ido a un paso más lento creo que todo lo que hoy tiene un acompañamiento fuerte de la sociedad hay que hacerlo y rápido.

– Cuando otros espacios políticos, como el PRO, critican o proponen algo diferente el Gobierno suele responder con un latiguillo: «¿Por qué no lo hicieron ustedes cuando gobernaron»?

– Nosotros hemos muchísimas cosas en nuestro Gobierno en la lucha contra el narcotráfico, para colocar a la Argentina en el mundo, sacar el CEPO, hacer un ajuste fiscal. Seguramente cometimos errores, pero nos fuimos con el 41% de los votos. Esa parte de la Argentina que vio este proceso hoy lo comprende mucho mejor. La capacidad de comprensión de que hay cosas que no pueden ir más que tiene la sociedad ahora en ese momento no la tuvo. Parece que hay un aprendizaje de los argentinos. Hoy la Argentina tal vez está mucho más comprometida. Se bancan un ajuste de estas características con otro nivel de tolerancia que no es el mismo nivel de tolerancia que teníamos nosotros. Son situaciones distintas ahora.

– Como ex peronista ¿qué le parece la postulación de Cristina Kirchner al PJ?

– Ella nunca quiso el peronismo ni al PJ. Es cuestión de ir a la historia, a los archivos, para saber lo que piensa. Pero es un problema del peronismo y del kirchnerismo.

Advertisement

De ex ministro de Seguridad a ser la espada legislativa de Mauricio Macri

Diputados en el Congreso sesión especial por veto de Milei a la Ley Financiamiento Universitario.
Cristian Ritondo 

Fotos Emmanuel Fernández - FTP CLARIN _EMA8348_1.JPG Z EFernandz EfernandezDiputados en el Congreso sesión especial por veto de Milei a la Ley Financiamiento Universitario.
Cristian Ritondo

Fotos Emmanuel Fernández – FTP CLARIN _EMA8348_1.JPG Z EFernandz Efernandez

El día que Javier Milei ganó la elección presidencial Cristian Ritondo se fundió con él en un abrazo en el búnker del Hotel Libertador a la vista de todos y escuchó su discurso entre las primeras filas. Semanas después, la no designación de él como presidente de la Cámara de Diputados -como le había pedido Mauricio Macri- significó el primer gran cortocircuito entre él y Milei.

En los 10 meses que van de Gobierno la relación se alternó entre momentos de amor y de odio. Y el bloque del PRO, conducido por Ritondo, tiene un rol clave para, como recalcan, «salvarle las papas» al oficialismo en el Congreso pero también hacerles sentir el rigor cuando no están de acuerdo con alguna decisión.

Por eso después de la votación para blindar el veto presidencial a la ley de Financiamiento Universitario tanto Milei, como Santiago Caputo y el vicejefe de Gabinete, Lisandro Catalán, le escribieron mensajes de agradecimiento.

Concretamente, Ritondo logró apagar una rebelión interna de un grupo de legisladores que no querían acompañar el veto e incluso se habían molestado cuando Mauricio Macri sentó postura a favor, vía Twitter, sin aviso previo.

Sin embargo, las ayudas hasta ahora no tuvieron contrapartida en el ingreso de dirigentes «amarillos» al Gobierno y la desconfianza mutua persiste.

En Diputados sistemáticamente reflota como amenaza la idea desplazar a Martín Menem de la presidencia de la Cámara si no se cumplen los acuerdos, una queja que se escucha también en las oficinas de los gobernadores. Sería fácil si la oposición se une.

Advertisement

Pero ahora la relación atraviesa un momento de buena sintonía. De hecho, en paralelo a la mesa de coordinación parlamentaria que se reúne los lunes en la Casa Rosada ahora surgió una submesa, reducida y más política, en la que Ritondo ocupa un lugar. Ya se reunió una vez.

Sin opción, ni intención de co-gobierno, el PRO quiere incidir en la agenda parlamentaria y Ritondo es el alfil que se encarga de eso.

«Nosotros planteamos el tema de educación esencial, boleta única papel, la modernización laboral que ya se aprobaron. Queremos la Ficha Limpia, la reforma sindical -que es otro punto en el que planteamos diferencias porque queremos ir a fondo- y el proyecto de hidrógeno verde que para el futuro de Argentina es muy importante», asegura Ritondo.

Pero hay otro punto que el oficialismo tiene que resolver con el PRO y con la UCR: la elección de los tres representantes de Diputados para la AGN.

Por número, un lugar corresponde a Unión por la Patria, que tiene 99 diputados. Quedan otros dos espacios que se los disputan tres bloques. El PRO ya postuló al ex ministro de Trabajo, Jorge Triacca; y la UCR eligió a Mario Negri. Ambos tienen el apoyo del bloque federal que conduce Miguel Ángel Pichetto.

