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POLITICA

Cumplió durante 20 años con este hábito y logró ganar un millón de dólares en la lotería de Massachusetts

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En una pequeña localidad de Massachusetts, la historia de un hombre llamado William Lally resalta la mezcla de persistencia y suerte que a veces se necesita para alcanzar el éxito en los juegos de azar. Después de 20 años comprando boletos de lotería en el mismo establecimiento, finalmente ganó el ansiado premio de 1 millón de dólares, informó Massachusetts State Lottery en su cuenta de X.

El protagonista de esta historia es un residente de Roslindale, conocido en su comunidad por su inquebrantable hábito de comprar boletos de lotería en la tienda local, Roslindale Food Mart. Durante dos décadas, Doe mantuvo su ritual semanal, acudiendo al mismo local cada semana, con la esperanza de que algún día la suerte estuviera de su lado. Este tipo de constancia y lealtad a un solo punto de venta no es común, pero para Lally se trataba de una combinación de tradición y optimismo.

El día en que el comprador frecuente de lotería finalmente ganó el premio mayor, no fue diferente a cualquier otra jornada en su rutina. Se acercó a la tienda, como lo había hecho innumerables veces antes, compró su boleto y regresó a casa con la esperanza, pero sin expectativas desmesuradas. Al día siguiente, al revisar los números ganadores, Lally se quedó perplejo al ver que coincidían con los de su boleto. Había ganado $1 millón, un premio que había soñado durante años.

El premio para la tienda que vendió el boleto ganador

La tienda Roslindale Food Mart, una pequeña tienda en el corazón de su vecindario, también se benefició de su victoria. En muchos estados, los negocios que venden boletos ganadores reciben una comisión del premio, y este caso no fue la excepción. El propietario del establecimiento, quien había desarrollado una amistad con el ganador a lo largo de los años, recibió un bono de 10.000 dólares por vender el boleto ganador, una recompensa que tiene como objetivo seguir vendiendo boletos de lotería a sus clientes.

La constancia de Lally durante 20 años fue recompensada el 24 de junio, cuando se presentó para dar a conocer que él era el ganador del ansiado premio de $1 millón. Optó por recibir su ganancia en un pago único de $650.000 con impuestos, asegurando así un acceso inmediato a su fortuna.

La Lotería del Estado de Massachusetts felicitó al ganador por su victoria y destacó la importancia de los pequeños negocios locales que forman parte de la comunidad, según publicó La Opinión. El mismo medio señala que el Lally no mencionó haber utilizado ninguna estrategia de juego en particular durante esas dos décadas para consagrase ganador. Si bien algunos jugadores blanquean sus tácticas en los juegos de azar, este no parece haber sido el caso.

Muchos otros jugadores, en cambio, toman “malas decisiones” una vez que se consagran ganadores. Como el caso de Irineo Cruz-Sánchez, residente de Carolina del Norte, quien tuvo la fortuna de ganar US$ 1 millón, el premio mayor de la lotería, con un boleto raspadito ‘Multiplier Mania’ de US$10. Cuando fue a cobrar su premio, se encontró con que debía tomar una decisión muy importante: cómo cobrar el dinero. Tenía dos opciones. Una era recibir el premio como una anualidad de US$ 50.000 por el resto de su vida y la otra un pago único de US$ 600.000.

Optó por la segunda opción para asegurarse tener todo el dinero junto, pero no pensó que luego de deducir los impuestos estatales y federales, se quedó con “tan solo” US$ 429.003. Es decir, perdió más de US$ 170.000 en el proceso. Cantidad que podría haber sido otra si hubiera optado por la opción del pago anual.

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POLITICA

El silencio entre Javier Milei y Mauricio Macri y la orden de Cristina a Máximo

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Haya paz

El peronismo sigue convulsionado. El acto por el natalicio de Juan Domingo Perón -celebrado el lunes pasado- intentó ser una postal de la pacificación interna, pero solo será un disimulo de pocas semanas. Los dardos siguen entre el cristinismo más paladar negro y los seguidores del gobernador Axel Kicillof. Hasta la quinta -que fue una de las residencias del presidente y militar argentino- llegaron casi todos los sectores con excepción del de Sergio Tomás Massa, quien no mandó ni siquiera delegados. El exministro de Economía sigue sin brújula política, pero siempre cerca de Cristina Elisabet Kirchner. La asistencia de los habitués del Instituto Patria tuvo que ver con la orden de la ex Presidenta: “Me dijo Cristina que venga a San Vicente”, reconoció Máximo Kirchner al llegar y al sentarse en el auditorio. No subió al escenario donde estuvo Kicillof junto al riojano Ricardo Quintela, la catamarqueña Lucía Corpacci y la matancera Verónica Magario. Pero tampoco los organizadores cursaron una invitación. No hubo foto (mucho menos abrazo) entre Axel y Máximo y desde La Cámpora hubo broncas: «No lo suben a Máximo, pero sí a Corpacci cuyos diputados nacionales votaron la Ley Bases», refunfuñó un intendente aliado al camporismo.

