POLITICA
La intimidad de un golpe de efecto en Balcarce 50: tras los anuncios económicos, el Gobierno intenta recuperar la agenda

El viernes fue un antes y un después para el Gobierno. Luego de meses de errores no forzados, después de semanas de pérdida de reservas, con una opinión pública que se empezaba a escurrir y, sobre todo, tras un mal índice de inflación, la gestión de Javier Milei dio un golpe de efecto con el anuncio económico más relevante desde que se inició el mandato.
Así se vivieron las medidas que anunció el ministro de Economía, Luis Caputo, y tomaron desprevenidos a todos. Ni siquiera los ministros -que el martes habían estado en una reunión de gabinete de tres horas en la Casa Rosada- sabían con certeza que, en simultáneo a la oficialización del acuerdo con el FMI, se anunciaría la salida del cepo y el cambio de régimen monetario a un esquema de flotación entre bandas.
La Casa Rosada armó un anuncio con sorpresa y con épica. Una puesta en escena y una narrativa que apuntó a contrarrestar a quienes advirtieron que, si el dólar se ubica en la banda superior anunciada (de $1400), habrá existido una devaluación cercana al 30%. “No hicimos una devaluación, liberamos la moneda”, insistió un funcionario muy cercano a Javier Milei.
La sorpresa se logró gracias a un exitoso “operativo silencio”. Esta semana, el equipo económico y los principales colaboradores de Milei se replegaron en sus despachos, donde tuvieron sucesivas reuniones para afinar las medidas y planificar la comunicación. La información se mantuvo en el circuito más pequeño posible. Muchos ministros llegaron el viernes a las 17 a la Casa Rosada sin saber lo que venía.
La conferencia de prensa de Caputo y el titular del BCRA, Santiago Bausili, se anunció media hora antes. De la cadena nacional los medios de comunicación se enteraron cuando caía la noche del viernes. Hubo corridas de colaboradores organizando los pormenores de la puesta en escena. Pese a la adrenalina, nadie filtró nada.
Antes, en un momento de la semana, circuló una falsa versión que indicaba que la salida del cepo estaba programada para agosto y que iba a existir compás de espera entre la llegada del primer desembolso del FMI (que se acordó en U$15.000 millones) y la modificación del régimen cambiario. En la Casa Rosada aseguran que no fue más que un “operativo de distracción”.
Nunca se sabrá con certeza si se anticiparon los planes por los problemas domésticos sumados al terremoto internacional que desató Donald Trump. En el Gobierno aseguron que “siempre estuvo previsto que el acuerdo del FMI fuera en simultáneo con la salida del cepo”.
Lo que viene
Milei siguió los anuncios de Caputo y Bausili con sus ministros en un salón de la Casa Rosada, en donde se ubicó un televisor para que pudieran ver la conferencia de prensa que se desarrollaba en el último piso del edificio. Patricia Bullrich (Seguridad) relató luego que la salida del cepo se festejó “como el último penal de (Gonzalo) Montiel en el Mundial”.
Todos los ministros subieron a redes fotos de sus abrazos con el Presidente. Después hubo empanadas de carne y gaseosas para brindar. La idea fue mostrar al Gobierno de fiesta, aún cuando horas antes el índice de inflación de marzo había cerrado en 3,7%.
Con las declaraciones de Caputo y Bausili quedó en claro que el Gobierno dejó de abrazarse a la desinflación como un dogma. Si antes se celebraba cada nuevo índice a la baja, ahora las fuentes oficiales comenzaron a decir que podrá haber oscilaciones en los próximos meses pero que, en el trazo grueso, el problema está superado. “Ya estamos en un tiempo en el que el índice de la inflación no siempre refleja la tendencia subyacente en la inflación”, aseguró Bausili.
