POLITICA
Marzo: El índice de confianza en el gobierno cayó por cuarto mes consecutivo

El estudio se realizó entre el 5 y el 14 de marzo mediante 1.001 encuestas telefónicas elaboradas por Poliarquía Consultores, realizadas en 42 localidades de todo el país y en ciudades de más de 10 mil habitantes. A través de diferentes componentes como la evolución mensual, el género, la edad, la zona geográfica, el nivel de instrucción, las víctimas de delitos y las perspectivas económicas, el monitoreo arroja el Índice de Confianza en el Gobierno (ICG) según una escala de 0 a 5.
De este modo, el ICG de marzo fue de 2,42 puntos, con una disminución de 5,4 por ciento respecto al mes de febrero de 2025. En términos interanuales el índice tuvo una variación negativa del -5,5 por ciento. Igualmente, el nivel de confianza actual es 4,5 por ciento mayor al de la medición de marzo 2017, al principio del segundo año de gobierno de Mauricio Macri, y 35,7 por ciento mayor al de la medición de marzo 2021, durante la gestión de Alberto Fernández.
Asimismo, ICG de la gestión de Javier Milei se encuentra con su cuarta caída mensual consecutiva. En esta línea, la caída de -5,4 por ciento en el nivel de confianza es la tercera en orden de magnitud de toda su gestión, superada por los ajustes de confianza mensuales de enero 2024 (-8,7) y septiembre 2024 (-14,8). “El gobierno no enfrentaba un nivel de confianza inferior a su promedio del período desde la medición de octubre 2024”, señalaron.
Por otra parte, la variación del ICG respecto de febrero fue positiva en uno de sus cinco componentes: la preocupación por el interés general (2,16 puntos, 11,1 por ciento). En tanto, la variación del ICG fue negativa en la capacidad para resolver los problemas del país (2,85 puntos, -5,5 por ciento); la honestidad de los funcionarios (2,62 puntos, -5,4 por ciento); la evaluación general del gobierno (2,13 puntos, -12,2 por ciento) y la administración del gasto público (2,36 puntos, -11,1 por ciento).
Género y Edad
Al igual que lo registrado en meses anteriores, el ICG de marzo fue mayor entre los hombres (2,62 puntos, con una variación negativa del 3,0 por ciento) que entre las mujeres (2,23 puntos, con una disminución del 8,6 por ciento). Mientras que en torno a las franjas etarias, el ICG fue mayor en el segmento integrado por jóvenes de entre 18 y 29 años (2,56 puntos, con una caída del 7,9 por ciento). Le sigue el segmento conformado por personas de entre 30 a 49 años (2,40 puntos, con una disminución del 5,1 por ciento). Por último, se encuentra el segmento compuesto por personas mayores de 50 años (2,39 puntos, con una variación negativa del 5,5 por ciento).
Zona geográfica
Al igual que en meses anteriores, el ICG de marzo registró su mayor valor entre quienes residen en el interior (2,60 puntos, con una disminución del 3,3 por ciento). Luego se ubican quienes residen en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (2,36 puntos, con una caída del 8,9 por ciento). Y, por último, quienes residen en GBA (2,07 puntos, con una variación negativa del 9,6 por ciento).
Nivel de instrucción
Al igual que el mes anterior, el ICG de marzo registró su mayor valor entre quienes alcanzaron hasta educación terciaria y/o universitaria (2,60 puntos, con una disminución del 4,4 por ciento). Le siguen quienes alcanzaron la educación secundaria (2,25 puntos, con una caída del 7,4 por ciento). Finalmente, se ubican quienes alcanzaron hasta la educación primaria (2,02 puntos, con una variación negativa del 3,3 por ciento).
Víctimas de delitos
Como fue registrado en meses anteriores, el ICG de marzo fue mayor entre aquellos entrevistados que dicen no haber sido (ellos o sus familias) víctimas de delitos en los últimos 12 meses (2,55 puntos, con una disminución del 1,2 por ciento), que entre quienes dicen haber sido víctimas (2,06 puntos, con una caída significativa del 17,3 por ciento).
