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El peronismo en etapa de definiciones: los conflictos que tensan la negociación entre Kicillof y La Cámpora

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El peronismo bonaerense ingresa en un momento de definiciones. El tiempo se va agotando y la necesidad de tomar un rumbo concreto presiona sobre la cabeza de los dirigentes. Unidad o ruptura. Lo que sea, pero debe definirse las próximas horas. Porque, en el peor de los escenarios, los dos sectores necesitan un margen de tiempo para armar las listas de candidatos en las ocho secciones electorales y en los 135 municipios.

En cinco días tendrán que anotar el frente electoral y en quince días se deben presentar las listas de candidatos. El tiempo es acotado. Axel Kicillof, Sergio Massa y Máximo Kirchner ya trabajan, con la lapicera en la mano, para resolver cuáles son los nombres que impulsarán desde sus espacios. Lo mismo hacen Guillermo Moreno y Juan Grabois, los dos aliados minoritarios que están inmersos en la negociación.

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La discusión política que tiene el peronismo bonaerense en este tiempo está atravesada por diferentes puntos de conflicto. Se destacan el armado de listas seccionales, las internas municipales, el eje de la campaña bonaerense, el alineamiento político con Kicillof, el rol del Gobernador en la campaña, el impacto político del resultado, el armado de las listas nacionales, la efectividad del desdoblamiento, la relación entre Máximo Kirchner y Kicillof, y el camino electoral hacia el 2027.

Ante la coincidencia de los principales sectores en pugna de que no habrá unidad política, sino solo un armado de listas conjuntas, el punto neurálgico de la discusión será la proporción de la representación que tenga cada espacio y los nombres que promocione cada uno. No habrá unidad política, porque no habrá alineamiento detrás de la figura de Kicillof.

Axel Kicillof se mantiene firme y pretende influir en el armado de la estrategia y la táctica electoral, además de las listas de las ocho secciones bonaerenses

Respecto a lo primero, en el Movimiento Derecho al Futuro (MDF) la mayoría coincide en que Kicillof debería tener representación sobre un 50% de las listas y tener influencia directa en la definición en la mayoría de las cabezas de las ocho secciones electorales. En su entorno más chico suelen decir que cualquier posibilidad de definir será beneficiosa porque pasarían de no tener nada a tener algo.

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Kicillof quiere tener mayor influencia en la toma de decisiones, tener prioridad en el armado de la campaña electoral de la provincia y que se reconozca el peso de su palabra como gobernador, pero también como representante de un espacio político que lidera a más de 40 intendentes de la provincia de Buenos Aires.

El rol que tenga Kicillof en la campaña, su centralidad y el acompañamiento de la coalición son otros de los temas que están en la puja, al igual que el armado de la lista nacional para el 28 de octubre. En eso hay coincidencia entre cristinistas y kicillofistas: la negociación debe ser integral. Antes del 19 de julio, deben estar acordadas las listas de candidatos provinciales y también los nacionales. Todo al mismo tiempo.

A priori, la discusión más trascendente gira sobre quiénes ocuparán el vértice de las listas en la primera y tercera sección electoral, que son las más pobladas del conurbano. Para la primera hay tres nombres que dan vuelta hace rato por las oficinas del peronismo. Son los de los intendentes Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas) y Federico Achaval (Pilar), y el ministro de Infraestructura bonaerense, Gabriel Katopodis.

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Máximo Kirchner estará presente este mediodía en Merlo. El grado de tensión es tan alto que nadie en el peronismo se anima a descifrar cómo va a terminar el congreso del PJ

Para la tercera aparecen otros tres nombres. Los intendentes Mayra Mendoza (Quilmes) y Mariano Cascallares (Almirante Brown), y la vicegobernadora, Verónica Magario. La matancera surge como una posible opción de consenso, ya que, si bien forma parte del MDF, tiene un buen vínculo con Cristina y Máximo Kirchner.

Una complicación que le puede aparecer a la alianza de unidad que hagan el kicillofismo, el massismo y el cristinismo, es que tanto en la primera como en la tercera se presenten candidatos del peronismo disidente que le resten votos. Es el caso de los jefes comunales Julio Zamora (Tigre) y Fernando Gray (Esteban Echeverría), que analizan jugar fuerte y encabezar una lista no K. Son dos expresiones que le sacarían votos a la lista conjunta de UP.

