Tras rechazo del Congreso al DNU que le otorgaba $ 100 mil millones a la nueva SIDE, el jefe de los espías Sergio Neiffert se presentó este martes ante la bicameral de Inteligencia para profundizar las respuestas que ya había dado por escrito a la comisión presidida por el senador radical Martín Lousteau y aseguró que no gastó nada de las partidas que le habían asignado a través del decreto firmado por Javier Milei.

Neiffert aseguró a los miembros de la comisión integrada por diputados y senadores que devolverá al Tesoro el dinero que le habían asignado por DNU. Pero lo más curioso fue que el funcionario no supo explicar para qué iban a ser destinados esos fondos millonarios.

Y si bien confirmó la decisión de reintegrar los fondos por DNU, en el proyecto de presupuesto para el próximo año hay un pedido de $ 195 mil millones para financiar el organismo. Esa cifra se suman a los $ 92 mil millones que el ministerio de Seguridad pidió para su dirección de Inteligencia y otros $ 64 mil millones que fueron solicitados para la misma dirección del Ministerio de Defensa.

En total son más de $ 300 mil millones de pesos, que ser aprobado el proyecto presentado el domingo por el presidente Javier Milei, serían destinados a a inteligencia del Estado.

En la reunión de este martes que se celebro en el Anexo del Senado, Neiffert confesó ante los legisladores que no tiene un plan de inteligencia y se comprometió a invitarlos «pronto» para que conozcan cómo funcionara la nueva SIDE. A cambio, el funcionario que responde al asesor estrella Santiago Caputo se llevó la promesa de que la comisión avalará los fondos para garantizar el funcionamiento de la SIDE si hay una explicación precisa del destino que tendrán las partidas.

La reunión no estuvo centralizada en el DNU 656 que otorgaba la suma millonaria al organismo para gastos reservados, ya que en un comienzo, los diputados y senadores tuvieron fuertes críticas al decreto 614 que eliminó la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), creada durante el kirchnerismo, al tiempo que determinó la creación de una nueva Secretaría de Inteligencia.

Lo que le reprocharon al funcionario fue que la medida fue tomada por DNU. «En ningún país del mundo, la estructura de los servicios de Inteligencia se define por decreto siempre es por ley. Encima, el oficialismo tardó 8 meses en constituir la bicameral de Inteligencia», protestaron los legisladores ante la comitiva de la SIDE. En este contexto, Neiffert no tuvo más remedio que reconocer que fue «poco feliz» los dos decretos del Presidente.

Pero lo que más tensionó la reunión fue cuando al jefe de los espías le preguntaron cómo se hizo la estimación para solicitar los $ 100 mil millones. El funcionario no lo supo explicar y los legisladores preguntaron para qué iban a mandar a Patricia Bullrich y Luis Petri para explicar el destino de los fondos. Vale recordar que antes de voltear el decreto, el Gobierno hizo un intento desesperado y propuso hacer una sesión secreta con los ministros de Seguridad y Defensa.

En la comisión también hubo coincidencia en transmitirle al funcionario por el malestar que generó el millonario presupuesto destinado para el área, sobre todo en un contexto general de recorte. Más teniendo en cuenta que el Gobierno aún no tiene elaborado un plan de inteligencia ni tampoco de la estructura del área.

La presentación del informe comenzó a las 16 y estuvo a cargo del Secretario de Inteligencia, quien concurrió acompañado por los directores del Servicio de Inteligencia, Alejandro Colombo; de la Agencia de Seguridad Nacional, Alejandro Cecati; y de la Agencia Federal de Ciberseguridad, Ariel Waissbein. Completaron el equipo Andrés Spitzer, jefe de Gabinete; y Mariano Cholakian, subsecretario de Planeamiento.

En la reunión, los distintos sectores se mostraron predispuestos, más teniendo en cuenta que hacía 5 años que no se presentaba el jefe de la SIDE ante la bicameral. Ante los legisladores, el funcionario describió el organismo en una grave situación de precariedad.

Neiffert negó que vaya avanzar con un achique de la estructura de inteligencia y aseguro que busca «profesionalizar» al área. También rechazó que el organismo vaya a estar destinado al espionaje de dirigentes políticos, empresarios o periodistas.