En la previa al inicio del debate del megaproyecto del Gobierno, los diputados de Unión por la Patria recibieron en el Congreso a referentes de organismos de Derechos Humanos. Entre fuertes críticas a las medidas de Javier Milei, la reunión giró sobre la estrategia para frenar el DNU en vigencia desde la semana pasada, el repudio al protocolo antipiquetes y la preparación para la marcha del 24 de marzo. “Va a ser la manifestación más importante de la historia”, fijaron como objetivo.

En medio de las discusiones por la integración de las comisiones, convocadas para este jueves, el bloque de Unión por la Patria viene armando encuentros con sectores que rechazan el decreto y el proyecto de Milei. Ya habían mantenido reuniones con gobernadores peronistas, referentes de la CGT y asociaciones como la de farmacéuticos y médicos municipales de la Ciudad. Este miércoles también pasaron representantes de agrupaciones de inquilinos, contrarios a la derogación de la ley de alquileres.

“No tenemos que dormirnos ni aceptar lo que es casi una dictadura. Milei no solamente es malo como gobierno sino como persona. Hay que evitar lo que quiere hacer. El Parlamento es muy importante, nosotros también”, aseguró Estela de Carlotto a los periodistas al término de la reunión, en la amplia oficina del jefe de bloque Germán Martínez, en el tercer piso del Congreso.

Como estrategia para intentar frenar las medidas, repitieron la mecánica acordada con otros invitados y quedaron en trasladar la conversación a otros bloques opositores, con el objetivo de sumarlos al rechazo. “Se han comprometido a tocar todas las puertas de otros partidos contra el DNU y los artículos de la ley”, anunció la diputada Carolina Yutrovic.

“Todos aquellos que quieran acompañarnos serán bienvenidos. Todos están perdiendo, incluso aquellos que lo votaron y muchos están arrepentidos. Quietos no nos vamos a quedar. Siempre en paz. Es una obligación defender la democracia”, advirtió Carlotto. Al encuentro asistieron unos 50 diputados y otros dirigentes de organismos de Derechos Humanos.

“Nos manifestaron la preocupación por el protoloco antipiquetes, el plan sistemático de enrarecer el final de las movilizaciones y las agresiones a periodistas”, agregó Hugo Yasky. En un momento celebraron la suspensión de la reforma laboral incluida en el DNU por parte de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo. Y empezaron a proyectar la marcha del 24 de marzo. “Va a ser la manifestación más importante de la historia, frente a un gobierno que reivindica el negacionismo y reprime las manifestaciones pacíficas”, aseguró el diputado.

Carlotto había dicho que los organismos de Derechos Humanos pedirían una audiencia a Milei, como sucedió con todos los presidentes desde la recuperación de la democracia, aunque por el momento no lo hicieron. “Todavía no. De recibirme le diría ‘Váyase’, pero no lo voy a hacer. Sería muy malo de mi parte. Hay que respetar al soberano, a los que lo votaron. Los violentos son ellos”, señaló la titular de Abuelas de Plaza de Mayo.

Luego del encuentro, durante la tarde, los diputados de Unión por la Patria mantuvieron otra reunión para definir la estrategia ante la convocatoria a las comisiones para este jueves y de cara al tratamiento de las iniciativas del oficialismo, con el propósito de frenar tanto el proyecto “ómnibus” como el aval del DNU en el Congreso.

Más que en el debate en las comisiones, el plan del kirchnerismo estará focalizado en las sesiones, cuando las discusiones lleguen al recinto. “Ahí no tienen los votos”, mostró expectativas una espada del kirchnerismo entrada la noche, en especial sobre el intento para frenar el DNU.

El cálculo contaba en el rechazo, además del bloque de Unión por la Patria y la izquierda, a parte del radicalismo y diputados que responden a gobernadores provinciales, aunque a la vez abría interrogantes sobre las negociaciones en curso: “Muchos son muy críticos, después a la hora de la verdad hay que ver si levantan la mano para votar en contra”. Esas dudas incluyen a los propios integrantes del Unión por la Patria, con 102 legisladores. Las ausencias pueden jugar a favor del oficialismo.