Cerca de Milei reconocen que la baja de la inflación dejó de ser un activo político como lo fue en 2024. “Lógicamente, cuando lográs bajar la inflación de 15 a 3% es un boom. Pero si estás oscilando entre 1,5 y 4 puntos no es algo que le cambie sustancialmente la vida a la gente y ya no da rédito político en la opinión pública. Lo importante es que la inflación no se va a acelerar”, dijo un hombre cercano al Presidente.
Si la corrección en el precio del dólar se traslada a precios, el Gobierno buscará interpretarlo como parte de esa “oscilación esperable” . El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, fue el vocero de las medidas el día después de los anuncios, mientras Milei descansaba en Olivos. “Puede pasar o no que el dólar llegue a la banda superior de $1.400. Pero si esto ocurre, seguramente al día siguiente estará a $1.200 y luego a $1.100, lo que demuestra que hay estabilidad en el mercado cambiario”, dijo el ministro coordinador.
En lo político, el anuncio de la salida del cepo y de la flotación entre bandas apunta a ser un parteaguas en la gestión de Milei. La expectativa que tiene la Casa Rosada ahora es recuperar la iniciativa. “Esperamos un cambio en la dinámica de la conversación pública. Ahora es momento de volver a arrancar a toda máquina”, dijo una altísima fuente oficial.
Es un reconocimiento de que el Gobierno, desde que empezó el 2025, perdió el control de la agenda que caracterizó a los libertarios en el primer año del mandato. La oposición ya se animó a mostrar su potencia en el Congreso, como se vio en el Senado con el rechazo a los pliegos de Ariel Lijo y Manuel-García Mansilla y en Diputados con la creación de la comisión investigadora de $LIBRA.
“La agenda no se controla solo con narrativa, se controla con hechos. Ahora está dado el escenario para recuperar la iniciativa, tenemos muchas cosas pendientes para impulsar”, dijo un colaborador oficial. El objetivo es inaugurar un sendero de anuncios hasta las elecciones nacionales. La semana que viene el Gobierno buscará sacar pecho con la visita del secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Scott Bessent, que probablemente llegará con un anuncio bajo el brazo. Después, la agenda podría abrirse a temas no económicos. Al tope de la lista está la reforma migratoria que Milei anunció el 1° de marzo.
POLITICA
A 80 años de la caída de Hitler: la historia inédita del submarino nazi hundido en Necochea

El 25 de abril de 1945, Berlín tambaleaba y la derrota del Tercer Reich ya era una certeza militar. Los aliados cerraban la pinza planificada en Washington y Moscú, y Adolf Hitler se acercaba a la caída final.
Ese 25 de abril, un cable secreto partía desde el cuartel general de la Marina de Alemania a los espías nazis Sargo y Luna, que estaban preparando el desembarco de un submarino que debía llegar a Necochea hacia fines de julio de 1945.
La operación de escape en submarino se estudió con muchísimo tiempo y Buenos Aires como destino final no fue una decisión azarosa.
Argentina se mantuvo neutral hasta que la Segunda Guerra Mundial quedó bajo el control militar y político de Estados Unidos, la Unión Soviética y el Reino Unido.
En este contexto, se puede entender la rendición de dos submarinos nazis ante la dictadura militar que controlaba el coronel Juan Domingo Perón.
El 10 de julio de 1945, el submarino U-530, capitaneado por Otto Wermuth y con una tripulación de 40 personas, entregó su pabellón en el puerto de Mar del Plata.
Y unas semanas más tarde, el submarino U-977, con el capitán Heinz Schaeffer y una tripulación de 32 personas, también se rendía en Mar del Plata.
Cada uno por su lado, los capitanes Wermuth y Schaeffer decidieron rendirse.
Distinto fue el caso del submarino alemán que esperaban los espías Sargo y Luna: no hubo rendición, ni se conoce el nombre del capitán, su tripulación, la cantidad de pasajeros, sus nombres y lo que trajeron desde Alemania hacia la Argentina.
Fue una operación perfecta: todos escaparon y desde ese momento –fin de julio de 1945– la burocracia de Argentina y Alemania encubren la historia inédita del submarino hundido en Necochea.
