POLITICA
El súbito movimiento de la Corte que terminó con Cristina

Empezaba la última semana de mayo y la tarde cálida en el Instituto Patria retrasaba la sensación de otoño. Cristina Kirchner estaba enfundada en su papel de líder del PJ y su preocupación principal era cómo evitar un impacto del triunfo libertario en la elección porteña sobre la provincia de Buenos Aires, donde libraba un tenso tironeo con Axel Kicillof. La causa Vialidad no aparecía como una amenaza inminente; era un tema en latencia.
“No creo que la Corte Suprema se pronuncie tan rápido. Sería notable que lo haga y que no abra el recurso que presentamos. El caso les llegó a fin de marzo y deben definir una proscripción. Sería raro, ¿no? Ahí tienen hace dos años una causa de Jorge Macri por lavado y no se pronunciaron todavía”, analizó en una charla reservada, con chicana incluida al jefe de gobierno porteño (quien fue absuelto en dos instancias por la supuesta compra irregular de un inmueble, pero el procurador Eduardo Casal apeló con términos lapidarios y el caso lo tiene la Corte para resolver).
Nunca dudó de que la condenarían, pero no daba señales de una definición perentoria. Sabía que la gran pregunta no giraba en torno del contenido del fallo, sino de la oportunidad. La condena más sonora no eran los seis años de prisión, sino el momento del pronunciamiento.
Decía que le intrigaba cómo justificarían los jueces ella fuera culpable y no Alberto Fernández o Julio De Vido. También se manifestaba curiosa por saber cómo se expresaría Carlos Rosenkrantz, a quien parecía profesarle un respeto intelectual, aunque se sintiera en las antípodas ideológicas.
Esa misma semana, algo pareció cambiar. Como si la expresidenta hubiera recibido una señal de que los tiempos habían mutado y el fallo de la Corte se había acelerado. Así fue que el lunes siguiente, el 2 de junio, blanqueó en C5N lo que venía diciendo en privado: que sería candidata en la tercera sección electoral.
Previamente, había avalado un cambio en la conducción de esa empresa, con un ruidoso desembarco de Cristóbal López en la dirección, y el desplazamiento de Fabián De Sousa y de su mano derecha, Julián Leunda, por considerar que el canal era demasiado kicillofista. Limpió el camino para su regreso a los medios. Días después, la imitó su hijo Máximo en la misma señal, que recobró su coloratura original.
Lo curioso del caso es que en el entorno más cercano del presidente Javier Milei percibieron exactamente el mismo cambio de ritmo de parte de la Corte. “Hasta muy poco antes del fallo teníamos información de que no mostraba ningún apuro; había un indicio de no acelerar. Algún evento desencadenante tiene que haber habido, porque hasta hace un mes decían que no era inminente”, señalan quienes siguen los temas judiciales en el Gobierno.
En el mismo tribunal el clima era muy distinto hasta abril. “El tema estaba flotando, pero nunca se trataba directamente. En ese momento no era un asunto de preocupación”, coincide una fuente involucrada en el funcionamiento de la Corte, que también recuerda que el secretario penal del tribunal, Diego Seitún, tenía hace tiempo el expediente e “iba y venía sin terminar de presentar su dictamen”. Claro, una vez que lo hiciera, se activaba la definición del proceso, como finalmente ocurrió. Daba la impresión de que no tenía la señal de actuar.
¿Cuál fue la razón que terminó acelerando el pronunciamiento de la Corte Suprema para decidirse a condenar a Cristina Kirchner antes de que pudiera ser candidata? ¿O en realidad los supremos fueron engañando a todos para poder dar la sorpresa? ¿Influyó el rechazo del proyecto de ficha limpia? ¿Hubo pactos incumplidos que detonaron el desenlace? ¿Por qué hubo tantos zigzagueos si siempre los tres jueces estuvieron convencidos de que ratificarían la condena?
La compleja reconstrucción de los hechos parece dar cuenta de que mientras se empezaba a escribir la sentencia definitiva, se ramificaron tres recorridos distintos hasta el fallo, uno por cada juez de la Corte.
