A menos de una hora del cierre previsto por la normativa partidaria, los apoderados del gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, se presentaron en la sede del Partido Justicialista parta mostrar la lista con la que piensan disputar frente a Cristina Kirchner la presidencia del PJ.

La lista está encabezada por Quintela y como vicepresidenta primera irá Magda Ayala, Intendenta de Barranqueras, en Chaco. A su vez, el ex gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá será candidato a vicepresidente segundo, mientras que Mariana Gadea, Secretaria Gremial de UPCN, irá como vicepresidenta tercera. El legislador tucumano Roque Álvarez será el cuarto vicepresidente y la intendenta de La Viña (Salta), Alba Sánchez, será la quinta vicepresidenta.

Cristina Kirchner confirmó este sábado por la tarde la lista completa de «Primero la Patria» con la que competirá por la presidencia del PJ. Todavía se espera que el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, confirme quienes lo acompañarán.

Los cinco vicepresidentes que acompañan a Cristina son: José Mayans, jefe de interbloque del peronismo en el Senado; Lucía Corpacci, senadora y titular del PJ de Catamarca; Germán Martínez, jefe del bloque en la Cámara de Diputados; Mariel Fernández, intendenta de Moreno; y Ricardo Pignanelli, secretario general de Smata.

En el consejo titular están Sonia Alesso (secretaria general de CTERA), el exministro y gobernador tucumano Juan Manzur, el senador Wado de Pedro, el jefe de la UOM Abel Furlán, el jefe de Suterh y referente del PJ porteño Víctor Santa María, el senador y ex gobernador sanjuanino Sergio Uñac, el exministro Agustín Rossi, el excanciller Felipe Solá, el intendente Gustavo Menéndez (Merlo), el senador José Neder, la senadora Anabel Fernández Sagasti, Daniel Tano Catalano (ATE).

Completan la lista Guillermo Moser (de Luz y Fuerza), la exministra de Trabajo Kelly Olmos, Norberto Di Próspero (secretario general de Personal Legislativo), el diputado Pablo Yedlin, el exministro Julián Domínguez, el exgobernador José Luis Gioja, María Emilia Soria (intendenta de General Roca, Río Negro), el intendente Leo Nardini (Malvinas Argentinas), el intendente Federico Susbielles (Bahía Blanca), el senador Antonio Rodas, el intendente Federico Otermin (Lomas de Zamora), la diputada Agustina Propato y el senador Carlos Linares.

Durante la tarde del sábado segundas líneas de Cristina y Quintela tuvieron contacto por lo que se viene: la logística electoral. Hay más de 3 millones de afiliados en el padrón y queda solo un mes para preparar todo: la votación será el 17 de noviembre.

«Nunca hubo una elección de este tipo. Nuestros votos están en el interior. Nos preocupa y necesitamos garantías de que habrá urnas en todos lados. Que los de Tartagal no tengan que viajar cinco horas hasta Salta para votar», señaló un colaborador cercano de Quintela.

A raíz de esto surgió la propuesta de postergar la elección: fijar una nueva fecha, más lejana, que permita programar todo con más tiempo. Pero el kirchnerismo no quiso.

«No hay posibilidad. Ya está abierto el proceso. Si se posterga o hay caducidad podrían intervenir el partido. Está todo armado para que se puedan realizar de manera ágil, transparente y segura en todo el país«, confiaron en el entorno de la vicepresidenta.

Horas antes del cierro de listas y a pesar de que intentó hacer oídos sordos a los dichos en que Cristina Kirchner lo tildó de traidor, Kicillof finalmente salió a contestarle en un largo comunicado, aunque remarcó que Quintela no es su candidato y volvió a pedir unidad.

«Vuelvo a expresar mi voluntad: ¡unidad, unidad respetuosa, unidad peronista!», lanzó. Recordó que Quintela hace tres meses se había lanzado y que Cristina lo hizo hace diez días.

Ese es un punto que el sector de Quintela remarcó siempre: se quejaban porque aseguran que todo estaba organizado entre los gobernadores y dirigentes para una elección pacífica y de unidad «hasta que apareció un cisne negro» a romper todo: Cristina.

Pero Kicillof se encargó de aclarar, también, que no apoya a Quintela. Aunque no dio un respaldo a la ex mandataria. «Quintela no es mi candidato, es un gobernador y un dirigente que viene enfrentando, con un coraje que no abunda, las políticas de Milei desde una provincia alejada de los medios y las redes porteñas. Es un error pensar que se trata de un dirigente al que yo ‘subo o bajo’, pero sobre todo es un gran error atacarlo. La lógica del sometido o traidor es una lógica que entró en crisis y que viene causando malos resultados», sentenció.

Y agregó: «Pareciera que no se registra del todo lo que está pasando en el país y en nuestra fuerza política: hay enojos, diferencias y desacuerdos. Esos reclamos, esos enojos deben ser escuchados con humildad y de ninguna manera pueden ser descalificados como signos de traición».

El viernes, en la reunión de SMATA donde Cristina terminó de cerrar su lista, cargó duramente contra Kicillof y lo acusó de traidor, o de al menos lavarse las manos: «Los Poncio Pilatos y los Judas en el peronismo no van más», dijo. También lo acuso de haber mandado a sus ministros a juntar avales para Quintela.

Kicillof también se le plantó a La Cámpora y defendió a sus ministros. «Últimamente sectores de nuestra fuerza política, con quienes a veces tengo diferencias pero también un recorrido común, afecto y coincidencias, han decidido criticarme mucho y acompañarme poco. Sinceramente, me cuesta entenderlo pero no tuve ni tengo la necesidad de agredir a nadie para expresar el reclamo de un mayor respaldo al gobierno provincial. Sobre quienes forman parte del gabinete, estoy orgulloso del trabajo que vienen haciendo y que deseo que sigan realizando».