POLITICA
Gobierno vs. “econochantas”: el debate sobre la sostenibilidad del tipo de cambio bajo

¿Puede la economía crecer sostenidamente con un tipo de cambio libre y sin cepos, manteniendo al dólar en valores similares al de hoy? El gobierno afirma que sí, que se vienen años de dólar bajo, que no hay motivos para pensar en atraso cambiario y que quienes disputamos esta visión somos “econochantas”. Es probable que el agravio busque desalentar las miradas críticas, pero lo que no debería ocurrir es que desvíe la atención de lo relevante: los fundamentos que sostienen nuestra visión.
Contrariamente a lo que el adjetivo sugiere, nuestro escepticismo surge del análisis fundado en teoría económica y evidencia empírica. Es un hecho estilizado que el tipo de cambio se retrasa cuando se consigue bajar la inflación. Es un resultado sólido del estudio de 46 planes de estabilización en América Latina que analizamos con Gabriel Palazzo y Joaquín Waldman en un trabajo que publicamos en Equilibra, cuya versión en inglés será publicada próximamente en una revista internacional y que respalda la evidencia recogida en varios trabajos previos, ya “clásicos”, de muchos colegas como Miguel Kiguel, Roberto Frenkel, Guillermo Calvo, Daniel Heymann y Pablo Guidotti, entre otros.
Un problema, muy estudiado también, es que el retraso cambiario que resulta de la estabilización muchas veces se torna insostenible y, tras un tiempo, deriva en una devaluación. Cuando se analiza la marcha del plan de estabilización del gobierno de Javier Milei, mucha evidencia sugiere que el tipo de cambio está atrasado. De ahí nace el escepticismo respecto a si podrá sostenerse en el tiempo.
Todo análisis de sostenibilidad del tipo de cambio implica evaluar trayectorias posibles de los flujos futuros de oferta y demanda de dólares. Si el flujo de demanda proyectado supera al de oferta, hay razones para pensar que el tipo de cambio tenderá a subir. Por supuesto, las evaluaciones son conjeturales porque hay muchos elementos azarosos, difíciles de anticipar, que pueden alterar significativamente las trayectorias previstas. Una sequía puede reducir la oferta de dólares, así como una suba de los precios internacionales de los commodities de exportación puede aumentarla. Nadie tiene la bola de cristal, pero es posible hacer conjeturas razonables en base a la información disponible.
Eso es lo que hicimos en un informe reciente, en el que estimamos los flujos probables de oferta y demanda de dólares entre 2026 y 2030, asumiendo que el tipo de cambio real se mantiene en torno al nivel actual y que la economía crece fuertemente, tal como prevé el memorando técnico que respalda el acuerdo con el FMI. El objetivo fue cuantificar las necesidades de dólares de mediano plazo para sostener un tipo de cambio como el actual.
Un primer elemento en esa cuenta es que el entendimiento con el FMI exige aumentar las reservas netas del BCRA —hoy en niveles negativos— hasta US$79.400 millones en 2030, equivalente al 10% del PBI. Para alcanzar esa meta, el BCRA debería conseguir un mínimo de US$77.000 millones durante los próximos cinco años. Aunque desafiante, la meta sería inferior a los niveles de reservas que mantienen países como Perú o Uruguay (entre 20% y 35% del PBI), ambos señalados por el FMI como modelos exitosos de flotación cambiaria en economías bimonetarias como la nuestra. A la cuenta sumamos también el servicio de deuda de BOPREALES por unos US$11.000 millones que deberá afrontar el BCRA entre 2026 y 2028.
Otro elemento a considerar es que el sector privado ha utilizado históricamente al dólar como instrumento de ahorro. En los años sin cepo, la formación de activos externos promedió US$ 25.600 millones anuales, equivalentes al 37% de las exportaciones. En el ejercicio adoptamos un supuesto mucho más conservador: apenas el 10% de las exportaciones, equivalente a US$60.000 millones acumulados en el quinquenio 2026-2030.