Ricardo Lorenzetti fue el que más había insistido pública y reservadamente para apurar el trámite. Hace unos meses mandó una carta interna a sus pares para instarlos a resolver todos los casos políticamente sensibles que estaban pendientes. Esa movida fue interpretada en el tribunal como un modo de preparar el terreno para el caso de Cristina.
Además, cuando el proceso parecía frenado en la Cámara de Casación, el propio Lorenzetti habría hecho un llamado a los jueces para activarla. “Su postura siempre fue la de fallar antes del cierre de listas porque si no era un pronunciamiento ineficaz, una declaración abstracta. Ni iba a ir a prisión, ni iba a quedar inhabilitada”, señalan cerca suyo, donde reconocen que la espiralización final se produjo cuando la propia Cristina anunció su candidatura.
Los movimientos de Lorenzetti siempre generaron sospechas en sus pares, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz. En la Corte vincularon esas maniobras con su interés en el ingreso de Ariel Lijo a la Corte. Por eso una de las hipótesis que le imputan es que cuando se cayó el pliego del polémico juez por la falta de apoyo kirchnerista, Lorenzetti le terminó de soltar la mano a Cristina.
Rosenkrantz compartía la convicción de que el tribunal estaba ante un momento bisagra y de que no podía eludir la responsabilidad de resolver eficazmente en un caso tan sensible, pero al mismo se sentía menos presionado por el calendario. Su postura era que el cierre de listas del 19 de julio en la provincia de Buenos Aires no actuaba como una fecha límite, porque los fueros parlamentarios en realidad empiezan a regir una vez que los candidatos son electos.
Su ideal era pronunciarse en agosto o septiembre antes de la elección, aunque eso también hubiese generado una fuerte polémica porque hubiese dejado correr la candidatura de Cristina. De hecho, si bien siempre juega en tándem con Rosatti, tampoco él estuvo al tanto de la convocatoria definitiva que hizo el presidente de la Corte para decidir esta semana, al punto de que tenía previsto un viaje que debió posponer.
“Fue Horacio el que dispuso que había que resolver esta semana, aunque quizás no era el momento. Pero los otros dos jueces estaban de acuerdo y consideró que no correspondía sacar los pies del plato”, argumentaron cerca de Rosenkrantz.
El desenlace, como le correspondía en su rol de presidente del tribunal, corrió por cuenta de Rosatti. Si bien había un entendimiento implícito de que el debate sobre la oportunidad del fallo estaba definido, las razones de la aceleración final que le dio al tema es un misterio.
En el cuarto piso del Palacio de Tribunales algunos esgrimen que la expectativa mediática (paradójicamente alimentada desde la misma Corte), sumada al anuncio de la candidatura de Cristina, lo terminaron de convencer. Quienes lo acompañan aseguran que desde hace varios meses tenía la decisión tomada de que se expedirían “antes de la feria judicial”. En el resto de la Corte nadie parecía tenerlo tan claro.
Aún con sus internas, y con una integración incompleta, la Corte Suprema dio el gesto político más fuerte que podía exhibir al disponer la prisión de una expresidenta y líder del principal partido opositor. Fue una demostración de poder contundente, en medio de un sistema que todavía sufre la descomposición al que lo sometió el triunfo libertario de 2023. Fue un mensaje no sólo dirigido a Cristina Kirchner, sino también al resto de la dirigencia. Así lo entendieron en la Casa Rosada, donde no hubo euforia desmedida.
El fallo de la Corte sobre Cristina se produjo en un momento de profunda crisis dentro del peronismo. En el interior del país, desde hace tiempo que gobernadores y dirigentes retozan por las praderas sin atender ninguna directiva desde la metrópoli. Es un peronismo silvestre que protege su territorio.
Y en la provincia de Buenos Aires, la reserva principal de votos, la pelea entre la expresidenta y Kicillof estaba en un momento de extrema tensión, pese a los diálogos de la semana pasada. Cristina, menguante, se preparaba para defender su castillo de la tercera sección. Sin liderazgos unificadores ni actualización doctrinaria, el peronismo caminaba con resignación a una derrota electoral en manos libertarias.
La condena a la jefa del partido abrió un interrogante central: ¿su prisión servirá para aglutinar y cerrar las heridas o, por el contrario, estimulará la desunión y la disputa por la sucesión?
