Javier Milei no tuvo vueltas al reconocer este miércoles que algo con Victoria Villarruel se rompió. «Ella no tiene ningún tipo de injerencia en la toma de decisiones«, dijo el Presidente sobre su vice. Y fue más allá: limitó el diálogo con quien fue su compañera de fórmula a un nivel casi protocolar. «Lo que se necesita institucionalmente para cumplir con nuestros roles», delimitó.

Mientras revelaba que, por decisión de ella, la vicepresidenta dejó de participar de las reuniones de Gabinete, Milei fue aún más severo y terminante con Villarruel.

«Ella en su visión… Muchas cosas que nosotros hacemos… está más cerca del círculo rojo y de la alta política, de lo que nosotros llamamos la casta«, sostuvo en una entrevista por LN+.

Milei se refirió a Villarruel como «ella» cada vez que debió ser aludida. «Ella no participa de las reuniones de Gabinete. Decidió no participar, hace mucho tiempo, digamos, decide no participar de las reuniones», dijo, por caso.

El Presidente abordó el tema de la relación quebrada con su vice ante la consulta periodística por una evidente distancia entre el binomio. Fue después de que Milei marcara su forma de aplicar el poder en las estructuras propias y al recordar cómo echó a la excanciller Diana Mondino y al exjefe de Gabinete, Nicolás Posse.

«Todos saben que no tienen permitido un milímetro de error«, dijo Milei sobre la exigencia que tiene sobre sus ministros y remarcó cómo la despidió a Mondino tras el voto positivo de Cancillería en favor de Cuba y en contra del embargo de Estados Unidos: “Tardé 30 minutos en echarla”.

«Eché a un amigo de 18 años«, ejemplificó luego sobre el caso de la salida de Posse como jefe de ministros. Recién entonces habló de Villarruel.

La relación entre Milei y su vice entró en un cono de frío y desconfianza casi desde el inicio de la gestión, tras el contundente triunfo electoral. Al traspié de la titular del Senado con los aumentos de sueldo de los legisladores que representan a las provincias se le sumó un vuelo propio de Villarruel, más dialoguista para el abordaje de las leyes clave que necesitaba el Gobierno.

Luego fue el tuit de Villarruel que trató de colonialista a Francia mientras Milei echaba a otro funcionario -Julio Garro, en Deportes- por una polémica surgida por la Selección Argentina de Fútbol. La intervención de la vice derivó en otro, de Karina Milei, para interceder ante la embajada prevista una visita prevista a Emmanuel Macron.

Justamente, ante la nueva visita del presidente francés de esta semana, la diputada libertaria Lilia Lemoine -que viene escalando en críticas contra Villarruel al punto de haber sido bloqueada por ella en redes- recordó que aún la vice tiene anclado y destacado ese posteo en su cuenta de la red social X. Lemoine tiene llegada directa al Presidente.

Por si faltaban puntos de discrepancia, en el medio, la vice reivindicó desde el Senado la figura de Isabel Perón, gesto que obligó la respuesta pública en rechazo de Milei, quien desdeñó la relevancia de la expresidenta como sinónimos del Rodrigazo y de la Triple A.

El contrate del tono del Presidente llegó cuando vaticinó una posible alianza con el PRO de cara a las elecciones legislativas de 2025. «Tenemos un excelente diálogo y tenemos que caminar juntos porque el enemigo está claro, son los que quieren el cambio, después ponele la cara que quieras, la de Néstor, Cristina, Alberto o Massa«, remarcó.

Al continuar con su análisis político y cuestionando a la oposición, Milei llamó «cucarachas» a los militantes de izquierda.

En otro tramo de la entrevista, consultado por la posibilidad de que queden únicamente tres jueces en la Corte Suprema una vez que, en diciembre, se haga efectiva la jubilación de Juan Carlos Maqueda, Milei respondió que «hay que ver si puede funcionar operativamente a la luz de los problemas que tiene la Argentina».

Luego, hizo mención a los pliegos que envió al Senado para que se ocupen las vacantes con las candidaturas de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla: «Ahora, la decisión es del Senado. Si no avanza, no avanza, ¿qué le vamos a hacer?«.

«Voy a tratar de agotar las instancias institucionales, que los senadores acepten bien los dictámenes y sean aprobados», agregó y evitó precisiones sobre si evalúa actuar por decreto.

«Todo estaba armado para que en diciembre explote todo, que haya saqueos y que vuelvan al poder. Si aplicábamos las medidas que querían ellos, generaban veinte años más de ese régimen colectivista», expresó el Presidente como antesala de la enumeración de los grandes logros de su Gobierno en su casi año de trabajo.

Milei llamó «deplorable» a Cristina Kirchner, pero no quiso ahondar sobre el fallo de la Justicia que ratificó la condena contra la expresidenta. «No me corresponde decir lo que me parece por ser del Ejecutivo, pero si que la Justicia actúe«, afirmó.

Seguido a esto, Milei aseguró que está «haciendo el mejor Gobierno de la historia», pese a los cuestionamientos y a lo que esperaba la oposición que ocurra con él a poco de asumir, con una disparada de la inflación y de la pobreza.

«Argentina entró en el sendero más virtuoso de la historia, le sacamos varios cuerpos al Gobierno de Menem. Le digo a la gente que apueste por el país, no sé cómo va a ser el futuro, pero les puedo afirmar que será mejor», enfatizó.

El Presidente definió al periodismo como una «actividad noble», aunque volvió a ser feroz y por momentos insultante con los profesionales de la prensa a los que cuestionó por «opinar sin saber del tema».

«A gran parte del periodismo le gusta el boxeo de muy alta violencia, pero con la situación particular de que el contrario tiene que estar atado de pies y manos. El periodista puede golpear como quiera y pegar todo lo que quiera. Bueno, esa situación lo que generó fue que la gente sea muy golpeada, maltratada. A mí me hicieron la campaña más sucia de la historia y gran parte del periodismo fue cómplice. Se prestaron a hacer ese ataque, muchos por dinero y otros por favores políticos», arremetió.

Según Milei, eso produjo un cambio. «Lo que permitieron es darle voz a los que no tenían y el rival está fortalecido, las redes sociales rompieron esas ataduras y si los periodistas quieren pegar tienen que saber que se la van a devolver», sostuvo.

Y agregó: «Vos querés agredir, dale, pero no me voy a quedar callado. El periodismo me aparece la actividad más noble de todas, pero el protagonista es la noticia. Ahora, hay periodistas que se creen más importantes que la noticia. Para hacer periodismo de opinión quizás te metas en temas que no sabés y te tengas que aguantar la vuelta. Me molesta la mentira».