Perspectivas económicas
Al igual que en meses anteriores, en marzo el ICG fue considerablemente más elevado entre quienes creen que la situación económica mejorará dentro de un año (4,19 puntos, con un crecimiento del 2,4 por ciento), que entre quienes creen que se mantendrá igual (2,28 puntos, sin variación) o que empeorará (0,48 puntos, sin variación). (www.REALPOLITIK.com.ar)
ETIQUETAS DE ESTA NOTA
Encuesta, Alberto Fernández, Adrián González, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Mauricio Macri, La Libertad Avanza, ICG, Javier Milei, Índice de Confianza en el Gobierno, Escuela de Gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella, Poliarquía Consultores
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POLITICA
El plan de Kicillof para sumar dirigentes radicales a su lista que reaviva la tensión con Cristina Kirchner

No hay definición bonaerense sin resultado en Capital. Y la premisa vale para todos. Mientras el presidente Javier Milei prepara para el miércoles la inauguración de un local libertario en la zona sur de la Ciudad de Buenos Aires junto a su candidato Manuel Adorni, el gobernador Axel Kicillof envía señales al radicalismo y fantasea con una remake de la concertación de Néstor Kirchner, pero en PBA. Todo esto, mientras el dólar rebota en la franja de los $1100, las empresas de consumo masivo se hamacan para mantener precios y la inflación vuelve al centro de la conversación.
Cuando Milei, Adorni y la comitiva presidencial vuelvan de Roma, encararán la etapa final de la campaña porteña. El martes, a las 20, el vocero presidencial se medirá en el debate con otros 16 rivales y el miércoles ensayará, junto al Presidente, una actividad de la política clásica en un barrio arisco al PRO. Los porteños votan el 18 de mayo y, hasta ahora, el candidato del PJ, Leandro Santoro, sigue estando en el tope de las encuestas. Cerquita, pero detrás, vienen Adorni y Silvia Lospennato, del PRO.
Leé también: Tensiones en la campaña: Lospennato cargó contra La Libertad Avanza y los acusó de “favorecer” al kirchnerismo
El resultado de la elección en la Ciudad es la llave que puede abrir o cerrar la puerta a una alianza entre el PRO y la Libertad Avanza en la provincia. De ese resultado dependerá cómo la centroderecha define su estrategia electoral en tierra bonaerense. Pero ojo, porque una cosa es la elección nacional del 26 de octubre, donde un único candidato define la campaña y tracciona los votos, y otra es la provincial, del 7 de septiembre.
La decisión de Kicillof de desdoblar la elección habilita nuevos escenarios de acuerdos. ¿Por qué? Porque ya no se trata de un candidato que centraliza la campaña, sino de ocho, uno por cada sección electoral. Esta vez, la estrategia se piensa desde el territorio, de abajo hacia arriba. Dicho de otro modo: como nunca, el poder está en los intendentes. El peronismo gobierna 70 municipios, el radicalismo 27 (la mayoría en el interior de la provincia), el PRO 14 y LLA, ninguno.
“¿Sigue pensando que puede haber radicales que acompañen el MDF?”, le preguntaron esta semana a Carlos Bianco, jefe de Gabinete de Kicillof, en la revista La Tecla. Bianco respondió: “¿Y por qué no? Por mi función, habló con muchos intendentes radicales que en general están muy a favor del tono de las políticas que lleva adelante el gobernador. Pueden tener después críticas, matices, etcétera, pero no veo una gran diferencia de contenido, de base, en el pensamiento del radicalismo del campo popular que en el peronismo”.
El mensaje fue leído rápido por el radicalismo bonaerense que, como a nivel nacional, no es uno solo. Está el sector liderado por el senador Maximiliano Abad, más cercano al PRO, y el guiado por el diputado Facundo Manes, más afín a las ideas peronistas. Como fuere, ninguno de los dos está pensando hoy en rearmar una concertación plural como la que orquestó Néstor Kirchner en 2007 y que llevó a Julio Cobos a la vicepresidencia de la Nación. Pero no descartan ningún escenario.
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Entre los peronistas que no responden a Kicillof la idea es tomada más como una fantasía que como un escenario posible. Señalan que ya en 2023 el sector que rodea al gobernador buscó armar una alianza con el radicalismo proponiendo como compañero de fórmula a Miguel Fernández, ex intendente de Trenque Lauquen y hoy presidente de la UCR bonaerense. La idea, se sabe, no prosperó.
“Los intendentes radicales son intendentes de pueblos chicos y conservadores del interior de la provincia, lugares que antes que radicales son básicamente antiperonistas”, analizaba un dirigente massista, que no rechaza la estrategia sino que la ve poco probable. “Ojalá me equivoque y podamos ampliar la base de sustentación del espacio, pero dar el paso de hacer algo por afuera es costoso en esos lugares. No lo veo”, concluyó.
En el kirchnerismo tampoco descartan la idea de plano, pero advierten que “no cualquiera suma sin restar” y que deberían pensarse los acuerdos distrito por distrito según las necesidades y características de cada uno.