Ese nuevo espacio ya están armando la estructura de las listas seccionales para competir. Lo único que puede cambiar ese rumbo es que las negociaciones del peoronismo terminen mal y se produzca una fractura que reorganice el escenario político de la oposición.

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Si Máximo Kirchner compite como primer candidato en la Tercera sección, Gray está decidido a competir para marcar bien el contraste con quien lleva casi cinco años enfrentado. Zamora está convencido de liderar una boleta en la Primera sección más allá de quién esté enfrente. Con lo que las encuestas marcan que podrían sacar, ambos pueden quitarles votos valiosos al peronismo. Votos que le pueden impedir un eventual triunfo.

El peronismo llega al tramo final de la negociación bonaerense en un clima de máxima tensión y plagado de diferencias

Otro de los puntos de conflicto que tiene la negociación justicialista son las internas municipales. La más visible es la que protagonizan el intendente de Morón, Lucas Ghi, y el referente de Nuevo Encuentro y ex jefe comunal, Martín Sabbatella. Enfrentados y sin diálogo, afrontarán un desafío para arreglar la lista local.

El armado de listas locales en Avellaneda, Quilmes y Lanús, donde se cruzan las necesidades, los intereses y la mala relación entre Jorge Ferraresi, Mayra Mendoza y Julián Álvarez, es otro polo de conflictividad. Ante la posibilidad de la unidad circunstancial, deben definir qué lugar ocupan los nombres más fuertes en el armado de los vecinos.

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Entre las discusiones que están flotando en las mesas de negociación, una es si el eje central de la campaña será pedir la libertad de Cristina Kirchner. El cristinismo impulsa esa idea y sostiene que en cada aparición pública, en cada plenario o en cada entrevista los dirigentes del espacio deben resaltar que la ex presidenta está condenada injustamente y que la quisieron proscribir.

En el corazón del kicillofismo son cuidadosos con lo que se plantea respecto a ese tema, pero en el MDF hay muchos intendentes que ven esa opción como una verdadera locura. Creen que no se le puede ir a hablar a los vecinos sobre la libertad de CFK, cuando el costo de vida se les volvió insostenible, tuvieron que cerrar sus negocios o se quedaron sin trabajos. “Es una realidad paralela la que quiere contar el camporismo”, se quejó uno de los intendentes del esquema político que lidera Kicillof.

Cristina Kirchner monitorea todo el proceso de negociación desde San José 1111, donde cumple la condena de la causa Vialidad

Las rispideces de los dos armados son un espejo de la relación que hoy tienen Máximo Kirchner y Axel Kicillof. Mala, tensa, cargada de desconfianza y de resquemores. En el kicillofismo creen que el líder camporista no contribuye pare forjar la unidad.

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Otro tema importante en donde hay conflictividad es en la efectividad del desdoblamiento. Después de seis meses de debate, una decisión tomada y varios cuestionamientos internos, las críticas al adelantamiento de las elecciones bonaerenses permanece vigente.

El viernes un grupo de intendentes que responden a Cristina Kirchner volvieron a insistir en la necesidad de dar marcha atrás con el desdoblamiento. Además, se quejaron las expresiones del jefe de Gabinete bonaerense, “Carli” Bianco e insistieron en que el contexto cambió y es importante alinear la elección provincial con la nacional.

Ayer bajó la espuma cuando se llegó a un acuerdo para designar a los apoderados del PJ en la conformación del frente nuevo. Kicillof puso a su compañera de fórmula, Verónica Magario, y a Gabriel Katopodis. Los Kirchner incluyeron a lois intendentes Federico Otermín (Lomas de Zamora) y Mariel Fernández (Moreno).

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En la reunión hubo un acuerdo para el peronismo bonaerense milite y reclame la libertad de Cristina Kirchner y para que haya un acompañamiento irrestricto a Kicillof. Firmaron la paz por unas horas. Siempre es una enorme incógnita saber cuánto dura esa tregua. Hay unidad. Amontonados, disgustados y maltrechos, pero se propusieron cerrar la unidad circunstancial a la que los obliga el proceso electoral.

La discusión de fondo que está dando el MDF tiene que ver con la libertad de acción, la autonomía y la capacidad de negociación de Kicillof en el camino hacia el 2027. El Gobernador quiere ser candidato a presidente y llegar a esa instancia empoderado y sin la sombra de CFK de fondo. Sin el dedo y sin sus directrices. No quiere ser el candidato de Cristina, sino el candidato del peronismo. Y ahí reside uno de los puntos de choque más delicados.

