Pedro Sánchez ha recibido al canciller de China, Wang Yi, en en el Complejo de la Moncloa con el objetivo de implementar «entendimientos comunes alcanzados por ambos países, continuar la ‘atmósfera amistosa’ del 50 aniversario de las relaciones diplomáticas, consolidar la confianza mutua, impulsar la amistad, promover la cooperación y enriquecer la asociación estratégica integral China-España». 

Si bien relación bilateral viene de hace tiempo, la presencia de funcionarios chinos en países europeos no suele ser tan habitual por la alianza de la Unión Europea con Estados Unidos y su pertenencia a la OTAN. 

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Más distante ha sido el vínculo desde el inicio de la guerra en Ucrania en donde los países europeos cerraron finales contra Moscú y China se volvió un sostén estratégico en medio de las sanciones económicas. 

«Las relaciones diplomáticas existen hace tiempo pero que Sánchez haga visible su reunión es porque hay intenciones de exponer el acercamiento», asegura una fuente cercana al Gobierno. 

Las relaciones diplomáticas existen hace tiempo pero que Sánchez haga visible su reunión es porque hay intenciones de exponer el acercamiento

En esa línea, Pedro Sánchez ha publicado en sus rede social X: «Hoy he recibido al ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi, para intercambiar puntos de vista sobre la situación internacional y para potenciar nuestra cooperación bilateral económica y cultural». 

«China es un socio fundamental en nuestra lucha contra la emergencia climática y para la paz y estabilidad mundiales», ha continuado. 

El momento geopolítico es muy particular, con Rusia avanzando sobre posiciones Ucranianas, Estados Unidos en medio de un año electoral y la Unión Europea a punto de ingresas en las elecciones europeas con serias posibilidades de victoria de la ultraderecha. 

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Cabe recordar que por imposición de Washington, se incluyó a China como parte de las preocupaciones de la cumbre de la OTAN que se realizó en junio de 2022. «La República Popular China emplea una amplia gama de herramientas políticas, económicas y militares para aumentar su presencia global y proyectar su poder, mientras permanece opaca sobre su estrategia, intenciones y desarrollo militar», reza el artículo 13 de ese documento. 

La autonomía europea y española es uno de los dilemas que deberá abordar el bloque atlántico a la hora de definir que tipo de relaciones deberá establecer con China en medio de las presiones de Estados Unidos.