Así, mientras el PRO y LLA miden fuerzas y pelean por el liderazgo, los radicales buscan posicionarse como el espacio que puede inclinar la balanza. Y tienen varias opciones:
- Pueden sumarse a un eventual frente con el PRO y LLA, lo que implicaría que la oposición va unida en la provincia y se complican al extremo las cuentas del peronismo.
- Pueden ir solos en alianzas más pequeñas con espacios locales, arruinando las chances del PRO y LLA al ubicarse como una segunda opción no peronista.
- Pueden intentar acuerdos distritales de bajo perfil con sectores peronistas para conseguir más bancas en los concejos deliberante y más bancas en una legislatura que, luego, vote el regreso de la reelección indefinida de jefes comunales.

El presidente del PRO, Mauricio Macri, es uno de los que advierte la característica singular de esta elección bonaerense. Quizá por eso, esta semana en Mar del Plata buscó enviar una señal de amor a la UCR: “La lógica es que acordemos el PRO, La Libertad Avanza y un sector del radicalismo”, afirmó. Y luego explicó: “Se ha empoderado al presidente del PRO en PBA para tratar de concluir alguna negociación, que no solo incluya un acuerdo institucional (con LLA), sino también con algunos de los intendentes radicales que adhieren a estas ideas de progreso”.
“La alianza es a nivel distrital, seccional; entonces, no hay costo político de unirse a Kicillof. En una elección desdoblada las coaliciones son provinciales. Después, en la nacional es otra historia”, arriesgaba un dirigente radical de buen diálogo con el gobierno provincial y se preguntaba: “¿Qué pasa si LLA pierde la ciudad y la provincia? Lo primero que se va a complicar es la economía y ahí el Gobierno deja de tener lo único que tiene a su favor: la opinión pública. En política no jugás solo”.
Es cierto, la performance que tenga la LLA en la elección provincial, casi un mes antes de la elección nacional, podría incidir no solo en el humor social sino también en el bolsillo.

Algunos analistas políticos y asesores en comunicación advierten que un triunfo muy marcado del peronismo en la provincia, más aún si Cristina Fernández aparece encabezando la lista de la tercera sección, podría tener impacto en la economía. Los mercados, entienden algunos, leerían que el kirchnerismo tiene chances para 2027 y supondría, entonces, que se daría un cambio en el rumbo de la economía trazado por Milei.
Esa turbulencia del mercado, continúan, se traduciría rápidamente en el presente con problemas con el dólar y la economía real, es decir, el supermercado. En la Rosada, por acuerdo o conveniencia, no desacreditan estas lecturas. Se sabe, el ancla electoral del Gobierno es haber combatido la inflación. Es cierto, también, que desde comienzo de año el índice abandonó la curva descendente.
La inflación de enero fue 2,2%, la de febrero, 2,4%, y la de marzo, 3,7%. En unos días se conocerá el índice de precios de abril y en el Gobierno confían en que el comportamiento del dólar tras la salida del cepo incide positivamente en el precio de los alimentos. Jugaron fuerte para eso; basta con preguntarle a Molinos. Sin embargo, muchas empresas de consumo masivo advierten que el dólar no es el único factor que define precios y descartan que los ajustes acompañarán la inercia que marque el INDEC.
Axel Kicillof, cristina kirchner, Javier Milei
POLITICA
Silvia Lospennato: “No puedo creer que Adorni haya admitido que perder con el kirchnerismo sería un buen resultado”
Silvia Lospennato carga una mochila pesada desde que aceptó la propuesta de Mauricio Macri para ser la cabeza de lista de Pro. Es que su performance en las elecciones porteñas del 18 de mayo sellará la suerte nacional del macrismo de cara a la enredada negociación con La Libertad Avanza (LLA) para converger en octubre.
Pese a que la compulsa en la Capital se la ha puesto muy difícil a Pro por la proliferación de frentes de las distintas vertientes de la derecha, la diputada nacional confía en que podrá remontar y evitar una derrota del macrismo en su emblemático bastión.
La puja de poder que se desató entre los hermanos Milei y los primos Macri la obliga a un complejo equilibrio. De a ratos asume que la competencia fuerte y real será con Manuel Adorni (LLA), pero elige como oponente al retador que plantó el kirchnerismo, Leandro Santoro (PJ), quien lidera la mayoría de los sondeos.