Casi 75 años más tarde, el periodista argentino Abel Basti inicia una investigación personal con datos de la época. Basti está empecinado en descubrir la verdad, e inicia una batalla desigual contra la burocracia, los secretos del mar y los escasos recursos a su alcance.
Sin embargo, Basti y su equipo de trabajo -llamado “Eslabón Perdido”-, logró su cometido. Encontraron un submarino alemán, frente a las costas de Necochea.
Basti sólo utilizó buzos deportivos y una lancha con motor fuera de borda.
El 9 de marzo de 2021, el periodista se presentó ante la Prefectura Naval Argentina para anunciar su descubrimiento histórico.
La Prefectura soslayó la investigación de Basti, pero obligada por su propia legislación, debió ejecutar una expedición oficial para constatar la denuncia del periodista argentino.
La conclusión de la Prefectura fue un fiasco: reconoció que había un objeto bajo el mar, y a continuación aseguró que no podía precisar si era un buque o un submarino.
Tras las conclusiones de la Prefectura, basadas en una expedición con escaso nivel técnico, Basti convoca a los ingenieros navales Juan Martín Canevaro y Andrés Miguel Cuidet.
Canevaro y Cuidet confirman que no es un barco y que “se podría inferir que estamos ante el hundimiento de algo similar a un sumergible, pero debemos dejar bien claro que son aproximaciones y no verdades de estructuras de sumergibles”.
Con la pericia de Canevaro y Cuidet, más las imágenes oficiales de la Prefectura, Basti decidió cerrar el círculo para probar su descubrimiento histórico: se contactó con la Liga Naval Italiana (LNI), que tiene probada experiencia en identificación de naves utilizadas en la Segunda Guerra Mundial.
La Liga Naval Italiana tiene un Centro de Estudios Subacuáticos que lidera el perito Fabio Bisciotti. Basti envió a Italia toda la documentación y las imágenes, y Bisciotti confirmó lo que la Prefectura negaba:
- Era un submarino nazi tipo IX, con una certeza del 90 por ciento.
- Distinguió -sin dudas- el periscopio, la cubierta, las escotillas y el contenedor de torpedos.
- El submarino había sido explotado para ocultar su presencia bajo el mar.
La pericia de Bisciotti fue concluyente, pero entre el 8 y 12 de abril se hizo otra expedición a Necochea apoyada por la Fundación Reitich, una organización sin fines de lucro constituida en Chile y con sedes en Estados Unidos y Argentina.
Con el respaldo de la Fundación Reitich, ya no hubo dudas de que el submarino hundido estaba a “unos 28 metros de profundidad y a aproximadamente a 4 kilómetros de la costa de Quequén, provincia de Buenos Aires, Argentina”.
La pericia de la Fundación Reitich agrega que “durante los días que duró la expedición, se descubrieron escombros metálicos, incluidas estructuras tubulares y modulares de varias toneladas en la cubierta y alrededores del naufragio. Entre los elementos identificados se encuentran una torreta semidestruida, un elemento tubular compatible con un periscopio (con cordones antivibración sueltos), escotillas de presión circulares inclinadas (probablemente para carga de torpedos), doble bita retráctil y perfiles estructurales compatibles con la construcción de submarinos alemanes de la Clase VII o IX».
Y concluye: “Se constató la ausencia de elementos típicos de un barco convencional, como barandas, cadenas, malacates, escaleras, ojos de buey, mástiles, bodega, superestructura o timonera, lo que refuerza la hipótesis de que se trata de un submarino. El grado de destrucción observado es consistente con la hipótesis de que el naufragio haya sido volado intencionalmente, como dictaminó el Dr. Fabio Bisciotti, posiblemente para ocultar la nave tras su uso en desembarcos clandestinos de jerarcas nazis y materiales durante la Segunda Guerra Mundial”.
En Argentina y Alemania todavía hay movimientos silenciosos que tratan de ocultar la existencia del submarino nazi hundido.
