POLITICA
Juan Carlos Hallak, docente de la UBA, doctorado en Harvard: “Es un ataque feroz a la contribución que hacen las universidades públicas a la formación de profesionales en el país”
Hoy se espera una masiva marcha en contra de los recortes presupuestarios del Gobierno de Javier Milei sobre las universidades públicas de todo el país. En febrero pasado la Universidad de Buenos Aires declaró la emergencia presupuestaria y los rectores nucleados en el Consejo Universitario Nacional (CIN) alertaron que se vería “seriamente afectado el funcionamiento” de las instituciones. Esta compleja situación ha despertado el repudio de directivos, docentes y estudiantes que no ven en el Gobierno la intención de proponer algún tipo de reforma que mejore la calidad educativa y haga que las instituciones sean más sustentables.
Uno de ellos es Juan Carlos Hallak, reconocido profesor titular de Economía Internacional de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA e Investigador CONICET, quién expresó en la red social X, y luego al ser entrevistado por LA NACION, su descontento por “las falsedades que buscan desacreditar la educación pública” y por el ataque “feroz” a las universidades que solo logra “algún ahorro fiscal a costa de una gran disrupción en el aprendizaje”. Además, hoy será parte de la marcha universitaria.
“En un contexto en el que hay que equilibrar las cuentas fiscales, no me opondría a que el presupuesto de las universidades públicas baje (en términos reales) como en el resto del sector público. No marcharía en oposición a eso. Tampoco marcharía en oposición a la demanda de cambios. Seguro hay que introducir muchos, tanto económicos como académicos. Podría discutir arancelamientos, mayor transparencia o calidad académica. Escucharía, compararía estadísticas, argumentaría. Pero no estamos en ese mundo. La situación que plantea el Gobierno y su entorno es otra muy distinta. Es un ataque feroz a la contribución que hacen las universidades públicas a la formación de profesionales en el país y una desconsideración inaudita del rol que juega esa formación en el crecimiento económico”, argumentó Hallak en X.
El docente, que también realizó un doctorado en Economía en la Universidad de Harvard, señaló a LA NACION que equilibrar las cuentas de la Argentina es un problema central, pero que ahí es donde debe aparecer la pericia del gobernante para ver cómo y dónde se ajusta.
En un contexto en el que hay que equilibrar las cuentas fiscales, no me opondría a que el presupuesto de las universidades públicas baje (en términos reales) como en el resto del sector público. No marcharía en oposición a eso.
— Juan Carlos Hallak (@juancahallak) April 22, 2024
“Se sometió el funcionamiento de las universidades a un gran estrés porque no se garantiza que haya lo mínimo indispensable para operar. A su vez, no hay previsibilidad. Una cosa es que te digan que el presupuesto va a caer un porcentaje determinado, y otra cosa es que te den dos pesos que te alcanzan solo para dos meses en un marco de ataque y presunción de que podría haber más recortes. Eso genera una incertidumbre innecesaria. Hay opciones posibles de arancelamientos, se puede cobrar una tasa para recursantes o para instancias que generan gastos adicionales a la universidad. Estaría dispuesto a discutir opciones, pero basadas en datos e información”, se lamentó.
Desarrollo personal y laboral
Hallak resaltó el esfuerzo que realiza la gran mayoría de los estudiantes para poder asistir a la universidad para adquirir los conocimientos que les permitan desarrollar su vida personal y laboral. “Siempre escuché decir que la carrera más populosa (contador público) de la facultad en la que enseño e investigo era aquella que más permitía la movilidad social. No sé si es así, pero no me canso de sorprender de la cantidad de alumnos que toma cursos en horarios estrafalarios. Por ejemplo, de 7 a 9, o de 21 a 23. Toda gente que, mientras trabaja, se rompe el lomo para estudiar, aprender, progresar. Es inspirador y eso hacer crecer al país. Y ni hablar de los profesores, héroes, que dan clase a esa hora. Por poca plata, les aseguro. Los ayudantes lo hacen gratis”, destacó Hallak.