Sobre esta duda parecieron activarse dos vectores. Uno, temporal, que marca que ahora es el momento de mostrar solidaridad con la compañera para no traicionar la causa, días donde predomina la ritualidad, al menos hasta que la detengan el miércoles y reciba el fervor militante. Pero que una vez que quede encerrada en su departamento, todos pasarán a una fase de pragmatismo y de disputa por el poder vacante.
El otro vector, de geografía política, es el de la cercanía. Los más próximos a Cristina van a buscar capitalizar su centralidad actual para quedarse con el control de las listas en la provincia y ejercer una suerte de representación en el mundo exterior de la líder prisionera (a propósito, se avecina una nueva demanda por el adicional jubilatorio que percibía por tener domicilio en Santa Cruz y que ahora colisionará con la fijación de su lugar de detención en la Capital).
Ese universo es el que se expuso el jueves en la sede del PJ bajo la consigna de que es el momento de la unidad. Rige ahí la emocionalidad nostálgica de lo que representa para el peronismo la detención del líder y la “proscripción”. Una oportunidad de reencuentro con algún tipo de mística.
En esa mesa se destacaron algunas figuras. José Mayans, el delegado ordenador del partido; el que llamó a Kicillof para decirle que no estaba invitado. Sergio Massa, quien fue el vocero de la unidad a toda costa y propuso como eslogan aglutinador “El Peronismo versus Milei”. Pero el más determinante fue Máximo Kirchner, ungido formalmente como “el heredero”. Su madre lo mostró en la puerta del PJ y en el balcón detrás suyo. También lo empujó a dar un par de entrevistas para ordenar la militancia. Será su representante en la tierra. Lo que no está definido aún es si también la reemplazará en su candidatura.
Por otro lado, los que ya estaban desapegados de la pollera materna entienden que se acaba de producir un cambio clave: Cristina ya no podrá exhibir sus votos como instrumento de poder. Siempre fue el factor implícito por el cual su liderazgo nunca fue seriamente desafiado internamente.
Por eso el kirchnerismo deberá realizar un experimento inédito: la transfusión de votos desde el balcón. Cristina ya probó varios métodos para ser la gran electora y proyectar popularidad. En 2015 le injertó un Carlos Zannini a Daniel Scioli, en 2019 se ubicó ella misma debajo de Alberto Fernández, y en 2023 terminó avalando a Massa, presionada por los gobernadores. Ahora se inicia una nueva etapa.
En este grupo desafiante el personaje central es Kicillof. Si bien se había reencontrado con Cristina antes del fallo, y ambos habían hablado de armar una mesa de negociación de listas, ahora todo se volvió a complicar. El gobernador fue el martes fatídico a la sede del PJ a acompañarla y recibió un trato hostil. Lo demoraron 20 minutos para entrar, y cuando ingresó sólo percibió indiferencia y tensión. Incluso una legisladora de la sexta sección electoral, Maite Alvado, le dedicó un fuck you. En el cristinismo lo acusan directamente de ser corresponsable del fallo. “Si él no desdoblaba las elecciones, no alentaba a la Corte”, esgrimen.
En el equipo del gobernador entienden que el kirchnerismo profundizó su sectarismo y que se avecina una radicalización de La Cámpora. No compartieron las órdenes que surgieron desde allí para hacer los piquetes en los accesos de la ciudad, romper todo en TN y hacer pintadas frente al streaming Olga, porque dos conductores festejaron el fallo contra Cristina.
También la CGT y el resto de los gobernadores, que no fueron convocados al encuentro del jueves, mantienen una distancia estratégica del kirchnerismo. Y los referentes bonaerenses son aún más precavidos. Uno de ellos explicó de este modo el debate que tienen: “La reunión del PJ del otro día fue una reacción militante, no popular. La foto fue muy mala, porque mostró dirigentes desgastados, rodeados de los propios. Sirve para acompañar a Cristina y para decirle a Kicillof que está en la vereda de enfrente. Pero ahí no hay votos, no tiene efecto electoral, perdieron territorialidad, ya no tienen conexión con lo que le pasa a la sociedad”.