San Vicente: acto conmemorativo a 50 años del fallecimiento del ex presidente Juan Domingo Perón. Foto Maxi Failla

Las maldiciones juveniles K apuntaron a la actitud de los armadores de Kicillof, (como «Carli» Bianco) de poner al gobernador bonaerense como referente nacional ineludible del peronismo. «Le cuesta el liderazgo, no armó una comida posterior ni nada de esas tertulias tan habituales del peronismo. No la siente”, dijo mientras se marchaba de la reunión peronista un dirigente que escucha a Cristina. Ese mismo exfuncionario supo de una discusión entre CFK y Kicillof respecto de Jorge Ferraresi, el intendente de Avellaneda que cobija a Amado Boudou en su distrito y que pasó de manejar el Instituto Patria a apuntalar la idea de secesión interna. El duro alcalde avellanedense es señalado por hacer un acto en los pagos de Mayra Mendoza (la mimada de Cristina), de sacarse una foto con Néstor Grindetti (en un desaire al intendente actual de Lanús, Julián Álvarez) y las miradas van hacia su gente. Como la responsable del poderoso CEAMSE, Mónica Cappellini, celosamente seguida de cerca por el todoterreno Claudio «Chiqui» Tapia: el titular de la AFA sigue siendo (de modo invisible) vicepresidente de la Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado, y en línea con Cristina y Massa. “Ocupate de este tipo”, le pidió Cristina a Kicillof, quien respondió: “Pero si era de ustedes, yo no soy el jefe de él”. Mientras los intendentes peronistas con distritos de mucha población señalan (en voz baja) que el gobernador cometió el error de pelearse con el Gobierno demasiado temprano, con la pérdida de chances de negociar obras o partidas para sus municipios-, en el cristinismo circuló la especie de que Kicillof puede tener el destino de ser Larreta: esto es, tener una administración que le dé recursos y «fierros» para una candidatura presidencial, pero que termine quedándose manco en el camino. Todos unidos…

San Vicente: acto conmemorativo a 50 años del fallecimiento del ex presidente Juan Domingo Perón.  Foto Maxi FaillaSan Vicente: acto conmemorativo a 50 años del fallecimiento del ex presidente Juan Domingo Perón. Foto Maxi Failla

Una lágrima sobre el teléfono

En tanto, el PRO debate su pelea interna con toda energía en la resolución de la Asamblea partidaria, donde Patricia Bullrich reclama la conducción, algo que Mauricio Macri no acepta en virtud de su divorcio político de la ministra de Seguridad de Javier Gerardo Milei. “El PRO va a seguir siendo el PRO” repiten los allegados al ex Presidente, quienes niegan una fusión con La Libertad Avanza. Y mucho menos, en la Ciudad de Buenos Aires, donde la fuerza no solo gobierna desde hace 16 años, sino donde un tal Jorge Macri recién lleva los primeros seis meses de mandato como alcalde. Un dato clave de estas horas es que Milei y Mauricio Macri no se ven ni hablan hace más de 50 días. Solo hubo un intercambio sobre la suerte de Sandra Pettovello, que derivó en una larga reunión del jefe del PRO con la atribulada ministra de Capital Humano. Para los macristas, no hay ningún camino recorrido en común, pues la llegada de Patricia Bullrich y Luis Petri al Gabinete nacional fue por gestión de la ministra de Seguridad. Hoy, los fieles a Mauricio (y a Jorge M.) afirman que tras avalar la Ley Bases y el paquete fiscal, el afecto parlamentario macrista se ha puesto en Modo Pausa. Es más: en la Ciudad, continúan esperando que el Gobierno nacional cumpla con el fallo de la Corte Suprema sobre los fondos coparticipables que le birló la gestión de Alberto Ángel Fernández a CABA, entonces gobernada por Horacio Rodríguez Larreta. «Estamos esperando una actitud republicana e institucional», dicen los fieles al titular del PRO a quienes esta semana lo vieron «en Modo Calabrés». Macri no dio chance de actuar de otra manera que no sea copando la Asamblea con un fiel como Martín Yeza y Bullrich saldrá a los medios mostrándose como una mujer entre dos Machos Alfa, en relación con el actual y al ex Presidente. Una mediación a la derecha…

Abrazo entre Milei y  Macri. Archivo ClarínAbrazo entre Milei y Macri. Archivo Clarín

Menú ejecutivo

Pero los más optimistas del campamento libertario y del macrista creen que finalmente habrá un entendimiento en casi todo el país el año próximo, para conformar las listas electorales en conjunto. Las disputas centrales estarán en la provincia y en la ciudad de Buenos Aires. Para la Provincia, los nombres meneados son los de Karina Milei, José Luis Espert y Diego César Santilli. En la Ciudad, la cuestión es más jugosa: se elegirán senadores nacionales, poltronas más cómodas y mejor remuneradas que las de los diputados. Allí pretende jugar el locuaz Manuel Adorni y a Jorge Macri le gusta el nombre de su ministro Waldo Wolff para la pelea mediática. También debería reelegir en el Congreso María Eugenia Vidal, cuyo destino aún no se conoce. Los mileístas más duros quieren confrontar y hasta alguno osó devolver gentilezas y decir que «el PRO es un fenómeno barrial de la Ciudad de Buenos Aires». Lejos de todas estas cuestiones del pasillo político transita hoy el ex jefe de Gabinete y ex amigo de Javier Milei. Mientras el asesor estrella Santiago Caputo baja línea en Casa Rosada de que ahora «hay que hacer todo lo contrario al modelo Posse» (a quien adjudican inoperancia en la gestión), a Nicolás Posse se lo vio esta semana comiendo en soledad en el restaurante Elena del Hotel Four Seasons. Que el exilio político no haga perder la elegancia…

Ex Jefe de Gabinete Nicolás Posse. Foto Emmanuel FernándezEx Jefe de Gabinete Nicolás Posse. Foto Emmanuel Fernández
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