Pero en La Libertad Avanza que tiene mayor cantidad de diputados quiere quedarse con un lugar.

«Lo más importante tiene que ver con el número de diputados que tiene cada bloque pero también pesan los acuerdos que se tejen en general. El bloque más nutrido es Unión por la Patria, el segundo es La Libertad Avanza, por uno, y después estamos nosotros. Le sigue la UCR. Tiene que haber una decisión política en acuerdo entre el oficialismo y el radicalismo que destrabe», sentencia Ritondo.

Advertisement

Itinerario

Cristian Ritondo es de Mataderos. Arrancó en política de la mano del PJ. En el gobierno de Eduardo Duhalde fue subsecretario del Interior de la Nación y en 2003 fue electo diputado nacional. En 2007 se sumó al PRO y se convirtió en legislador porteño, asumiendo la vicepresidencia de la Legislatura en 2011 y hasta 2015. De 2015 a 2019 fue ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, en el mandato de María Eugenia Vidal. En 2019 volvió al Congreso como diputado y desde ese momento preside el bloque PRO.

Al toque

Un Desafío: trabajar por el futuro del país y de la Provincia.

Un proyecto: fortalecer al PRO.

Un sueño: que la Argentina crezca y se desarrolle.

Un prócer: José de San Martín.

Advertisement

Un líder: Mauricio Macri.

Una sociedad que admire: Dos. La italiana y la española.

Un recuerdo de la infancia: los partidos de fútbol con mis amigos del barrio.

Una bebida: Coca cero y Pinot Noir

Un placer: ver a mis hijos crecer.

Un libro: Por qué los países fracasan (Daron Acemoğlu y James A. Robinson)

Una película: La vida es bella

Advertisement

Una serie: El jefe de Kingstown.

Advertisement

POLITICA

Milei vs. Villarruel: internas y contactos cercanos con la casta

Published

on


Columna publicada originalmente en La Nación

El importante funcionario no puede ocultar su preocupación: “No podemos estar tres años más con esta situación de conflicto. Hay que resolverla”. La frase pertenece a uno de los principales colaboradores del presidente Javier Milei, que mira con más inquietud que su jefe la aguda escalada de la disputa con la vicepresidenta Victoria Villarruel.

El problema más complejo no parece ser la posibilidad de una fractura definitiva, de una renuncia o de que se logre estructurar algún tipo de conspiración efectiva contra el Presidente, a pesar de lo que digan los comunicadores presidenciales como parte de la guerra dialéctica.

El dilema por estas horas para el Presidente, y aún más para su hermana Karina Milei y su asesor Santiago Caputo, que tienen tanta o más inquina con Villarruel, es cómo evitar que este conflicto fortalezca la sospecha de que el Gobierno está pactando con exponentes destacados de “la casta” y encontrar cómo neutralizar el daño que eso puede causarle.

Por las dudas, la vicepresidente sacó un tuit para tratar de descomprimir. Su público posicionamiento diferenciado en cuestiones sensibles podría impactar sobre uno de los principales activos del Presidente, a quien las encuestas le sonríen, muy especialmente, por haber honrado el contrato electoral. Es decir, por haber hecho o estar haciendo lo que había prometido que iba a hacer.

El éxito electoral y del primer año de gestión de Milei se sostuvo y se sigue sosteniendo en la impugnación que él hizo al sistema en dos dimensiones: funcional y moral. Eso implicó e implica la descalificación a sus oponentes y al Estado por no resolver los problemas de la sociedad, tanto por ineficacia como por corrupción. Asuntos muy caros a una ciudadanía hastiada de los fracasos y de las obscenidades de una dirigencia lejana y alejada.

Advertisement

Bajar la inflación y romper el statu quo político fueron y son los puntos de convergencia entre la oferta de Milei a sus votantes, la demanda social que llevó al libertario al poder y los resultados de los primeros 365 días de Gobierno. En eso radica el éxito y la popularidad reflejada en los sondeos que le dan mayoritariamente un apoyo que ronda el 56%, el mismo que obtuvo en el balotaje.

“Una de las cosas que la gente más apoya es el combate a ‘la casta’. El problema es que el escándalo del Senado reinstaló ese tema y nosotros quedamos pegados y no enfrentados con los que la representan”, admiten en el entorno presidencial.

Por eso, los ruidos de estos días exceden la cuestión de la relación personal con la vicepresidenta y la desconfianza que sienten tanto el Presidente, como su hermana Karina y el supergurú Santiago Caputo. Aunque estos son aspectos extremadamente relevantes, que agravan el problema y dificultan su solución.

