POLITICA
El Gobierno mandó al Senado el pliego del empresario Bunge como embajador ante España

El Gobierno envió finalmente al Congreso el pliego del empresario argentino-español Wenceslao Bunge para su confirmación como embajador ante el Reino España.
Como el pliego tomó estado parlamentario el jueves, la presidenta de la Comisión de Acuerdos del Senado, Guadalupe Tagliaferri, ya estará en condiciones de convocar a una audiencia dentro de una semana para tratarlo.
El Gobierno decidió darle a Bunge Saravia -hijo del histórico vocero del empresario fallecido Alfredo Yabrán– la jefatura de esta embajada muy preciada, una iniciativa que tomó luego de que se descartaran varios candidatos.
El nombramiento de Bunge presentó un problema a último momento, que está en vías de solucionarse. El empresario tiene, además de la argentina, la ciudadanía española y en ese país no se acepta que uno de sus nacionales esté representando a otro Estado, porque tendría privilegios especiales equiparables a los del Rey.
Entonces, como hizo en su momento el embajador de Cristina Kirchner en Madrid, Carlos Bettini, Bunge renunciaría a su ciudadanía que obtuvo en 2023, cuando el Real Decreto 170/2023 lo convirtió en ciudadano español.
“Señoras Senadoras y Señores Senadores :Se comunica que ha tenido entrada en sesión pública, en los términos del artículo 22 del Reglamento de la Cámara de Senadores de la Nación, el siguiente mensaje del Poder Ejecutivo Nacional solicitando acuerdo para designar embajador extraordinario y plenipotenciario al Sr.Wenceslao Bunge Saravia”, dice el pedido de la Cancillería argentina enviado al Congreso.
En la Cancillería afirman que, como habrá paro general el próximo jueves, probablemente no haya senadores en la Casa para reunirse en la Comisión de Acuerdos con el postulante, con lo cual fijarían fecha para su tratamiento luego de los feriados de la Semana Santa.
En el Senado, en tanto, esperan que no hagan con Bunge lo que el Presidente Javier Milei decidió hacer con Alec Oxenford, nominado como embajador en Washington. En ese caso, el Senado estaba encaminado a aprobar su pliego, pero decidió nombrarlo en comisión, sin pasar por la Cámara alta.
No había razón para apurar el pliego de Oxenford y, según calculan en el Senado, tampoco las habrá para apurar el de Bunge.
Si bien el de Bunge es un nombre que cayó bien en el gobierno español para que represente a la Argentina, la embajada en Madrid presenta una inusual situación, puesto que se quedó sin embajador en un episodio extraño. El Presidente pensó inicialmente poner como embajador en España al consejero comercial de la Embajada, Alejandro Nimo, que manifestaba amistad con el economista español pro libertario Jesús Huerta de Soto. Nimo aprovechó el desplazamiento de la ex canciller Diana Mondino para que corrieran a Roberto Bosch como embajador nominado. Se trata de un diplomático con medalla de oro, pero que debió volver a Buenos Aires desde Madrid, donde finalmente logró afianzarse en el seguimiento de las negociaciones argentinas con la OCDE.
Nimo había sido designado por el gobierno de Alberto Fernández en Madrid a raíz de su amistad con la diputada riojana María Clara Vega, y luego se pasó a la ola de los libertarios. Pero ahora tiene un sumario abierto por enviar objetos personales a través del correo diplomático y ya no se lo ve más cerca de Huerta de Soto como en sus inicios.
Antes de nombrar a Bunge, el canciller Gerardo Werthein hizo otro movimiento, porque inicialmente puso como embajador en España al diplomático Alejandro Alonso, a quien días después bajó sin ninguna explicación.
Se dice en la Cancillería, que quien hizo el movimiento para sacar a Alonso fue el vicecanciller de Mondino y también de Werthein, Eduardo Bustamante, quien habría desempolvado investigaciones administrativas contra su colega que ya estaban cerradas y que no habían prosperado.
Hoy, las relaciones entre el premier español Pedro Sánchez y Milei son inexistentes, tras las fuertes discusiones públicas que mantuvieron ambos. Pero Sánchez, que retiró a quien era su embajadora en Buenos Aires, María Jesús Alonso, decidió reponer esa figura y envió a la Argentina al diplomático Joaquín María de Aristegui Laborde.
Buenge fue CEO de Credit Suisse España y Global Chairman de Real Estate Investment Banking en JLL.
