POLITICA
El plan de Milei y Luis Caputo, y la brecha más difícil de cerrar
Institucionalidad macroeconómica versus institucionalidad política y republicana: desde el viernes 11, cuando el Gobierno anunció la Fase 3 de su plan económico y el desmantelamiento del cepo, ese dilema se vuelve todavía más nítido a la hora de imaginar un futuro posible para la Argentina y para la gobernabilidad mileista. Javier Milei está convencido de lo imprescindible de lo primero, la racionalidad macro, pero el modus operandi de su liderazgo político tensa lo segundo, la normalidad político republicana. El problema es que una y otra van de la mano: llegado este punto del plan económico, la institucionalidad macro y la político republicana son, más que nunca, dos caras de una misma moneda. La brecha entre esas dos institucionalidades es la más difícil de cerrar, y hoy es la más necesaria para el plan del Gobierno. O como señala un joven analista que sigue el rumbo económico y político con los ojos de una nueva generación: “El problema del Gobierno es el contraste entre su sobriedad macroeconómica y su borrachera política”.
El éxito de la nueva fase del plan depende de reformas que están bien por fuera del andamiaje de los “fundamentals” de la macro: esos pueden diseñarse y activarse desde la botonera del ministerio de Economía de Luis Caputo y del Banco Central de Santiago Bausili. Pero la nueva caja de herramientas que requiere la Fase 3 afecta al mercado laboral, al sistema previsional y al sistema impositivo, y dependen de la cooperación política.
Ese punto está clarísimo en el tema precio del dólar: en la Fase 3, el Gobierno descartó la intervención directa del Estado para producir una devaluación como respuesta a un dólar “atrasado” y a salarios caros en dólares. El precio del dólar, ahora está en manos del mercado, al menos entre las bandas de flotación: ayer, cayó el precio del nuevo dólar oficial y lejos de devaluarse, el peso se apreció significativamente. La discusión sobre el “dólar atrasado” y el impacto en la competitividad y la matriz productiva volvió a escena.
Dolar de Estado vs. dólar de mercado
Para el Gobierno, ya no tiene sentido hablar de “atraso” porque no hay un precio fijado artificialmente por el Estado que debería corregirse via una devaluación estatal. En su esquema, es el mercado el que construye el precio, y ese precio, por ende, está siempre actualizado: cada precio es información sobre la valoración del mercado en un momento dado, y de las restricciones y condicionamientos propios de cada momento. En ese punto, el Gobierno busca retomar la senda de Hayek sobre el sistema de precios como un sistema de señales, clave para una economía libre, que informa de la manera más fidedigna qué conviene producir y a qué precio.
En ese nuevo marco macroeconómico, el Gobierno concibe otra manera de aportar a la mejora de la competitividad argentina: a través de esas reformas sustanciales que bajen los costos de producir y que deberá votar un nuevo Congreso pero que no impliquen el toqueteo de la macro. Es decir, una mejora de la competitividad argentina que no recurra al “atajo” de la devaluación sino a una mejora estructural y “virtuosa”, en palabras de un funcionario del Gobierno, de las condiciones sistémicas de producción.
Además, suma un aspecto microeconómico, con la expectativa de una administración más racional, y menos especulativa en el sentido argentino, por parte de las empresas en relación a los márgenes de ganancia y a los costos y al peso real del precio del dólar en sus costos. Es hora de que juegue el Congreso para consolidar la política macroeconómica, y también la micro.
La nueva brecha, macro vs. política
La nueva matriz laboral, tributaria y previsional se decidirá en medio de un clima alterado por un estilo de liderazgo político de Milei cada vez más cuestionado y de un Congreso cada vez más fragmentado: la suspensión de las PASO no hará más que intensificar ese desafío a partir del resultado electoral de las legislativas. Sin coaliciones previamente organizadas, será todavía más desafiante conseguir mayorías para aprobar leyes: un trabajo de búsqueda de votos que ya venía siendo difícil será todavía más arduo. “Ahora todo depende de lo que pase en octubre”, ratifica una voz del Gobierno que entiende con precisión las virtudes de la macro modelo Milei, pero que sabe que no es suficiente con eso: sin la macro no se puede pero con la macro no alcanza.
