A lo largo de los años, Máxima Zorreguieta demostró que la moda es una parte esencial de su vida. Tanto en sus primeros años en Buenos Aires como en su posterior etapa en la ciudad de Nueva York, fue encontrando su propio estilo, con elegantes conjuntos de pantalón y saco, carteras y zapatos de tacón. Pero, todo cambió a finales de la década del 90 cuando conoció al heredero de la corona neerlandesa, Guillermo Alejandro. Se casaron el 2 de febrero de 2002 y 11 años después, tras la dimisión de la reina Beatriz, asumieron como reyes de los Países Bajos.

Durante todo este período, Máxima se convirtió en una de las integrantes de la realeza más distinguida a la hora de vestirse. Es una de las principales impulsoras de la moda circular y no duda en reutilizar outfits en más de una ocasión. Asimismo, siempre se ocupa de demostrar que los accesorios son clave para realzar un look. Es fanática de los tocados, de los aros colgantes y principalmente de los prendedores. Justamente en su más reciente actividad llevó sobre el hombro una original pieza “de ocho patas” que se robó toda la atención.

El martes 18 de febrero, la reina nacida en la Argentina estuvo en la ciudad de Róterdam para visitar el Centro de Experiencia post-COVID del Centro Médico de la Universidad Erasmus (Erasmus University Medical Center). Según reveló la casa Orange-Nassau, en los Países Bajos “entre 300.000 y 500.000 adultos tuvieron coronavirus, de los cuales aproximadamente 100.000 presentan molestias graves que los limitan en la vida diaria”.

Zorreguieta mantuvo conversaciones sobre el enfoque nacional para la atención posterior al COVID, recorrió las instalaciones, se sacó algunas fotos y dialogó tanto con pacientes como con proveedores de atención médica.

Como no podía ser de otra manera, el outfit formal y elegante de la reina nacida en la Argentina no pasó inadvertido. Lució una capa larga de lana en color negro de Natan, su casa de modas de cabecera, con una blusa de manga larga de neopreno a tono y para cortar lo monocromático optó por un pantalón blanco tiro alto corte palazzo. En esta oportunidad dejó de lado sus clásicos stilettos y usó un par de botas de tacón acordonadas de Gianvito Rossi con un clutch en el mismo color.

La reina buscó mantenerse dentro de la gama del blanco y el negro y si bien las prendas que eligió fueron discretas, pero sofisticadas, decidió poner toda la atención en los accesorios. Sobre el hombro derecho lució un llamativo prendedor de piedras negras en forma de araña y lo combinó con unos aretes confeccionados con pequeñas piedritas negras.

Zorreguieta es fanática de los prendedores y los usa para elevar sus outfits y darles su toque personal. Si bien tiene algunas piezas más discretas, lo cierto es que opta por usar las que son “menos convencionales”. De hecho, a mediados de enero participó de la inauguración de la Exposición Nacional de Educación que se llevó a cabo en el Royal Jaarbeurs de Utrecht y usó un prendedor verde y dorado con brillantes en forma de serpiente, el cual combinó a la perfección con sus delicados pendientes en forma de flores.

En dicha oportunidad la reina combinó el llamativo accesorio con una blusa de manga larga de neopreno, justamente el mismo modelo que usó esta semana pero en un tono verde pino, y en lugar de combinarla con un palazzo, usó una falda midi de cuero verde musgo, unas botas altas de tacón color nude y un clutch a tono para equilibrar el color verde.