Los intendentes, una especie con un alto instinto de preservación, ya se disponen a jugar en la provincia con listas cortas. Varios creen que Kicillof, para evitar una guerra frontal con el kirchnerismo, se correrá de la discusión por los legisladores provinciales, y que los dejará actuar libremente en el tramo de los concejales. Ahí abajo, en el más puro barro bonaerense, se avecina una guerra sin cuartel. No sería un buen antecedente para el proyecto de liderazgo kicillofista.
En el Gobierno miran expectantes, porque el corrimiento de Cristina también les impacta. Admiten que es tiempo de frenar el armado hasta ver cómo evoluciona el magma peronista. “Remover a Cristina tiene efectos positivos para nosotros porque era la única figura que tenía un piso de 35 puntos en la provincia. Pero también es cierto que su presencia le daba mayor nitidez a nuestra posición”, ilustra una referencia en el diseño libertario.
En los últimos tiempos hubo un cambio de estrategia en el discurso de LLA, que deberá ingresar en reevaluación. En 2023 Milei se presentó como una figura antisistema, un outsider que venía a enfrentar a la casta que arruinó al país. Su enemigo era el pasado y todo aquel que lo representara.
Pero en la última elección en la ciudad esa narrativa le dejó lugar a una polarización clásica, simbolizada en el eslogan “kirchnerismo o libertad”. Pasó del mensaje antiestablishment al antikirchnerista. Eso le permite ganar densidad, pero también angosta su horizonte. En la ciudad le funcionó, pero en la provincia puede no serle útil, ya que hace dos años allí cosechó muchos votos de peronistas desencantados.
Esa definición va a ser clave para ir por una elección que podría terminar siendo histórica para La Libertad Avanza, si logra correr del camino a Mauricio Macri y a Cristina en la misma secuencia electoral. Allí empezaría a rediseñarse el nuevo tablero político.
POLITICA
De cuánto es el aumento que anunció Martín Llaryora para los jubilados en Córdoba

El gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, anunció este domingo un incremento para los haberes previsionales de la provincia. La jubilación mínima ascenderá a $700.000 y se entregará un bono bimestral. La medida se financia con fondos que la Nación comenzó a girar tras una intervención de la Corte Suprema de Justicia por la deuda con el sistema local.
El gobernador Llaryora detalló que el haber mínimo jubilatorio en la provincia pasará de $380.000 a $700.000. La suba representa un aumento del 84,21%. La administración provincial también confirmó el pago de un bono trimestral de $100.000. Este beneficio alcanza a todos los beneficiarios que perciban haberes de hasta $1.300.000.
En un mensaje grabado y difundido a través de la red social X, el jefe provincial explicó los motivos de la decisión. “He tomado la decisión de otorgar una suma fija para que ningún jubilado de Córdoba gane menos de $700.000, lo que prácticamente duplica el pago mínimo actual”, informó Llaryora. “Vamos a otorgar un bono trimestral de $100.000 para todos aquellos jubilados que tengan ingresos de hasta $1.300.000″, sumó en su comunicación.
La provincia reclama una deuda millonaria por el financiamiento de su Caja de Jubilaciones, por lo que Llaryora aclaró que la mejora en los ingresos de los pasivos depende de la continuidad de las transferencias nacionales. “Esta decisión se mantendrá mientras sigamos recibiendo estos fondos”, precisó.
“Como ustedes recordarán, logramos ante la Corte Suprema de Justicia que la Nación reconozca parte de la deuda que mantiene con la Caja de Jubilaciones de la provincia de Córdoba”, señaló el gobernador en el video. “Cumpliendo con la palabra que les di, esos recursos van a ir en parte a mejorar los ingresos de los jubilados cordobeses que menos ganan y más necesitan”, ratificó.
El conflicto por el financiamiento del sistema previsional cordobés comenzó en 1996, cuando la provincia de Córdoba decidió no transferir su caja a la órbita nacional y afrontar afronta el pago de jubilaciones con recursos propios. La ley nacional 27.260 establece que el Estado nacional debe compensar el déficit de las cajas provinciales no transferidas.
Las compensaciones se realizaban con regularidad hasta mediados de 2023, cuando los envíos de fondos se dilataron hasta interrumpirse por completo durante los últimos meses del gobierno de Alberto Fernández. La gestión del presidente Javier Milei suspendió formalmente todas las transferencias. El argumento del Gobierno fue la necesidad de auditar los ejercicios anteriores.
