La sede del Partido Justicialista (PJ) había sido, durante toda la jornada de ayer, el lugar de procesión central para los dirigentes de los distintos sectores de Unión por la Patria y también de otras fuerzas que decidieron apoyar a Cristina Kirchner en la previa y en el momento en que se conoció el fallo de la Corte Suprema de Justicia que rechazó su último recurso por el caso Vialidad y dejó, así, firme su condena. Pero, caída la noche, cuando la expresidenta se retiró a su departamento en el barrio porteño de Constitución, el círculo se contrajo y quedó reservado para un grupo de fieles.

Luego de conocerse la decisión en su contra del máximo tribunal de Justicia, Cristina dio un discurso en la sede del PJ, en la calle Matheu, en el barrio porteño de Balvanera, y se dirigió a su departamento, en San José y Humberto Primo, en Constitución. Desde un balcón del segundo piso, saludó a una multitud que se había congregado allí. La acompañaba, como en el discurso, su hijo Máximo, diputado y titular del PJ bonaerense. Hoy se asomó nuevamente para saludar a los militantes.

En el momento del saludo de Cristina a sus militantes, se podía observar que en el departamento estaban también Mayra Mendoza (intendenta de Quilmes) y Juan Martín Mena (ministro de Justicia bonaerense). Mendoza es una de las principales referentes de La Cámpora; Mena fue viceministro de Justicia nacional con Cristina en la presidencia.

Mendoza y Mena estuvieron entre los presentes en la primera noche para Cristina con la condena confirmada por la Corte. También compartió tiempo con la titular del PJ el senador Eduardo “Wado” de Pedro -otro de los principales dirigentes de La Cámpora-, quien se quedó en el departamento de Constitución hasta cerca de la medianoche. Mendoza, Mena y De Pedro volvieron esta mañana a ver a Cristina y se retiraron alrededor de las 13, junto a Máximo Kirchner.

Entre los leales que respaldaron a la exvicepresidenta en su departamento estuvo Oscar Parrilli, el senador que preside el Instituto Patria, reducto político del cristinismo.

La intendenta de Moreno, Mariel Fernández, también accedió a la intimidad de la expresidenta en el edificio de la calle San José tras el fallo de la Corte. Es una dirigente del Movimiento Evita, de fluida relación con Máximo Kirchner, y ocupa una de las vicepresidencias del PJ.

“El núcleo está muy duro”, admitió una fuente cristinista ante la consulta de sobre los próximos pasos de los dirigentes más cercanos a la exmandataria.

El exsecretario de Comercio Interior Guillermo Moreno, que vive muy cerca del departamento de la expresidenta, se acercó el martes por la noche, en una visita breve de respaldo. Esta mañana, pasó por el lugar y habló con la prensa, aunque no entró al edificio. En los últimos tiempos, tuvo declaraciones críticas hacia Cristina.

Ayer por la tarde y las primeras horas de la noche, la sede del PJ en la calle Matheu se había poblado de dirigentes de las vertientes de Unión por la Patria, y también de otros sectores, como el Frente de Izquierda.

Según contaron a este diario fuentes que participaron de la jornada en el partido peronista, en el primer piso se realizó una reunión del consejo partidario en la que la silla de Cristina se dejó vacía. El senador José Mayans, uno de los vicepresidentes del PJ, dijo que no la ocupará nadie. Participaron gobernadores por Zoom, entre ellos, Ricardo Quintela, de La rioja, quien intentó competir con la expresidenta en una interna partidaria. En el tercer piso, Cristina recibió en su oficina a distintos dirigentes, como Sergio Massa, legisladores e intendentes.

“Se juntan un montón de sensaciones: un poco de tristeza, un poco de preocupación, pero también siento que se está despertando el fuego sagrado del peronismo”, aseguró Juan Pablo Oyarzabal. En ese sentido, señaló que los últimos acontecimientos judiciales no son casuales: “Estamos todos consternados por lo que está sucediendo. No es la ratificación de una condena judicial, sino de una condena política”.

Consultado por el significado que tiene para el movimiento peronista la figura de Cristina Fernández de Kirchner, fue contundente: “Hay dirigentes que trascienden la persona y que a veces son llamados por la historia a transitar determinadas circunstancias. Eso es lo que está pasando ahora”.

A pesar de haber tenido diferencias dentro del movimiento, el referente sindical fue claro: “Tanto en UPCN como en la Confederación General del Trabajo de la República Argentina (CGT) hemos tenido fricciones con Cristina, pero ante esta circunstancia estamos todos repudiando lo que está sucediendo”. También advirtió que se está enviando un mensaje disciplinador hacia quienes defienden los intereses populares: “Esto es ejemplificador: te ponés del lado de los trabajadores, de los jubilados, y terminás así”.

Desde su mirada, el fallo judicial que afecta a la exvicepresidente “es parte de un andamiaje del poder real que está persiguiendo dirigentes del campo nacional y popular”. En esa línea, alertó: “Nos están marcando la cancha para que no se intervenga en las ganancias de las empresas, para que no se limiten los monopolios y no se represente a los sectores más débiles”.