Durante la entrevista, Guillermo Castello repasó su carrera desde los años 80, cuando comenzó su militancia en el liberalismo. «En el 2001, cuando explotó todo, empezaron a aparecer opciones por izquierda, como el kirchnerismo, que demonizó al liberalismo. Durante años, ser liberal era una mala palabra», afirmó. Sin embargo, destacó que esa percepción comenzó a cambiar tras «un gobierno desastroso como el de Alberto Fernández» y el impacto de la pandemia. «Eso permitió la emergencia de un liderazgo disruptivo como el de Javier Milei», sostuvo.

Su paso por diferentes espacios políticos

El legislador recordó su tránsito por distintos partidos políticos, desde la Coalición Cívica hasta Cambiemos, y su posterior distanciamiento de este último. «Tuve problemas con la gestión de la provincia de Buenos Aires durante el gobierno de María Eugenia Vidal. Yo voté en contra de varios proyectos que no se alineaban con mis principios liberales», explicó. Ese camino lo llevó a unirse a José Luis Espert en 2019 y, finalmente, a integrar las filas de La Libertad Avanza.

«La provincia está en contramano»

Castello criticó duramente la gestión de Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires, a quien acusó de actuar en contraposición al gobierno de Javier Milei. «Kicillof está haciendo todo lo contrario. Mientras en la Nación se bajan impuestos y se busca reducir el déficit, él crea empresas públicas como una farmacéutica estatal y una de ambulancias. Está utilizando la caja de la provincia para posicionarse políticamente», denunció.

Además, señaló los roces internos en el oficialismo provincial: «Hay tensiones entre Kicillof y sectores de La Cámpora. Incluso se han hecho cambios en la dirección médica del Hospital San Martín, reemplazando profesionales por gente de su espacio político».

El crecimiento del liberalismo en Buenos Aires

Consultado sobre el futuro del liberalismo en la provincia, Castello destacó su avance, especialmente entre los jóvenes y en sectores tradicionalmente ajenos a esta corriente. «El núcleo más fuerte del liberalismo está en los menores de 35 años. Esto es transversal: hay apoyo tanto en el interior, más antiperonista, como en el conurbano», aseguró.

«Un cambio de época»

Para Castello, el contexto actual es histórico para el liberalismo argentino. «Es la primera vez que el clima político acompaña. Hoy, medidas como la desregulación de la economía y la reducción del Estado no solo tienen respaldo, sino que están mostrando resultados en pocos meses», concluyó. (www.REALPOLITIK.com.ar) 

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