Si se concretara en los próximos días, como dejan trascender desde la Casa Rosada, la designación por decreto para integrar la Corte del supercuestionado Ariel Lijo y del catedrático Manuel García-Mansilla, que no logra sumar adhesiones, se potenciaría la disputa interna y la percepción negativa.

Para muchos observadores, esa decisión le daría sustento a la instalación en la opinión pública de que cuando lo necesita y le conviene el Gobierno tienen connivencia con elementos nucleares de “la casta”, lo que pasaría a ser un hecho y no una mera acusación o una suposición para descalificarlo.

El nombramiento del polémico juez federal, a quien se considera el mayor garante de los poderes reales que operan bajo el radar, llegaría luego de la decisión oficial de no llevar su candidatura al recinto, a pesar de contar con el número de aprobaciones requeridas en la Comisión de Acuerdos. Y, sobre todo, se daría tras una quincena en la que el oficialismo quedó en el Congreso a contramano de iniciativas que procuraban avanzar sobre la corrupción política, tanto en lo particular (caso Edgardo Kueider) como en lo general (proyecto de ley de “ficha limpia”).

En casi todas estas situaciones, Villarruel se ha diferenciado del Presidente y de la orientación bajada por la Casa Rosada. De allí el encono creciente y la distancia aparentemente insalvable con ella, convertidos en un círculo vicioso que termina complicando al propio Presidente y exponiéndolo. Se vio el jueves pasado en la sesión del Senado en la que se decidió la expulsión del cuerpo del ahora exsenador entrerriano. Por eso, el sector más político del Poder Ejecutivo busca recomponer, aunque sea mínimamente, ese vínculo. Pero sin demasiadas expectativas y a la espera de que baje la espuma de estos días turbulentos.

Advertisement

“Si Javier y Victoria hubieran tenido un diálogo mínimo difícilmente se hubiera llegado a la sesión de esa manera y mucho menos se habría dado el resultado que se dio”, dicen fuentes de la Casa Rosada.

De esa manera, avalan el desconocimiento que alega Villarruel de un dato tan elemental como que Milei viajaría a Italia y que ella quedaría a cargo del Poder Ejecutivo. No se trataba de un secreto de Estado imposible de compartir con nadie, sino apenas de una comunicación burocrática y obligatoria. Más excentricidades del gobierno libertario.

Los antecedentes cuentan. La vicepresidenta se había manifestado desde un principio en contra de la postulación de Lijo y había tenido varias acciones diferenciadoras que le valieron la exclusión hasta de actividades protocolares. Pero la semana pasada se terminó de ganar todo el desprecio del triángulo de hierro, expresado por el Presidente con sus referencias a “traidores” así como en la advertencia de que no tolerará ningún tipo de “desobediencia”.

Tras eso llegó una andanada de ataques contra Villarruel de la milicia digital mileísta, completada por una grave acusación como es la de haber conspirado en el extranjero contra Milei, publicada en el órgano paraoficial La Derecha Diario, lo que volvió a demostrar la aceitada coordinación y verticalidad de esa organización comunicacional.

“Tienen todo el poder del Estado para saber qué estamos haciendo. Victoria no se mueve sin custodia, que es de la Policía Federal. No hace nada que no se sepa. Mientras gastan energía en nosotros, hay algunos que crecen a la sombra”, le han dicho allegados de Villarruel a interlocutores oficiales para rechazar las acusaciones y, al mismo tiempo, sugerir que provienen de interesados en posicionarse en el armado interno.

La construcción electoral de LLA está en marcha y cruje por muchos lados. Militantes, influencers y dirigentes de la primera hora compiten por estar en la góndola en octubre. Pero habría algunas fallas de mercado y, por lo que se ve, las autoridades estarían interviniendo sin disimulo, a pesar del dogma libertario.

En ese escenario, el caso Kueider fue y seguirá siendo un problema mayúsculo de consecuencias aún imprevisibles. Que el cristicamporismo sume en su reemplazo a una camporista pura y esté más cerca del quorum de la Cámara es una obviedad, que apenas potencia la debilidad parlamentaria oficialista.

Advertisement

Interpretaciones y suspicacias

“Sin Kueider no hubiéramos tenido Ley de Bases”, dicen en el entorno de Milei, en lo que es una admisión seguida de muchos puntos suspensivos, que dan lugar a muchas interpretaciones y suspicacias.

Entre ellas sobresale la que ha instalado el kirchnerismo en el sentido de que el adinerado mochilero detenido en Paraguay habría engrosado su patrimonio (no declarado) por haber dado su voto al proyecto legislativo mayor del gobierno. Aunque Kueider ya viniera siendo investigado por anteriores mejoras patrimoniales de cuando todavía era fiel a su peronismo original.

Las investigaciones del lado paraguayo están en una etapa más preliminar que las abiertas en la Argentina, a las que también les faltan varias piezas. Pero con la expulsión del Senado podría empezar a completarse el rompecabezas.

