En un giro hacia la liberalización del sistema postal, el Gobierno anunció la desregulación de los servicios de correos, una medida que podría traer una renovación estructural en el sector de las comunicaciones y la logística en el país.

El anuncio fue realizado a través de las redes sociales del vocero presidencial, Manuel Adorni, quien destacó los objetivos de la medida: incrementar la competencia, avanzar en la digitalización y optimizar la seguridad postal. Aunque aún se desconocen detalles específicos, la propuesta promete una transformación profunda para usuarios y operadores.

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El vocero presidencial señaló que, con la desregulación, se busca mejorar la eficiencia en la prestación de los servicios postales y abrir la puerta a nuevos operadores. Según el libertario, la decisión permitirá “más competencia, mayor digitalización y mejor seguridad”.

Desde el gobierno han argumentado que el cambio responde a una necesidad de modernizar un sistema que, a su juicio, ha quedado desfasado frente a los avances tecnológicos y el crecimiento del comercio digital. Esta liberalización traería un marco normativo en el cual se facilite la entrada de empresas privadas, impulsando la competitividad y agilizando el acceso a la tecnología en el sistema postal.

El servicio de correos ha sido hasta ahora un monopolio en el cual los actores privados enfrentaban limitaciones para participar. El Correo Argentino, principal proveedor estatal, podría verse afectado por la competencia, aunque funcionarios del Gobierno han asegurado que la desregulación también traerá oportunidades de desarrollo para el mismo operador público, que deberá ajustarse al nuevo contexto.

Adorni indicó que, además de la competencia, el énfasis estará puesto en la digitalización, un aspecto en el que los servicios de correos deberán adaptarse para hacer frente a la creciente demanda de comercio electrónico. En los últimos años, las transacciones en línea han experimentado un auge, y las empresas privadas del sector logístico han liderado la modernización del sector, promoviendo tecnologías que facilitan el seguimiento de envíos en tiempo real y reducen los tiempos de entrega. Con la desregulación, el Gobierno espera que la tecnología también llegue a sectores menos desarrollados de la red postal.

Además, se buscaría dar impulso a la logística de “última milla”, optimizando la entrega de productos desde los centros de distribución hasta los consumidores. Esta etapa de la cadena de distribución, que suele representar el mayor desafío en términos de eficiencia, se beneficiaría de una mayor competencia que incentive tanto a los actores privados como al propio Correo Argentino a mejorar su capacidad operativa y sus tiempos de entrega.