La clave del ejercicio es que, con un tipo de cambio bajo como el actual y un crecimiento alto como el que postula el acuerdo con el FMI, el resultado de la balanza comercial de bienes y servicios estaría, en el mejor de los casos, equilibrado.
El cálculo asume un muy buen desempeño exportador gracias a Vaca Muerta y la minería —las exportaciones crecerían el doble que el PBI— y que las importaciones aumentarían menos que el producto. Aun con estos supuestos también conservadores, el resultado de la cuenta corriente del balance de pagos sería deficitario por unos US$65.000 millones entre 2026 y 2030.
Con ese déficit proyectado de cuenta corriente más los otros elementos, las necesidades de dólares ascenderían a un total de US$214.000 millones en cinco años, equivalentes a entre 5% y 6% del PBI anual, o entre el 31% y el 36% de las exportaciones. Muchos recursos.
El Gobierno confía en que el superávit fiscal y las reformas estructurales restaurarán rápidamente el acceso al financiamiento externo, lo cual permitiría cubrir esta demanda de dólares. Pero esta vez, a diferencia de otros episodios de dólar bajo, no sería el sector público quien provea divisas mediante endeudamiento externo.
El Gobierno sostiene que sólo requerirá financiamiento para cancelar las amortizaciones de su deuda. La tarea de conseguir los dólares recaería entonces sobre el sector privado. La pregunta es: ¿podrá obtener financiamiento externo neto por más de US$40.000 millones anuales durante cinco años consecutivos? La evidencia histórica sugiere que no. Entre 2003 y 2024, el financiamiento externo neto al sector privado nunca fue tan alto y tan sostenido como requeriría Argentina bajo nuestra proyección.
Una alternativa sería que el sector público auxiliara al privado para conseguir los dólares necesarios para mantener un tipo de cambio bajo. En este caso, el endeudamiento público en dólares serviría para cubrir vencimientos de deuda en pesos o para cancelar Letras Intransferibles del BCRA (como hizo con el reciente desembolso del FMI).
Si bien la deuda pública total no se incrementaría, esta estrategia modificaría su composición, aumentando la porción en moneda extranjera. No hay que ser experto en finanzas para darse cuenta de que el riesgo crediticio de la deuda argentina tendería a aumentar. Una eventual corrección del tipo de cambio —que la mayoría señala como atrasado— elevaría el peso de la deuda sobre el PBI y la recaudación del Estado. ¿Financiaría el mercado internacional de capitales una estrategia tan riesgosa de un deudor con un legajo tan incumplidor? Poco probable.
Por eso, los economistas profesionales vemos más factible un escenario en el que las necesidades de financiamiento externo sean más bajas. En ese escenario, una parte de los dólares necesarios para que la economía crezca, el BCRA acumule reservas y los argentinos ahorren se conseguiría por la vía de un mayor superávit comercial y de cuenta corriente. Obviamente, un escenario con menos importaciones y más exportaciones requiere un tipo de cambio más alto que el actual. Historia, análisis económico y cálculos.
POLITICA
Continúa el proceso de privatizaciones: se puso en marcha el desprendimiento de Enarsa

Luego de que en el día de ayer se dispusiera el inició de la privatización del tren Belgrano Cargas, este viernes se publicaron en el Boletín Oficial los detalles del desprendimiento de la empresa Enarsa, que controla la generación y distribución de energía en el país.
La resolución 1050 firmada por el presidente Javier Milei indica que se iniciara mediante la venta de acciones que la empresa tiene en la Compañía Inversora en Transmisión Eléctrica (Citelec), que controla Transener, encargada del transporte eléctrico del país.
Se pone en marcha la privatización del Belgrano Cargas: el Gobierno rematará locomotoras y vagones
En la actualidad, Citelec tiene el 52,65% de Transener mientras el resto de las acciones las tiene Pampa Energía, de Marcelo Mindlin.