Si bien toma distancia de la Casa Rosada, Lospennato cuida el tono a la hora de discrepar con el presidente Javier Milei o marcar las diferencias entre Pro y LLA. En la era de la política del like, una herramienta que los libertarios controlan con eficacia, su libreto se mantiene intacto: busca resaltar el perfil institucional y la capacidad de gestión del partido amarillo en la ciudad, donde el macrismo gobierna desde 2007. Apela a la nostalgia de los porteños para generar un efecto revulsivo en el electorado que le permita mejorar de forma decisiva el resultado de su partido. “No puedo creer que Adorni haya admitido que perder con el kirchnerismo sería un buen resultado”, exclama, antes de saltar de su asiento como con un resorte.
-¿Por qué decidió ser candidata a legisladora si le quedaban dos años de mandato en Diputados?
-Porque el presidente Macri me dio una gran oportunidad: encabezar en esta elección una lista que representa a los valores y al equipo de Pro. Tengo una lista de lujo.
-Elisa Carrió dijo que usted no conoce el distrito y la UCR machaca con que ni siquiera figura en el padrón de la ciudad. ¿Cómo justifica su mudanza política ante los bonaerenses que la votaron en 2023?
-Para ser candidata en la ciudad de Buenos Aires se requiere haber nacido en este distrito. Yo soy porteña. Acá me críe, me cacé y bauticé a mis hijos. Fui funcionaria de Macri y, durante muchos años, vine a trabajar a la ciudad. Por lo tanto, decir que yo no conozco a esta ciudad es una chicana.
-¿Pro está obligado a ganar esta elección? Gobiernan la ciudad desde 2007, pero pareciera que el poder del partido se está diluyendo.
-Pro está obligado a mejorar todos los días. Nos eligen hace tantos años porque sienten que esta ciudad les da en obra pública, servicio público o educación pública lo que ellos quieren. Pro es el partido que mejor representa los valores de los porteños. Por eso, vamos a ganar esta elección.
-Jorge Macri está al frente del gobierno. ¿No era su responsabilidad lograr un acuerdo con Karina Milei para evitar una división de la derecha?
-La dispersión de la oferta le facilita la elección al kirchnerismo, que representa los anti-valores de la mayoría de los porteños. Pero nosotros no tomamos esa decisión. Con la situación actual, lo único que podemos hacer es hacer el máximo esfuerzo para seguir representando los valores de los porteños en la Legislatura.
-¿Por qué un seguidor de Milei tendría incentivos para votar a Pro en la ciudad? ¿No es probable que los votantes porteños de Macri hayan migrado a LLA?
-Esta es una elección local. La elección para apoyar al presidente Milei es la de octubre, donde se eligen diputados y senadores nacionales. Pero en esta elección el porteño decide sobre la ciudad en que quiere vivir.
Por otro lado, nuestros votantes saben que nunca vamos a poner en riesgo el plan económico de Milei, porque compartimos la idea de que la Argentina tiene que salir delante de una vez por todas. Jamás antepusimos un interés político-partidario al bienestar de los argentinos.
-¿Se siente cómoda con el modo de ejercer el poder de Milei?
-El Presidente lleva adelante una agenda que era impostergable en la Argentina, como controlar la inflación y resolver los enormes desafíos económicos que heredamos del kirchnerismo. En ese aspecto, está haciendo un muy buen trabajo.
-¿Y comparte el estilo confrontativo?
-En materia de política económica y seguridad pública, estamos muy alineados y hemos acompañado todas las propuestas de Milei. En el plano institucional, hemos marcado diferencias. Somos un partido republicano. Por eso, la libertad de expresión o cuidar las instituciones son valores muy importantes para nosotros. Los cambios se sostienen en el tiempo con instituciones sólidas. Además, nuestro estilo es más dialoguista.
-¿Macri pierde influencia cuando quiere diferenciarse de Milei? Por caso, en el Congreso solo 7 diputados se abstuvieron a la hora de votar el pedido de informes por el caso $LIBRA.
-En las decisiones muy importantes en materia institucional, como la que tomaron los senadores de Pro respecto a la Corte Suprema, hubo una postura clara de nuestro partido. Somos previsibles, porque somos un partido coherente.
En el caso de LIBRA, no creemos que le corresponda al Congreso investigar. Lo único tenemos que hacer es exigir que la Justicia avance y haga las investigaciones que corresponde, con seriedad.
-Adorni dice que LLA es la única opción frente al kirchnerismo y apela al voto útil. ¿Pro sufrirá el efecto de esa polarización?
-Nosotros no tenemos que explicar todo lo que hemos hecho para defender a la ciudad del ataque permanente del kirchnerismo. En mi lista hay candidatos que han enfrentado al kirchnerismo, como Laura Alonso o Waldo Wolff. Y Mauricio Macri dio todas las batallas en la ciudad.