Antes de la expedición oficial de la Prefectura Naval, el submarino nazi se podía detectar y observar sin problemas. Pero después del informe de la Prefectura, aparecieron restos de chatarra naval que complican la identificación del sumergible que participó del esfuerzo militar del Tercer Reich.
Asimismo, el Estado alemán también evitó una definición oficial.
“Tras varias indagaciones podemos comunicarle que de momento no hay indicios de que se trate de un naufragio de un submarino alemán”, explicaron por carta al periodista Basti.
Ya está comprobado que es un submarino nazi, y que su tripulación y sus pasajeros escaparon en la Argentina.
Bajo el concepto legal de secreto militar, la Armada protege información clave de la llegada del submarino nazi. Un desembarco que ocurrió hace ochenta años, cuando el Tercer Reich ya había caído.
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POLITICA
Somos Buenos Aires busca dejar atrás las tensiones internas y hacer pie en una campaña polarizada: el rol de los Passaglia

La elección bonaerense del próximo 7 de septiembre se dará en un contexto inédito, y encuentra a Somos Buenos Aires —la alianza anti-extremos que reúne a referentes del peronismo disidente, la UCR, la Coalición Cívica, entre otros— obligada a desplegar una estrategia que le permita hacer pie en medio de la polarización entre el kirchnerismo y los libertarios. Además, los dirigentes enfrentan el desafío de sostener una campaña discursiva diferenciada para cada Sección Electoral, según las necesidades de cada territorio, en un clima interno marcado por las tensiones entre candidatos de espacios que quedaron heridos tras el cierre de listas, mientras empiezan a sonar nombres para las candidaturas de octubre. En paralelo, los hermanos Passaglia desconocen su pertenencia al frente y buscan posicionarse con la mirada puesta en 2027.
“No creemos en la avenida del medio porque termina siendo parte del fracaso que nos trajo hasta acá”, diagnostican en el entorno del intendente de San Nicolás. Los hermanos Passaglia fueron de los primeros en romper con el PRO y rechazar una alianza con La Libertad Avanza. Para hacer frente a la elección, lanzaron el espacio Hechos, con el que esperan cosechar una victoria importante en la Segunda Sección. Para eso cuentan con el respaldo del intendente de Pergamino, Javier Martínez, y un fuerte predicamento en su propio territorio.
Según pudo saber Infobae, lo que los alejó del frente Somos Buenos Aires fue que el cierre de listas respondió a la necesidad de “mostrar volumen”, mientras que en Hechos priorizan “la búsqueda de identidad como estrategia para un proyecto claro, con firmeza y renovación”, explican. “En Somos Buenos Aires no tienen un proyecto claro”, reprochan. Con el objetivo de marcar distancia tanto de los extremos como de la llamada avenida del medio, los Passaglia creen que en la Primera y Tercera Sección —las más populosas de la provincia— la campaña se va a nacionalizar, y que en su territorio podrán hacerse fuertes con la militancia y la defensa de la gestión.
Pese al rechazo público, en Somos Buenos Aires dan por hecho que los Passaglia forman parte de la coalición. Incluso lo informaron al momento del cierre de listas y evitaron responder a los ataques mediáticos. Algunos deslizan que la decisión de desconocer formalmente la pertenencia al espacio antiextremos fue acordada, y por eso no se presentó una lista alternativa para enfrentarlos. De hecho, una dirigente radical que responde al intendente de Rojas, Ricardo Bouvier, integra la nómina para la Segunda Sección. “Sólo con lo que tienen en San Nicolás rompen el piso (de votos) y pueden meter uno o dos diputados”, reconocen desde el frente del centro como explicación sobre la aceptación de esta estrategia del rechazo.