La operación se realizará a través de un concurso público nacional e internacional y se estableció un plazo de ocho meses para concretarla.
El mecanismo ya había sido anunciado en abril por el Gobierno mediante el decreto 286, donde detalló: “La privatización se desarrollará por etapas, con el fin de garantizar la continuidad de la prestación de los servicios y de la ejecución de las obras en curso que dicha empresa tiene a su cargo”.
El FMI aprobó la revisión técnica del acuerdo con Argentina y se acerca un desembolso de US$ 2.000 millones
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POLITICA
Cinco dirigentes de Camioneros no irán a juicio oral por un bloqueo, pero tuvieron que indemnizar a una pyme

Omar Pérez, dirigente de confianza de Hugo Moyano, y otros cuatro representantes del Sindicato de Camioneros zafaron la semana pasada del juicio oral por haber extorsionado en 2020 al dueño de una pyme de Trenque Lauquen, al que le bloquearon la empresa para exigirle el pago de una deuda que no existía.
En rigor, el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N° 3 de la Capital Federal suspendió la audiencia y les concedió una probation que consiste en tareas comunitarias en Cáritas durante 18 meses, pero los sindicalistas tuvieron que pagar una indemnización a Alejandro Castell, el dueño de Andar Transportadora, admitiendo el daño económico al bloquear su empresa mediante la extorsión.
No es el final que esperaba Castell ni tampoco su abogada, Florencia Arietto, para este caso. Se trató de una resolución firmada por el presidente del tribunal, Gustavo Rofrano, que suspendió el juicio oral, cuya primera audiencia estaba citada para el 6 de junio, y, pese a la evidencia reunida en la causa, accedió al pedido de Javier Moral, abogado de Camioneros, de otorgarles la probation a Omar Pérez, Omar Dutrá (secretario de Logística del gremio), Diego Emanuel Coria, Jorge Fabián Aguirre y Matías Ezequiel Paz.
Esta causa es importante porque Pérez es de extrema confianza de Hugo Moyano desde su condición de secretario de Políticas de Transporte del Sindicato de Camioneros y secretario Gremial de la Confederación de Trabajadores del Transporte (CATT).
El tribunal aceptó los argumentos utilizados por el abogado del sindicato: “Los imputados contaban con arraigo, eran padres de familia, contaban con trabajo y no tenían antecedentes penales, a lo que se sumaba la calificación legal del delito que se les imputaba” (extorsión en grado de tentativa, que el Código Penal reprime con reclusión de 5 a 10 años).
En la resolución judicial se destaca que los imputados, “como reparación del daño causado”, pagarán a Castell $1.500.00 cada uno, en 5 cuotas mensuales y consecutivas de $300.000, y, además, deberán “realizar trabajos no remunerados” en la sede de Cáritas y “abstenerse de mantener cualquier tipo de contacto” con el empresario o cualquier otro miembro de la pyme.
En diálogo con Infobae, Castell señaló: “No me importa la plata. Ellos se declararon culpables en todo y no van a juicio. Quería que fueran juzgados como tiene que ser, pero la que no se animó a jugarse fue la Justicia”.
Arietto cree que se trató de “una medida positiva» y lo explicó así: “Estuvimos dos años y medio para que nos fijen la fecha del juicio, el tribunal propuso la probation, no era una opción, y nos pareció que si nos oponíamos iban a avanzar igual e íbamos a quedar sin posibilidad de reparación del daño económico”.
“Nos pareció importante sentar un precedente -dijo a Infobae-. Primero, que lo que hicieron no es gratis y segundo, que se pagó el daño al reconocer el delito. Eso es un delito económico porque si bien extorsionan, estaban pidiéndole plata (a Castell) para dejarlo trabajar. Entonces, ante la adversidad de la jurisprudencia penal respecto de estos delitos, y como es muy complejo porque nos tuvieron dos años para citar a juicio, fue importante sentar un antecedente que protege a Andar y deja jurisprudencia para otras empresas. Nosotros ahora tenemos la jurisprudencia de que, como mínimo, cualquier bloqueo termina en probation. Ya no es gratis».
