POLITICA
Documentos oficiales: la Argentina enfrenta 236 demandas fuera del país por más de US$27.000 millones
La suciedad debajo de la alfombra puede ser tanta que, en algún momento, empieza a notarse. Es lo que ocurre con la montaña de demandas contra la Argentina que están radicadas en tribunales internacionales. Se trata de una potencial factura multimillonaria que pasa de mano en mano entre gobiernos. Sin distinción de colores políticos, todas las administraciones buscan lo mismo: demorar el pago todo lo posible mediante la presentación de recursos judiciales que estiren su cumplimiento.
LA NACION le puso nombres y montos a pagar a esta amenaza latente contra las cuentas públicas. Son, en total, 236 pleitos contra el país por incumplimientos de acuerdos de todo tipo. Entre ellos, remanentes de deuda pública impaga, cambios en las regulaciones locales con el presunto interés de sacar ventaja, estatizaciones desordenadas y ruptura de contratos de servicios públicos, un lastre imperecedero con el que la Argentina carga desde la crisis de 2001.
Expresado en dinero, el número es muy gráfico. Una cuenta muy conservadora arroja que el país enfrenta demandas en tribunales internacionales por casi US$27.000 millones, entre las que tienen montos determinadas. Hay muchos otros casos en los que aún no se definió el monto, de manera que puede ascender.
A modo de ejemplo, esa cifra representa un monto similar a las reservas brutas que tiene el Banco Central, o el 60% del dinero que el país le debe al Fondo Monetario Internacional (FMI).
La cifra surge de sumar las querellas en las que trabajan la Procuración del Tesoro (PTN) y el Servicio Jurídico del Ministerio Economía, y el juicio por YPF. En los dos primeros casos, se tomaron solo los pleitos que tienen montos determinados. Eso deja afuera un universo importante de demandas cuya cifra aún no fue establecida, según la información que figura en los registros oficiales.
LA NACION obtuvo la información en respuesta a un pedido de acceso a la información pública con datos disponibles hasta el 27 de enero último.
Se le agregó el pleito relacionado con la petrolera bajo control estatal porque, si bien no tiene todavía un monto determinado en la documentación argentina, la Justicia de Nueva York le puso un número a la demanda: habría que pagar US$16.100 millones.
El país tiene una gran variedad de demandantes. Desde inversores particulares alemanes que le prestaron dinero al Estado hasta megabufetes de abogados especializados en ganar contiendas contra naciones soberanas.
Las demandas caen en dos sacos. Uno de ellos es la Procuración del Tesoro, que reúne una menor cantidad de causas, pero cuyos resultados pueden traer altísimas consecuencias para el país. Son, en total, 36. Allí recalan los litigios en el CIADI y en la Justicia de Nueva York, con el caso por la expropiación de YPF como sobresaliente.
Otra porción de los juicios contra el país fuera de sus fronteras está a cargo del Servicio Jurídico del Ministerio de Economía, coordinado por la Subsecretaría Legal, que maneja Alejandro Speroni.
De acuerdo con la documentación que vio LA NACION, atiende 200 demandas de ese estilo. La mayoría están radicadas en Alemania, aunque los montos mayores se expresan en dólares. Hay incluso un pleito en yenes. Es por una demanda del MUFG, el banco más grande de Japón, que también es acreedor del Estado nacional.
Hay que aclarar, también, que las cifras pueden variar en el futuro por distintos motivos. En ciertos casos, la Argentina y sus demandantes estarían en condiciones de discutir alternativas de pago. Además, las demandas de los bonistas contemplan el pago de deuda que no se saldó y está incluida en el monto del litigio.
Hay tres pleitos hoy que concentran la atención oficial y de parte del establishment. El número uno es el de YPF, una demanda peregrina que se sustenta en los errores cometidos por el kirchnerismo entre los años 2006 y 2012. Primero, con el ingreso de la familia Eskenazi al capital social de la empresa petrolera y, luego, por la manera en que se estatizó la compañía.
Los demandantes, Burford e Eton, dos fondos que se dedican a eso, tienen un fallo a favor de la Justicia de Nueva York, según el cual la Argentina debería pagar US$16.100 millones más intereses. Hay chances de apelación, pero los especialistas le ven poco futuro a esa opción.