Javier Milei,Pedro Sánchez
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El Gobierno avanza con el plan “motosierra” y prepara un decreto para eliminar organismos públicos

La Casa Rosada no tuvo un cronograma de anuncios en la última semana para no correr del eje mediático los efectos del levantamiento del cepo, que fue considerado por los funcionarios libertarios como el mayor triunfo político en lo que va del año. Esto hizo que por primera vez en meses el gobierno de Javier Milei pudiera recuperar la agenda de la discusión política, la cual pretenden seguir manteniendo y acentuando de cara a los próximos meses a través de la implementación de diferentes medidas.
En ese sentido, la agenda desreguladora que lleva adelante Federico Sturzenegger pretende ser insumo clave de la narrativa libertaria, aunque también podría darse por mera necesidad: en algo menos de tres meses se vencerán las facultades delegadas que el Congreso Nacional le dio al Poder Ejecutivo Nacional a través de la sanción de la Ley Bases.
En todo ese contexto, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado tiene una batería de medidas a tiro del decreto presidencial para seguir con el achicamiento de Estado Nacional, con diferentes reformas normativas y la desburocratización de procesos. En sus palabras, en este 2025 pretende seguir con la denominada “motosierra profunda” o “motosierra 2.0″.
El miércoles de esta semana, el Gobierno pretendía hacer un importante anuncio vinculado a una desregulación estatal; sin embargo, se optó por aplazarlo hasta nuevo aviso.
Mientras tanto, quedan en el tintero diferentes medidas que se prevé que salgan en las próximas semanas. Una de ella es el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que contempla la eliminación de 24 organismos, la fusión de más de 15 y la transformación de 16 dependencias. La mayoría de las áreas que sufrirán cambios son institutos. Un ejemplo son algunos que dependen de la Secretaría de Cultura de la Nación, que se fusionarán en uno solo a los fines de evitar la duplicación de áreas y centralizar las políticas de todos. Los ministerios de Capital Humano, Economía y Salud son algunos de los sectores que más cambios tendrán.
De todas maneras, el DNU abarca a más áreas del Gabinete. Es justamente por este motivo que esta medida lleva prácticamente medio año en estar en elaboración, ya que son muchas los sectores en los cuales se estudiaron cambios posibles y con los que se tiene que coordinar todo el proceso normativo y legal. Incluso, se conoció que hubo pedidos de cambios a último momento para los ministerios. “Todos tenemos que hacer retoques clave, van a tener que esperar un poco más para conocerlo”, afirmaron desde una área a Infobae. El Presidente lo había anunciado hace más de dos meses, afirmando que iba a publicarse en pocos días; pero no le habían comentado el entuerto legal que quedaba por delante.
En rigor, en las filas gubernamentales comunican que no sería un DNU, sino uno por área significativa. Hay dos razones al respecto: la primera es que publicar un decreto por cada cartera permite ser más efectivo en el mantenimiento de la agenda; mientras que la segunda es por motivos estrictamente preventivos en caso de que se judicialice la medida. “Cuando estaban con la idea de hacer un solo DNU, se dieron cuenta de que no era viable porque si un juez recibe un amparo y lo concede todo el decreto se frena”, explicó una fuente libertaria.
Parte de este paquete es posible para el Gobierno a partir de las facultades administrativas que son detalladas en el artículo 3 de la Ley Bases. Esta permite la “modificación o eliminación de las competencias, funciones o responsabilidades” innecesarias de los organismos, a la vez que habilita la “reorganización, modificación o transformación de su estructura jurídica, centralización, fusión, escisión, disolución total o parcial, o transferencia a las provincias”. Aun así, esa misma legislación bloquea la posibilidad de la disolución de más de 30 organismos.
Puede que no sean los únicos DNU de ese estilo que se vean en los próximos meses. Trasciende que la Casa Rosada también podría lanzar un conjunto de 40 desregulaciones que podrían ser similares (o las mismas) a las contenidas en el “proyecto de ley Hojarasca”, que establece la derogación más de 70 leyes, consideradas “normativas obsoletas” o que restringen libertades.
El proyecto fue enviado en octubre del año pasado al Congreso Nacional para ser tratado antes del fin de las sesiones ordinarias, pero el Gobierno no logró moverlo entre los diputados opositores pese a que eran optimistas de que no sería un proyecto de difícil aprobación. Para este año planea darse el mismo panorama: a pocos meses de que comience el habitual “parate legislativo” por la campaña electoral, los libertarios prefieren dosificar su esfuerzo en iniciativas que resulten fundamentales. Ejemplo de ello es la reforma penal juvenil que busca bajar la edad de imputabilidad en menores.
En el panorama también aparece como inminente una medida que podría transformar profundamente el sector marítimo del país. Y es que está próximo a publicarse un decreto que permitirá que buques extranjeros operen en el cabotaje nacional, eliminando la exclusividad que hasta ahora tenía la Marina Mercante nacional. Además, la normativa autorizará la contratación de tripulaciones de cualquier nacionalidad, siempre que cumplan con los estándares internacionales de habilitación.
