Marcelo Cánepa comenzó destacando la compleja situación económica que vive el club. «Es un año muy difícil para todos, especialmente para los clubes del ascenso y las categorías más bajas», afirmó. “Armar un plantel competitivo para pelear un ascenso y sostenerlo económicamente es muy complicado. Si no se reciben recursos o ayuda externa, se hace prácticamente imposible”.

El vicepresidente de Atlas señaló que las ayudas municipales, que antes eran un alivio, han ido disminuyendo, y los aportes de los sponsors, muchos de ellos pequeños comercios locales, también se ven afectados por la situación económica general. «Nosotros siempre nos manteníamos con algunos sponsors, pero hoy en día, incluso esos aportes se atrasan o directamente desaparecen», lamentó.

En cuanto a la organización de los torneos, Cánepa subrayó los problemas que surgen de los calendarios poco favorables. «Nos toca jugar en días complicados, como lunes o viernes, lo que afecta la asistencia del público. Además, las recaudaciones son mínimas, y sostener la estructura del club se vuelve un desafío enorme», explicó.

Uno de los temas más preocupantes para es la posible privatización de los clubes a través de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD). «Nosotros no estamos a favor de las SAD. Si bien puede parecer tentador para un club pequeño como el nuestro recibir una inversión, los contratos a largo plazo suelen terminar perjudicando al club y al socio», advirtió. Cánepa también criticó la postura de algunos dirigentes que hoy impulsan estas medidas, recordando casos como el de Racing Club, que no tuvo una buena experiencia con la privatización.

El dirigente de Atlas enfatizó la importancia de mantener la estructura actual, donde los socios tienen voz y voto en las decisiones del club. «El fútbol, especialmente en los clubes chicos, es la única herramienta que tenemos para sostenernos. La ayuda de los padres, el trabajo comunitario, y el esfuerzo colectivo son fundamentales para subsistir», concluyó.

Finalmente, expresó su preocupación por la diferencia abismal entre los recursos que manejan los clubes grandes y los del ascenso. «Cuando escuchamos hablar de cifras millonarias en ventas de jugadores de clubes como River o Boca, nos damos cuenta de que estamos en mundos completamente diferentes. Es una realidad que, lamentablemente, nos deja cada vez más rezagados», cerró con resignación. (www.REALPOLITIK.com.ar) 

COMENTÁ / VER COMENTARIOS