El economista se preguntó si teniendo todos estos factores en cuenta tiene algún sentido atacar y desacreditar la universidad pública mediante la imprevisibilidad presupuestaria. “Como Presidente buscaría que ser parte sea un orgullo. Por otro lado, me pregunto si es efectiva esta estrategia para lograr los cambios buscados. Y acá viene el segundo tema. El Gobierno no parece tener bien identificado lo que buscan cambiar, menos cómo hacerlo. La idea más clara que escuché fue la del Presidente acusando a la carrera en la que enseño (Licenciatura en Economía) de adoctrinamiento. ¿Es esa acusación falsa lo que tiene para decir? ¿No tiene un diagnóstico mejor sobre lo que habría que cambiar?”, se preguntó Hallak.
A su vez, Hallak argumentó que el Gobierno no propone un marco adecuado para discutir, argumentar o buscar soluciones, ni muestra idoneidad para la tarea. “Principalmente propone el ataque y desprestigio generalizados. En mi opinión, la receta para que lo que tenga que cambiar no cambie. La estrategia del Gobierno termina siendo brutal y poco efectiva. Solo logra algún ahorro fiscal a costa de una gran disrupción en el aprendizaje y la investigación. Es algo muy importante para el país para dejar que se maneje con negligencia. Yo marcharé para expresar eso”, concluyó.
POLITICA
Tras la salida de la Gendarmería Nacional, la Policía de la Ciudad desemabarcó en la villa 1-11-14
Se trata de una zona caliente en el millonario negocio del narcomenudeo. Durante años, los vecinos de este barrio popular estuvieron a merced de los hermanos Fernando y Marco Estrada Gonzáles, más conocidos como Piti y Marcos, capo narcos que a fuerza de balas y terror ganaron el territorio en su disputa con otras organizaciones criminales. Hace 13 años y medio, la seguridad y las tareas de prevención en la zona conocida como villa 1-11-14 pasaron a estar a cargo de la Gendarmería Nacional, como parte del denominado Operativo Cinturón Sur. Hoy, los gendarmes le dejaron su lugar a personal de la Policía de la Ciudad.
Así lo informaron a LA NACION fuentes del los ministerios de Seguridad de Nación, a cargo de Patricia Bullrich, y de la Ciudad, conducido por Waldo Wolff.
“Era lo programado y acordado con el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Ya comenzaron los relevos en el territorio. La fuerza de seguridad porteño ya modula el número de emergencias 911″, explicó a LA NACION un colaborador de la ministra Bullrich.
Desde la cartera conducida por Wolff dijeron que la intención es continuar con la misma cantidad de uniformados que había desplegado la Gendarmería Nacional para controlar el territorio. Sin embargo, no se precisó el número exacto.
“Gendarmería Nacional ya hizo entrega de las instalaciones a las autoridades de la Policía de la Ciudad”, sostuvo, cerca del mediodía de hoy, a LA NACION una fuente al tanto de los detalles del traspaso.
Además, Wolff recorrió esta tarde los puntos estratégicos de la villa 1-11-14 -rebautizada como Barrio Padre Rodolfo Ricciardelli-, explicaron desde la Ciudad.
Por el momento, no hubo información oficial sobre si la seguridad y las tareas preventivas van a estar a cargo de una unidad especial o si habrá una reasignación de oficiales que estaban en otros destinos dentro de la ciudad de Buenos Aires, que hoy cuenta con más de 26.000 uniformados activos.
“La Policía de la Ciudad se hará cargo de las tareas de prevención y protección de la 1-11-14 que, hasta ahora, estaba bajo la custodia de la Gendarmería Nacional. Hoy comenzó una transición de fuerzas y se mantendrá la cantidad de efectivos destinados a esta jurisdicción”, dijeron fuentes del Ministerio de Seguridad porteño.