Hay muchos temas que cruzan las negociaciones. El gesto de acercamiento que se evidenció en Merlo, durante el Congreso del PJ Bonaerense, sirvió para calmar el ambiente. Ahora es el momento de empezar a puntear las listas. Se abren las puertas de la discusión por los nombres y el poder de la lapicera.

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El diálogo militar secreto entre Gran Bretaña y Argentina

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Los altos mandos estadounidenses están preocupados por el Atlántico Sur. Es un punto de partida hacia la Antártida, donde Rusia y China cuentan con 15 bases en conjunto, luchando por asegurar recursos . Está conectado al Pacífico por el Estrecho de Magallanes, la única ruta marítima segura entre ambos océanos, aparte del Canal de Panamá , afectado por la sequía . El tráfico a través del Estrecho está en aumento, al igual que la pesca ilegal china a ambos lados. China impulsa proyectos de infraestructura en toda la región. Los principales generales estadounidenses han visitado el extremo sur de Argentina tres veces en los últimos dos años.

A primera vista, Estados Unidos está bien posicionado para gestionar cualquier amenaza. El presidente argentino, Javier Milei, es un aliado muy dispuesto. Gran Bretaña cuenta con aviones de combate Typhoon y el buque patrullero HMS Forth estacionados en las Islas Malvinas. Sin embargo, las Fuerzas Armadas argentinas se encuentran en una situación precaria. El Reino Unido se centra en defender las Malvinas (soberanía que Gran Bretaña ostenta y Argentina reclama). Como legado de la guerra de las Malvinas, Gran Bretaña mantiene estrictas restricciones a la venta de armas a Argentina. Estas han obstaculizado los esfuerzos de este país por mejorar sus fuerzas armadas y lo han impulsado a comprar aviones y armamento chinos, lo que ha alarmado a Estados Unidos.

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Ahora, una combinación de factores, incluyendo la inusual perspectiva de Milei sobre las islas y el entusiasmo estadounidense por la modernización militar argentina, ha creado la oportunidad para un nuevo acuerdo estratégico en el Atlántico Sur. Discretamente, tras una larga pausa, se ha reanudado el diálogo entre los ministerios de defensa argentino y británico. Argentina quiere que Gran Bretaña flexibilice sus restricciones a la compra de armas. Gran Bretaña desea una aceptación discreta de su papel en el resto del Atlántico Sur, aun cuando Argentina mantiene su reclamo constitucional sobre las Malvinas. Gran Bretaña también quiere que Argentina colabore con ella en asuntos prácticos para mejorar la vida en las Malvinas.

El calentamiento comenzó en febrero de 2024, pocos meses después de que Milei asumiera el cargo. Agregados de defensa británicos visitaron el Ministerio de Defensa en Argentina por primera vez en tres años. En septiembre de ese año, los ministros de Asuntos Exteriores británico y argentino se reunieron y organizaron una visita de argentinos a las tumbas de sus familiares en las Malvinas. También acordaron compartir datos pesqueros y reanudar los vuelos directos mensuales a las Malvinas desde Argentina. El diálogo en materia de defensa se intensificó entonces. Una delegación argentina visitó Londres en enero. Próximamente, se espera que una delegación británica visite Buenos Aires.

El presidente Milei quiere modernizar las fuerzas armadas de su país con el mejor equipo compatible con la OTAN . Está recortando drásticamente el gasto público, pero aumentando el presupuesto de defensa del 0,5 % del PIB al 2 % en los próximos siete años. El año pasado, Argentina solicitó el estatus de socio de la OTAN .

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El presidente Javier Milei habla durante uno de los actos del 2 de abril de 2024, frente al memorial de los caídos en la Guerra de Malvinas (Foto: Reuters / Agustín Marcarian)

Gran Bretaña también está interesada en un acuerdo, pero se muestra cautelosa. Comparte las preocupaciones estadounidenses sobre el Atlántico Sur. La aceptación de facto por parte de Argentina de la relevancia británica en la región facilitaría una cooperación más estrecha en todos los ámbitos, desde la ciencia hasta la seguridad, no sólo con Argentina, sino también con sus vecinos, Chile y Uruguay. Sin embargo, si bien las familias argentinas visitaron el país en diciembre, Argentina aún no ha compartido datos de pesca ni ha reanudado los vuelos, pasos clave para avanzar en la política armamentística. Los isleños se muestran cautelosos. “Nos sentimos muy seguros”, afirma Leona Roberts, del Consejo Ejecutivo de las Malvinas, “pero probablemente no nos sentiríamos demasiado cómodos con que el Reino Unido suministre equipo militar a Argentina”.