El kirchnerismo odia a los porteños. ¿Y quién los defendió? Pro. No tenemos que decir lo que vamos a hacer. Podemos mostrar todo lo que hemos hecho para defender a la ciudad del kirchnerismo.
-¿Le llama la atención que el Senado haya postergado la sesión por “ficha limpia”?
-No me gustó la postergación de la ficha limpia. No había mejor homenaje al papa Francisco que sancionar una ley anticorrupción. Sin embargo, los senadores decidieron postergar el tema dos semanas e ir recién al recinto el 7 de mayo a sancionar la ley.
-¿Cree que hay pactos subterráneos entre el Gobierno y el kirchnerismo?
-Se tienen que sentar los 37 o 38 senadores que están a favor de la ley y votarla. Ahí se terminan las especulaciones sobre un pacto de impunidad. Vamos a estar esperando que pongan el voto y aprueben la ley todos los que dijeron que estaban a favor.
-¿Sugiere que el oficialismo especuló con el tema debido a la campaña por la elección porteña?
-Varios senadores que participaron en esa reunión dijeron que no se impulsó la pronta puesta en tratamiento de la ley. No miro para atrás, sino para adelante: el 7 de mayo veremos cuál es el compromiso que tiene cada fuerza política y cada senador para defender la impunidad o sancionar esta ley anticorrupción.
-Si Pro queda tercero, ¿Macri no podrá contener a los dirigentes, como Diego Santilli, que quieren acordar a toda costa con Milei en Buenos Aires?
-Primero, creo que vamos a hacer una buena elección, porque somos la mejor opción y tenemos una lista que podemos mostrar.
-¿Y coincide con Macri en que Milei ya “compró” a los dirigentes de Pro que podía comprar?
-El presidente fue muy claro en su mensaje: tenemos vocación de acuerdo entre partidos con LLA. Si eso sucede, se unirán fuerzas en la provincia de Buenos Aires para enfrentar al verdadero adversario del cambio, que es el kirchnerismo.
-¿Qué efecto podría tener que Milei se involucre activamente en la campaña porteña?
-Los porteños son personas muy informadas, participativas y saben que esta es una elección local. Así que van a evaluar a quien consideren que mejor puede cumplir el rol de legislar o representar los valores de esta ciudad.
-¿Le resulta llamativo que Adorni haya viajado a Roma para participar del funeral de Francisco? El vocero anunció que iba a suspender la campaña.
-Supongo que Adorni no fue a un acto de campaña, sino a cumplir el rol institucional de vocero en Roma. Es lógico que el Presidente vaya a despedir a un Papa o al argentino más importante de nuestra historia. Y él elige su delegación.
-¿Adorni debería haber renunciado a su cargo para encarar esta campaña?
-Si no utiliza incorrectamente su cargo, no.
-¿Sospecha que Adorni es un candidato testimonial?
-Él dijo que va a asumir y siempre hay que creer en la palabra de las personas.
-Macri machaca con que Milei requiere mayor institucionalidad y mejorar la implementación o capacidad de gestión. ¿En qué lo nota?
-En el acuerdo con el FMI se pactó una serie de compromisos en materia institucional, como la modificación de la ley de coparticipación o la reforma previsional, que van a requerir grandes acuerdos parlamentarios.
Cada vez que defraudamos cuesta más recuperar la confianza del mercado y de instituciones financiares, por lo que el crédito es más caro. Ese es el desafío institucional que va a tener Milei, porque es el compromiso con el FMI.
-¿La “batalla cultural” de Milei provoca un desgaste político y podría afectar la gobernabilidad o la construcción de mayorías para aprobar esas reformas?
-De lo que tengo certeza es que esas reformas van a requerir de mucho consenso. Para que eso se dé, sin duda, debe haber un diálogo respetuoso con sectores de la oposición. Al Gobierno debe interesarle construir este clima.
Una elección no te da mayorías parlamentarias propias. Por más que te vaya bien, vas a tener que construir consensos. Tal vez, lo más inteligente sea respetar a todos y hacer que aquellos que pensamos parecido nos pongamos de acuerdo.
-Ahora se diferencian de Milei, pero Pro ha hecho silencio cuando el Presidente atacó a la prensa, los economistas o la agenda de género. ¿Hay autocrítica o lo hicieron para no irritar a sus votantes?
-El votante de Pro no comparte la utilización del insulto como una forma válida de la discusión política. Es un votante muy respetuoso de las instituciones y de la libertad de expresión. Queremos construir un país que resuelva sus problemas económicos, pero que lo haga en convivencia democrática, en un clima de tolerancia y libertad.
-¿Milei desprecia la república, las instituciones o la democracia? ¿Ve rasgos autoritarios en el Gobierno?