La justicia británica, por otra parte, les dio la razón a los fondos Palladian Partners, HBK Master Fund, Hirsh Group LLC y Virtual Emerald, que acusaron al Estado de perjudicar a los inversores cuando modificó la manera de calcular el producto bruto interno (PBI), que derivó en que, en 2013, se paguen menos intereses de deuda por los bonos “cupón PBI”, emitidos en 2005 y 2010. Quien manejaba la economía por aquellos días era el hoy gobernador bonaerense, Axel Kicillof, con el férreo apoyo de Cristina Kirchner. No existían entre ellos las diferencias del presente.
En Nueva York se tramita otra demanda importante. Un fallo de la jueza Debra Ann Livingston, de la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito, ratificó una decisión de la muy conocida Loretta Preska que les permite a ciertos acreedores embargar activos soberanos por unos US$310 millones. Este dinero fue depositado en una cuenta del Banco Central de la República Argentina (BCRA) en la Reserva Federal.
El pleito en Londres pone de manifiesto las dificultades para el futuro de la economía que plantea el hecho de tener tantas demandas abiertas al mismo tiempo, por montos que pueden asustar a un país como la Argentina. El gobierno de Javier Milei depositó en marzo de 2024 una garantía de US$325 millones para seguir litigando. Los demandantes la ejecutaron en febrero pasado. Es decir, ese dinero ya no está.
Para una economía saludable, la suma anterior puede parecer nimia. No parece ser el caso de la Argentina, donde el Gobierno despliega un fuerte plan de ajuste para reducir la inflación y cuenta hasta las monedas para mostrar mes a mes números fiscales equilibrados o con superávit.
“Los juicios en el exterior contra el país son una contingencia que no se reduce a lo monetario. Expande sus efectos a varios frentes, incluyendo el político. Basta pensar en una emisión o una reestructuración de deuda soberana -explica Bernardo Saravia Frías, exprocurador del Tesoro-. Cualquiera de estos juicios que terminan en una sentencia adversa tienen, sin dudas, dificultades para ser ejecutados. Pero tienen una herramienta poderosa: medidas cautelares que pueden entorpecer cualquier proceso de endeudamiento o reordenamiento de deuda de un país. Se vio con la Fragata Libertad”.
“La Argentina es un país que comete muchos errores e incumple promesas. Eso nos ha costado mucho dinero. Me parece que es momento de sentarse a pensar para saber si vale la pena seguir pateando la pelota, sabiendo que perdemos el 99% de los casos, más allá de los que tenemos abiertos”, explicó Sebastián Maril, CEO de Latam Advisors y una de las personas que más sigue estos temas en el país.
Según sus cuentas, desde comienzos de este siglo la Argentina pagó aproximadamente US$17.000 millones por temas judicializados en el exterior. Vale una aclaración: la suma mencionada incluye la cancelación de deuda que estaba impaga.
Es, quizá, la forma más clara de mostrar que la acumulación de pleitos terminan generando un problema económico, pese a que no se trata de una discusión que esté presente de forma cotidiana en las conversaciones del sector privado.
Esa es una de las trampas de los juicios abiertos fuera del país. Pueden resultar etéreos y lejanos por diversos motivos. Entre ellos, debido a que en algunos casos se admiten instancias de “regateo”, así como el hecho de que hay sentencias contra el país que no se pagan. Pero eso tiene un límite. El problema tiene efectos visibles cuando no queda otra cosa más que pagar la factura en contra.
Hay centenares de empresas dispuestas a cobrarle al país lo que creen que les debe. La información que recopiló LA NACION permite hacer un ranking de esos demandantes.
Los primeros lugares de esa lista -en los casos en que la burocracia argentina ya tiene contabilizado un número para la demanda- se muestran en una visualización que acompaña esta nota. De allí surge una variedad reveladora.
El primer lugar lo ocupa una demanda de Teinver radicada en el Ciadi, el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a inversiones. Teinver es una subsidiaria del grupo español Marsans, que llevó al país a un arbitraje internacional en 2009. La disputa finalizó, con una decisión en contra de la Argentina, en 2017. La cuenta a pagar, según los registros de la Procuración del Tesoro, es de US$1590 millones.
