El ministro de Salud, Mario Russo, anunció su renuncia al cargo en el Gobierno Nacional, la cual se formalizará este viernes 27 de septiembre. Según fuentes oficiales, la decisión de Russo responde a “cuestiones personales”. Su salida ocurre tras una gestión de 10 meses marcada por desafíos como la epidemia de dengue que afectó al país el último verano.

Antes de su cargo como ministro, Russo tenía una destacada trayectoria en la medicina y en la administración pública. Había sido secretario de Salud en los municipios de San Miguel y Morón y ocupó roles importantes en el sector público durante la gobernación de María Eugenia Vidal y la presidencia de Alberto Fernández. Además, ejerció como director de Asuntos Gubernamentales en AySA hasta junio del año pasado.

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Durante su gestión, Russo impulsó campañas de vacunación y trabajó en la prevención de nuevas epidemias, especialmente en la lucha contra el dengue. En un encuentro reciente del Consejo Federal de Salud (COFESA), destacó la importancia de mejorar el sistema de salud en colaboración con los ministros provinciales, poniendo especial énfasis en la necesidad de fortalecer la cobertura de vacunación en el país.

Su renuncia ocurre en un momento de profunda revisión de contratos en el sector público. El Ministerio de Salud, junto con otras áreas como Justicia y Capital Humano, está evaluando la continuidad de más de 70 mil empleados contratados. Manuel Adorni, vocero presidencial, confirmó que estas revisiones forman parte de los esfuerzos de reestructuración impulsados por el Gobierno.

Tras la salida de Russo, se manejaban varios nombres como posibles sucesores, entre ellos Rodrigo Lugones y Mario Lugones, finalmente este último -director del Sanatorio Güemes- asumirá en su lugar.