-Milei tiene formas de expresarse que no cuidan la investidura presidencial. Y le hace bien a la Argentina fomentar el diálogo democrático, tolerante y respetuoso.
-¿Es una expresión del populismo de derecha?
-Desde hace rato la definición de populismo perdió la especificidad en la ciencia política.
La Argentina tiene un consenso democrático sólido y eso es una barrera frente a cualquier partido o expresión política que no quiera respetarlo. Es sano que haya periodistas, economistas o politólogos que opinen distinto a quien está en el gobierno. El que gobierna tiene obligación de escuchar. A veces escuchar hace que uno mejore la calidad de la política pública que ofrece.
-A menos de tres semanas para la elección, ¿teme que se rompan los puentes de diálogo con LLA si la campaña se desmadra? Milei sugirió que Macri o Pro quieren defender sus “negocios” en la ciudad.
-Me preocupa la virulencia de la campaña y que se digan cosas de las cuales después será difícil reencontrarse. Hay que cuidar a las personas y las formas. En el fragor de la campaña no se puede perder de vista lo más importante: sacar a la Argentina adelante y enfrentar juntos al pasado que quiere volver.
Esta es una elección local y habrá tiempo para la discusión nacional. Por eso, es importante llevar esta campaña con respeto, para que en octubre veamos si hay más o menos posibilidades de coordinación, según los desafíos de ese momento.
-En las redes, la militancia digital de LLA la critica por su militancia como “pañuelo verde” y haber apoyado la legalización del aborto o la agenda de género. ¿Cree que Milei quiere eliminar a Pro?
-Si uno se guiara por lo que ponen en las redes algunas personas, que tienen un lenguaje muy violento, uno se asustaría. Podemos denunciar la intoxicación del debate público en las redes. Eso no es bueno para la democracia. No le hace bien a nadie y tengo dudas de que te ayude a ganar una elección.
-¿Karina Milei es la responsable de la estrategia de esmerilar a Pro?
-No sé quién maneja las redes de LLA o si hay una orden de atacar a los contrincantes.
-¿Usted considera que la hermana del Presidente prefirió enfrentar a Pro en la ciudad?
-No nos compete quién tomó la decisión. Hubiéramos preferido que todos los que creemos que el kirchnerismo no representa los valores de los porteños estuviéramos juntos en esta elección. No se dio. Ahora sabemos que Pro es, fue y será la mejor opción para defender a la ciudad del avance del kirchnerismo.
-¿Macri debe hacer una autocrítica por los portazos de Bullrich y Larreta? Los dos excandidatos a presidente de Pro ahora hacen campaña contra el oficialismo porteño en el territorio del macrismo.
-Las decisiones las explican las personas que las toman.
-¿Y Macri, como líder del espacio, no tienen ninguna responsabilidad?
-Ellos deberán decir por qué decidieron abandonar el partido.
-Macri dijo que se fueron los “comprados”. ¿Aplica también a estos casos?
-El partido les dio, con generosidad, muchísimas oportunidades. No voy a aventurar una explicación.
-Los libertarios, como Federico Sturzzeneger, dicen que Jorge Macri podría eliminar ministerios o el Instituto de la Vivienda para reducir a la mitad las patentes. ¿Por qué no bajan más la presión impositiva?
-El Estado porteño es uno de los más eficientes de la Argentina. Tenemos cuatro años de equilibrio fiscal. En 2024, pese a la caída del 11 por ciento de la recaudación producto de la crisis, tuvimos 3,9% de superávit fiscal. Y eso se aplicó a dos cosas: aumentar la inversión de obra pública y bajar impuestos.
-¿La motosierra de Pro está “desafilada”, como dijo Bullrich?
-Hay que revisar cuánto se gastaba antes y ahora en inversión pública. En los gobiernos anteriores a los de Pro, no superaba el 10. En todas las gestiones de Pro nunca bajó del 16%. Y hoy está en el 19%. Por eso, la gente vio que la ciudad se transformó. Y todo lo hicimos reduciendo el gasto público y bajando impuestos. Acá la motosierra se pasó hace años.
-La Legislatura tiene un presupuesto para este año de casi $160.000 millones y un plantel de 1100 empleados. ¿No se podría aplicar la motosierra en esa área o en el Consejo de la Magistratura de la ciudad?
-Por Constitución, la Legislatura tiene un monto fijo del 1,5% del producto para gastar y está en 1,1%, que es más abajo del tope máximo. Siempre se puede reducir. Cuando ingrese, voy a ver cuánto más austero se puede ser también en la Legislatura.