Gran Bretaña ha bloqueado durante mucho tiempo las ventas de equipo militar con componentes británicos a Argentina, incluso por parte de terceros países. Dada la fortaleza de la industria armamentística británica, esto ha supuesto una seria limitación. En 2020 bloqueó la venta de aviones de combate coreanos con algunas piezas británicas. La política declarada es bloquear las ventas que podrían “mejorar la capacidad militar argentina”. Sin embargo, existe margen de maniobra. Gran Bretaña podría permitir ventas que “no perjudiquen los intereses de defensa y seguridad del Reino Unido”. Un primer paso podría ser una interpretación más flexible de esa cláusula.

La forma de las cosas por venir

Hay varias razones para creer que un nuevo acuerdo es posible. Pocos consideran a Argentina una amenaza real para las Malvinas. “Es militarmente impensable… (Gran Bretaña) nos borraría del planeta”, afirma Alejandro Corbacho, historiador militar de la Universidad del CEMA en Buenos Aires. Gran Bretaña parece más dispuesta a reconsiderar sus restricciones si Argentina planeara realizar grandes compras, ya que eso impulsaría su industria de defensa. De ser así, sugeriría que el embargo tiene más que ver con la política que con la protección de las Malvinas. Gran Bretaña sabe que, de todos modos, sus restricciones están perdiendo fuerza a medida que más países fabrican equipo militar.

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El deseo de Estados Unidos de un nuevo acuerdo también es importante. En declaraciones públicas, ha ofrecido un apoyo firme a la modernización de las fuerzas armadas argentinas. En privado, un estadounidense con conocimiento del tema califica a Argentina de “un socio importante”, pero afirma que su ejército “tiene una gran necesidad de equipo y entrenamiento”. Pero ese equipo debe ser occidental, no chino. El embargo británico lo dificulta. La intransigencia continua podría terminar fortaleciendo a quienes, en un gobierno posterior a Milei, creen que el futuro de Argentina, en armamento y política, pasa por China y no por Occidente.

El flirteo de Argentina con sus adversarios estadounidenses es real. A Milei le gusta comerciar con el gigante asiático. En 2023, antes de asumir el cargo, una empresa china parecía dispuesta a construir un gran puerto cerca de la entrada argentina al Estrecho. Ese proyecto fracasó en medio de intensas objeciones, tanto internas como externas, pero China, que opera una estación espacial en la Patagonia, mantiene un gran interés en la región. Bajo la última administración, Argentina estuvo “a punto de comprar aviones de combate chinos”, advierte el estadounidense. En 2021, semanas antes de la invasión de Ucrania, el gobierno anterior firmó un acuerdo con el Ministerio de Defensa ruso que permitía a oficiales argentinos viajar a Rusia para recibir entrenamiento.

Durante la presidencia de Joe Biden, Estados Unidos presionó a Gran Bretaña para que permitiera a Argentina comprar modernos aviones de combate F -16 con un asiento eyectable de fabricación británica. Gran Bretaña se mostró reticente y se encontró una alternativa. Argentina compró F -16 más antiguos a Dinamarca con 40 millones de dólares. Estos no tenían piezas británicas, por lo que no se requirió su aprobación. Sin embargo, Estados Unidos aún intentó explicar y justificar la decisión ante Gran Bretaña, que la aceptó. Eso fue un avance. “El gobierno estadounidense también estaba interesado en si se podían levantar los controles de exportación más amplios”, dice un exfuncionario estadounidense. Un portavoz del gobierno británico dice que “no tiene planes actuales de revisar la política de control de exportaciones del Reino Unido para Argentina”.

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El ministro de Defensa Luis Petri posa con la bandera argentina en Dinamarca, donde el país compró 24 aviones F16

Pero es fácil imaginar un cambio en la postura británica. La administración Trump es autoritaria, ignora la ortodoxia y mantiene una estrecha relación con Milei, cuya postura prooccidental probablemente contribuye a la flexibilidad británica. Su tono conciliador y su capacidad para romper tabúes sobre las Malvinas son cruciales. Admira abiertamente a Margaret Thatcher, quien lideró a Gran Bretaña durante la guerra de las Malvinas. Admite que las islas “están en manos del Reino Unido ” y asegura que Argentina no intentará recuperarlas por la fuerza. Recientemente, incluso pareció insinuar que los isleños tienen derecho a la autodeterminación, la postura británica.