Más allá de las tensiones en la Segunda Sección, por estos días los dirigentes de Somos Buenos Aires avanzan en su estrategia para la Primera y la Tercera, que concentran la mayor parte del electorado. Para ese desafío cuentan con el intendente peronista de Tigre Julio Zamora y el dirigente radical de Esteban Echeverría, Pablo Domenichini. En ambos distritos apuntarán contra la “ineficiencia” que, según su mirada, el kirchnerismo mostró en los últimos años al frente de la provincia, y también contra el “fracaso” de la lógica libertaria, que tampoco habría logrado resolver los problemas de los bonaerenses.
La seguridad será el principal tema a desarrollar en ambas secciones. De hecho, La Libertad Avanza apostó por un excomisario de Florencio Varela para la contienda electoral. Frente a ese escenario, Domenichini recorrió en los últimos días zonas calientes de la provincia junto a Maximiliano Pullaro, el gobernador de Santa Fe que logró contener la violencia narco en Rosario. Zamora, por su parte, promueve su modelo de gestión en Tigre, con foco en salud pública, educación y políticas para enfrentar el delito.
Para el resto de las secciones, como la Cuarta y la Quinta, donde la UCR tiene varios intendentes en funciones —como Pablo Petrecca en Junín y Maximiliano Suescun en Rauch—, la coalición busca reforzar “la identidad de la buena gestión”. También intentarán instalar la agenda de necesidades del sector agropecuario. En la Sexta, en tanto, la Coalición Cívica logró imponer a Andrés De Leo, quien en los últimos días apuntó contra Cristian Ritondo por haber apoyado el veto a la ayuda destinada a los vecinos de Bahía Blanca afectados por el temporal.
En la Octava Sección, que abarca exclusivamente la ciudad de La Plata, el espacio impulsa al radical Pablo Nicoletti, que busca replicar la estrategia antiextremos. De hecho, retomó uno de los principales reclamos de la oposición en la Legislatura bonaerense sobre la situación de IOMA. “El kirchnerismo ataca aspectos centrales de la vida de los platenses. Ha vaciado al IOMA, dejándonos sin acceso a una salud digna, y se ha desentendido de la seguridad, retirando su responsabilidad sobre la policía. La Libertad Avanza apunta contra uno de los pilares de nuestra identidad como ciudad: la Universidad Nacional de La Plata, que es también el futuro de nuestros hijos”, alertó.
El desafío final que tendrá la avenida del medio será la elección nacional de octubre. Como adelantó este medio, dentro de la alianza ven casi imposible que lleguen juntos a esa instancia. El calendario electoral les juega una mala pasada: antes de la elección local bonaerense, el 7 de agosto se deben inscribir las alianzas para la pelea por las bancas nacionales y, diez días después, presentar los candidatos.
“Es muy difícil que Somos Buenos Aires pueda confluir como alianza hacia octubre”, confesaron a este medio desde el frente antiextremos. Es que para esa batalla hay nombres fuertes dentro del espacio como Elisa Carrió, Emilio Monzó, Margarita Stolbizer, Facundo Manes y Florencio Randazzo. Algunos de ellos quedaron heridos tras el cierre bonaerense y ya están anotados para octubre con o sin alianza. En la UCR, para sumar más conflictividad, no está resuelto que el partido centenario confluya detrás de la candidatura del neurólogo, quien rompió hace unos meses con el espacio. Los intendentes y dirigentes referenciados en Maximiliano Abad también manejan otros nombres.
POLITICA
Elecciones en PBA: los intendentes que optaron por un realineamiento político de cara al 7 de septiembre

Las tensiones que antecedieron al frenético cierre de listas en la Provincia de Buenos Aires, demorado un día y medio por un polémico corte de luz el sábado a la noche, tuvieron reflejo en los realineamientos políticos de muchos de los intendentes bonaerenses, que dieron signos de rebeldía y dejaron sorpresas de último momento. Más que las alianzas políticas previas que los llevaron a la intendencia, los jefes comunales buscaron hacer valer el peso territorial y preservar su gobernabilidad futura en los concejos deliberantes a partir de diciembre.