La abogada mencionó un riesgo si se oponía a la probation: “Si apelaba la decisión, el paso del tiempo podría haber llevado a la prescripción de la causa. Al aceptar la probation, les quedó una causa abierta y están a prueba durante un año y medio. Pérez tiene que pedir permiso para salir del país, acreditarse una vez por mes en el Patronato de Liberados, hacer tareas comunitarias y pagar 1 millón y medio de pesos».
En la audiencia en la que se concedió la probation, según Arietto, el abogado de Pérez pidió que el sindicalista fuera sobreseído, pero el juez advirtió que no se discutía ese punto y destacó que por la falta de antecedentes de los imputados iba a disponer la suspensión del juicio.
Pérez y los otros dirigentes imputados fueron acusados por el bloqueo contra el depósito de Villa Soldati de Andar Transportadora, pyme de 16 empleados y 6 camiones, realizado el 31 de julio de 2020 por unos 15 activistas gremiales para reclamar una deuda con Camioneros de la que, según la Justicia, “no surgieron elementos que permitan justificar la legitimidad”.
Los cinco dirigentes estaban procesados por coacción, en un fallo de noviembre de 2021 confirmado por la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, pero el juez Fernando Caunedo decidió en agosto de 2022 elevar a juicio a los acusados por un delito más grave: extorsión en grado de tentativa.
El pedido de elevación a juicio y el agravamiento de la acusación por el bloqueo contra Andar fue efectuado en 2022 por el fiscal Ignacio Mahiques, en cuya presentación ante el juez consideró que “todos los imputados deben ser considerados coautores del hecho investigado pues con sus aportes contribuyeron a la realización del plan común que estaba orientado por la única finalidad de despojar a la firma de parte de su patrimonio en beneficio ilegal del Sindicato de Choferes de Camiones”. Y agregó: “Mientras parte de ellos llevaban adelante el bloqueo, otros, en particular Dutrá y Pérez, exigieron a Alejandro Castell (el dueño de la empresa) la entrega del dinero”.
Para Mahiques, al considerar ilegítima la deuda reclamada a Castell, ya que se comprobó que no hay constancia en los ministerios de Trabajo de la Nación y de la Provincia de Buenos Aires, los imputados fueron coautores del delito de extorsión en grado de tentativa. “Aun de resultar existente la deuda reclamada, lo cierto es que ello no los habilitaba a forzar el pago bajo la amenaza de paralizar el transporte”, dijo el fiscal.
Recordó, en ese sentido, que los jueces de la Sala IV de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional señalaron al confirmar el procesamiento de los acusados que“ ningún derecho puede ejercerse abusivamente, dado que la ley no los considera absolutos ni mucho menos ampara las demandas violentas realizadas al margen del monopolio estatal de la fuerza pública y el imperio de las decisiones judiciales”.
En este sentido, dijo que el artículo 10 del Código Civil y Comercial de la Nación, si bien establece que “el ejercicio regular de un derecho propio o el cumplimiento de una obligación legal no puede constituir como ilícito ningún acto”, advierte que “la ley no ampara el ejercicio abusivo de los derechos”, y que tal se considera al que “contraría los fines del ordenamiento jurídico o el que excede los límites impuestos por la buena fe, la moral y las buenas costumbres”.
Castell contó a Infobae que sus problemas comenzaron al año siguiente de haber creado Andar Transportadora, cuando el titular de la Seccional 9 de Julio de Camioneros, Hernán Sánchez, le reclamó dinero por una diferencia de kilómetros que debían cobrar los choferes, ante lo cual, para evitar un conflicto, entregó 10 cheques a la orden del gremio y de su mutual.