La política interna sigue siendo una barrera formidable en ambos países. Argentina nombró un nuevo ministro de Asuntos Exteriores en octubre. A pesar del entusiasmo en otros sectores del gobierno, mejorar las relaciones con Gran Bretaña parece ser menos prioritario para el nuevo ministro. Por su parte, Gran Bretaña se preocupa por quién sucederá a Milei. Vender armas a una Argentina liderada por Milei puede estar bien, pero dejará el cargo en 2027 o 2031. Un intento en 2016 de restablecer las relaciones fracasó tras el regreso al poder de los peronistas de izquierda. Sería vergonzoso ayudar a Argentina a modernizar sus fuerzas armadas solo para que eso vuelva a ocurrir.

En ambos países, la oposición, que ondea banderas, podría presentar un acuerdo como una concesión y usarlo para avivar la ira. En Gran Bretaña, el partido Reform UK de Nigel Farage está en alza en las encuestas y podría presionar fácilmente al gobierno sobre cualquier nuevo acuerdo, presentándolo como una traición a los caídos en la guerra, quizás. En Argentina, los peronistas ya han atacado a Milei por su postura sobre las Malvinas. Con las elecciones de mitad de mandato en octubre, él y su equipo podrían preferir mantener el tema al margen por ahora.

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Sin embargo, la lógica predominante de la política exterior de Milei es una alineación inquebrantable con Estados Unidos (a pesar del comercio con China). Gran Bretaña tiene una tradición similar, aunque menos absolutista. La administración Trump está tan preocupada por la influencia china en Latinoamérica que amenaza con apoderarse del Canal de Panamá. También tiene clara la amenaza en el Atlántico Sur. Si presiona con más fuerza, sus dos aliados podrían llegar a una conclusión similar y actuar en consecuencia.

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Fin de las facultades delegadas: los próximos pasos de Milei, presión de la oposición y los desafíos del Gobierno

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Al Poder Ejecutivo se le vencieron este martes las facultades delegadas que le habían sido conferidas por el Congreso a través de la sanción de la Ley Bases. Esto implicaba que el Gobierno de Javier Milei tenía a tiro de decreto -es decir, sin pasar por el Congreso- la posibilidad de modificar asuntos nodales en materia administrativa, económica, financiera y energética.

El Gobierno comienza así una nueva etapa de la gestión sin la principal herramienta de desregulación con la que contaba. “El presidente Milei no quiere gobernar con facultades delegadas, pero sí quería tener un plazo de tiempo en el cual impulsar y acelerar su programa de reformas económicas. No vamos a buscar prorrogar como se hacía el kirchnerismo, porque tuvimos un año, teníamos un plan, había que hacer algo y lo hicimos», remarcó el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, ayer en Casa Rosada.

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A lo largo del año de facultades delegadas, el Poder Ejecutivo ejecutó cerca de 101 medidas. Estas constaron de disoluciones, unificaciones, reorganizaciones, modernizaciones, fusiones, actualizaciones, transformaciones, simplificaciones y eliminaciones de organismos; así como de la autorización para privatizar empresas públicas.

El Poder Ejecutivo podrá seguir publicando Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), decretos simples, resoluciones y disposiciones -tal y como lo venía haciendo antes de tener facultades delegadas-, pero no tendrá la salvaguarda administrativa para eludir al Congreso en ciertos temas.

Ahora el Gobierno entra en territorio donde podrá seguir publicando medidas administrativas -como DNU, decretos simples, resoluciones, entre otros-, pero no reformas de magnitudes como las que se podían hacer con las facultades delegadas. Así, dependen de su propia impronta o de lo que puedan llegar a formular a través del Congreso, donde el oficialismo está pasando por su peor momento.

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El Senado (donde La Libertad Avanza tiene 6 de 72 bancas, y algunos aliados) es el terreno donde el jueves podrían sesionarse cinco proyectos: dos presentados en el Senado la semana pasada con la firma de los 24 gobernadores: la distribución de los Aportes del Tesoro Nacional y del impuesto a los combustibles líquidos; tres que vienen con media sanción de Diputados: aumentos jubilatorios, la Emergencia en Discapacidad y la moratoria previsional.