La extrema vulnerabilidad en la que Kueider ha quedado por la pérdida de los fueros y de todo apoyo político eficaz abre el más inquietante de los interrogantes para sus viejos y nuevos aliados. Si las causas avanzaran, ¿el exsenador dejaría de negar lo innegable y estaría dispuesto a colaborar con la Justicia?

Al respecto, en el Senado destacan que el cambio del voto de Kueider sobre la Ley de Bases no lo gestionó Villarruel sino la Casa Rosada. Sobran motivos para la desconfianza, la preocupación y la irritación. La psicología dice que detrás del enojo está el miedo. Por eso, buscan atenuar los efectos del trauma.

Podría ser un problema mayor que esta disputa interfiera en el vínculo del Gobierno con la sociedad, que le reconoce estar cumpliendo el contrato electoral establecido, según una reciente encuesta de las consultoras Trespuntozero y GOP, que dirigen Shila Vilker y Raúl Timerman. Y en ese contrato electoral está la lucha contra la casta.

Los números del sondeo son elocuentes. Un 46,4% de los consultados dice que Milei está cumpliendo con lo que prometió, a lo que se suma un 9,2% que dice que lo “está cumpliendo, pero no lo está logrando”. Por lo tanto, para el 55,6% honra sus promesas, más allá del resultado.

Advertisement

Detrás de esos números se advierte que la polarización sigue vigente, así como que el polo oficialista es más grande. Para el 82% de los votantes de La Libertad Avanza en primera vuelta, “Milei está cumpliendo lo prometido” y solo el 12,9% de los votantes de Massa considera que el Presidente es consecuente.

Las expresiones en los grupos focales reflejan, además, el grado de adhesión y rechazo frente a esa realidad. “Casi todo lo que prometió en la campaña ya lo hizo o lo está haciendo. Le falta lo de dolarizar”, es la afirmación representativa del universo de votantes oficialistas.

En cambio, la opinión que mejor resumió la posición de los opositores fue: “Para mí cumplió con muchas de las cosas que dijo en campaña. Yo no estaba de acuerdo y por eso no lo voté. Pero hubo gente que votó al loco de la motosierra y acá lo tenés. Bajaron el gasto público, pero matando a los viejos, lo mismo con la inflación, que bajó, pero los precios quedaron altísimos y los salarios no aumentaron como los precios.”

Según los autores de la encuesta, el cumplimiento de las promesas es un gran soporte de la adhesión y de la paciencia social, sobre todo, de aquellos que no sienten mejoras en su situación personal. “Veo avances, hay que darle tiempo”; “le daría tiempo hasta que termine lo que está haciendo”, y “el gobierno debe saber en cuánto tiempo se deberían ver los resultados. Veo que están cumpliendo […]. En cuanto ordenen todo tiene que empezar a dar resultados, pero no sé cuánto tiempo es eso”, dicen.

A eso se suma la creencia mayoritaria (57,2%) de que muchas o algunas “de las cosas que hace este gobierno, alguien las tenía que hacer”. Entre las medidas con más del 60% de apoyo, aparecen por orden de adhesión la suspensión por un año de la publicidad oficial, la boleta única papel, el déficit cero, la reducción de los ministerios, la eliminación de las PASO y la duplicación del monto de la Asignación universal por hijo.

Las más rechazadas (con más del 52% de oposición y por orden de rechazo) son el veto a la ley de movilidad jubilatoria, la privatización de YPF, el veto a la ley de financiamiento universitario, la suspensión de la obra pública, la quita de subsidios y aumento de las tarifas en los servicios públicos y el transporte y la liberación del precio del combustible.

La consistencia y el impacto en la economía parecen ser las variables que más pesan. “Todas las que tienen alta adhesión son medidas anticasta, y los temas que peor recepción generan son los relacionados con la retracción del Estado (como el veto a la ley previsional y a la de financiamiento educativo o la privatización de YPF). Como si la gente dijese contra la casta sí, contra el Estado no. La batalla cultural está en ciernes”, concluye Shila Vilker.

Advertisement

No extraña así la profundización de la guerra comunicacional por la pureza ideológica. Tanto como el malestar y la preocupación que generan los hechos que muestran contactos demasiado cercanos con “la casta” o las disputas en la cima del poder, propios del establishment político. Principio de revelación.

Por eso, el Gobierno aspira a cerrar el año con anuncios de inversiones y algunos otros resultados positivos en el plano de la macroeconomía, para disimular los tropezones políticos y aventar los nubarrones.

Continue Reading

LO MAS LEIDO

Tendencias

Copyright © 2024 - NDM Noticias del Momento - #Noticias #Chimentos #Politica #Fútbol #Economia #Sociedad