Según interpretan desde Balcarce 50, la decisión busca dinamizar el comercio marítimo y reducir las barreras burocráticas que afectan al sector. La medida fue coordinada por la cartera de Sturzenegger y el titular de la Agencia Nacional de Vías y Puertos Navegables, Iñaki Arreseygor, y permitirá que los armadores puedan registrar sus buques bajo bandera extranjera sin que esto sea considerado una exportación.
El decreto contempla la posibilidad de que los armadores soliciten el cese de la bandera argentina para sus buques, lo que les permitiría registrarlos bajo banderas extranjeras sin que esto sea considerado una exportación. Este cambio podría facilitar la operativa de las empresas marítimas, pero también podría tener implicaciones en términos de control y regulación por parte del Estado, así como de empleos. Un informe reciente del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) estima que la implementación de este plan podría significar la pérdida de al menos 3.000 empleos actuales, así como la reducción de la presencia argentina en ríos y mares.
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La liberación del cepo es la base para un crecimiento económico sostenible en Argentina

“Estoy extasiado, chicos, con lo que está pasando en el país. Es algo impensado”, aseguró Julio Irurueta. En ese sentido, consideró que muchos votantes esperaban que ese rumbo económico lo tomara Mauricio Macri durante su presidencia. “No voy a mentir, yo fui de los que pensó que Macri iba a hacer todo esto que hoy está haciendo Milei. Y no hicimos ni un tercio, ni un cuarto, ni una décima parte”, remarcó.
Para Irurueta, el actual gobierno está “haciendo lo que hay que hacer” y destacó el valor político de avanzar con medidas impopulares: “El presidente y su equipo económico se animaron a pagar el costo político. Y no solamente que lo están pagando con ganas, sino que les está funcionando”.
En esa línea, hizo foco en una vieja idea que sostuvo cuando fue precandidato a intendente de La Plata: “A mí la economía es lo que menos me importa hoy en día. Porque si vos hacés las cosas correctas, con personas idóneas, el resultado no falla. El verdadero problema argentino es cultural, no económico”.
“El cepo es anormal, en cualquier país del mundo comprás dólares sin problema”
Al ser consultado sobre la posibilidad de levantar el cepo cambiario, Irurueta explicó: “Sirve, primero, para vivir en un país con normalidad. Vos vas a cualquier país del mundo y podés comprar o vender libremente cualquier divisa, sin ningún tipo de problema”.
Además, detalló cómo influye el valor del tipo de cambio en la vida cotidiana: “Cualquier producto que ustedes miren tiene un componente importado o es un commodity valuado en dólares. Entonces el valor del dólar termina influyendo directa o indirectamente en todos”.
No obstante, fue preciso con una aclaración técnica: “La inflación es un fenómeno monetario. No la genera el valor del dólar, sino el exceso de pesos o la caída en la demanda del peso. Lo que el tipo de cambio te da es una escala de precios”.
“O son burros o son operadores”
Irurueta apuntó con dureza contra aquellos economistas que predijeron un colapso inminente: “Decían que el dólar iba a estar a 3.000, que en marzo esto iba a estallar, que no iba a haber paz social. Fallaron en todas sus predicciones”.
Y fue tajante: “O son burros o son operadores. No hay otra. Porque hasta Cristina Kirchner o Axel Kicillof saben que si emitís más guita de la que la sociedad demanda, te genera inflación”.
En ese marco, criticó lo que definió como “una rueda que se autoalimenta de temores”: “Los medios, ciertos economistas y los círculos rojos vienen operando hace meses con predicciones catastróficas que no se cumplen. Y cuando el gobierno logra un acuerdo, como el último con el FMI, los deja completamente expuestos”.
También le dedicó un párrafo a la coherencia de los sectores de izquierda: “A ellos les tengo más respeto intelectual. No coincido en nada, pero al menos tienen una base teórica. El resto miente sabiendo que miente, solo por conveniencia”.
“La macro se está acomodando como nunca antes”
Finalmente, Irurueta destacó la importancia de los logros macroeconómicos del gobierno: “Este acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) es sustancialmente distinto porque el gobierno generó superávit financiero, ordenó las cuentas públicas y tiene una macro sólida como nunca antes”.
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Comisión $Libra: a la espera de los funcionarios, la oposición busca romper la paridad que impulsa Menem

El Congreso de la Nación será escenario de una intensa actividad política la próxima semana, cuando oficialismo y oposición se enfrenten en dos jornadas cruciales que podrían definir el rumbo del año parlamentario. El martes y miércoles se llevarán a cabo las interpelaciones a funcionarios del Ejecutivo y la conformación de la comisión investigadora del caso $Libra, un tema que ha generado tensiones entre los bloques legislativos.