Y desde Nación explicaron: “Fue un proceso acordado con Ciudad de varios meses. Fue gradual la salida de los gendarmes y hoy se retiraron los que faltaban”.
Tampoco hubo declaraciones respecto del traspaso. La ministra Bullrich estuvo en la provincia de Corrientes, donde en la ciudad de Ituzaingó inauguró el Paso Internacional Yacyretá.
“Hoy marcamos otro hecho histórico en la gestión del gobierno de Javier Milei porque apostamos al crecimiento de nuestro país, de su gente y su economía”, sostuvo en un acto donde estuvo acompañada del gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, y del ministro del Interior de Paraguay, Enrique Riera.
Un plan de Cristina Kirchner y Nilda Garré
El denominado Plan Unidad Cinturón Sur había sido presentado por la entonces presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, y su ministra de Seguridad, Nilda Garré, en junio de 2011.
El programa de seguridad no solo contemplaba el despliegue de gendarmes en la villa 1-11-14, sino también de prefectos en las villas 21-24 y Zavaleta, en el límite de los barrios de Nueva Pompeya y Barracas. En total, eran 2500 uniformados de las fuerzas federales.
Además, la Prefectura Naval tenía a su cargo el patrullaje en Puerto Madero, desde su creación como un nuevo barrio en la ciudad.
Esto ocurrió hasta marzo de 2021, cuando la Prefectura le dejó su lugar a la Policía de la Ciudad en Puerto Madero, y, tres meses después, hizo lo propio en las villas.
El traspaso, en ese caso, se hizo después de un año de negociaciones entre el entonces vicejefe de Gobierno porteño (que tuvo a su cargo también el Ministerio de Seguridad) Diego Santilli y Sabina Frederic, que fue ministra de Seguridad de la Nación en la primera parte de la presidencia de Alberto Fernández.
En ese momento se había postergado el traspaso de las tareas de la prevención y patrullaje en el asentamiento en el Bajo Flores por una cuestión táctica, ya que se habían sucedido una serie de ajustes de cuentas en la guerra narco entre las bandas que operan en la zona.
En septiembre de 2021, cuando Aníbal Fernández asumió en lugar de Frederic, fue uno de los primeros temas que tuvo que definir. Estaba previsto que el traspaso quedara completado en noviembre de 2022, pero todo se retrasó hasta hoy.
Submundo narco
En 2020, en los alegatos del juicio donde Marcos Estrada Gonzáles fue condenado a la pena única de 24 años de cárcel, el fiscal Diego Velasco sostuvo, como lo hizo en varias resoluciones cuando era juez federal, el ahora integrante de la Suprema Corte de Justicia bonaerense Sergio Torres, la venta de droga en la villa 1-11-14 estaba divida por turnos entre Marcos y Piti.
La banda narco, históricamente liderada por los hermanos Estrada Gonzáles, llegó a “facturar” entre 500.000 y 900.000 pesos cada 24 horas (cuando el dólar cotizaba muy por debajo del precio actual).
“En la villa 1-11-14 manda el que tiene el arma con el calibre más grande”, llegó a decir en un momento un detective judicial que investigaba una serie de homicidios en la zona del Bajo Flores vinculados la disputa.
La guerra narco en la 1-11-14 fue despiadada. Por ejemplo, en abril de 2022 hubo un doble crimen: Jhon Henry Sosa Farfán, más conocido como Chayanne o Loco e integrante de la banda liderada por Marcos, fue ejecutado por siete sicarios armados con pistolas calibre 9 y 45.
La otra víctima fue Julio César Huaris Pereyra, que acompañaba a Chayanne en el momento de la emboscada.
El ataque a tiros ocurrió tres días después de que el juez federal Ariel Lijo procesara con prisión preventiva a siete integrantes de la organización narco que opera desde la villa 1-11-14. “Un ajuste de cuentas vinculado al negocio narco”, había dicho un investigador.
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