En la última semana, Milei quedó expuesto a las debilidades de su institucionalidad político republicana: una lógica marcada a fuego por el temperamento político de Milei, que irradia a figuras clave de su Gobierno. En el ministerio de Economía, las intervenciones en X adoptan una actitud combativa. Si el Gobierno quiere que sus medidas y el cambio de paradigma en la concepción macroeconómica se comprenda cabalmente, acorralar con insultos al que no acuerda, al que no comprende e inclusive, al que miente, desvía el foco de la atención. Las mejores intervenciones del Gobierno se dan cuando refuta y explica. La conferencia de prensa de Caputo y Bausili, algunos de sus posteos más conceptuales en X y sobre todo, las incursiones mediáticas del viceministro de Economía, José Luis Daza, y de Federico Furiase, director del Banco Central, aportaron en ese sentido. El problema es que quedan acotadas a las preguntas de un manojo de periodistas, siempre los mismos, y no se abren a nuevas preguntas surgidas de otros interlocutores. El Gobierno desaprovecha el caudal técnico y comunicativo de sus alfiles económicos que serían capaces de responder con precisiones y racionalidad a dudas y cuestionamientos de voces críticas al plan, inclusive a las más terraplanistas. Sería un momento interesante de ver, que por ahora no llega.
Los avances de Milei contra la prensa o contra economistas que disienten en relación a las medidas del Gobierno se suman a esa tensión innecesaria. Milei y el Gobierno no son buenos ni pretenden serlo en esa habilidad social llamada persuasión, o construir consenso estructurales de largo plazo: no la valoran. Pero siempre se necesita para sacar leyes tan difíciles como imprescindibles para consolidar el objetivo deseado, sobre todo cuando la oposición política ya no se inclina con tanta docilidad. O cuando la opinión pública disminuye en algo su apoyo, aunque los niveles sigan siendo muy considerables.
La macro, entre persuadir y agredir
En la cadena nacional del viernes 11, Milei dejó entrever que registra la diferencia entre agredir y persuadir. Ese discurso fue llamativo por dos datos. Por un lado, la apelación inicial: “Queridos argentinos”, sin distinciones de ningún tipo, ni siquiera la referencia a “argentinos de bien” que irrita y excluye a parte de la opinión pública que no lo apoya. Milei agradeció a todos los argentinos “por haber atravesado las turbulencias” del último año y medio de gestión. Por otro lado, el agradecimiento a la política que acompañó sus medidas con votos en el Congreso: “Aquellos actores de la dirigencia política que sí entendieron el proceso de cambio que estábamos viviendo, sin mezquindades ni condicionamientos”.
En parte, ese cambio del tono de Milei el mismo día del anuncio del FMI respondió a la influencia del Fondo y su pedido de construir consensos sociales y políticos para avanzar con las reformas legislativas. Pero después del levantamiento del cepo, Milei volvió a lo suyo y tuvo una semana de fiereza extrema en redes y medios.
Ayer, en medio del dolor por la muerte del Papa Francisco, ese funcionamiento político social volvió a dejarlo expuesto, y eso aunque Milei acompañó el sentimiento general con posteo respetuoso en X y en comunicado oficial de Casa Rosada. La conversación pública reflotó la avanzada de Milei contra el Papa antes de ser Presidente, aquello de “el Papa es el representante del maligno en la Tierra” y el Papa como promotor de comunismo. La muerte de Hugo Gatti tuvo un efecto parecido: le facturaron la brecha entre sus críticas a Hugo Gatti y el contraste con su posteo empático, el “Adiós colega”.
Parecen datos menores pero son perlas que se suman a una serie interminable de exabruptos más o menos graves que definen el modus operandi de la política presidencial y las predisposiciones politicas. Y que lo dejan sin base de sustentación para afrontar dificultades. La comisión investigadora del caso $Libra aprobada en la Cámara de Diputados es resultado de ese desdén mileista por una cierta cordialidad política al menos con los más cercanos ideológicamente.
Atrapado por la intensidad de su estilo de liderazgo, Milei genera innecesariamente sus propios carpetazos: daños autoinfligidos que hacen que tampoco resista un archivo y que complican el diálogo político. Ese es el problema principal: construye obstáculos para la cooperación que necesita para llevar a destino la institucionalidad macroeconómica. Cava un foso innecesario entre él y los interlocutores del que luego se ve obligado a salir. Entretanto, desperdicia capital social, energía política y tiempo. Y le hace rayones a la autoridad presidencial que logró consolidar.
