“Feliz cumpleaños Papá, tu valentía no fue en vano. La verdad, tarde o temprano, siempre sale a la luz”, escribió Iara Nisman en una de sus historias posteando la noticia sobre la decisión de la Corte Suprema de que Cristina Kirchner afronte el juicio en la causa que se inició con la denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman.
“Nunca dudé del asesinato de mi papá”, dice Iara en diálogo con Clarín. Sobre el fallo del máximo tribunal consideró: “Me generó una profunda emoción, porque sentí que todo lo que mi papá hizo, hasta incluso poner su propia vida en riesgo, tuvo un sentido”.
Cuando Alberto Nisman fue hallado sin vida, Kala Nisman-la menor de las dos hijas del abogado- tenía tan solo ocho años y Iara había cumplido los quince hacía poco.
La justicia federal calificó esa muerte como un homicidio y la Cámara Federal de Apelaciones consideró que debía investigarse el posible vínculo entre la denuncia que originó la causa conocida como Pacto con Irán con el crimen. El mes que viene se cumplirán diez años de ese suceso: Kala terminó la secundaria y se perfila para iniciar la Universidad el próximo año.
Iara fue quien más tiempo pasó con el ex fiscal previo a su deceso. Hoy transita la cuenta regresiva para rendir su último final y recibirse de arquitecta. Desde que comenzó la facultad no buscó ningún trato particular y cuando algunos creyeron que su apellido podría pesarle -habían pasado tres años desde la muerte de su padre-, ella demostró todo lo contrario.
Las hijas del fiscal que tenía a su cargo la Unidad Especial que investigaba el atentado de la AMIA transitaron estos años bajo la cobertura de su madre, la jueza federal Sandra Arroyo Salgado. Funcionan como un tridente. Con el paso de los años, el 18 de enero no resulta más ligero, todo lo contrario. Pesa, reconocen, y mucho. Como tampoco les pasa desapercibida cada novedad judicial vinculada al Pacto con Irán. Fue la última causa que su padre tramitó.
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Este jueves, cuando se conoció la decisión de la Corte, Iara escribió aquellas palabras y Kala posteó posiblemente la última foto que le sacaron con su padre, Alberto Nisman hubiese cumplido 61 años.
«Fue un gran reconocimiento y homenaje a su labor, más aún teniendo en cuenta que se dio el día de su cumpleaños”, dijo Iara Nisman sobre el fallo.
En su reflexión fue un poco más allá: “La decisión representa, además, un avance en el esclarecimiento del atentado a la AMIA, que permitirá dar respuesta a las víctimas y sus familias, y el juzgamiento de quienes pretendieron garantizar la impunidad de los acusados de aquel atentado terrorista”.
Cuando se le consulta si alguna vez dudó sobre lo ocurrido con su padre y la calificación jurídica, Iara asegura: “Era mi papá, lo conocía muy bien y fui la persona que más tiempo compartí con él en las semanas previas a su muerte. Nunca dudé de su asesinato”.
-¿Qué representa para ustedes la causa del Pacto con Irán?
-Expone todo el trabajo que él hizo desde 2004, cuando fue designado como fiscal a cargo de la Unidad Fiscal AMIA. Su denuncia de lo que había detrás del Pacto con Irán expone el compromiso que siempre tuvo con el esclarecimiento del atentado, y su auténtica vocación de servicio para con la verdad y la justicia a las víctimas.
Fue la Cámara Federal Porteña la que sostuvo que el crimen de Alberto Nisman debía ser investigado como una posible consecuencia de la denuncia radicada contra la ex Presidenta de la Nación. Para Iara Nisman no hay dudas al respecto.
-¿Crees que lo que le sucedió a tu Papá tuvo que ver con esta causa?
– Sí, sin dudas. Esto no sólo lo creo yo, sino que así fue resuelto por la Corte Suprema de Justicia de la Nación cuando dispuso que su asesinato debía ser investigado por la Justicia Federal.
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– ¿Por qué crees que esta causa tiene impacto mundial?
– Siento que el caso tiene un gran impacto mundial porque demuestra que negociar con el terrorismo tiene un alto costo, no solo en términos de justicia, sino también para los valores fundamentales de las sociedades democráticas.
La etapa del peronismo con Cristina Kirchner como conductora partidaria arrancó de manera formal con un acto en el que quedó todavía más expuesta la fractura con Axel Kicillof, en la previa a las definiciones electorales en la provincia de Buenos Aires, y con la cúpula de la CGT. La ex presidenta cuestionó con dureza a Javier Milei en buena parte de su discurso, pero dedicó el tramo final a la disputa interna con estocadas al gobernador.
