Daniel Rodríguez recorrió cada rincón de la quinta presidencial de Olivos entre 2019 y 2023, durante todo el mandato de Alberto Fernández. Dio un detalle pormenorizado sobre el funcionamiento del lugar de 28 hectáreas y de aquellos lugares que, según denunció Fabiola Yañez, fueron escenario de diversos episodios de violencia. La fiscalía solicitó al actual gobierno, todos los registros de las cámaras del lugar pero el ex intendente de la quinta presidencial explicó porqué no existen esos registros y por qué muchas cámras por momentos no filmaban.

En los 14.500 metros cuadrados que componen la quinta presidencial de Olivos se cometieron varios de los nueve hechos que el fiscal federal Ramiro González atribuyó a Alberto Fernández al imputarlo por lesiones leves y graves, agravadas doblemente por el vínculo, en abuso de poder y de autoridad, más la acusación por amenazas coactivas.

Al momento de determinar la cronología de los hechos que dan origen a la causa por violencia de género, el Ministerio Público Fiscal ubicó la mayor cantidad de los sucesos dentro de la residencia de Olivos.

Con el objeto de conocer “uno de los lugares donde se habrían desarrollado los hechos que motivaron el inicio de la presente pesquisa, lo cual resultaría beneficioso para contextualizar los acontecimientos y describir adecuadamente las locaciones de tales sucesos”, la fiscalía había solicitado que el juez Ercolini arbitre los medios pertinentes para la realización de una inspección judicial de la quinta de Olivos, sus adyacencias y anexos.

Esa medida fue rechazada por el juez y este lunes, al tomarle la declaración testimonial a Rodríguez el fiscal del caso, logró suplantar esa prueba que había solicitado: se confeccionó un minucioso detalle de las instalaciones de la quinta de Olivos, la ubicación de las casas principales, otras dependencias del predio y la función del personal asignado a cada área que tenía como finalidad el mantenimiento del lugar como la atención de Alberto Fernández y Fabiola Yañez.

El fiscal Ramiro González hace diez días remitió un oficio al Gobierno Nacional de la actual gestión, requiriendo todos los registros fílmicos de la quinta presidencial de Olivos durante 2019 a 2023. Sin embargo, como informó Clarín, desde el Poder Ejecutivo señalaron que esos registros no existen.

En un momento de la declaración testimonial, el representante del Ministerio Público Fiscal ahondó en ese tema. Le consultó a Rodríguez sobre la disposición de la seguridad, puntualmente, si había cámaras, dónde se encontraban instaladas, si había guardias en los ingresos y a quiénes reportaban ellos.

Al respecto, el ex intendente de Olivos despejó la duda principal: “respecto a las cámaras internas, la quinta no tiene cámaras que filmen adentro de la quinta. La calle del medio tenía un domo, que yo ordené que lo pongan y era de mi propiedad, porque podía suceder que se nos vaya el Presidente y nadie sabía”.

En el croquis realizado sobre el lugar, relató que si sale caminando desde la calle Maipú hacia Libertador “sobre la izquierda, cruzando la calle del medio, está la casa del administrador; después sigue todo lo que es la huerta, después sigue el lugar donde están las ovejas, luego hay un gimnasio chico, luego la cochera principal y luego está la casa principal. Hay dos personas de 7 am 11:30 pm”. Después de eso -continuó detallando- “está la calle que une, que viene de la entrada de Villate, que está en la entrada oficial, la de visitas. Esa calle va hasta el fondo, hasta los talleres. Pero antes de llegar a los talleres está el edificio de Jefatura. Ahí tiene una oficina el Presidente y hay otras oficinas. Hay otra al lado del secretario general. Después enfrente de esas oficinas hay un salón grande donde hacen algunas de las reuniones. Cuando eran mucho más grandes se utilizaba el quincho”.

De esa manera ubicó dónde había pedido que se coloque el domo y añadió a su explicación: “Todas las cámaras eran perimetrales. Había aproximadamente 4 específicas que eran domos. Una cámara de éstas estaba sobre el perímetro de la Quinta sobre Villate y apuntaba a un costado del Chalet y tomaba a la pileta de manera completa”.

El ex administrador de Olivos, brindó más detalles sobre esa cámara puntual y le contó al fiscal González: “Resulta que un día la primera dama me pregunta si uno de esas cámaras me enfoca en la pileta, porque ella estaba con su familia en bikini, por ejemplo, entonces me pide que si es así no la filme. Hablé con uno de los de casa militar para ver la posibilidad de que no haya un soldado parado cerca de la pileta en esas ocasiones y si se puede evitar que filme el domo en ese sentido de la pileta”.