Ese catálogo de arbitrariedades evitables, que no evita, suman también sus dichos sobre Patricia Bullrich cuando era candidata, que contrastan con su inclusión en el Gobierno y con sus elogios actuales. O las referencias a China y el “no hago pactos con comunistas”, que luego se convirtió en valoración de ese vínculo: “Uno aprende”, reconoció Milei en una entrevista con Bloomberg. La semana pasada, Macri puso el dedo en otro aspecto de la institucionalidad político republicana, el estancamiento en los índices de transparencia del Gobierno en el mismo nivel que el del gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner.
Macroeconomía y la hora del Congreso
Transcurridos dieciséis meses de gestión, una de las claves interpretativas de la presidencia de Milei ha quedado organizada decididamente por ese dilema entre dos tipos de institucionalidad, la macro y la político republicana. El Gobierno tiene claro que la macro último modelo, tuneada ahora en el tema cambiario, requiere de reformas legislativas profundas.
“Damos por concluido el saneamiento del proceso macroeconómico argentino”, dijo Milei por cadena nacional aquel viernes del fin del cepo. A partir de la restauración de la institucionalidad macroeconómica, Milei augura una cadena imparable de desarrollo y bienestar. Este lunes, el ingreso a la semana 2 de la nueva fase trajo buenas noticias para el Gobierno: bajó el precio del dólar y la brecha entre los dólares paralelos y el nuevo dólar oficial siguieron en caída. Sin depreciación del peso, por ahora quedó fuera de escena un riesgo de traslado a precios de un dólar en alza. Milei y Caputo superaron los malos augurios más temidos de cualquier gestión económica argentina en proceso de liberalización: el riesgo de una devaluación acelerada que llevara el dólar al techo de la banda cambiaria y de una brecha creciente entre los dólares paralelos y el nuevo dólar oficial, entre un 4 y 9 por ciento según el paralelo considerado. Por ahora, la institucionalidad y el orden macro recién consolidado le juegan a favor al Gobierno.
El Gobierno se encamina hacia el futuro enfrentando la brecha entre dos equilibrios institucionales diferentes y una pregunta estructural: ¿cómo y cuándo lograrán converger esos dos superávits, el macroeconómico y el institucional, que además todavía no se alcanza?
Inclusive si los resultados económicos lo acompañan llegada la elección de octubre, la otra institucionalidad es la que le puede pasar factura. A partir de octubre, el Gobierno tiene dos desafíos. No sólo deberá aprobar leyes difíciles imprescindibles para consolidar el éxito del “saneamiento del orden macroeconómico”, en palabras de Milei. ¿Podrá Milei reproducir los apoyos que obtuvo para la Ley Bases, que le permitieron avanzar hasta aquí, para las reformas laboral, tributaria y previsional? ¿Podrá reconstruir el mismo acompañamiento de Pro y parte de la oposición dialoguista en relación al decreto de negociación con el FMI?
También deberá enfrentar una tarea aún más difícil: lograr que esas reformas, una vez aprobadas, se vuelvan naturaleza, es decir, duraderas e irreversibles aún con cambio de gestión. Es decir, ¿cómo evitar que un triunfo legislativo como el que Macri obtuvo en 2017 con la reforma previsional no se convierta en un accidente de la historia, reversible con la alternancia política?
Este 2025, con la elección legislativa, le trae al Gobierno el primer riesgo de discontinuidad al cambio de paradigma que intenta insuflar en la vida económica de la Argentina. Está en juego algo concreto como la llegada sostenida de inversiones, que se mantienen expectantes a la espera de que el cambio de paradigma se vuelva naturaleza. También, la primera prueba de un tema central: si la experiencia Milei es apenas un interregno o, al contrario, un antes y después duradero y sostenible.
