El presidente, Javier Milei, firmó un decreto que establece un aumento del impuesto a los combustibles, lo que probablemente resultará en un incremento del 8% en Ciudad de Buenos Aires y del 7% en Córdoba, según estimaciones del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF). Así, el incremento impositivo del 53%, afectaría tanto a la nafta como al gasoil.

Esta medida, que debería entrar en vigencia el 1° de mayo, forma parte de una serie de actualizaciones de impuestos postergadas desde la administración anterior, y busca regularizar los incrementos pendientes. Sin embargo, el Gobierno aún tiene la posibilidad de revertir esta decisión y evitar los aumentos.

El impuesto a los combustibles experimentó su último aumento el 1° de abril, con el objetivo de recomponer su valor según lo establecido por el Gobierno, equiparándolo al que hubiera tenido en el tercer trimestre de 2023. Se espera que el próximo incremento corresponda a lo que hubiera aumentado el tributo en el último trimestre del año pasado.

De acuerdo con los cálculos del IARAF, el impuesto aumentará de $132 por litro a $202 por litro, lo que representa un aumento del 53%. Sin embargo, este incremento no se reflejaría en la misma proporción en el precio de los combustibles.

“Considerando el valor de un litro de nafta súper, esta actualización del tributo (bajo el supuesto de traslado pleno) implicaría pasar de un valor en la Ciudad de Buenos Aires de $837 a $907, es decir que se incrementaría un 8,3%.”, proyectó IARAF.

Por lo tanto, la actualización del impuesto a los combustibles en mayo completaría la incorporación de su precio del remanente del año pasado. A partir del 1° de julio, se espera que el ritmo de aumento de este combustible esté marcado por lo establecido en el decreto 501 del año 2018, que estableció incrementos trimestrales ajustados por inflación. 

En consecuencia, se proyecta que el próximo aumento del impuesto sea del 51,6%, igualando la inflación acumulada hasta marzo según el Indec, lo que llevaría el valor del impuesto a los $306 por litro. Estas variaciones impactarán en los precios de la nafta sin plomo, de la nafta virgen y del gasoil.

Desde diciembre hasta comienzos de abril, las ventas de combustibles en Argentina han experimentado un desplome del 17%, según cálculos de la Cecha; mientras que los precios se han duplicado debido a la devaluación de diciembre. Esta situación ha llevado a que los precios de los combustibles en Argentina se equiparen a los de países vecinos, lo que ha afectado el consumo interno.

Por ejemplo, mientras que el litro de nafta en la Argentina cuesta en promedio USD 1,09, en Paraguay vale USD 0,99; en Chile, USD 1,06; en Brasil, USD 1,19, y en Uruguay, USD 1,41, según cálculos de la consultora EyE.

La proporción de ventas entre naftas y gasoil ha cambiado recientemente, en promedio, en un 55% de naftas y 45% de gasoil (varía según la ubicación de la boca de expendio). 

Asimismo, antes de los últimos aumentos, 7 de cada 10 clientes optaban por la opción más económica, mientras que el 30% restante compraba la premium. Esta proporción cambió luego de los últimos aumentos: 8 de cada 10 optan por súper y 20% premium.