Artículo publicado originalmente en Clarín

Martín Insaurralde y Jésica Cirio empezaron su trámite de divorcio el cuatro de abril pasado. Fue en el juzgado de familia número 10 de Lomas de Zamora. Costó que se juntaran para hablar de un acuerdo. Eso, a pesar de que él es un político de raza acostumbrado a generar consensos. El amor no conoce de razones que enseña la política.

Se vieron, entonces, casi a la fuerza, o por obligación para culminar la burocracia dolorosa para darle final a un matrimonio, cuatro veces. Diálogos ásperos. Recién entonces llegaron a una decisión conjunta y a detalles de plata, habituales en casos como éste, que se deberán cumplir a futuro. Tienen una hija en común. También se incluyeron los obvios compromisos que tienen con respecto a la división de bienes gananciales. Con dinero que él deberá transferirle a ella cada mes. Es lo que surge del expediente oficial.

Las cifras no tienen relación con el nivel de vida de Insaurralde. Viajero frecuente por el mundo. Habitante junto a Cirio de una casa de magnitud en un country. Un hombre poderoso que podía pasar como gran empresario si es que no se conociera que dedicó toda su vida adulta al empleo público. Pronto sobrevendría el escándalo. Más peleas cruzadas. Y una disputa por dinero, quizás con bienes en el exterior, que sí tendrían un correlato con el modo de vida de un político exitoso que nunca hizo alarde de una vida modesta. Antes, durante y después de convivir con Cirio su perfil era similar, o intentaba serlo, al de un protagonista del jet set. Era un servidor público.

Cirio se había separado de Insaurralde en noviembre del 2022.

El divorcio fue finalmente homologado por la jueza Rosa del Río el trece de julio pasado.

Entre ese día y el sábado pasado, todo cambió.

Primero, surgieron rumores en ámbitos de celebridades del espectáculo sobre nuevas vidas de solteros y amoríos de ambos. Pero luego sacudió a la política una versión inquietante. Es la que indicaba que Insaurralde le había pagado a Cirio, para dar por terminado su matrimonio, alrededor de 20 millones de dólares que se depositaron en una cuenta vía transferencia internacional con un paso por una cuenta bancaria de Uruguay.

El escándalo no escaló.

Pero entonces sí llegó el estrépito final.

El 30 de septiembre se conocieron en las redes las imágenes del viaje secreto que el entonces funcionario había hecho a Marbella, destino de la Costa del Sol de España, donde se encontró con la multifacética monotributista y empresaria de lencería erótica Sofía Clerici.

Fue ella misma, la que dio a conocer en Instagram las fotos y videos que pusieron en crisis total al PJ bonaerense.

Esa estructura partidaria solía conmoverse por otros hechos.

Bastó que Clerici mostrara su travesía romántica con Insaurralde por las playas del mediterráneo, que habían paseado en un yate de multimillonarios por el océano celeste, que mostrara regalos de miles de euros como carteras Louis Vuitton y un Rolex, para que todo el oficialismo entrara en shock. Vida de ricos.

Una pesadilla difícil de creer para la dirigencia que lucha por la reelección del gobernador Axel Kiciloff en la provincia más poblada del país, vital además para que el candidato presidencial del peronismo, Sergio Massa, pueda llegar a un balotaje o hacer una buena elección.

Insaurralde es y no es rico.

No se trata de una paradoja.

De acuerdo a su declaración jurada de bienes, es un hombre de clase media de Lomas de Zamora. Lo mismo indica la homologación de su divorcio.

Pero se conoce cómo vive en realidad, así como lo expusieron los videos de Clerici, las fotos, y como lo admitió él mismo pero en conversaciones ásperas con sus compañeros del Justicialismo, entonces Insaurralde es un hombre de fortuna.

La odisea por Europa provocó un escándalo en la opinión pública, el empresariado, se transformó en un tema que hegemonizó las redes y las charlas presenciales en todo el país. Es un país lacerado por la pobreza, encerrado en un laberinto de espiral inflacionaria y de marginalidad e inseguridad que el Estado no puede resolver, entre otras problemáticas.

Insaurralde se vio obligado a renunciar a su cargo.

Y en menos de cinco días hábiles tanto él, como Clerici, y también Cirio, quedaron imputados en varias causas en las que se los investiga enriquecimiento ilícito y lavado de dinero.

