A excepción de Javier Milei, dentro de La Libertad Avanza ya nadie habla de Mauricio Macri simplemente como «Mauricio». Es «Macri», a secas. La relación entre el Presidente y el expresidente sigue siendo de respeto por el rol institucional que ambos ocupan, pero se congeló en las últimas semanas. Ese frío se extiende a los principales referentes libertarios, que toman cada vez más distancia del PRO, más allá de acuerdos legislativos puntuales.
Hay acuerdo para avanzar con el tratamiento de Ficha Limpia y se valoró dentro del Gobierno el apoyo que el partido de Macri había garantizado en la fallida sesión convocada por la oposición para limitar el uso de los DNU. Pero en el universo libertario no olvidan críticas filosas recientes del expresidente por la forma de conducción de Milei, así como ciertos amagues de votos contrarios.
Tampoco cayó bien un comunicado que sacó el partido amarillo el jueves por la noche, criticando abiertamente decisiones tomadas en la ONU. «Argentina vota sola, contra el resto de la humanidad», decía el comunicado que firmó el PRO en rechazo a la decisión del Gobierno de no acompañar una resolución contra la violencia de género.
«Creen que tienen un lugar dentro del Gobierno que claramente no tienen», es la reflexión que hacen altas fuentes ejecutivas consultadas por Clarín en referencia a los cuestionamientos que les llegan desde el PRO. La recepción de los mismos es bastante lineal: se escuchan, e incluso se aceptan, pero prácticamente no se consideran. Cada vez más predomina el pensamiento de que se puede gobernar con aliados circunstanciales. «Si querés estar, buenísimo, pero nosotros ponemos las reglas. Si no, competiremos separados», es el leitmotiv.
Candidatos propios en las cabezas de lista de la Provincia
En ese contexto que combina tensiones y desconfianza mutua, se cocina el 2025 legislativo. La chance de competir juntos es real, especialmente en la provincia de Buenos Aires, aunque hoy las diferencias en cuanto al amado de las listas son bien grandes. Mientras Macri imagina un PRO muy activo en el debate sobre la conformación de esas boletas, en el mileísmo ya anticipan que el plan será ubicar a referentes propios al frente de cada una de ellas.
«Ya no somos un partido nuevo. Si en 2023 tuvimos listas en 119 distritos de la Provincia, ahora más todavía podemos repetirlo e incluso crecer», es el mensaje que baja en las reuniones Sebastián Pareja, el dirigente libertario encargado de diseñar la estrategia bonaerense hacia el año que viene. Lo comparte gran parte de la mesa chica de Milei, que lidera Santiago Caputo. Si quisiera, el Gobierno está en condiciones de ir a pelear la elección bonaerense con el kirchnerismo sin necesidad de establecer una alianza con el PRO.
El titular de la Secretaría de Integración Socio Urbana, de origen menemista y paso por el macrismo, y que responde políticamente a Karina Milei, tiene una teoría sobre las legislativas, que refuerza a medida que pasa el tiempo y le transmite a sus interlocutores: «Si ganás 15 diputados en Provincia, y le entregás cinco al PRO, te quedás con 10 propios, que tal vez serían 11 o 12 si jugás solo. Hay que ver qué escenario conviene más».
Esa variante de jugar sólo, por ahora no prospera porque Milei, el principal referente del espacio, cree que hay que mantener una buena relación con Macri y porque, entiende, juntos están en condiciones de ganar la elección bonaerense por un margen amplio y sepultar al kirchnerismo. «Mauricio siempre nos jugó bien», suele decirles Milei a sus dirigentes, cada vez que busca explicar los beneficios de esa sociedad.
La chance de jugar separados en la Ciudad, cada vez más probable
Hubo una foto interesante el jueves pasado para quienes quieren darle sentido político a cada imagen. Fue la que protagonizaron en la sede de Gelly y Obes del Ministerio de Seguridad, Patricia Bullrich y el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, con motivo del traspaso del Servicio Penitenciario en el ámbito de la Ciudad.
El diálogo entre Bullrich y Jorge Macri es bueno y trasciende a la irrecuperable relación que tiene con Mauricio Macri. Pasa, curiosamente, a la inversa de lo que sucede con Milei, mucho más cercano en el trato con el expresidente que con el jefe de Gobierno. Cómo evolucionarán esos vínculos hacia lo que viene puede ser importante en relación al movimiento de piezas que se prepara en suelo porteño hacia el año próximo.
En ese contexto, se debate la posibilidad de que el PRO y los libertarios compitan juntos en una PASO también en ciudad de Buenos Aires. La chance parece haber perdido fuerza en las últimas semanas, especialmente por la idea de La Libertad Avanza de salir a pelear en cada distrito con candidatos propios, en este caso, por al menos una de las tres senadurías que se ponen en juego el año que viene en territorio porteño.
La candidata natural para competir por esa banca dentro de La Libertad Avanza era Bullrich. Pero eso fue cambiando con el paso del tiempo y Milei ve afianzada y con buen nivel de imagen la gestión de la ministra en Seguridad. Bullrich tampoco quiere ser candidata de medio término, por lo cual, habría consenso en pensar otros nombres para apuntar a ganar esa elección.
«Javier no le va a pedir a Patricia que juegue el año que viene», aseguran fuentes encumbradas de La Libertad Avanza, que creen que no hace falta gastar una bala de plata en una elección legislativa y que Bullrich, en todo caso, podría ser una excelente candidata en 2027, directamente, cuando se renueven autoridades ejecutivas y los libertarios necesiten un candidato o candidata para la Jefatura de Gobierno.
Esa estrategia hace pensar en otras alternativas para 2025, como el vocero presidencial Manuel Adorni o la propia Karina Milei, medida también para competir en la provincia de Buenos Aires. Lo que se impone, no obstante. es que en la Ciudad, los caminos del PRO y las fuerzas del cielo irían separados.