En medio de la tensa negociación del Presupuesto 2025 en el Congreso, la bancada del PRO ha alzado la voz contra dos iniciativas impulsadas por el Gobierno de Javier Milei: la eliminación de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) y el recorte de los fondos destinados al financiamiento de los partidos políticos.

Alejandro Finocchiaro, diputado del PRO y exministro de Educación, se mostró crítico ante estos proyectos, argumentando que podrían afectar la estructura institucional y electoral de Argentina.

Finocchiaro, cercano al expresidente Mauricio Macri, manifestó su desacuerdo con la rapidez con la que el Gobierno pretende llevar adelante estas reformas. Aunque aclaró que, a título personal, nunca fue un defensor de las PASO, considera inapropiado debatir la eliminación de este sistema electoral a tan solo meses de los próximos comicios. “Es una medida apresurada y que no se debería tomar sin un análisis profundo”, advirtió en declaraciones a Radio Rivadavia. También cuestionó el recorte del financiamiento a los partidos políticos, calificándolo como una “decisión peligrosa para la institucionalidad del país”.

Propuestas del Gobierno en un contexto de crisis

El Gobierno de Milei, en su búsqueda de un déficit fiscal cero para 2025, ha propuesto destinar los recursos de las PASO y de los fondos partidarios al financiamiento de las universidades públicas, un sector que ha reclamado mayores partidas para cubrir sus crecientes necesidades. De acuerdo con el oficialismo, estas modificaciones permitirían reasignar fondos que podrían aliviar la situación de varias casas de estudio, en línea con una política de austeridad generalizada.

Sin embargo, Finocchiaro señaló que, aunque él también comparte el objetivo de mejorar el financiamiento educativo, considera que el ajuste debería realizarse de manera equitativa y estudiada. “Hay sectores dentro del presupuesto nacional que podrían reducirse sin afectar la calidad de las instituciones o la democracia. No se trata solo de ahorrar, sino de hacerlo con responsabilidad”, expresó.

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En su crítica, Finocchiaro enfatizó el posible impacto negativo que tendría el recorte del financiamiento de los partidos políticos sobre la calidad democrática del país. En Argentina existen más de 700 partidos que dependen de los aportes del Estado para su funcionamiento. Según el diputado, quitarles los fondos podría “debilitar la competencia política y la diversidad ideológica, algo esencial para el desarrollo democrático”.

El legislador también se refirió al proyecto fallido que impulsó junto a la diputada María Eugenia Vidal para hacer opcionales las PASO en aquellas jurisdicciones sin competencia interna entre precandidatos. Finocchiaro lamentó que la iniciativa no prosperara, ya que habría sido una “opción viable” que generaría ahorro sin eliminar un mecanismo de participación política. “No hay consenso en el Congreso para cambiar el sistema de las PASO en este momento”, declaró.

Diálogo y desacuerdos entre el PRO y el Gobierno

En este contexto de tensión, el Gobierno ha manifestado su intención de negociar con los bloques opositores, especialmente con el PRO y la Unión Cívica Radical (UCR), en busca de consenso sobre estos recortes. Santiago Caputo, asesor presidencial, ha sostenido reuniones con el jefe del bloque del PRO en Diputados, Cristian Ritondo, para acercar posturas y discutir alternativas.

Sin embargo, los últimos días han estado marcados por el desencuentro entre ambas fuerzas. El anuncio de una conferencia de prensa encabezada por el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, junto a José Luis Espert, diputado de La Libertad Avanza, para comunicar formalmente la propuesta del Gobierno, generó malestar en la bancada opositora. En la Casa Rosada admitieron que faltaron conversaciones previas con el PRO y que la coordinación podría haber sido mejor.

Desde Balcarce 50, se busca bajar la tensión en los próximos días mediante reuniones que permitan alcanzar un entendimiento con la oposición. Sin embargo, el camino no parece fácil, dado que desde el PRO insisten en que cualquier modificación en el sistema electoral o en el financiamiento de los partidos debe realizarse con “cautela y responsabilidad institucional”.