Como se dijo, la última declaración jurada de bienes de Insaurralde, correspondiente al año 2022, es como mínimo muy errática. No declara inmuebles en los que es de público que vive ahora solo, y en los que antes compartía con Cirio; no registró ser dueño de autos; inscribió sí una empresa que no le da ganancias; y mostró como únicos ahorros a un monto que no llega a los 700 mil pesos.

Los documentos del divorcio formal del matrimonio que habían formado en el 2014 el ascendente en el poder, diputado, intendente de Lomas de Zamora y después Jefe de Gabinete bonaerense, Insaurralde, acotan la división de bienes con Cirio, modelo y conductora de tevé desde hace más de un década, a lo declarado en esos papeles oficiales

Es por eso que la jueza Del Río avaló que el ex funcionario se comprometa a cumplir con un régimen de “cuidado compartido” de la hija que tuvo con Cirio.

Y también a “proveer todo lo que esté a su alcance para sostener el nivel de vida y manutención” de la niña, en cuanto “a su proceso educativo, salud y desarrollo integral”.

En divorcio oficial, Insaurralde debe pagarle en concepto de “alimentos” a su ex una suma relacionada con su patrimonio declarado.

Así lo estipuló la Justicia: el ahora ex funcionario debe abonar “una cuota mensual de alimentos a favor de su hija equivalente a la mitad del monto establecido para la Canasta Básica total, tipo 2, según INDEC”.

En septiembre pasado, el organismo de estadísticas determinó que esa Canasta Básica total, tipo 2, equivalía a $284.686,92.

La mitad de ese monto, entonces, sería, siempre teniendo en cuenta que la inflación hará subir ese número, de $142.343, 46.

La versión del pago de los 20 millones de dólares a Cirio fue desmentida por ella misma.

Lo hizo en una entrevista que le dio a Telefé.

Insaurralde, desde que se desató el Yategate, se encerró su casa del country Fincas de San Vicente y apenas le atendió llamados a funcionarios actuales y a amigos al resto le respondió, si es que lo hizo, por chat.

“Estoy arruinado”, se describió a sí mismo de acuerdo a una fuente que reconstruyó el diálogo que tuvo con el ex funcionario bajo sospecha.

Por impulso del fiscal de Lomas de Zamora, Sergio Mola, y con aprobación del juez ex La Cámpora, Ernesto Kreplak, se tomaron medidas de prueba sobre enriquecimiento ilícito que corresponden al ex Jefe de Gabinete, y otras vinculadas al lavado de dinero que involucran a las imputadas Cirio y Clerici.

Se conoció así que Insaurralde viajó más de 200 veces al exterior, siempre siendo empleado del Estado.

Clarín pudo saber que, más allá de lo firmado en el divorcio formal de Insaurralde y Cirio, existe ahora una disputa informal por bienes que no estarían registrados por el ex intendente de Lomas de Zamora. Tal vez todo se trate de un error generado por codiciosos.

Las fuentes al tanto de este proceso señalan que habría que prestarle atención a lo dicho por Cirio en tevé: “Firmamos el divorcio pero no un acuerdo”, declaró, palabras más, o menos.

Buena parte de los vuelos que el entonces matrimonio feliz realizó fuera del país tuvieron como destino final Miami.

Esa ciudad podría unirse a la lejana Lomas de Zamora.

Otros empresarios del real state y financistas participaron de un proyecto de urbanización en ese distrito que fascinó a Insaurralde.

Siendo jefe de Gabinete bonaerense, él mismo participó de la inauguración de Las Lomitas Street & Residences.

Es una obra grandilocuente que incluye una calle con comercios y una torre para viviendas de alto costo.

Quiénes estuvieron a cargo del proyecto son, en los papeles, el grupo desarrollador DMAZ; el empresario Diego Mazer; el financista Nicolás Matteo en representación de la Constructora Sudamericana, y un estudio de diseño llamado BMA arquitectos.

El lazo entre esos empresarios del real estate e Insarraulde es de mucha amistad y cercanía. Fuentes indubitables señalan que fueron ellos, incluidos los miembros de otra constructora de Miami, llamada BM2 Property Management Corporation, los que convencieron al ex funcionario y a su esposa de pasar varios días al año en inmuebles que construyeron en Miami. Son edificios de pocos pisos, modernos, cool, ubicados en el distrito de moda, Wynwood.

La pelea por dinero del matrimonio divorciado podría saltarse las viviendas que ocupa Insaurralde en el conurbano, para posarse allí, en distrito del arte de South Beach, la nueva meca de inversionistas que son, o fueron, influyentes vecinos del sur del Conurbano.