POLITICA
El audio de Santiago Caputo que Villarruel ignoró y el informe del avión del escándalo que espera la Justicia
Victoria Villarruel llevaba meses sin saber nada de Santiago Caputo. La vicepresidenta y el estratega cortaron todo tipo de diálogo desde que el conflicto entre ella y el triángulo de hierro se volvió irreversible. En este tiempo, la vice solo se comunica con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos -el más dialoguista en el poder- y con Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados, con quien apenas comparte organizaciones mínimas sobre el devenir de las sesiones en cada cuerpo. Conversaciones frías y logísticas. Pero ayer, antes del comienzo de la sesión en el Senado donde el Gobierno perdería por unanimidad todas sus batallas, Caputo le mandó un audio de WhatsApp que ella abrió con curiosidad. Escuchó la voz del asesor que desde la Rosada le pedía que no habilite la sesión. Que no lo haga. Villarruel lo puso en altavoz a quienes la acompañaban en su despacho. Decidió no contestar y mandó a través de Francos el mensaje al Gobierno de que intentaría ayudar al oficialismo exigiendo que los proyectos sin dictamen que se tratarían en el recinto se aprobaran solo si tenían los dos tercios de los votos de los presentes. Lo demás quedó a la vista. Abrió la sesión cuando hubo quórum, y arrancó así una tarde donde un conflicto de dimensiones todavía no calculables se expandió con final incierto: los senadores que estaban en sus bancas, por unanimidad, aprobaron la corrección jubilatoria, la moratoria, la ley de actualización de los aportes por discapacidad y le dieron media sanción a los proyectos que los gobernadores mandaron la semana pasada para cambiar la distribución de ATN y el reparto de los fondos del impuesto a los combustibles a sus territorios.
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La administración de los eventos en el Senado se vivió con un desorden revelador. Alfredo Cornejo, de Mendoza, Rogelio Frigerio, de Entre Ríos, y Nacho Torres de Chubut, son parte de los mandatarios que lanzaron una línea hacia la Rosada antes del comienzo de la sesión para intentar apaciguar la tensión. El problema es que se repartieron la tarea: uno habló con Francos, el otro con Lule Menem y otro con Carlos Guberman, el secretario de Hacienda. Y cada uno recibió un mensaje diferente: “quédense y voten en contra”, propuso Lule, mientras que Francos mandó a decir que no se sienten y Guberman otro mensaje. “Tanta dispersión desde la Rosada les permitió a los gobernadores autopercibirse mareados”, se reía ayer un caminante profesional del Senado.
Guerra de tuits
“Traidora”, dijo Milei sobre Villarruel en su discurso en la Bolsa de Comercio. Es una pelea ineficaz, un desparramo de trapitos al sol que cuesta creer que pueda beneficiar a alguna de las partes y probablemente solo consolide la indiferencia con que la sociedad está tratando a la clase política. Cuando en TN le preguntamos a Juan Germano, de Isonomía, qué hace la gente cuándo ve las peleas de la casta, su respuesta fue contundente: “no está, no los escucha, ni los ve”. Quedará para la historia el tuit de ayer de la Vice a Patricia Bullrich donde -en respuesta a otro tuit de la Ministra donde la acusó de cómplice del kirchnerismo-, Villarruel le recordó su pasado montonero y desplegó las reglas de la república frente a la Rosada. Pasan cosas locas: José Mayans, presidente del bloque del PJ, defendía hace un rato a Villarruel, a quién absolutamente ningún interés en común lo une. Todo se ve muy desprolijo.
Mientras tanto en la Rosada se activó desde ayer un operativo vertiginoso encargado por Francos a la secretaría de Legal y Técnica, María Ibarzabal, para encontrarle una herramienta a la judicialización de la sesión. Saben que es difícil pero lo intentarán de todos modos. Es una manera de reaccionar. El camino que sigue fue anunciado mil veces: el veto de las leyes aprobadas en el Senado. El problema es que esta vez la matemática de los votos no garantiza para nada el éxito en Diputados para sostener un veto. Curiosamente podrían estar en manos de Mauricio Macri. Si el acuerdo bonaerense con el PRO puede gatillar la voluntad de, por ejemplo Vidal o Lospenatto -que dieron media sanción a los proyectos de jubilaciones- y hacerlas cambiar ahora de parecer, es una opción que probablemente solo dependa de la decisión del Presidente del PRO. Con los radicales al Gobierno se le fue complicando muchísimo.
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No es solo la ecuación de la cuenta fiscal la que se rompió ayer sino sobre todo, la matemática de la política con las alianzas que el oficialismo había construido con mecanismos que fueron deteriorándose en los últimos meses, una amenaza que Caputo veía venir hace tiempo y por la que se intensificó la interna con los representantes de Karina en la mesa política. En palabras más claras, podría decirse que lo de ayer es una profecía cumplida en el seno del poder. Más que cumplida, autogestionada, según la opinión del entorno de Caputo.
