Horacio Rafart rememoró cómo dejó su empleo estable para seguir su pasión, arriesgándolo todo en un momento clave: «Renuncié y quemé las naves. Ya tenía treinta años, un hijo, y decidí pedir el retiro voluntario. De un día para otro me quedé sin obra social, sin la seguridad del sueldo, pero sin dudarlo, aposté todo al teatro». Este cambio fue un salto de fe hacia su sueño de convertirse en un actor comprometido y en un referente del teatro independiente.

La Cuarta Pared: Un espacio de militancia artística

Desde su inicio, el grupo de teatro de Rafart adoptó una impronta política. «Los primeros años hacíamos obras terriblemente políticas, y eso me permitió volcar al arte toda mi militancia. Para mí, el teatro siempre ha sido una excusa para hacer algo más grande, un espacio para plasmar la realidad social», sostuvo Rafart. En este sentido, el actor nunca se vinculó con el circuito comercial ni buscó apoyo estatal: «Nunca estuve en el sistema. Nos negamos a depender de ayudas y preferimos la independencia artística», explicó.

Teatro y Derechos Humanos

A lo largo de los años, Rafart y su grupo abordaron temas como los Derechos Humanos, la militancia y la salud mental. «Siempre intenté que nuestras obras fueran un reflejo de lo que vivimos. A veces en las piezas hay mucho de la falta de humanidad y de cómo la sociedad se ha ido enfriando», aseguró.

El arte como una mirada crítica a la realidad

Sobre la adaptación del personaje Joker que realizó junto a su grupo, Rafart explicó cómo la película lo inspiró: «No suelo ver cómics ni películas de superhéroes, pero me impresionó cómo Hollywood mostraba a un fracasado como héroe. Todo en esa historia remite a la revuelta, a las ratas que construyen la miseria de la sociedad, igual que en el 2001 acá en Argentina. Esa lucha también reflejó cómo las organizaciones sociales nacieron para sostener la crisis”.

Para Rafart, el teatro es una herramienta de transformación social y de devolución. Actualmente, en una etapa más madura de su vida, busca transmitir sus conocimientos a las nuevas generaciones: «Hoy nos importa devolver lo que aprendimos, ayudar a otros grupos, dar charlas y colaborar con los nuevos actores. Siento que hay que hacerlo, que así somos más humanos». (www.REALPOLITIK.com.ar) 

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