En segundo término aparece un grupo de acreedores de deuda liderado por el fondo Aurelius. De acuerdo con los registros públicos, esa factura suma US$1321,92 millones.
La empresa Orazul International España Holdings, subsidiaria de la norteamericana Duke Energy International, por la concesión de la represa Cerros Colorados, le hizo un reclamo al país por US$667,3 millones. Si bien el pleito figura en la administración pública, el Ciadi en ese caso rechazó los planteos de la empresa.
En tercer lugar hay un viejo problema de los años 90. Se trata del pleito de Papel del Tucumán, quebrada, con el Estado Nacional y el Banco Central de la República Argentina. Son más de US$500 millones. La Argentina recibió un fallo en contra en la Cámara de Comercio Internacional (CCI).
Para Camilo Tiscornia, de C&T Consultores, la gran cantidad de demandas contra el país muestra que el que las hace las paga. “El hecho de violar contratos tiene un costo reputacional y económico. Es una lección para la Argentina, para una parte del arco político que considera que hacer estas cosas es gratis. Que porque hay emergencia, pobreza, cambió el gobierno o porque lo hizo otro, con esos argumentos se puede violar cualquier contrato”, sostuvo.
El economista también refleja otra cosa. Estas violaciones de contratos surgen porque en algún momento esos contratos se firmaron. Se pensó que era bueno, provechoso para el país. Pero luego se pensó al revés. “La gran imposibilidad que tenemos es ponernos de acuerdo para mantener un rumbo”, sostuvo.
El análisis de lo que ocurrió con estos casos aporta información que alerta sobre el futuro. Entre las 36 causas que maneja la PTN, 16 tramitan en el Ciadi. El amontonamiento allí de pleitos contra la Argentina tiene en sus orígenes una decisión del menemismo en los años 90. Interesado en la llegada de inversión extranjera, Carlos Menem promovió la firma de decenas de acuerdos de protección recíproca de inversiones con países importantes, como Estados Unidos, Francia, Alemania e Italia, por mencionar algunos casos.
Al igual que ahora, la Argentina tenía por aquellos días un sólido historial de incumplimientos, vaivenes e incertidumbre. Por eso, el equipo económico liderado por Domingo Cavallo les concedió a las empresas, a través de esos acuerdos, la posibilidad de litigar en tribunales extranjeros como el Ciadi.
Esa estela llega al presente a través de la Ley Bases y el RIGI, el esquema implementado por Javier Milei para atraer inversiones. Es un revival noventista profundizado porque, según diversos especialistas, otorga aún mayores garantías a la inversión que la experiencia menemista.
“Con la Ley Bases y con el RIGI en particular, se extiende la vigencia del Ciadi en caso de incumplimiento del Estado. Cabe la pregunta acerca de si es un mecanismo idóneo para la protección de los intereses del estado argentino”, explicó Carlos Balbín, exprocurador del Tesoro en la gestión de Mauricio Macri y profesor de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
En términos abreviados, el planteo de los que advierten por demandas potenciales es el siguiente: si la experiencia indica que las concesiones hechas en el pasado le abrieron la puerta a una gran cantidad de demandas millonarias contra el Estado, en el futuro el número de pleitos podría crecer a la luz de los cambios facilitados por este gobierno.
La Casa Rosada responde de forma contundente. Las garantías que se les otorgan a los empresarios extranjeros se transformen en algo negativo para el país solo cuando la Argentina rompe los contratos. Un país normalizado, donde manden la institucionalidad y la continuidad de las políticas, no debería tener problemas con eso.
POLITICA
En el Gobierno avisan que no habrá candidaturas testimoniales y ponen más presión a los funcionarios que suenan para la elección
A tres días del cierre de listas para la elección porteña, el Gobierno todavía no tiene el candidato con el que, a diferencia de lo que hará a nivel nacional donde confrontará con el kirchnerismo, intentará destronar al macrismo en su bastión histórico. Mientras definen quién encabezará la boleta, en el entorno del presidente Javier Milei desacreditan las versiones que dan cuenta que de presentarse miembros del Gabinete serán candidaturas testimoniales, como las que en 2009 implementó Néstor Kirchner.