Su razonamiento sigue esta lógica: si no hay resto económico para mejorar el reparto de partidas a las provincias, la compensación debería ser con la política electoral en temporada alta de cierre de listas y acuerdos. Son discusiones que llevaron la situación a que Caputo abandonara la mesa chica política, por lo menos por ahora. En los próximos nueve días se definirán los candidatos en las ocho secciones electorales de la provincia de Buenos Aires: Ese listado será una revelación sobre el engranaje del poder. Sobre ganadores y perdedores.
El avión del poder
El episodio del Senado sucedió en el tramo final de una semana donde el Gobierno se mantuvo a la defensiva desde el lunes con la revelación en TN sobre el dictamen de los fiscales que investigan irregularidades en los controles al avión del empresario Leonardo Scatturice en un vuelo que llegó al país el 26 de febrero y quedó en tránsito hasta el 5 de marzo a las 20.30 hs en que se fue a París. Scatturice, se sabe, es una pieza fundamental en el vínculo entre el Presidente y Trump pero sobre todo entre el Gobierno y la CPAC (el Centro de Acción Política Conservadora). Cuando Carlos Pagni reveló en marzo que podrían haber faltado controles eficaces en ese vuelo, Manuel Adorni le respondió por conferencia de prensa asegurando que eso era imposible, que solo había cinco valijas y que la única pasajera del vuelo, Laura Arrieta, directora corporativa de OPC -la compañía de Scatturice-, apenas bajó un carry on del Bombardier que la trajo de Miami.
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Los fiscales vieron otra cosa y así lo marcaron en el dictamen que incluyó un paquete grande de medidas que está llevando adelante el juez Pablo Yadarola. Es cierto que los casos no tienen nada en común pero es una casualidad colorida que la historia de este avión esté siendo investigada por el mismo juzgado y la misma fiscalía que tuvieron a cargo la llegada de Antonini Wilson con su valija llena de dólares.
La lista de inconsistencias reveladas en el dictamen es extensa:
- ¿Por qué declararon un aeropuerto de origen pero salieron de otro?
- ¿Por qué pusieron destino Miami y se iban a París?
- ¿Por qué la ANAC jamás registró la llegada de ese avión al país?
- ¿Por qué nadie de la Aduana precintó el avión si quedó en tránsito en un hangar de Royal Class con dos valijas adentro?
- ¿Por qué la Policía Federal mandó videos intermitentes sobre el interior del hangar mientras la nave estuvo ahí?
¿Por qué el oficial de la PSA que intervino en los controles asegura haber visto que Arrieta le pasó una llamada a Cintia Cali, delegada de la Aduana que fue hasta el avión a recibirla y que, con el celular en la oreja, Cali respondió “OK” no se sabe a quién?
Con el paso de los días, la historia se pone más intrigante: ¿por qué la empresa emitió un comunicado diciendo que además de los dos tripulantes y la pasajera, había una auxiliar de a bordo? Casualmente, horas después, Juan Pazo, titular del ARCA, a cargo de la Aduana, salió a defender la operación de su organismo y repitió que eran cuatro. Por suerte la empresa después se corrigió y recordó que no había auxiliar de a bordo. Pazo no dijo más nada sobre el tema.
Hay otro dato curioso: uno de los argumentos del Gobierno es que la causa es producto de una autodenuncia de la Aduana. En rigor, se trató de un informe sumarial que se tramitó en Capital -donde está Aeroparque- y por razones que se desconocen fue a parar a la Aduana de Campana, donde dieron aviso al juzgado de Yadarola. ¿Por qué Campana interviene sobre un hecho de Capital? El titular del organismo es Andrés Veliz y justo en abril, un mes después, intervino esa seccional. Dicen en el fuero Penal Económico que está sucediendo muy seguido que el origen de denuncias geográficamente dispares de la Aduana provengan todas de Campana. Intriga.
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Hoy, Adorni, que no había vuelto sobre el tema, consideró el asunto cerrado porque el piloto, Juan Pablo Pinto, se presentó para ampliar su declaración testimonial y mostró compras en internet identificando sus bultos. Es raro qué tendría que ver eso con el tema de fondo que es, si le hicieron o no un salvoconducto a los integrantes de ese vuelo, para salir sin pasar sus cosas por el escáner. Adorni, más llamativo todavía, ahora dice: “Es un tema de privados”. Raro, porque hasta el Presidente dio explicaciones esta semana.