El primer desafío se presentará el martes a las 14:00, cuando la oposición intentará reunir los 129 diputados necesarios para alcanzar el quórum y dar inicio a la sesión. En esta instancia, se espera la presencia del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien ha confirmado su asistencia para responder exclusivamente sobre el caso $Libra.
Sin embargo, otros funcionarios citados, como el ministro de Justicia, Mariano Cuneo Libarona, el ministro de Economía, Luis Caputo, y el titular de la Comisión Nacional de Valores (CNV), Roberto Silva, aún no han confirmado su participación. La ausencia de estos funcionarios podría ser interpretada por la oposición como un incumplimiento de sus responsabilidades públicas y, eventualmente, como causal de juicio político.
El martes también será clave para definir la estructura de la comisión investigadora del caso $Libra, un tema que ha generado divisiones entre los bloques. Actualmente, la comisión está compuesta por 28 miembros, en un empate virtual de 14 representantes alineados con el oficialismo y 14 con la oposición. Este equilibrio se alcanzó luego de que el PRO y La Libertad Avanza (LLA) formaran interbloques con MID y Creo, ampliando la cantidad de integrantes desde los 24 originales.
Varios sectores opositores, como Unión por la Patria (UP), Encuentro Federal (EF) y Democracia para Siempre, buscarán avanzar en el recinto con lo que parece ser el “plan B”: pedir una votación para que se vuelva a la conformación inicial de 24 miembros. Para ello han presentado impugnaciones para revertir esta ampliación que buscarán que el pleno los vote. Entre las objeciones destacan las de los diputados Oscar Agost Carreño y Nicolás Massot (EF), así como las de Danya Tavela y Fernando Carbajal (Democracia) que señalan que los movimientos de conformación de interbloques que impulsó Martín Menem -que según los radicales que comanda Rodrigo De Loredo incluyó que les rompiera el bloque para armar uno nuevo con los radicales “peluca”- fue “un proceso fraudulento” para modificar la conformación de la comisión. Además, la diputada de UP, Sabrina Selva, ha cuestionado las designaciones realizadas por Innovación Federal, argumentando que estas se realizaron fuera de tiempo.
En caso de no lograr el respaldo necesario para modificar la composición de la comisión, los bloques opositores podrían optar por un “plan A”, que consiste en intentar romper la paridad interna. Según esta estrategia, buscarían persuadir a algunos de los 14 miembros que LLA considera aliados para que cambien de postura, aprovechando las tensiones entre la Casa Rosada y las provincias.
El miércoles, la atención se centrará en la conformación definitiva de la comisión investigadora, incluyendo la designación de sus autoridades. Aunque este aspecto podría parecer secundario, el medio fuente destacó que la presidencia de la comisión será crucial, ya que quien ocupe este cargo tendrá la capacidad de definir el ritmo de las reuniones y las resoluciones.
La comisión está integrada por representantes de diversos bloques. Por el lado del oficialismo, se encuentran los diputados de La Libertad Avanza y Creo: Gabriel Bornoroni, Nadia Márquez, Nicolás Mayoraz y Paula Omodeo; del PRO y MID: Cristian Ritondo, Silvana Giudici, Martín Maquieyra y Oscar Zago; de la UCR: Soledad Carrizo y Lisandro Nieri; de la Liga del Interior: Pablo Cervi y Francisco Monti; y de Innovación Federal: Agustín Domingo y Yolanda Vega.
Por su parte, la oposición cuenta con representantes de Unión por la Patria: Pablo Carro, Carolina Gaillard, Itai Hagman, Juan Marino, Sabrina Selva y Rodolfo Tailhade; de Encuentro Federal: Oscar Agost Carreño y Nicolás Massot; de Democracia para Siempre: Fernando Carbajal y Danya Tavela; de la Coalición Cívica: Maximiliano Ferraro y Mónica Frade; y del Frente de Izquierda + Nacional y Popular: Christian Castillo y Julia Strada.
Los resultados de estas jornadas serán determinantes para el clima político del resto del año. La capacidad de la oposición para consolidar un bloque de más de 130 diputados que garantice el quórum, así como la habilidad del oficialismo para mantener su estrategia defensiva, marcarán el desarrollo de los debates en el Congreso.
La semana próxima no solo pondrá a prueba la fortaleza de las alianzas políticas, sino también la capacidad de los bloques para negociar y alcanzar acuerdos en un contexto de alta polarización. La resolución de estas disputas será clave para definir el futuro del caso $Libra y, posiblemente, para establecer precedentes en la dinámica parlamentaria de los próximos meses.