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POLITICA

En medio de los tironeos por el control de la bicameral de Inteligencia, se viene una guerra por los fondos reservados de la SIDE

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La pelea por el control de la Comisión Bicameral de Inteligencia puede hacer detonar la delicada relación que el Gobierno sostiene con alfileres con la oposición dialoguista y dejaría una comisión clave en manos de un referente que no le fue funcional a la estrategia del oficialismo en el Congreso. Esa comisión deberá resolver sobre los $ 100.000 millones que Javier Milei le otorgó a la nueva SIDE, a cargo de Santiago Caputo, su asesor estrella.

Durante la caliente sesión de Diputados del miércoles comenzó a circular el nombre del senador Martín Lousteau, el referente de Evolución, un espacio que es operado por el vicerrector de la UBA, Emiliano Yacobitti, para presidir la Bicameral encargada de controlar a los organismos de inteligencia. El economista negó a Clarín ser parte de la jugada e incluso aseguró que no había ninguna conversación para acceder al cargo, ya sea vía del oficialismo o del propio kirchnerismo, que tiene 6 de las 14 sillas.

Hasta el momento, la pelea por la presidencia de la comisión tiene dos protagonistas: Martín Goerling, senador del PRO por Misiones, y Edgardo Kueider, senador de Unidad Federal por Entre Ríos. El primero fue propuesto a partir de un acuerdo que el macrismo cerró con Victoria Villarruel y que cuenta con el apoyo de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

Martín Lousteau fue nombrado para presidir la comisión de Inteligencia. Foto: Guillermo Rodríguez Adami

En esa instancia, la vicepresidenta había resuelto que si la conducción de la Bicameral quedaba en manos del Senado iba a ser para Goerling y, si se resolvía que fuera para Diputados, la ocuparía Cristian Ritondo, presidente del bloque del PRO.

Pero la cuestión es que la conformación de la comisión se fue dilatando y en el medio llegó la discusión por la Ley Bases. En ese capítulo, Santiago Caputo y Karina Milei le prometieron a Kueider que iba a encabezarla a cambio del apoyo al proyecto del Gobierno.

Sin embargo, operadores de los gobernadores radicales comenzaron a instalar la candidatura de Lousteau, cuya postulación no fue negada por Martín Menem. Fuentes legislativas comentaron que al ser intimado por varios de los diputados dialoguistas sobre la versión de la postulación del senador, el riojano guardó silencio sin rechazarlo ni confirmarlo.

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Victoria Villarruel no acompaña una posible presidencia de Lousteau en la Bicameral de Inteligencia

Desde la presidencia del Senado aseguran desconocer la existencia de un acuerdo entre la Casa Rosada y el senador radical, pero el rumor no fue bien recibido por Villarruel que desde su entorno dejó trascender que «Lousteau no aportó en nada» a la estrategia del Gobierno en el Congreso e incluso lo responsabilizan por las complicaciones que le genera la nueva fórmula de movilidad jubilatoria.

En tanto, desde el PRO no dejan de sumar desencuentros con el Gobierno desde que Milei asumió la Presidencia en diciembre del año pasado. Ahora advierten que mantendrán la postulación de Goerling y que rechazarán tanto la nominación de Kueider como una posible de Lousteau para conducir una comisión clave para el Ejecutivo.

Pero después de 8 meses sin constituirse y en medio del escándalo que generó el DNU de Javier Milei otorgando $ 100.000 millones a la nueva SIDE para gastos reservados, la conformación de la Bicameral parece encaminarse.

El kirchnerismo hizo algunos cambios en su integración por Diputados. Bajó a Eduardo Valdés y Rodolfo Tailhade y en su reemplazo colocó a Germán Martínez y Paula Penacca, presidente y secretaria parlamentaria del bloque K. El tercer representante es Leopoldo Moreau, quien hasta aquí está a cargo de la presidencia de la comisión.