A nivel de poder ejecutivo, Jorge Macri redujo más de 13 mil contratos políticos en la ciudad. Eso es el bisturí que se puede seguir pasando. Siempre se puede ser más eficiente.
-Adorni dijo que perder por un punto contra Santoro sería un “excelente resultado”. ¿Qué opina?
-No puedo creer que alguien haya admitido que perder con el kirchnerismo sería un buen resultado. Eso significa dos cosas. Por un lado, cuál es la prioridad de los porteños. Y, por otro, parecería decir que lo único que les importa es ganarle a Pro, no al kirchnerismo.
Yo quiero que Pro le gane al kirchnerismo. No me conforma perder por uno o dos puntos.
-¿No se conformaría con ganarle a LLA?
-Yo quiero ganarle al kirchnerismo, a todos.
POLITICA
LLA y el PJ afinan estrategias en PBA: la última gestión libertaria con el papa y el rol de los curas villeros
El oftalmólogo del papa Francisco y de Javier Milei la vio. Fue el que medió entre las Fuerzas del Cielo celestiales y violetas, cuando el León que había propuesto cortar relaciones con el Vaticano llegó a la Casa Rosada. El poder de la muerte. El Presidente pasó de llamarlo “maligno, imbécil, comunista” a “el argentino más importante de la historia”.
Para el caso de Cristina Kirchner, ni la monja Rosita Blanco, directora del Misericordia de Flores y de La Plata, donde el papa y la expresidenta fueron al colegio, pudo con ese pasado en común. Con él tomaba el té y de ella recordaba que todos los días la mandaba a lavarse la cara porque siempre iba maquillada.
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Hasta en el peronismo admiten que los Kirchner maldecían a Bergoglio. “La primera vez que estuve con Francisco en marzo del 2013 le dije que, como a Megafón, lo esperaban batallas celestiales. Se rio mucho y me dijo ‘Es mi libro preferido, me encanta Marechal’. Coincidimos en que ‘Megafón, o la guerra’, emblemática literatura de Leopoldo Marechal, era una de nuestras novelas preferidas. Esa era la primera vez que me reunía con él como papa”, fue el tuit de CFK para homenajearlo con la despedida final: “Te vamos a extrañar Francisco”.
La relación nació malparida. Néstor Kirchner nunca toleró las homilías punzantes del entonces Arzobispo de Buenos Aires. Después de humillar a los Duhalde en las urnas en 2005, los Kirchner inflados de omnipotencia participaron por primera y última vez de la misa del 25 de Mayo. Fue en 2006. Bergoglio fue Bergoglio. Criticó la “manipulación y la prepotencia”. Y los Kirchner fueron los Kirchner.
Hay una sola foto magistralmente retratada por el ojo de Víctor Bugge, el fotógrafo presidencial. Pura tensión. Néstor Kirchner aprieta la mano de Bergoglio y Cristina, detrás, apiña la mirada. La senadora llevaba un vestido inusual: una especie de sotana acampanada color obispo. Después, ambos cruzarían hasta la Plaza de Mayo para la primera y rotunda demostración de fuerza K ante 150 mil personas. Era el bautismo del poder kirchnerista. Frente al aparato peronista arrebatado al duhaldismo, CFK cambió la túnica por un trench de cuero marrón.
Hubo otra foto: el matrimonio presidencial abrazado frente a la multitud. Tanto gustó la foto que Giselle Fernández, la hermana de Cristina, irrumpió sorpresivamente y secretamente en el diario Hoy de La Plata para pedir una copia. La directora mandó a imprimir tres para entregarlas en un sobre papel madera. En rigor, era una foto de Télam. Las vueltas: poco queda de la agencia de noticias estatal, y la actual responsable del grupo de medios Hoy, María José Scottini, aparece en un video entregándole 25 mil dólares al presidente de San Lorenzo, el club de los amores de Francisco.
Para explicar en un examen el encono de los Kirchner con Bergoglio hay que sacar dos bolillas: Joaquín Piña y los curas villeros en el conurbano bonaerense.
En 2006, el obispo de Iguazú encabezó el frente “Unidos por la Dignidad” como primer convencional constituyente y derrotó a la lista del gobernador de Misiones Carlos Rovira, que buscaba habilitar la reelección indefinida para perpetuarse en el poder con el apoyo de Kirchner. La intervención en política de Piña contaba con el impulso del Arzobispo de Buenos Aires. El “plan Misiones”, frustrado por Bergoglio, iba a ser replicado en otras provincias e incluso ¿en la Casa Rosada?

