El nuevo canciller argentino, Gerardo Werthein, fue categórico este miércoles para señalar al cuerpo diplomático del país, que la semana votó a favor del levantamiento del bloqueo comercial a Cuba, que decantó en la salida de Diana Mondino del Ministerio de Relaciones Exteriores. «¿Quién podría pensar que el Presidente votara a favor de una dictadura?«. se preguntó y calificó el voto como «penoso». A su vez, anticipó que su gestión se centrará en una revisión presupuestaria y en el cese de privilegios a las jerarquías diplomáticas.

Se refirió con severidad al voto argentino -al que calificó de penoso- en la última asamblea de Naciones Unidas, donde se trató el levantamiento de las sanciones comerciales al régimen de Cuba: «La Cancillería cometió un error grande, porque no hacía falta que nadie le explicara cuál era la posición del Presidente: sólo bastaba con escuchar sus discursos, lo que también es una obligación para todos los que trabajamos en el Servicio Exterior, para entender para dónde va el Presidente».

«Los embajadores tienen el sueldo más alto, casa, cocinero, chofer y servicio doméstico; mientras que los números dos de las embajadas no tienen nada de eso. Eso genera una asimetría importante. Lo mismo pasa en los consulados. Hay que rever esas cosas», reforzó Werthein en una entrevista televisiva, una de las primeras desde que prestó juramento y asumió su cargo de canciller, luego de ejercer desde el inicio del Gobierno la representación del país en Washington.

Al ser consultado por los principales ejes de su gestión, el ex embajador en los Estados Unidos adelantó que habrá ajuste presupuestario, una de las premisas de su alineación total con el presidente Milei: «No por ser cónsul tenés por qué tener un dúplex en Nueva York. Tenemos que vivir igual que vivimos en Buenos Aires. Ser austero es estar alineado con como vive la mayoría de la gente».

En esa línea, Werthein se mostró confiado respecto de su política de gestión. «Un eje es la reducción de gastos: en este contexto, es muy importante no erogar gastos innecesarios, y eliminar duplicidades o cosas que signifiquen un ahorro. Estoy convencido de que encontraremos en un montón de redundancias, que impactan en el presupuesto de un dinero que no es nuestro, que es de todos los argentinos. Debemos administrarlo bien y ser austeros».

«Hay países en los que tenemos una embajada nacional y una embajada ante organismos internacionales», ejemplificó y avanzó: «Eso significa que haya dos embajadores, el doble de diplomáticos y empleados. Podemos sintetizar dos embajadas en una para eliminar un montón de costos y de privilegios«.

Sobre otro respecto, en diálogo con LN+, el nuevo canciller se refirió a uno de los puntos que más polémica generó el Gobierno al comunicar el apartamiento de Diana Mondino de la Cancillería, y que refería a una «auditoría ideológica». Sostuvo Werthein: «No hay persecución ideológica; eso no es verdad. Cada uno es libre de pensar y militar sus ideas políticas, pero trabajar de diplomático significa ejecutar la política exterior que fija el Presidente».

Y fue taxativo: «Los diplomáticos argentinos son de excelente formación, pero en ocasiones parecen ejecutar las ideas propias, lo cual va contra la ley. Nosotros tenemos la misión de alinear una única visión, que no es únicamente del Presidente, sino que es también del 56% que votó al Presidente. Ése es nuestro trabajo, que es simple, pero no estaba ocurriendo. Transmitimos un mensaje muy claro, y el que no lo ejecute estará saltando la ley».

Aseguró, a su vez, que durante su gestión al mando de Cancillería, la alineación con el Poder Ejecutivo será total: «No habrá en absoluto librepensadores en la Cancillería, porque la política exterior es un resorte del Presidente. Los embajadores son los representantes de él y deben respetar el lineamiento fijado».

«Lo que buscamos saber es cómo se gestó una votación a favor de Cuba en un país que tiene una política exterior contraría a esa línea, que además estaba explícita. No hablamos de política dentro de la Cancillería; para eso nos vamos a un bar», advirtió Werthein.

Gerardo Werthein relevó a Diana Mondino en la Cancillería, luego de haber cumplido diez meses al frente de la embajada argentina en Washington. En la entrevista televisiva, el nuevo canciller argentino compartió sus consideraciones acerca del resultado de los comicios de Estados Unidos, que decretaron la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca.

«Nosotros veníamos observando que en Estados Unidos la gente estaba preparada por un cambio. En todas las encuestas el crecimiento de Trump fue muy importante, tanto que ganó la elección general. Parece que Trump se va a quedar con las dos Cámaras —afirmó Werthein—, y que va a ganar el Congreso con un resultado ajustado, con un congresista de diferencia. El presidente Trump dice que hay que promover las ideas de la libertad, del equilibrio fiscal, de no gastar lo que no se tiene».

Bajo esa premisa, ensayó un paralelismo entre las ideas de Trump y las de Milei: «Trump dijo que hay que gastar menos, evitar las agencias innecesarias… Son las ideas que esbozó Milei, ideas que tuvieron enorme respaldo en el mundo, por ejemplo de los empresarios más grandes del mundo. Durante las giras del Presidente, los empresarios lo aplaudían y ovacionaban de pie: su mensaje es muy positivo, que abre oportunidades para Argentina, que debemos hacerlas realidad por nuestra gestión».

También detalló que el Presidente aún no pudo conversar con Donald Trump luego de que se conocieran los resultados que lo convirtieron en el 47° presidente de los Estados Unidos, y que tampoco podrá estar Milei en la asunción del norteamericano: «No va a ir a la asunción de Trump, porque a ésta no se invitan presidentes, según la regla. Sólo se invita a miembros de los cuerpos diplomáticos de los países».

Sin embargo, prevé que las relaciones entre ambos mandatarios serán afines: «Con [el actual presidente] Joe Biden, Milei tiene una relación formal. En cambio, creo que con Trump habrá una relación cercana, más afín. Milei ya dijo que prefería a Trump».

Por último, especificó por qué ni el Ejecutivo ni la Cancillería han definido al sucesor de Werthein en la embajada de Washington: «La sucesión del embajador en Estados Unidos está en evaluación, porque nos parecía importante esperar el resultado de las elecciones de ese país. El cargo de embajador en ese país es el más importante de todas las embajadas».

Advirtió no obstante, que nota «mucha autocandidatura» en la danza de nombres que trascienden para reemplazarlo,