La función de esos domos -amplió Rodríguez- era estar al tanto de cuándo se iba del lugar Alberto Fernández y Fabiola Yañez. “En 2 o 3 oportunidades nos encontramos con que el presidente se retiraba con su custodia o la primera dama se retirara sin mi conocimiento ni de los de casa militar. Que se iban sin conocimiento de casa militar, solo de la custodia de ellos dos. Por ello solicité que una persona de granaderos pueda tener vista del Chalet presidencia y de la salida, apostado en el patio de la capilla que identifica en el mapa con el número 8. Ese hombre le pasaba a casa militar la información de ingreso y egreso que eran los que manejaban la seguridad de ambos”.

Sobre el rol de Casa Militar que tenía a cargo los movimientos de acceso de la quinta presidencial, Daniel Rodríguez dijo “desconocer cómo manejaba casa militar la información de ingreso y egreso y si lo registraba. El granadero podía mirar los ingresos y egresos de la primera dama de casa de huéspedes y del Chalet presidencial. Con excepción del domo de la pileta nunca solicité ni di instrucción alguna de donde iban las cámaras ni de donde apuntaban”.

Entonces, reiteró que las cámaras no apuntaban al movimiento interno de la quinta de Olivos, sino que “las cámaras filman a la calle. Los domos que se habían puesto eran alrededor de 4 pero que daban al perímetro, con excepción del que daba a la pileta. Después había uno que daba a la entrada de Villate”.

Al momento de dar más precisiones sobre la metodología de registros de ese conjunto de cámaras, indicó: “Recuerdo que las cámaras no grababan mucho tiempo no se si 4 semanas a lo sumo. Después hay una cámara de la PFA que se encontraba en Villate que apuntaba al ingreso. Asimismo, deseo aclarar que entre mi residencia y el Chalet presidencia había una distancia de 500 o 600 metros aproximadamente”.

La fiscalía realizó una serie de preguntas abocadas a conocer la dinámica puertas adentro del predio en el que se desarrollaron varios de los hechos de violencia atribuidos -en el marco del caso penal- a Alberto Fernández. Cuando se consultó respecto a cuál era el lugar que utilizaba con mayor habitualidad el ex presidente, Daniel Rodríguez dijo que “siempre estuvo en el chalet”.

Durante el último período del gobierno de Fernández, Fabiola Yañez permaneció en la casa de huéspedes. Rodríguez explicó que “Fabiola casi todo el mandato vivió en el Chalet presidencial y recibía sus reuniones ahí en el Chalet, y eso cambia creo que en el 2023, se muda a Huéspedes y pasa a hacer todo ahí en Huéspedes. Ahí se va la madre de ella, también la hermanita y la hermana más grande. Ya estaba Francisco cuando se mudó ahí a Huéspedes. Anterior a que se vaya definitivamente, sucedió de que varias veces antes de la mudanza definitiva ella ya se había ido en algunas oportunidades”.

Cuando al gobierno de Alberto Fernández le quedaban pocos meses por delante, Fabiola Yañez indicó que “empezaron los cachetazos diarios”. Dio más detalles al respecto: “hacia los últimos meses de su mandato, y ante mi insistencia en querer irme, empezó esta rutina: a la noche, el me gritaba y me pegaba un sopapo y me dejaba la cara hirviendo, y yo me iba caminando a la casa de huéspedes y escuchaba los gritos al irme”.

Si bien Daniel Rodríguez dijo que él no vio ninguna de esas escenas, admitió que se enteró de la mudanza definitiva de Fabiola a la casa huéspedes “porque las chicas de limpieza me dijeron que no se podía limpiar porque se encontraba la primera dama durmiendo allí en la casa de huéspedes; no sé si fue en julio, agosto 2023, pero no recuerdo con precisión. Recuerdo que fue mucho tiempo, pero no fechas exactas. Una vez que se radicó en la casa de huéspedes el personal que la asistía era el mismo, con excepción del ama de llaves. Si necesitaba algo para Francisco le pedían a mi secretaria y se encargaba del pedido. El ama de llaves se instalaba en el Chalet, pero si la primera dama a veces le requería alguna ayuda y así lo cumplía”.