El juez Yadarola espera un informe esencial desde Estados Unidos. Como era un jet privado y estaba de salida del país, quiere que le informen qué tipo de controles se hicieron antes de despegar. Esos datos son trascendentales para saber si por lo menos allá se fijaron qué había dentro de los bultos y las valijas. La consulta ya se envió. Falta que llegue la respuesta.
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POLITICA
Guillermo Francos: “Es una especie de golpe institucional del Senado organizado por el kirchnerismo”
Minutos antes de que la oposición intente comenzar una sesión en el Senado para tratar una agenda que complica al presidente Javier Milei, el Gobierno cerró filas y salieron los ministros a denunciar un intento de “golpe institucional” de parte del kirchnerismo.
Con la premisa de que la sesión no puede arrancar si no hay dos tercios de los presentes porque sería ilegal hacerlo con solo una mayoría simple, ya que la vice Victoria Villarruel no hizo una convocatoria formal, desde la gestión libertaria arremetieron contra la principal bancada opositora.
“La irregularidad de la sesión es clara. Es una especie de sesión autoconvocada por el kirchnerismo para tratar leyes que afectan el eje central de la política del Gobierno, que es el equilibrio fiscal. Esto viene a ser una especie de golpe institucional del Senado de la Nación organizado por el kirchnerismo“, aseguró el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, en A24.
La sesión, sin convocatoria oficial, pretende avanzar con la distribución automática de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y la coparticipación del impuesto a los combustibles líquidos -dos iniciativas impulsadas por los gobernadores-, además de un nuevo aumento jubilatorio, una prórroga de la moratoria previsional y la declaración de la emergencia en discapacidad.
Para evitar cargar sobre los mandatarios provinciales, que fueron eje de las críticas de Milei el miércoles, Francos le adjudicó la culpa a los senadores K. “Es el kirchnerismo el que está planteando llevar adelante una sesión que no fue convocada por la presidenta del Senado, como es habitualmente. No estoy cuestionando a los gobernadores, están en su derecho de plantearlos [los proyectos], pero no pueden tratarse estos temas en una sesión que fue autoconvocada y está fuera del reglamento de la cámara”, indicó Francos.
“Se necesita una mayoría de dos tercios para realizar la sesión de hoy, como también para cualquier tema que se trate. Es sentar un precedente absolutamente ilegítimo [si se abre el debate con mayoría simple]. Además, tampoco se puede hacer una interpretación del reglamento, sería una modificación. También se necesitarían dos tercios para [aprobar] estos dictámenes, que son totalmente inválidos, porque salen de una Comisión de Presupuesto también autoconvocada. Desde el Poder Ejecutivo consideramos que es todo ilegítimo”, planteó.
En tanto, el jefe de Gabinete exculpó por esta situación a Villarruel, que está en pie de guerra con el Presidente. Destacó Francos que la vice no haya convocado a la sesión y además expresó: “Hay un dictamen del secretario Parlamentario del Senado que dice que los dictámenes a consideración son ilegales. Me parece que está todo mal”.
Asimismo, el funcionario reiteró que Milei piensa vetar los proyectos en caso de que sean aprobados.
Mientras Francos hablaba en televisión, en tándem la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, hizo lo propio en su cuenta de X.
“Hoy el kirchnerismo planea un golpe institucional en el Senado, plantándole a la vicepresidenta una reunión autoconvocada para arrebatarle el poder a la Presidencia Provisional del Senado y agujerear los éxitos económicos del Gobierno que tanto nos han costado a los argentinos“, dijo Bullrich, en la misma línea que Francos.
“No se puede permitir. Están planteando un golpe institucional y llevarse puesto el Senado. Las instituciones, las normas y la República se respetan», indicó.
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POLITICA
Gustavo Valdés se encamina a lanzar a su hermano para la Gobernación de Corrientes y hay dudas en LLA
Gustavo Valdés encabezará este sábado a las 19 el acto de lanzamiento de los candidatos de la alianza oficialista Vamos Corrientes. Según pudo reconstruir Infobae, se espera que lance a su hermano Juan Pablo para sucederlo y que mantenga a Pedro Braillard Poccard en la fórmula. Además, se especula con que el propio gobernador encabece la lista de senadores provinciales. Por La Libertad Avanza todavía suena Lisandro Almirón, en medio de rumores por la supuesta falta de apoyo por parte de la Casa Rosada. El peronismo, por su lado, tiene confirmado a Martín “Tincho” Ascúa pero enfrenta una interna en Goya con reclamos para acordar con Ricardo Colombi, otro de los postulantes por la UCR.