Los gobernadores reunidos en el CFI

Para la primera, el Gobierno sabe que no tiene los votos para frenarla ni en el Senado ni en la Cámara de Diputados. Es por eso que los gobernadores esperan que funcione como mecanismo para poder negociar por estos meses. En las mismas entrañas de la Casa Rosada afirman que no tienen, por ahora, una alternativa tentadora para ofrecerles.

“Hacienda calculó que conceder a lo que ellos quieren implicaría 2 puntos del PIB, no hay chances”, cuentan en el Poder Ejecutivo. Señal de esa falta de acuerdos es que prácticamente ningún gobernador aceptó la invitación que les mandó Presidencia para estar presentes en la vigilia del 9 de julio en Tucumán.

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A un año de la firma del Pacto de Mayo, las ínfulas de consenso parecen haberse desvanecido: una parte se explica por el hartazgo en el trato que los funcionarios libertarios han tenido para con los gobernadores, a la vez que hay un componente ineludible que es la cercanía electoral y la rosca por la estrategia en cada distrito. Quienes más alejados están de acordar con LLA en sus distritos son los que más quieren sesionar el jueves.

La oposición en el Senado también cuenta con los votos para impulsar la sanción de los tres proyectos que vinieron de Diputados.

El Presidente las vetará de manera inmediata, aunque esperará a que se pueda garantizar el veto cuando los bloques más alejados al Gobierno insistan en la Cámara Baja. El clima está particularmente espeso y los mismos operadores libertarios lo reconocen. Algunos se aferran a que negociando ausentes o abstenciones deban precisar menor cantidad de votos afirmativos para llegar a los dos tercios de los presentes.

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Mientras tanto, el Gobierno todavía tiene pendiente el trámite legislativo del proyecto de ley del “Principio de Inocencia Fiscal”, que eleva los montos de dinero a partir de los cuales una persona puede ser investigada por evasión fiscal, entre otros puntos.

El ministro de Desregulación seguirá profundizando la agenda de recortes (REUTERS)

El clima con la oposición y una vulneración al veto presidencial son variables pasibles de generar ruidos en los mercados, algo que el Gobierno no quiere que suceda. “Nosotros tenemos que mantener el Riesgo País estable e incluso a la baja, para no encarecer los rollover de deuda y que no se nos tensione el panorama de las reservas”, analiza una fuente oficial a Infobae.

El dólar comenzó un sendero ligeramente alcista. La semana subió $45 y este lunes trepó $20 hacia los $1280. Los factores que indican los especialistas son diversos, aunque hay un consenso en que los segundos semestres en años electorales suelen potenciarse como escenario donde las carteras se dolarizan en búsqueda de cobertura.

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“Cuando baja el dólar es porque lo pisamos a propósito y cuando suba es porque perdimos el rumbo. Es poco serio”, indican en Casa Rosada.

Quien se lamentaba ayer por la tarde por el rendimiento de los activos era el ex asesor económico de Milei en 2023, el director de Research for Traders, Darío Epstein. “¿Esto va a hacer así hasta que terminen las elecciones? Fin de octubre está lejos… Todos los años impares la política nacional retrasa el desarrollo económico», tuiteó, adjuntando una foto con caídas de acciones.

Más que la cuestión financiera, en un despacho libertario preferían enfatizar la importancia de mantener en línea la gestión al interior del Gobierno: “No ayuda que tengamos dos campanas que no acuerden en la estrategia electoral o que estén distanciados. Son conflictos entendibles en el marco de la discusión por las listas, pero no ayuda”. Los aludidos son los sectores referenciados en los Menem y Santiago Caputo.

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Javier Milei, Karina Milei y Santiago Caputo

Ayer hubo una reunión de alto vuelo en la planta baja de la Casa Rosada entre la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; el vicejefe del Interior, Lisandro Catalán; el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem; y el armador nacional de LLA, Eduardo “Lule” Menem. El asesor presidencial fue invitado, pero declinó. Los motivos se desconocen, pero se lo vio ingresar ayer horas más tarde de ese encuentro.