Sin embargo, en la medida en que la pyme empezó a crecer, los pedidos derivaron en aprietes gremiales: “Día por medio me llamaban del sindicato para exigirnos dinero por la diferencia de kilómetros. Como les dije que no, Sánchez me respondió que por el monto de la deuda podía pagarles con uno de mis camiones. Por supuesto que me negué. Esa es plata que juntan para ellos cada dos o tres años. Hay empresas grandes, que tienen unos 70 camiones, a las que les sacan dos o tres millones de pesos cada seis meses, pero los cheques no a la orden van a nombre del sindicato, de la federación y de la mutual, y el dinero no llega a los choferes”.
Por ese motivo, Castell les advirtió a los dirigentes de la seccional de Camioneros que “no iba a pagar lo que no era legal” y allí comenzaron las hostilidades: Sánchez y “cuatro matones” aparecieron de improviso en su casa para reclamarle por la deuda. “Me exigían dinero por la diferencia de kilómetros entre 2008 y 2018 -contó-. Me negué y les pedí que me enviaran una carta documento para que constara oficialmente el reclamo y tener argumentos legales para rechazarlo”.
Según el dueño de Andar Transportadora, Sánchez le envió al celular una foto de una carta documento, pero nunca se la envió por correo, como corresponde legalmente. “Lo hicieron para asustarme. Como no aflojaba, el abogado de ellos nos dijo que íbamos a tener una sorpresa”, relató Castell. Y la amenaza se cumplió: el 31 de julio de 2020, mientras viajaba a Buenos Aires, el empresario se enteró de que unas 15 personas identificadas con el Sindicato de Camioneros y que decían responder a Hugo Moyano bloquearon de 9.30 a 13.30 el depósito de la pyme, en Villa Soldati, impedían el paso de los camiones y amenazaban a los choferes.
Castell llegó a tiempo para encarar a los activistas sindicales, que insistían en que mantendrían el bloqueo hasta que pagara la deuda, y soportó insultos de todo tipo. “Tenés que arreglar con la Seccional 9 de Julio”, le advirtieron. Uno de los matones de Camioneros incluso intentó pegarle. Finalmente, llegaron efectivos de la policía porteña, que, según el empresario, dejaron que se fueran sin ninguna dificultad luego de mantener cuatro horas de bloqueo.
Lo más significativo fue cuando, en pleno bloqueo, uno de los activistas de Camioneros le pasó un celular para que hablara con su “jefe”. Sorprendido, Castell escuchó a alguien que se presentó como Omar Dutrá, jefe de Logística del sindicato, y que le preguntó :“¿Por qué no paga y esto se termina? Vayamos por las buenas, déjese de joder”. El empresario le dijo que no. Su interlocutor le propuso visitar el sindicato para hablar sobre el tema. La respuesta fue afirmativa y el dueño de Andar quedó en pasar el 5 de agosto, pero antes buscó asesoramiento legal y así llegó hasta Arietto.
Castell fue al edificio del Sindicato de Choferes de Camiones, en San José al 1700, en en el barrio de Constitución, el 5 de agosto de 2020 y puso en marcha una idea que ayudó a que luego avanzara la acusación de la fiscalía: le pidió a Dutrá que, como él no conocía bien la Ciudad, le enviara por WhatsApp la ubicación exacta del lugar adonde debía ir. Esos llamados y esa constancia geográfica sirvieron para certificar que su interlocutor estaba en el gremio de Moyano.
En el lugar, Dutrá lo llevó hasta la oficina de Omar Pérez, uno de los principales directivos de Camioneros. “¿Por qué te hacés el rebelde y no pagás?”, fue el mensaje que recibió como bienvenida. “Ustedes me están extorsionando. Piden plata que no es legal. Necesito que me intimen legalmente”, le contestó el empresario. “Mirá, no somos la gorra (en alusión a la policía), pero podemos cruzar la información con la AFIP”, le dijo el sindicalista.
