El Gobierno Nacional dio un nuevo paso en su enfrentamiento con los gremios aeronáuticos. El vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció que han comenzado conversaciones con empresas latinoamericanas para ceder el control de Aerolíneas Argentinas en caso de que continúen las huelgas y “extorsiones” de los sindicatos.

En una conferencia de prensa sin preguntas, Adorni advirtió que, si los gremios no ponen fin a sus medidas de fuerza, la privatización de la línea aérea de bandera podría ser una realidad.

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El anuncio llegó en medio de una semana de paros en el sector aeronáutico, encabezados por el sindicato de pilotos liderado por Pablo Biró, y otras agrupaciones gremiales, que han afectado a miles de pasajeros.

El funcionario aseguró que las huelgas no solo perjudican a los usuarios, sino también a la imagen de la empresa y del país. “El gobierno del presidente Milei no va a permitir que continúen los paros que extorsionan a los argentinos. Si la situación sigue, cederemos el control de Aerolíneas a manos privadas”, declaró tajante.

A pesar de que cualquier privatización de la compañía requeriría el aval del Congreso, el vocero subrayó que ya se han entablado conversaciones con “varias empresas latinoamericanas” para que tomen el control de la aerolínea si la situación se agrava. “No es la primera vez que los gremios nos colocan en esta posición”, afirmó, recordando que Aerolíneas Argentinas ya ha sido objeto de conflictos similares en el pasado. “Es momento de dar un paso firme y cambiar esta dinámica”, sentenció.

Los beneficios gremiales bajo la lupa

Adorni aprovechó su intervención para describir los “privilegios inaceptables” de los trabajadores de Aerolíneas, en particular los pilotos. Entre los puntos destacados, mencionó que los pilotos tienen acceso a viajes en clase ejecutiva para ellos y sus familias, un beneficio que, según estimaciones del Gobierno, le cuesta a la empresa $20 mil millones al año. Además, señaló que los salarios de algunos empleados llegan a los $10 millones mensuales, mientras que la compañía gasta $1000 millones al mes en remises para trasladar a los trabajadores desde y hacia sus hogares.

El vocero también cuestionó la baja carga laboral de los pilotos, afirmando que algunos solo vuelan tres veces al mes y que cualquier reprogramación de vuelos se paga como un extra. “No es razonable que una empresa que depende del esfuerzo de todos los argentinos pague este tipo de bonificaciones”, expresó.

Además, Adorni criticó que los pilotos jubilados disfrutan de un descuento del 90% en los pasajes de por vida, algo que consideró “totalmente fuera de lugar” en el contexto de la crisis económica que enfrenta el país. “Es tiempo de que los trabajadores comprendan que estos beneficios no son sostenibles”, insistió.

Vuelos gratis y descuentos exorbitantes: los beneficios que reciben los pilotos de Aerolíneas Argentinas

El principal blanco de las críticas del Gobierno ha sido el líder sindical Pablo Biró, a quien Adorni acusó de actuar con fines políticos y no en defensa de los trabajadores. “Biró ha sido uno de los principales responsables de los cierres de aeropuertos y de la paralización del transporte aéreo en varias ocasiones”, afirmó el vocero. A esto se suma la reciente denuncia presentada por el Ministerio de Seguridad contra el sindicalista por extorsión y amenazas.

Biró, alineado políticamente con La Cámpora, ha sido un feroz opositor a las políticas del presidente Milei y ha liderado numerosas protestas en los últimos años. Sin embargo, el Gobierno ha advertido que está decidido a “poner fin a los piquetes gremiales”, en palabras de Adorni. “Así como terminamos con los cortes de calles, vamos a acabar con los privilegios de la casta aeronáutica”, aseveró.

Privatización en el horizonte

Si bien la posible privatización de Aerolíneas Argentinas es un tema sensible en la política argentina, Adorni dejó claro que la paciencia del Gobierno se está agotando. “No podemos seguir subsidiando una empresa que se ha convertido en rehén de los gremios. La prioridad del presidente Milei es garantizar el libre tránsito y el acceso al transporte aéreo para todos los argentinos”, afirmó.

El vocero también reveló que hasta el momento ningún trabajador de Aerolíneas ha aceptado las ofertas de retiro voluntario que el Gobierno puso sobre la mesa. Esto, según él, es una señal de que “están conformes con los privilegios que disfrutan”. Pero Adorni fue contundente al advertir que, si no se alcanzan acuerdos con los gremios, el Gobierno avanzará con su plan de privatización.

“La decisión está tomada. Si no cesan las extorsiones, Aerolíneas dejará de ser estatal”, concluyó, dejando entrever que el futuro de la aerolínea de bandera argentina está en juego.