Ante la falta de respuesta a los reclamos formales ante la ANSES y el Ministerio de Economía, el gobernador Martín Llaryora recurrió a la Corte Suprema de Justicia. En abril, el máximo tribunal del país convocó a las partes a una audiencia de conciliación. En esa instancia, el Gobierno nacional reconoció la existencia de una deuda acumulada con la caja cordobesa.
La administración nacional propuso una solución transitoria. Ofreció el giro de $60.000 millones a cuenta del ejercicio 2025. El monto se paga en doce cuotas mensuales de $5.000 millones cada una. Córdoba aceptó el acuerdo con reservas.
Llaryora aclaró que la cifra representa un alivio parcial y el reclamo por el monto total de la deuda continúa. Para establecer un número definitivo, la Nación y la Provincia acordaron realizar una auditoría técnica conjunta. La revisión abarcará los ejercicios 2019, 2020, 2021, 2022, 2023 y el corriente año 2024.
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POLITICA
Gerardo Werthein reveló detalles sobre el acuerdo con EEUU para eliminar la visa: “Ojalá sea para el Mundial”

El ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Gerardo Werthein, habló sobre los plazos que manejan desde la administración nacional y el Gobierno de los Estados Unidos respecto del ingreso al programa de exención de la visa de turista. El funcionario se mostró optimista sobre el tema y las posibilidades de que se concrete antes del Mundial 2026.
Las declaraciones del titular del Ministerio de Relaciones Exteriores se dieron en el marco de la visita que la secretaria del departamento de Seguridad de los Estados Unidos, Kristi Noem, hizo al país desde el domingo hasta hoy martes.
Junto a la funcionaria norteamericana, el presidente Javier Milei firmó en su despacho una carta de intención para que la Argentina forme parte del Programa Visa Waiver que modificaría los requisitos para que ciudadanos argentinos ingresen a Estados Unidos, es decir viajar sin necesidad de obtener una visa tradicional.
Según detalló Werthein, todo comenzó en Washington a raíz de una primera reunión ejecutada por el embajador Alejandro Oxenford y una comisión que se establece para esto. “Manifestamos nuestro interés de volver al sistema de lo que se llama Visa Waiver. Este proceso habitualmente dura muchísimo tiempo y es muy largo”, indicó el canciller en diálogo con LN+.
“Sin embargo, en virtud de la relación y de la posición que tiene Argentina, hoy estamos en condiciones de hacerlo, como la secretaria Kristi (Noem) dijo. Quizás un año”, aseguró.
Werthein mencionó además la próxima Copa del Mundo FIFA —la cual se desarrollará desde el 11 de junio al 18 de julio de 2026 en Estados Unidos, México y Canadá— y la importancia de este proceso para los que quieran viajar en esa época. “Cuando miramos un año y tenemos el Mundial por delante, es muy importante para todos los argentinos”, expresó. “Ojalá que así sea”.
A su vez, señaló que el país cuenta con una de las tasas de rechazo más bajas de Latinoamérica, inferior al 3 por ciento, y que se destaca por el cumplimiento de los plazos de estadía de sus ciudadanos, factores considerados esenciales en el proceso de admisión al programa. El ministro reafirmó los dichos de la secretaria norteamericana, que mencionó un plazo estimado de un año para alcanzar el objetivo.
“Sería muy difícil que sea en menos de un año, no sé si algún país lo ha hecho antes en menos de un año”, aclaró Noem, y añadió: “Estamos entusiasmados por emprender el trabajo necesario para que vuelvan a participar. Es importante para nuestras economías, pero también para la seguridad de ambos países saber quién viaja. Podríamos simplificar el proceso y facilitar los traslados tanto para los turistas como para quienes viajan por negocios”.