Con este objetivo y asegurarse la tracción de votos a nivel local, 22 jefes comunales de los 135 que tiene la Provincia serán candidatos el 7 de septiembre: 9 liderarán la lista de concejales en sus distritos, en candidaturas testimoniales, y 13 se postulan a una banca legislativa, con interrogantes sobre si asumirán o no en caso de entrar.
El nuevo mapa de los realineamientos políticos de los intendentes en la Provincia de Buenos Aires, confeccionado por Infobae tras relevar todas las listas, muestra que 83 de ellos se referencian en Fuerza Patria, el frente que conformaron el Movimiento Derecho al Futuro, del gobernador Axel kicillof, La Cámpora y Frente Renovador, de Sergio Massa.
Otros 30 en Somos Buenos Aires, el nuevo frente surgido como “tercera vía” que reúne a sectores del peronismo no kirchneristas, a la UCR bonaerense y la Coalición Cívica, entre otros partidos menores. En tanto, 12 intendentes se alinearon con la Alianza La Libertad Avanza, el frente de los libertarios con el PRO.
Otros 3 jefes comunales se alinearon con Hechos, el espacio creado por los hermanos Passaglia, de San Nicolás; uno apoya a Potencia, la fuerza creada por la abogada y ex segunda de la UIF durante el gobierno de Cambiemos María Eugenia Talerico; uno en Nuevos Aires; y 5 intendentes van con lista corta.
Los que van de candidatos
De los 22 jefes comunales que se candidatean en las elecciones bonaerenses, 16 son de Fuerza Patria, de los cuales 7 se presentan como candidatos a legisladores provinciales.
Si bien en su mayoría aseguraron que van a asumir la banca en caso de ser electos, no renunciarán a la intendencia, sino que pedirán licencia en el Municipio y dejarán a alguien de confianza en su cargo, para seguir manejando la política local, y poder volver en caso de ser necesario políticamente.
Los siete de Fuerza Patria son: Mayra Mendoza, intendenta de Quilmes, tercera candidata a diputada por la Tercera; Mariano Cascallares, jefe comunal de Almirante Brown, que va de cuarto candidato a diputado por esa misma Sección; Mario Ishi, de José C. Paz, tercer candidato a senador provincial por la Primera Sección Electoral; Diego Nanni, de Exaltación de la Cruz, que va de cabeza de lista para diputado en la Segunda Sección; Marcos Pisano, de Bolívar, va de segundo candidato a senador por la Séptima; Alejandro Acerbo, de Daireaux, va de tercer candidato a diputado por la Sexta; y Germán Lago, de Alberti, va de tercer a candidato a senador por la Cuarta.
En tanto, otros 9 encabezan la lista de concejales en sus distritos. Son Jorge Ferraresi (Avellaneda), Mario Secco (Ensenada), Fernando Espinoza (La Matanza), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Juan José Mussi (Berazategui), Andrés Watson (Florencio Varela), Fabian Cagliardi (Berisso), Pablo Zurro (Pehuajó), Julio César Marini (Benito Juárez).
Otros cuatro intendentes van de candidatos a legisladores por Somos Buenos Aires. Se trata de Julio Zamora, de Tigre, impulsor de ese espacio, que resolvió competir como primer candidato a senador en la Primera Sección; Pablo Petrecca, de Junín, que se fue del PRO disconforme con las condiciones impuestas por la LLA en la alianza con el partido amarillo y va de primer candidato a senador por la Cuarta Sección; Guillermo Britos, jefe comunal vecinalista de Chivilcoy, que va de tercer candidato a senador también por la Cuarta; y Maximiliano Suescún, intendente radical de Rauch, que también se presenta por Somos como primer candidato a senador por la Quinta Sección.
Dos jefes comunales competirán en septiembre por la Alianza La Libertad Avanza: Diego Valenzuela, intendente de Tres de Febrero que dejó el PRO en enero para sumarse a los libertarios y encabeza la boleta de la Primera Sección como candidato a senador, y Guillermo Montenegro, jefe comunal de Mar del Plata del PRO, y uno de los férreos impulsores de la alianza con los libertarios en la provincia.
