Uno de los puntos más preocupantes que mencionó Ricardo Peidro fue la modificación del principio de irrenunciabilidad de los derechos laborales. «El principio de irrenunciabilidad, es decir, aquel trabajador que tiene salario o derechos por encima de lo que fija el convenio colectivo de trabajo o la ley, podrá renunciar», explicó. Según el sindicalista, esta flexibilización pone a los trabajadores en una posición de vulnerabilidad frente a los patrones. «Renunciar significa hacer lo que el patrón dice, porque si no, perdés el trabajo», advirtió, y agregó que esto podría ser una forma de extorsión para que los empleados acepten condiciones laborales desfavorables.

Peidro también destacó un cambio en las indemnizaciones por despido que podría beneficiar a las empresas más grandes. «Determinadas empresas que se definen como pymes pueden pagar la indemnización en doce cuotas», lo que considera una medida «insólita». En su opinión, esta modificación no busca equilibrar la balanza en la relación laboral, sino fortalecer el poder de los empleadores. «La potestad y el beneficio no es para el trabajador, sino para el patrón», sostuvo.

Otro aspecto relevante de la reforma, según Peidro, es la modificación de las condiciones laborales en cuanto a las vacaciones. Actualmente, la ley establece que las vacaciones deben darse entre octubre y abril, con un aviso previo de treinta días. Sin embargo, el proyecto de ley permitiría que las vacaciones se otorguen «en cualquier momento del año, fraccionadas, con un mínimo de una semana», lo que, según el secretario de la CTA, dificulta la planificación de la vida personal y familiar de los trabajadores.

En cuanto a la jornada laboral, Peidro expresó su preocupación por la posibilidad de que la carga horaria sea modificada a favor de los intereses de las grandes empresas. «Lo único que podés tener son las doce horas de descanso entre jornada laboral y jornada laboral, pero después te lo pueden modificar de cualquier manera», explicó. Esto, para él, implica una pérdida de control sobre la propia vida laboral y personal, favoreciendo la flexibilización laboral en detrimento de los derechos de los trabajadores.

Sobre la reducción de las horas laborales, que se está discutiendo a nivel mundial, Peidro explicó que, en lugar de reducir la jornada, la reforma propuesta aumenta las cargas laborales. «Lo que se está discutiendo acá es cómo te van a sobrecargar. No se está planteando una reducción de la jornada laboral, sino una modificación de la carga horaria según las necesidades del patrón», dijo.

Finalmente, Peidro hizo hincapié en la falta de visibilidad de estos cambios en los medios de comunicación y cómo las reformas se presentan bajo títulos engañosos. «Lo disfrazan con otros títulos, como ‘fomentar el empleo’, pero la historia nos dice que todas las flexibilizaciones laborales que se hicieron en este país no favorecieron el empleo, sino que favorecieron el capital», destacó. En este sentido, alertó sobre los riesgos de que se aprueben leyes que despojan a los trabajadores de sus derechos mientras favorecen a los intereses de los grandes empresarios.

Peidro también mencionó que, gracias a la resistencia de las organizaciones sindicales, algunos avances han sido frenados. «Se logró que haya una medida cautelar que suspendió el DNU, pero si esa medida se cae, se caen todos los derechos laborales, porque vencen los convenios colectivos», explicó, advirtiendo que el avance de estas reformas podría tener consecuencias graves para los derechos laborales alcanzados a lo largo de los años.

El sindicalista concluyó que, aunque las medidas impulsadas por el gobierno y las patronales puedan parecer beneficiosas para algunos, en realidad representan una amenaza para los derechos de los trabajadores. «Nosotros estamos viendo movilizaciones y estamos luchando para resistir esta reforma», finalizó. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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