“No habrá candidaturas para la foto, vamos a jugar con todo”, enfatizaron a Clarín desde el entorno íntimo del líder libertario, y sostienen que «no se piensa en candidaturas testimoniales». Lo concreto es que los rumores comenzaron a multiplicarse a partir de las demoras en la definición y por las complicaciones que tienen en la Casa Rosada para encontrar el mejor candidato.
Por este tema, en los últimos días hubo reuniones diarias en Balcarce 50 para diagramar la estrategia electoral en la Ciudad. Es que, en un contexto de pocos nombres de peso disponibles, el gran interrogante que tienen en el Ejecutivo es cuál de las «figuras» que trabajan hoy para el Presidente “se sacrificará” para vencer al PRO, a diferencia de la posible convergencia en la Provincia de Buenos Aires.
Los libertarios reconocen la encrucijada e intentan resolver a contrarreloj si subirán al ring electoral a algunos de los integrantes que mejor miden para la contienda porteña, prevista para el 18 de mayo.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, sigue encabezando la nómina de funcionarios que podrían saltar al modo candidato. Aunque en Balcarce 50 dejaron saber que no se analiza el recurso de las candidaturas testimoniales. «Ni Manu ni otro ministro va a hacer campaña y engañar al electorado dejándole su banca a otro: si son candidatos y ganan, asumen», es el planteo que hicieron a Clarín en el Gobierno. “No imagino que haya candidaturas testimoniales”, aportó una voz de la mesa chica del mandatario.
Tanto Javier como Karina Milei, la principal armadora en la Ciudad, consideran que Adorni sería una de las mejores opciones, aunque también admiten dificultades para encontrar un reemplazo para su rol de portavoz, además de las otras funciones que absorbió tras la salida de Eduardo Serenellini. Desde el entorno del ex periodista señalan que «va a hacer lo que diga el Presidente«, pero al mismo tiempo rechazan la idea de una candidatura testimonial. «De ninguna manera va a hacer eso», sostienen.
Al respecto, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, reconoció que el portavoz sería una posibilidad competitiva, pero consideró «que es una pena sacarlo de la tarea que cumple, que es muy bueno».
En el «triángulo de hierro» del Presidente entienden que la presencia del vocero “asegura una excelente elección”, pero dudan porque “el costo de perderlo en el día a día es alto”.
Otro dilema que afrontan los alfiles del Presidente es que la conveniencia de utilizar algunas de estas cartas para la elección porteña implica descuidar posibles nombres para los comicios nacionales, que son cruciales para engrosar el bloque oficialista y depender menos de los bloques dialoguistas.
Con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, como ficha posible para la contienda a nivel nacional, si es que Mauricio Macri decide ser candidato a senador por el PRO, otros nombres que surgieron para el ámbito local son los de Sandra Pettovello (Capital Humano) y Federico Sturzenegger (Transformación y Desregulación del Estado). Este último, sonó con más fuerza en las últimas horas, pero un sector de la Casa Rosada se encargó de sostener que era «una operación».
Como alternativa, en un contexto de escasez no está descartada la posibilidad de recurrir a influencers libertarios, tales como Daniel Parisini, conocido en redes como «el Gordo Dan».
En ese sentido, Francos no descartó la posible inclusión de alguna sorpresa, proveniente de las redes. «En una de esas presentamos un candidato nuevo en la vida política de la Ciudad», deslizó en diálogo con La Red. «Dan seguramente podría tener apoyo. Sin duda es un candidato distinto», completó.
Aunque el Presidente es el que tiene la última palabra, además de la injerencia de Karina Milei y el asesor Santiago Caputo, las gestiones hasta este sábado a la medianoche, cuando cierran las listas, quedarán a cargo del subsecretario de Gestión Institucional, Eduardo “Lule” Menem, y la legisladora Pilar Ramírez, principal referente de la secretaria general de la Presidencia en la Legislatura porteña.
Estrategas de la Libertad Avanza remarcan que lo que ocurra en Capital Federal “será determinante” para terminar de capitalizar el voto no peronista, imponerse en las elecciones legislativas nacionales y “ya pensar en quedarse con la Ciudad en 2027”.