“De poco importa estar pensando si vamos a tener los números el año que viene, que yo creo que sí. Tenemos que cuidar el avispero durante estos meses porque van a ser durísimos. Si tenemos éxito, nuestras probabilidades para sancionar la reforma tributaria y laboral son mayores. Pero primero tenemos que estar en sintonía nosotros”, agrega.

Semanas atrás, Milei dio un discurso en el Yacht Club de Puerto Madero para una actividad de La Libertad Avanza. En un segmento de su alocución exaltó el nivel de imagen personal y de gestión que ostenta, asegurando que está en condiciones de dar “un tremendo batacazo en septiembre y en octubre”. “Destrozamos el mito de que hacer esto [el ajuste] es impopular. No solo hemos inventado el ajuste expansivo, sino que además hemos inventado el ajuste popular”, agregó el Presidente.

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Para los próximos meses, y sin las facultades delegadas ni apoyos sustanciales en el Congreso, el Gobierno apuesta a continuar con la efectividad de su aparato comunicacional para seguir imponiendo el modelo libertario. Por sobre todas las cosas, Milei fía en que cumplió con el “job description” que le dieron los votantes en 2023: bajar la inflación.

Diplomacy / Foreign Policy,South America / Central America,BUENOS AIRES

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En medio de la pelea por los fondos, cuáles son los gobernadores que no irán al acto del 9 de Julio organizado por Milei

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Javier Milei asistirá a Tucumán este martes, para realizar la vigilia por el 9 de julio. Al acto fueron invitados otros gobernadores, pero desde el Ejecutivo no ven la posibilidad de discutir el conflicto por los fondos durante el evento: “Nosotros no tranzamos”.

En el Gobierno sostienen que no es el momento ni el lugar para dialogar con los mandatarios provinciales que asistan. El encuentro se dará tras la presentación de dos iniciativas provinciales para repartir de manera automática los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y modificar la distribución de lo que se recauda del Impuesto a los Combustibles Líquidos.

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Leé también: Fin de las facultades delegadas: el Gobierno apura un paquete de decretos para reformar áreas clave del Estado

Los gobernadores de todo el arco político firmaron un proyecto de ley para redistribuir el Impuesto a los Combustibles (Foto: Captura de X/@Kicillofok).

Además, para una parte del oficialismo, es más conveniente dejar que pase la fecha patria y enfocarse en la reunión entre los representantes de las provincias y Guillermo Francos, el jefe de Gabinete, que se dará más adelante. Por ahora, no hay definiciones sobre las concesiones que podrían ofrecer desde Nación.

Hay un sector de la Casa Rosada que es aún más resistente. “¿Ofrecerles qué?“, se preguntaron. Ante el enojo de los gobernadores, algunos funcionarios no quieren quedarse atrás.

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En Balcarce 50 tampoco muestran mucho interés por resolver el problema, y evitar de esa manera que los legisladores afines a las provincias impulsen los proyectos fiscales o apoyen iniciativas incómodas para Javier Milei. “Que se atengan a las consecuencias”, aseguraron.

Leé también: Semana clave para LLA: oficializará la alianza con el PRO en medio de la tensión en el Congreso

La postura de los gobernadores

Javier Milei llegará a Tucumán este martes a las 10 y se dirigirá directo al hotel Sheraton, donde permanecerá hasta antes de que comience la vigilia en la Casa Histórica de Tucumán.

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Allí se encontrará con gobernadores. Hasta ahora, los confirmados son Osvaldo Jaldo (Tucumán), Raúl Jalil (Catamarca) y Gustavo Sáenz (Salta). Tampoco se descarta la presencia de Hugo Passalacqua (Misiones). La convocatoria es magra.

Los gobernadores se mantienen firmes en su reclamo y buscan una respuesta del Gobierno. (Foto: CFI).
Los gobernadores se mantienen firmes en su reclamo y buscan una respuesta del Gobierno. (Foto: CFI).

En el entorno de los mandatarios tampoco esperan una actitud positiva del Ejecutivo. “Depende del Poder Ejecutivo plantear alguna propuesta a los temas que requieren las 23 provincias”, deslizaron desde una de las provincias.

“Los gobernadores están planteando un reclamo y el Gobierno es el que no accede y tampoco da una respuesta”, agregaron.

En ese contexto, las provincias no presentan muchas expectativas sobre el avance de las negociaciones: “El tiempo de las ofertas ya pasó. Es tiempo de cumplir”.

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Javier Milei, Gobernadores, Tucumán, 9 de julio, fondos

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