Impotente, Kirchner tuvo que desistir del pedido de reelección de Felipe Solá en la determinante provincia de Buenos Aires, implantar a Daniel Scioli como sucesor bonaerense y diseñar el plan 4×4: un mandatado presidencial intercalado con Cristina Kirchner para llegar a los 16 años de kirchnerato. La explicación de por qué Axel Kicillof está muy cerca de romper con la expresidenta es que el plan tiene segunda temporada. Cristina y Máximo Kirchner quieren intentarlo a partir de 2027.
Cuando los Kirchner entendieron que el poder estaba en el conurbano, Bergoglio ya venía alentando a los curas villeros. Desde la crisis de 2001, el paco hizo estragos. La retirada de los punteros tuvo como correlato la presencia cada vez más urgente de los sacerdotes en los barrios marginados. Unidad básica que cerraba, parroquia que abría. Hoy ya son 100 los curas villeros y hay 200 Hogares de Cristo, que con el apoyo de Cáritas y el auspicio de Francisco, asisten contra las adicciones. “Reciban la vida como viene, sin preguntar” y “trabajen cuerpo a cuerpo” fue el mensaje que recibieron del papa. En el peronismo sintieron una competencia.
Otro dato significante. En 2007, tuvo lugar un hecho bastante excepcional. En Aparecida, Brasil, todos los obispos latinoamericanos protagonizaron la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y Caribeño (CELAM), también conocida como Conferencia de Aparecida. Fue inaugurada por el papa Benedicto XVI y la redacción final estuvo a cargo de Bergoglio, que llevó como mano derecha para esa misión a Víctor “Tucho” Fernández. Cuando lo nombraron, el papa le obsequió a Cristina Kirchner ese documento para “que pesque de qué va lo cosa”.
Víctor “Tucho” Fernández es el delegado de Francisco en la provincia de Buenos Aires. Pasó de cura raso a rector de la Universidad Católica. De Arzobispo de La Plata en 2018 a cardenal en 2023, designado prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe. Es uno de los cuatro argentinos que elegirán al próximo papa.
“Tucho” Fernández fue una bisagra en el Arzobispado de La Plata, con un poder equiparable al de un gobernador. Hasta entonces había sido liderado por el ultraconservador Héctor Aguer. Fue clave para que Bergoglio recibiera en junio pasado a Kicillof en el Vaticano. La relación había tenido un comienzo frío. “Vos sabés que el Gobernador vino como candidato, pero después no apareció más”, fue el comentario que un peronista recibió en la Catedral de La Plata. Ahora Kicillof y Tucho Fernández son cercanos. Bergoglio siempre priorizó la amistad con Juan Grabois. “Que los de La Cámpora no vengan más”, decía en el último tiempo a un círculo muy íntimo.
El actual arzobispo de La Plata Gustavo Carrara viene de la Pastoral de las Villas. Hace tres años, recibió a un obispo italiano, enviado por Francisco, que traía una donación para los Hogares de Cristo. Una de las recorridas para conocer la obra los llevó a “la casa de las chicas trans”. “Hola, padre, qué linda visita”, los recibió una de ellas. Entonces, optaron por no publicitar las fotos porque “la Iglesia aún no está preparada”. El papa empujaba el cambio desde el llano.
La última visita oficial de un político argentino al papa fue la de Sebastián Pareja, el armador de Karina Milei en la provincia de Buenos Aires, en diciembre. Fue una gestión de deshielo después del plantón del canciller Gerardo Werthein al Vaticano en el aniversario de la mediación del cardenal Antonio Samoré en el diferendo por el canal de Beagle. La reacción del Gobierno fue después de que el papa criticara “en vez de pagar la justicia social pagó el gas pimienta” por el accionar de las fuerzas de seguridad en la marcha contra la suspensión de la movilidad jubilatoria.
Kicillof busca acercarse a los curas villeros. Milei sabe que no cuenta con ellos desde la misa en contra durante la última campaña. El Presidente sí tiene a la Iglesia Evangelista y a Kristalina Georgieva, que dijo: “Domésticamente, el país tendrá elecciones en octubre y es fundamental que no descarrile la voluntad de cambio. Hasta ahora no vemos que ese riesgo se materialice, pero insta a la Argentina a mantener el rumbo”. Desde Cristina Kirchner a Kicillof se persignaron y saltaron con un “vade retro”.
El martes tienen una estación clave en el vía crucis en el que alguno de los dos será crucificado. El kicillofismo intentará torcerle la pulseada por el cronograma electoral. Hay un plan. Será el “Megafón, o la guerra” bonaerense. Francisco podría devolverle a CFK: “te espera tu batalla terrenal”.
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