POLITICA
No hubo acuerdo entre la UTA y el Gobierno y habrá paro de colectivos del viernes
Tras una reunión en la que no hubo acuerdo entre los representantes de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), y las cámaras empresariales, desde el gremio que nuclea a los choferes de colectivos confirmaron el paro del próximo viernes 28 de marzo.
La medida de fuerza fue anunciada por el gremio que lidera Roberto Fernández, con motivo de un conflicto salarial que se intensificó luego de que la Secretaría de Transporte ordenara no otorgar aumentos al sector hasta junio.
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“Los funcionarios de Transporte se esconden y nos llevan a un conflicto, sin resolver la estructura de costos y, con ella, el incremento salarial”, indicaron desde el gremio en un comunicado emitido en la tarde de este miércoles.
Desde la UTA acusan al Gobierno de Javier Milei, de trabar la negociación, luego de readecuar en febrero los subsidios a las empresas sin contemplar una mejora salarial para los choferes. El salario básico de un colectivero es de aproximadamente $1.200.000.
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POLITICA
Médicos descubren “el interruptor” de los intestinos: cómo podría solucionar los males digestivos
Un estudio dirigido por investigadores de la Facultad de Medicina de Harvard y la de Medicina Icahn en el Monte Sinaí encontró que la motilidad del intestino se altera por el ejercicio, la presión y la inflamación. Revelaron que una proteína sensible a la presión llamada ‘Piezo1′ desempeña un papel clave tanto en la coordinación de los movimientos intestinales como en el mantenimiento de la inflamación en este órgano a raya.
El intestino es mucho más que un órgano digestivo, ya que es un complejo sistema en constantes movimientos, regulado por señales nerviosas y factores biológicos. Su capacidad para procesar los alimentos y mantener un equilibrio saludable depende de mecanismos que, aunque parezcan menos importantes, tienen un gran impacto en la salud del cuerpo humano, según el portal Infosalus.
El intestino delgado es una parte importante del sistema digestivo que conecta el estómago con el intestino grueso, ya que descompone los alimentos, absorbe los nutrientes y agua, mueve los alimentos a lo largo del tracto gastrointestinal, de acuerdo con la Clínica Cleveland. Durante mucho tiempo, los científicos han sabido que las células nerviosas del intestino impulsan el colon para moverse, lo que permite que este órgano realice su función de soporte vital.
La proteína llamada ‘Piezo1′ es llamada así por la palabra griega para presión y cuyo descubrimiento ganó el Premio Nobel de Fisiología o Medicina 2021, el cual desempeña un papel clave en el organismo. Esta investigación fue realizada con ratones y los resultados fueron publicados en la revista Cell, revelaron que, si esta proteína se replica en humanos, esta podría llegar a ser fundamental en el diseño de tratamientos de precisión que controlan la inflamación intestinal y los trastornos de la motilidad intestinal, como lo son la diarrea y el estreñimiento.
El profesor de inmunología en el Instituto Blavatnik de la Harvard Medical School y coautor principal del estudio junto con Hongzhen Hu, de la Facultad de Medicina Icahn, comentó: “Con el tiempo, podríamos estimular ‘Piezo1′ para acelerar la excreción, bloquearlo para tratar la diarrea o utilizarlo como una nueva diana para tratar la inflamación intestinal”. Estos hallazgos que encontró el investigador mostraron cómo los sistemas nervioso e inmunitario interactúan en el intestino para mantenerlo en una función saludable y proteger el órgano de la inflamación.
Además, los resultados reforzaron que estos dos sistemas se relacionan eficazmente en otros órganos como lo son el cerebro, los pulmones y la piel. “El equipo analizó el tejido intestinal de ratones bajo diferentes condiciones de presión. Cabe recordar que la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) también es conocida por aumentar la motilidad intestinal debido a la inflamación”, manifestó el científico.
En otro experimento, los investigadores utilizaron otras sustancias químicas para desactivar las neuronas ‘Piezo1′ en el intestino y en los ratones, la digestión se ralentizó notablemente, lo que confirmaron que esta juega un papel fundamental en el tránsito intestinal.
Por Wendys Pitre Ariza
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