Poco y nada se avanzó en estos días, y muy poco se conoce sobre si se conformó o no una mesa de conducción o reuniones operativas con el bloque de diputados nacionales “Democracia para Siempre”, que supo ser destino de los más encendidos elogios y aplausos en la provincia litoraleña.

Cabe recordar que, en un estilo comparado con el juramento de los 33 orientales de Artigas, los más de setecientos militantes radicales que concurrieron hace una semana al plenario de la militancia radical en Santa Fe colocaron la piedra fundamental para erigir con buenos cimientos a un radicalismo “netamente opositor”. En buen romance,  consolidar a una Unión Cívica Radical (UCR) sin ninguna posibilidad de una alianza con los grupos conservadores y reaccionarios de la Argentina”, tal cual habían manifestado dirigentes de primera línea que estuvieron en esta organización.

La emoción de estar en una etapa refundacional había sido alimentada por discursos más que vibrantes como fue el caso del exdiputado nacional, Federico Storani, el titular del comité nacional, Martín Lousteau, o del exministro de Trabajo, Juan Manuel Casella. A ellos se le sumó la participación de otros dirigentes de renombre y peso político como el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, sobre quien hay que marcar algunas notas al pie.

Pullaro, un hombre clave

Ocurre que Pullaro accedió, junto a sus colegas radicales, a posar con el presidente Javier Milei cuando no había pasado ni una semana de su encendido mensaje de revitalizar la llama histórica del radicalismo y tantas figuras retóricas que tanto retemplan el ánimo de la militancia radical.

Además, tuvo que soportar algunas declaraciones del mandatario correntino Gustavo Valdés -aquel a quien le interesa “tres pepinos” lo que diga el presidente partidario Martin Lousteau-, donde señaló que hay que tolerar ciertos modos discursivos del presidente Milei, por caso, cuando acusó a Raúl Alfonsín de haber sido el autor intelectual de un golpe de estado contra Fernando de la Rúa en el 2001.

No solo eso tuvo que admitir Pullaro -con su presencia para la foto claro está- sino que todo el despliegue mediático del consorcio de medios amigos del poder habló de “un acercamiento” de la UCR a La Libertad Avanza, sin posibilidad de réplica contundente hacia esa interpretación periodística.

Habrá que determinar si el gesto adusto del mandatario de Santa Fe para las fotos de rigor institucional alcanzan para mostrar su disidencia con el resto de sus colegas o si los radicales se tendrán que acostumbrar a un Pullaro que a veces juega al opositor y otras veces es seguidor incondicional del consorcio de los mandatario provinciales del partido de Alem.

Si se da la opción de mostrar incomodidad en las fotos institucionales, esto sería más aceptable para la militancia rebelde, aunque, en estos tiempos de la modalidad del “homo videns” en que todo se transmite por la imagen, también hay que encorsetar o cobijar tales fotos con mecanismos de reacción con comunicación integrada y en equipo.

En tal sentido, cabe resaltar que en el peor de los casos Pullaro quedó solo como “el hombre que está solo y espera” de Raúl Scalabrini Ortiz. No hubo, por así decirlo, una comunicación aclaratoria de Martín Lousteau quien, como presidente del comité nacional, sería el más indicado para intervenir con cierta oportunidad.  Ni tampoco existió algún amague o intento de parte del bloque radical disidente en la Cámara de Diputados de la Nación Argentina.

Muchos suponen que intervenir a cada rato por estas cuestiones sería ir a un enorme desgaste, sin embargo en un contexto de importante despolitización que llevó al gobierno a un movimiento de ultraderecha, las aclaraciones constantes y la comunicación permanente parecen ser acciones necesarias en términos políticos.

Todo recién empieza con esta manifestación radical opositora. Es posible que el desgaste que ocasionó la puesta en escena de esta cumbre haya derivado en un descanso o en una pausa para la organización, que suele llevar tiempo si se tiene en cuenta que hay que montar una estructura y diseñar una estrategia de cara a la renovación del comité nacional, los debates en el convención nacional y las elecciones legislativas del 2025. (www.REALPOLITIK.com.ar)