En otros casos, no se postularon ellos mismos para encabezar las listas de concejales en sus distritos, pero sí sus familiares, y así asegurarse lealtad política.
Es el caso de la mujer del intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, y asesora ad honorem en el área Social del Municipio, Magdalena “Magui” Gray. También, el de José María Ghi, hermano del actual jefe comunal de Morón, Lucas Ghi; y de Eva Andreotti, hermana del intendente de San Fernando, Juan Andreotti, secretaria de Desarrollo Social, Educación y Medio Ambiente del distrito.
Cambio de espacio político
Del total de 135 intendentes bonaerenses, 45 compiten o apoyan espacios diferentes a la alianza con la que fueron electos hace dos años.
La mayor fidelidad partidaria se dio entre los jefes comunales que ingresaron o fueron reelectos por Unión por la Patria hace dos años. De los 85 que suman en total, 83 cerraron finalmente dentro del nuevo frente Fuerza Patria. Solo Zamora, de Tigre, y Gilberto Alegre, de General Villegas, de la Cuarta Sección, decidieron romper con Kicillof e ir con Somos Buenos Aires. Gray, en cambio, pese a haber sido promotor de ese nuevo espacio, finalmente decidió quedarse dentro de Fuerza Patria.
El intendente de Esteban Echeverría no fue el único que se fue de Somos. Este frente variopinto se fue desgajando en la semana previa al cierre de listas y perdió al GEN, de Margarita Stolbizer, y a dirigentes importantes de la Provincia como los filo peronistas-PRO Joaquín de la Torre y Emilio Monzó, o los radicales Daniel Salvador y Gustavo Posse El ex intendente radical de San Isidro presentó una lista de concejales propia bajo el nombre Acción Vecinal San Isidro es Distinto.
Los 27 intendentes de la UCR decidieron no acompañar al PRO en el acuerdo con LLA y, casi en su totalidad, se sumaron a Somos Buenos Aires. Solo dos no lo hicieron. Una es Lucía Gómez, de Adolfo Gonzales Chaves, de la Sexta Sección Electoral, que promovió el espacio local de Nuevos Aires.
El otro, Román Bouvier, de Rojas, que se sumó a Hechos, de los hermanos Santiago y Manuel Passaglia, actual y ex intendente de San Nicolás, respectivamente. Tras alejarse del PRO, Manuel Passaglia irá en la cabeza de la lista de diputados de Hechos, la nueva fuerza que creó con su hermano, y tiene chances de retornar a la Cámara de Diputados bonaerense. Este espacio solo presentará candidatos en la Segunda Sección.
En tanto, tras su alianza con los libertarios, el PRO perdió a seis intendentes en el camino. Además de a Passaglia, el primer intendente referenciado en el partido amarillo que decidió competir por fuera de la alianza con los libertarios y creó un espacio propio local, también Javier Martínez, de Pergamino, se sumó a Hechos.
A su vez, disconformes con el acuerdo cerrado por Cristian Ritondo con Sebastián Pareja en la Provincia, Petrecca (Junín), María José Gentile (9 de Julio); y Esteban Reino (Balcarce) decidieron enrolarse en esta elección en el espacio Somos Buenos Aires.
Diego Reyes, de Puán, tomó su propio rumbo y se enroló para el 7 de septiembre en Potencia.
Por su parte, Ramiro Egüen, intendente de 25 de Mayo que era del PRO y se pasó en enero a LLA, decidió romper con los libertarios. Disconforme con el reparto de candidaturas, competirá el 7 de septiembre solo, con su propia lista de candidatos a concejales.
No será el único. También presentaron lista corta Jaime Méndez (San Miguel), y los vecinalistas Arturo Rojas (Necochea), Matías Nebot (Saavedra) y Carlos Bevilacqua (Villarino).
Visualización de datos: Daniela Czibener
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