Valdés estuvo meses buscando un acuerdo con Karina Milei para conformar una alianza que le permitiera ganar en primera vuelta. Las negociaciones no llegaron a buen puerto y el mandatario provincial apuntó contra los referentes nacionales. “Nos piden demasiado”, dijo. Pero con las alianzas ya registradas en la Justica, una encuesta interna sorprendió al gobernador radical: su espacio aparece en primer lugar, seguido por su rival correligionario Colombi, el peronismo en el tercer puesto y, lejos en un cuarto lugar, Almirón, el candidato libertario. Un sector del peronismo maneja los mismos números.
Ese dato alarmante para Almirón se sumó a los rumores de supuestas conversaciones entre Valdés y la Casa Rosada para bajarlo de la candidatura y sellar una especie de acuerdo. En Corrientes lo desmienten. Por lo pronto, el diputado permanece en silencio y sólo utiliza las redes sociales para apoyar las medidas que el Gobierno impulsa en el Congreso y difundir el sorteo de su dieta, una campaña idéntica a la que utilizó Javier Milei en el 2021. Además, se confirmó que finalmente Pedro “Perucho” Cassani no será su compañero de fórmula. “Aportaré desde otro lugar”, dijo en la Convención de su partido Encuentro Liberal (ELI).
Valdés ya no muestra gestos amistosos con el Ejecutivo nacional. Luego de las negociaciones electorales fallidas, apoyó los proyectos en el Senado para que se establezca el giro automático de los ATN y la coparticipación del impuesto a los combustibles. “Necesitamos los recursos que nos sacan de las provincias. Tienen que volver”, alertó en diálogo con la prensa local. Para sumar tensión, sus senadores votaron a favor del aumento de las jubilaciones.
Para este sábado a las 19, Valdés encabezará el acto de lanzamiento de candidatos en el Club San Martín. Su hermano y Braillard Poccard serían la fórmula para la Gobernación. También trascendió que el propio gobernador encabezará la lista para el Senado provincial y el intendente Eduardo Tassano en la de Diputados. Eduardo “Peteco” Vischi, quien había mostrado intenciones de ser gobernador, seguirá en el Senado.
La incógnita por estas horas es el destino de Camau Espínola, a quien le habrían prometido la renovación de la banca en la Cámara alta para el 2027 pero también suena para la Intendencia de la ciudad capital.
El fallo del Superior Tribunal de Justicia que declaró inconstitucional el artículo del decreto que prohibía las listas colectoras terminó de desatar la interna peronista. Se debe a que Ascúa, el candidato de Cristina Kirchner, quiere evitar acuerdos municipales con Colombi. Según denuncian en su entorno, el ex gobernador radical está “obsesionado con llevarse un pedazo del Partido Justicialista”.
Tanto Ascúa como Colombi tuvieron conversaciones para sellar una alianza, pero no pudieron acordar la fórmula. Ambos creen que pueden entrar a la segunda vuelta. El problema para el intendente de Paso de los Libres es que dirigentes de distintos municipios, en especial Goya, le reclaman la posibilidad de “colarse” en ambas boletas para, de ese modo, poder hacerle frente a la estructura oficialista y retener las seis localidades que gobierna el peronismo.
El PJ arrastra profundas diferencias desde que se resolvió la intervención del partido. Es un claro reflejo de lo que sucede a nivel nacional con la resistencia a La Cámpora. De hecho, en el cierre de alianzas se cristalizaron las disputas, en especial, con el salto del senador provincial Martín Barrionuevo al radicalismo de Colombi. Cerca de Ascúa dicen que su salida se debió a su malestar por no haber conseguido el apoyo para renovar su banca. De hecho, aseguran que tiene muy mala imagen y bajo nivel de intención de voto.
Del otro lado, los que se resisten a los camporistas correntinos, aseguran que la partida de Barrionuevo es el principio de una ola de fugas. “Tincho no tiene buenos candidatos en las ciudades importantes”, aseguraron a este medio y pronosticaron que en las próximas horas, con la invalidez del decreto que prohibía las colectoras, se acelerarán los acuerdos con Colombi. Hasta vaticinan que con su resistencia a los acuerdos con el exgobernador, Ascúa perderá en su propio territorio, Paso de los Libres.
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