“A los dirigentes de nuestro partido muchas veces los veo convertidos en militantes electorales. Tienen que recuperar el rol de militantes políticos”, apuntó Cristina Kirchner, sin nombrar a Kicillof, aunque la interpretación fue coincidente en que se dirigía al mandatario bonaerense.
En ese pasaje mechó referencias a los dirigentes del PJ en la década del 70, antes del regreso de Perón al país. “No puede ser que todo se reduzca a una pelea de carácter electoral. Nadie militaba para estar en una lista, militaban por un proyecto de país y es lo que tenemos que recuperar”, insistió con ese reclamo.
Una de las tensiones con Kicillof gira en torno al posible desdoblamiento de los comicios en Buenos Aires para los cargos provinciales y municipales, una opción rechazada de plano por la ex mandataria. En La Cámpora también venían cuestionando al sector del gobernador por considerar que adelantó la pelea por el armado de las listas para las próximas legislativas.
En la previa del acto, incluso, referentes alineados con Cristina deslizaron que podría concretarse un quiebre, es decir afrontar el proceso electoral por separado, en el caso de que Kicillof adelante la elección bonaerense.
“La situación requiere una comprensión y una actitud: la de no creer que la historia empieza cuando uno llega y termina cuando se va. Esto no es así, y en el peronismo menos. Lo digo por algunos compañeros del peronismo tardío”, siguió Cristina Kirchner sobre la puja interna, y citó a Arturo Jauretche para aludir a la “soberbia” de los jóvenes.
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La ausencia de Kicillof en el acto en la sede porteña de la UMET ya funcionaba como otra muestra de la ruptura en la relación con la ex presidenta, luego de las diferencias en la reunión del Consejo Provincial del PJ en Moreno, que para Cristina había resultado positiva y para el gobernador un encuentro “sin contenido”.
En este caso el senador José Mayans, uno de los vicepresidentes del partido, había llamado a pedido de la ex mandataria a Kicillof en la noche del martes para invitarlo a la asunción formal. La respuesta fue negativa, con el argumento de que tenía una agenda de recorridas por el interior de la provincia (entregó viviendas e inauguró cloacas en Pehuajó, Carlos Casares y Bragado) que no podía cancelar.
Cristina salió al escenario con la canción Fanático, de Lali Espósito, y estuvo rodeada por Mayans y otros tres vicepresidentes, Germán Martínez, Lucía Corpacci y Ricardo Pignanelli. La escucharon autoridades partidarias, intendentes y legisladores. Además de Kicillof no asistieron el resto de los gobernadores peronistas (Sergio Ziliotto, Gildo Insfrán y Ricardo Quintela, los tres con que quedaron con perfil opositor a Milei) ni los principales referentes de la CGT.
A la cúpula de la central obrera le dedicó una crítica mientras repasaba en detalle una tapa de Clarín de marzo de 2015. “La CGT paraba en esa época”, ironizó sobre una medida de fuerza en reclamo por una baja del impuesto a las Ganancias.
Antes había cargado contra Martín Guzmán por el acuerdo con el FMI (“fue letal para nuestro gobierno”) y contra Alberto Fernández: “No vale la pena intentar quedar bien con todos porque termina siendo un fracaso”. Y buscó confrontar con el discurso de Milei por cadena nacional el día anterior.
“Lo escuchaba al presidente hablar de los salarios en dólares. Se olvida de cuánto está la canasta básica en dólares”, replicó, a la vez que advirtió por el endeudamiento, el cierre de unas 11 mil empresas y el tratado de libre comercio con Estados Unidos (“nadie le avisa a este señor que somos competitivos, no complementarios”), y atribuyó la detención del senador Edgardo Kueider en Paraguay con más de 200 mil dólares a su voto a favor de la Ley de Bases.
“Lo que hoy está viviendo la Argentina es más viejo que el sol. Ya lo hemos visto en los 70, con la convertibilidad, con el macrismo. Y cada vez dura menos, porque cada vez el endeudamiento es más grande y las necesidades también, en un mundo más complejo”, cerró con críticas al modelo económico, y comparó a Milei con Máximo Kirchner “cuando tenía cinco años” y miraba las películas de Rocky. Al final cantaron la marcha peronista.
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