En cuanto al encuentro, la ex gobernadora de Dakota del Sur insistió: “Esta declaración de intención, que firmé junto con el ministro Werthein y la ministra Bullrich, destaca nuestra sólida alianza con Argentina y nuestro deseo mutuo de promover los viajes legales y, al mismo tiempo, disuadir las amenazas. Este tipo de liderazgo diplomático, encabezado por el presidente Trump, contribuirá a aumentar la seguridad de ambos países”
En otro orden, el canciller argentino adelantó que están planificando un nuevo encuentro entre Javier Milei y Donald Trump. Los mandatarios de ambos países se reunirían antes de fin de año, aunque aún no está confirmada la fecha. “La reunión va a ocurrir más bien más pronto que más lejos”, confirmó al explicar que se trata de una instancia central para avanzar con acuerdos y temas estratégicos, incluyendo un acuerdo comercial.
“Estamos en el medio de un trabajo muy importante que tiene que ver con un acuerdo comercial que estamos trabajando con Estados Unidos y que no podemos dar detalles porque tenemos un convenio de confidencialidad. Pero lo que sí les puedo decir es que las cosas van bien y que va a ser bueno para la Argentina”, concluyó el ministro.
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Javier Milei informó un patrimonio de $206 millones en su nueva declaración jurada

El presidente Javier Milei informó un patrimonio de 206 millones de pesos en su declaración jurada presentada ante la Oficina Anticorrupción (OA). El mandatario declaró los mismos bienes muebles e inmuebles que presenta en sus informes públicos desde que era diputado nacional: un departamento en la Capital Federal y dos vehículos.
Su hermana, Karina Milei, secretaria general de la Presidencia, declaró $11 millones.
El jefe del Estado elevó en un 64% su patrimonio, que llegó a los $206.046.375,48. El aumento se debe a la revaluación de sus bienes. Cuenta con una propiedad de 100 metros cuadrados, en la Capital Federal, valuada en $38.419.071,20, que tiene desde el año 2000. Los dos vehículos que declaró ingresaron a su patrimonio en los años 2013 y 2019: son un Peugeot CRZ Coupé, modelo 2013, valuado en $16.254.200, y una camioneta Mercedes Benz Sprinter, modelo 2015, cotizada en $20.173.600.
Milei declaró que cuenta con US$20.000 en efectivo, el mismo monto que expuso en su declaración anterior (expresados en pesos en la declaración, son $20.580.000). En depósitos en el país, el Presidente tiene US$65.542,49.
En el período fiscal anterior, Milei había informado un patrimonio de $125.640.891,45. En 2024, sumó $80.405.484 a la valuación de sus posesiones.
Karina Milei, en tanto, declaró un patrimonio de $11.401.021,93. En 2023, había informado ante la OA posesiones por $3.548.270,42. También por efecto de la revaluación de sus bienes, el valor de su patrimonio se triplicó.
La secretaria general de la Presidencia cuenta con un departamento de 150 metros cuadrados, con cochera, en la localidad bonaerense de Vicente López, valuado en $3.992.825,14. En 2023, esa propiedad se declaró en $1.833.559.
La hermana del Presidente no declarar dólares ni en efectivo ni tampoco depositados en el país. Tiene $4.260.081 pesos en una caja de ahorro, y un crédito impositivo de poco más de 2,4 millones de pesos.
Según las declaraciones juradas del período 2023, los funcionarios más acaudalados del Gobierno son el canciller, Gerardo Werthein; el ministro de Economía, Luis Caputo, y el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona. Werthein declaró $85.553.932.433,86; Caputo, $15.951.090.088,02, y Cúneo Libarona, 12.242.817.159,25. Milei figuraba en ese listado en el octavo puesto.
La Oficina Anticorrupción, que maneja de las declaraciones juradas, tiene como jefe a Alejandro Melik. Él fue denunciado por los diputados de la Coalición Cívica Mónica Frade y Maximiliano Ferraro, por haber firmado una resolución en la que se desliga al Presidente de toda responsabilidad en el caso de la criptomoneda $LIBRA.
El mandatario,SOLO EN OFF. LOS LIBERTARIOS CELEBRAN “ESTAR DE MODA” EN ESTADOS UNIDOS Y ACOPIAN INVITACIONES PARA MILEI,Javier Milei,Karina Milei,Oficina Anticorrupción (OA),Conforme a,Javier Milei,,Minuto a minuto. Javier Milei: las últimas medidas del Gobierno,,Desafío al Gobierno. Llaryora anunció un aumento del 84% para las jubilaciones mínimas y la entrega de un bono de $100.000,,Análisis. Milei, en modo electoral