Tras las marchas de la oposición venezolana y la denuncia de la detención de la líder opositora María Corina Machado, el ministro de Interior y Justicia del régimen de Nicolás Maduro, Diosdado Cabello, desmintió que la mujer haya sido secuestrada e ironizó en medio de un acto.
“Ellos hoy tenían un plan, el cual vamos a tratar de poner en evidencia acá y que lo hicieron ante el fracaso de la convocatoria a lo largo y a lo ancho de todo el país. Tenían que inventar algo para tapar el fracaso y dijeron que la metimos presa“, indicó el funcionario chavista.
“La Sayona -un persona de una leyenda venezolana- juega a que la están persiguiendo. Por cierto, ¿Si ven un bolso azul por ahí, me avisan?”, dijo en referencia a la cartera que se le cayó a Corina Machado en el día de ayer para luego mostrar un bolso del mismo color en tono de burla.
“¡Venezuela será libre!”: el mensaje de Corina Machado a horas de la asunción de Maduro
“Que no sea que en el bolso existan cosas que me comprometan”, dijo, y acusó a la oposición “inventar” historias.
En ese sentido, señaló: “El plan de ellos era que les pasara algo y acusar a la revolución bolivariana”
“Ellos saben que van a fracasar. Esto se les inventó para que nadie hable eso y porque son muy inteligentes, a nosotros nos cuesta eso. Pensaron: ‘¿Y si decimos que la metieron presa?’ y sumaron que se les perdió la cartera azul. En la trama eso es indispensable”, añadió y empezó a sacar elementos de adentro del bolso como una receta médica y una tableta de medicación -sobre la cual dijo que a Corina Machado “se le olvida”-.
Minutos después de las 11 de la mañana, Axel Kicillof sorprendió al lanzar su agrupación interna «Movimiento Derecho al Futuro» dentro del peronismo que conduce Cristina Fernández de Kirchner. Más allá del documento que plantea que «es momento de actualizar nuestras ideas con una perspectiva de futuro, sin temor al debate interno», en el kirchnerismo duro prestaron atención a las firmas. En especial porque la ex presidenta citó al PJ Nacional para el lunes a las 19 en la sede de Matheu.
El extenso acompañamiento a la propuesta del gobernador de la provincia de Buenos Aires tiene la firma de intendentes, diputados nacionales, senadores y diputados provinciales, dirigentes sindicales, gremios y agrupaciones. Más allá del texto, que contiene críticas a Javier Milei y define al gobierno bonaerense como un «escudo y la red» que lucha «por proteger los derechos de los bonaerenses ante un Estado desertor», en el peronismo fueron directo a mirar las firmas para saber quién está de cada lado.
Los primeros 43 anotados son intendentes de la provincia de Buenos Aries, incluidos algunos históricos que supieron abrazar a Cristina Kirchner. Ahí aparecen Julio Alak (La Plata), Fernando Espinoza (La Matanza), Mario Ishii (José C. Paz), Jorge Ferraresi (Avellaneda), Mario Secco (Ensenada), Fernando Moreira (San Martín), Juan José Mussi (Berazategui), Andrés Watson (Florencio Varela), Mariano Cascallares (Almirante Brown) y Pablo Descalzo (Ituzaingó).
Algunos se sorprendieron al ver entre los anotados a Federico Achaval, intendente de Pilar, que había recibido a Cristina Kirchner para actos en su distrito. Otro que apoya es Lucas Ghi, jefe comunal de Morón que oficializó su ruptura con su padrino político Martín Sabbatella. El fundador de Nuevo Encuentro quedó del lado del cristinismo.
En el listado no aparece ningún jefe comunal ni ministro bonaerense camporista. Mayra Mendoza (Quilmes), Julián Álvarez (Lanús), Damián Selci (Hurlingham) o Juani Ustarroz (Mercedes), Nicolás Kreplak (ministro de Salud), Florencia Saintout (presidenta del Instituto Cultural de la provincia de Buenos Aires), Juan Martín Mena (Justicia) o Daniela Vilar (Ambiente). Claramente tampoco el presidente del PJ Bonaerense, Máximo Kirchner.
Mario Ishii, intendente de José C. Paz, uno de los firmantes de la línea interna de Kicillof.