Por La Libertad Avanza, Martín Menem designó a Gabriel Bornoroni y César Treffinger, rompiendo así un acuerdo que tenía con el bloque de Miguel Angel Pichetto (Encuentro Federal) que aspiraba a colocar en la presidencia a Emilio Monzó. Por la UCR fue designada Mariela Coletta, un alfil de Lousteau en la Cámara baja; y por el PRO está anotado Ritondo, aunque en la reunión constitutiva estará Silvia Lospennato porque el jefe de la bancada macrista viajará a una actividad en Silicon Valley.

En representación del Senado fueron nombrados Goerling, por el macrismo; Edgardo Kueider, en representación de Unidad Federal; Edith Terenzi, por Cambio Federal; y el cambio de último momento fue el ingreso de Lousteau en reemplazo de Mariana Juri. Por el bloque de Unión por la Patria fueron nominados Eduardo «Wado» de Pedro, Oscar Parrilli y la riojana María Florencia López. En un principio se mencionó a Mariano Recalde, pero fue bajado porque ocupa un lugar en el Consejo de la Magistratura.

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La reunión agendada para el martes a las 16 será para designar a las autoridades y se especula que una semana después comenzará el tratamiento sobre el funcionamiento de los organismos de inteligencia y se espera una discusión caliente por el fuerte aumento de los gastos reservados para espionaje.

Por lo pronto hay una fuerte denuncia de la Coalición Cívica, que a través de su diputado Maximiliano Ferraro reveló que el organismo de inteligencia, que en los papeles maneja Sergio Neiffert pero que es controlado por Santiago Caputo, ya se gastó el 80 % de los $ 100.000 millones de fondos reservados que el Presidente le otorgó por decreto el 23 de julio pasado.

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POLITICA

El Gobierno traspasa el Servicio Penitenciario a CABA para tratar la sobrepoblación en las comisarías

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El Gobierno nacional y la Ciudad de Buenos Aires acordaron iniciar el proceso de traspaso del Servicio Penitenciario Federal a la administración porteña, una demanda que la Ciudad venía solicitando debido a la sobrepoblación en comisarías. El acuerdo se cerró en una reunión entre la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el jefe de Gobierno, Jorge Macri, quien expresó la necesidad de que el distrito se encargue de la “responsabilidad de los presos de su distrito y así profundizar su autonomía”.

La transferencia de competencias implica que el Gobierno porteño asuma el cuidado y la gestión de las cárceles en su territorio para presos involucrados en delitos no federales. El subsecretario de Asuntos Penitenciarios, Julián Curi, y otros funcionarios participaron en el acuerdo para iniciar el traspaso gradual.

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La sobrepoblación en las alcaidías de Buenos Aires generó varios problemas de seguridad, incluyendo doce fugas en los primeros meses del año. El Gobierno porteño utilizó cárceles contenedores en barrios como Chacarita y Saavedra como medida temporal para aliviar la situación, ya que las comisarías estaban desbordadas. Jorge Macri y otros funcionarios porteños insistieron en que las comisarías “no están preparadas para la cantidad de detenidos”, solicitando que la administración nacional se encargue de los reclusos hasta ahora.

Para la Ciudad, este traspaso implica la creación de un servicio penitenciario propio. Actualmente, solo el 5% de los presos en territorio porteño son juzgados por tribunales locales, mientras que el resto sigue bajo jurisdicción federal y nacional. Aún no se transfirió el Poder Judicial en la Ciudad, lo que plantea un desafío en la gestión de estos detenidos, quienes permanecen bajo juicio federal.

El Observatorio de Políticas Penitenciarias y Derechos Humanos de la Justicia porteña informó que, al primero de abril de 2024, había casi 2.000 detenidos en comisarías y alcaidías de la Ciudad, cifra que dobla la capacidad ideal de estas instalaciones. Este contexto de hacinamiento y las demandas reiteradas llevadas al gobierno porteño a buscar una solución concreta a través de la gestión del sistema penitenciario local.

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