En un clima tenso, Pérez le prometió que le iba a enviar el detalle de la deuda así podía pagarla y Castell pudo irse. Por entonces, patrocinado por Arietto, el empresario había presentado una denuncia judicial contra Hugo Moyano, Omar Pérez, Omar Dutrá y 15 activistas sindicales por extorsión, usurpación, atentado contra la libertad de trabajo y privación ilegítima de la libertad. Un elemento clave de la causa fueron las pruebas que aportó de lo que había sucedido durante el bloqueo: una de sus empleadas filmó con un celular un diálogo con los activistas en la puerta del depósito y las cámaras de vigilancia registraron los movimientos de los agresores.
Finalmente, Pérez nunca le hizo llegar el detalle de la deuda, pero, dos semanas después de su denuncia judicial, Castell recibió un requerimiento de la AFIP para revisar los papeles de su empresa. No encontraron nada fuera de la ley. El mes siguiente tuvo otra visita de los inspectores del organismo impositivo: “Abrían y cerraban los balances, revisaban las liquidaciones de los sueldos. Revolvieron todo. Mi contador dijo que nunca vio una inspección así”, destacó el empresario. “Tuve nueve meses a la AFIP en mi empresa. ¿Y al sindicato quién lo controla?”, se preguntó.
El fiscal Mahiques investigó el caso, tomó testimonio a siete testigos del bloqueo, analizó las filmaciones, identificó a algunos de los activistas que participaron de la medida de fuerza, descubrió que Dutrá también había estado allí y llegó con su propio auto, pidió el entrecruzamiento de las llamadas entre un grupo de Camioneros y constató que habían estado en la zona del depósito de Andar en el mismo horario en que había sido bloqueado. Y por eso, además de determinar que la deuda reclamada era “inexistente”, pidió la indagatoria de seis representantes sindicales.
De esa forma, el 16 de noviembre de 2021, el juez Caunedo procesó a los 5 dirigentes del Sindicato de Camioneros y embargó sus bienes por 300 mil pesos cada uno por considerarlos coautores del delito de coacción contra la empresa Andar. Un mes después, la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional ratificó la condena dispuesta por el magistrado y advirtió que “ningún derecho puede ejercerse abusivamente”. Y en agosto de 2022 Caunedo decidió elevar a juicio a los acusados por un delito más grave, extorsión en grado de tentativa.
A principios de este año, el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N° 3 de la Capital fijó la audiencia del juicio para el 6 de junio. Y ahora, aunque no hubo condenas, hay una conclusión considerada clave por Castell y Arietto: los sindicalistas imputados no lograron ser sobreseídos y tuvieron que pagar el daño a la pyme reconociendo, en la práctica, que bloquear es delito.
POLITICA
Cristina Kirchner se metió en la campaña y pidió que el Gobierno “tenga su merecido en las urnas”

Mientras continúa cumpliendo prisión domiciliaria tras ser condenada por el caso Vialidad, la expresidenta Cristina Kirchner se metió en la campaña y llamó por teléfono en medio de un plenario encabezado por la intendenta de Quilmes y candidata para las legislativas bonaerenses, Mayra Mendoza.
“¡Hola!”, dijo la exmandataria en medio de un encuentro de militantes peronistas que se realizo este jueves por la noche.
Y continuó: “Compañeros, compañeras, acá me dijo Mayra recién que están en un plenario, como corresponde a los militantes, claro, organizándose para salir a militar las calles por el peronismo“.
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A semanas de las elecciones, CFK volvió a apuntar contra el Gobierno y sostuvo: “Mucha fuerza, mucha potencia, porque se necesita para que estos tipos que están hambreando a la gente tengan su merecido en las urnas“.
“Un abrazo grande y a militar como siempre lo hacemos, de corazón, con la cabeza, con el corazón, con mucho amor también y con coraje, que siempre lo hacemos, ¿sí? Beso enorme”, concluyó.
Cabe destacar que Mendoza, la candidata preferida de la expresidenta, no logró poder encabezar la tercera sección de la Provincia y quedó detrás de la vicegobernadora Verónica Magario y Facundo Tignanelli, de La Cámpora.
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