En cambio, hay diputados nacionales y algunos ex funcionarios albertistas. Victoria Tolosa Paz y Santiago Cafiero, ministros durante el gobierno anterior, el sindicalista Hugo Yasky, el ex ministro de Salud y diputado nacional Daniel Gollán, el diputado y ex hombre poderoso de Florencio Varela Julio Pereyra y Juan Marino, referenciado en Juan Grabois. Otro hombre de peso que firmó fue Alberto Descalzo, de Ituzaingó.
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Llaman la atención ausencias importantes del peronismo del conurbano. Gustavo Menéndez, intendente de Merlo y presidente del Grupo Provincia, Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Gastón «Gato» Granados (Ezeiza) y Federico Otermín (Lomas de Zamora) no están entre los firmantes. Tampoco Julio Zamora (Tigre), distanciado hace tiempo de Sergio Massa, ni Ariel Sujarchuk (Escobar). Desde ya no iba a aparecer Mariel Fernández, intendenta de Moreno, a la que Cristina Kirchner nombró como una de las vicepresidentas del PJ Nacional.
Aunque no firmaron, replicaron el mensaje de Kicillof varios ministros, entre los que se encuentra Andrés «Cuervo» Larroque, ministro de Desarrollo de la Comunidad y hace tiempo distanciado de Máximo Kirchner y La Cámpora. También lo difundieron Gabriel Katopodis, Estela Díaz (Mujeres y Diversidad) y Walter Correa (Trabajo). También Juan Manuel Abal Medina, ex jefe de Gabinete de Cristina Kirchner.
Leonardo Nardini (intendente de Malvinas) y Gustavo Menéndez (intendente de Merlo) no apoyaron a Kicillof.
En medio de las divisiones, los que no optaron ni por un lado ni por el otro fueron los massistas, que se mantienen en el Frente Renovador, ni el alejado Fernando Gray, intendente de Esteban Echeverría, enfrentado judicialmente a Máximo Kirchner por la conducción del PJ.
Cuál es la primera pelea de fondo entre Kicillof y Cristina Kirchner
«Con este movimiento, no sumó a ningún dirigente nuevo. Lo que hace es dividir a la fuerza política que lo hizo ser gobernador», analizaron fuentes del cristinismo consultadas por Clarín. De fondo hay varias peleas.
Una cercana es la de desdoblar las elecciones provinciales de las nacionales. Ya sin PASO nacionales, Axel Kicillof busca que se voten un día los legisladores bonaerenses y concejales -a pedido de muchos intendentes- y el 26 de octubre los diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires con el debut de la Boleta Única de Papel que votó el Congreso Nacional el año pasado.
La irrupción de la BUP implica no solo un cambio el día de la votación sino también para la campaña electoral. De votarse el mismo día, la ley de la BUP impide que sea en la misma urna e inclusive en la misma boleta. Por lo que habría una BUP con los diputados nacionales de todas las fuerzas políticas y en otra mesa y otra urna la boleta sábana de cada partido.
Pero en los cargos provinciales, Buenos Aires elige senadores y diputados que responden a ocho secciones electorales distintas, así que por primera vez necesitan ocho caras conocidas para una boleta que tendrá solo dos cuerpos: de un lado el diputado o senador provincial -depende la sección- y los concejales en cada municipio. Ese diseño es el que obliga a todas las fuerzas a tener al menos ocho figuras para la provincia, o apalancarse en el primer candidato a concejal, para una tarea de 135 municipios.
Otro de los puntos en discusión es el cierre de listas. Todavía hay reclamos por las nóminas de 2023 entre dirigentes peronistas y La Cámpora. Se acusan mutuamente de haber ocupado lugares y se tensa la discusión para las listas tanto de la Legislatura como de los nombres para los 35 candidatos a diputados nacionales.
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A su vez, hay otros intereses que se cruzan. Aunque también afecta a radicales y el PRO, intendentes peronistas le piden al gobernador que se modifique la ley que impide dos reelecciones consecutivas para los cargos tanto de jefes comunales, concejales, diputados y senadores provinciales.
Si no la modifican antes de este cierre de listas 10 senadores provinciales, 8 diputados provinciales y decenas de concejales no podrán presentarse renovar sus bancas y algunos presionan por ocupar otros lugares, ya sea en los municipios gobernados por intendentes de su color o en el gobierno de la Provincia, en el caso de algunos peronistas.