El conflicto que involucra a dos millones de afiliados del Instituto Médico Asistencial de la Provincia (IOMA), y en medio de un paro de cuatro días de los médicos agrupados en FEMEBA, escala a un punto de no retorno porque la entidad acaba de denunciar que la obra social “es una caja política de La Cámpora”.

FEMEBA acusó “desvíos de fondos” a intermediarios de las prestaciones vinculados a la agrupación que conduce Máximo Kirchner. Según el documento público, la maniobra ilegal sería a través de los policonsultorios, una modalidad adoptada por el IOMA para determinadas prácticas. Ese sistema transforma a la obra social de financista del sistema a prestadora, directamente, con efectores propios. Ese es el nudo del pleito que ya lleva varios meses.

El enfrentamiento comenzó en el momento en que IOMA decidió eliminar el contrato con FEMEBA en 19 distritos de Buenos Aires. Fue por “alto nivel de cobros indebidos” de los médicos. Desde entonces, la tensión no pudo ser superada y concluye esta semana con un paro de actividades de profesionales hasta el jueves.

La ponderación de los actores deriva, ahora, desde lo institucional a un terreno político, toda vez que FEMEBA sostiene la existencia del “aval” del ministro de Salud, Nicolás Kreplak, para los desvíos presuntos en favor de La Cámpora. En todo este tiempo, de acuerdo con la misma argumentación, “a espaldas de Axel Kicillof”. Los responsables de la entidad instalan este supuesto, además, con un soslayo en la pelea del propio Kicillof con Máximo Kirchner. Por eso, aunque el gobernador es el responsable final de la administración, es colocado a resguardo de la denuncia. Hasta la interna partidaria es objeto de atención aquí, donde se mueven millones de pesos.

“La conducción de IOMA ha resuelto abandonar a más de 155.000 beneficiarios de 19 partidos de la provincia de Buenos Aires y condenarlos a perder su médico de confianza y tener que atenderse exclusivamente en el hospital público, en el mejor de los casos. Esta conducta implica una espectacular transferencia de fondos a intermediarios con fines de lucro, evidentemente vinculados al ministro Kreplak y a la actual conducción de IOMA”, menciona el texto de la Federación.

Rápido vino la respuesta: “Ante la determinación (del paro) IOMA debitará del pago de la cápita lo que corresponda por los 4 días lock out a la salud de las y los afiliados a la obra social. Esta medida es consecuencia del incumplimiento de la entidad del acuerdo que todavía sostiene con nuestra obra social en un centenar de distritos de la provincia de Buenos Aires”, resulta el contraataque oficial.

Para el presidente de IOMA, Homero Giles, se trata de “una corporación rica, la mayor corporación médica del país. Si te metés con ellos, te van a hacer la vida imposible”. Y agregó: «Desde hace 20 años que el servicio de FEMEBA es malo, con cobros indebidos. Hoy hay médicos que quieren atender por IOMA, pero no los dejan. Les dijimos (a la entidad)´hagamos una auditoría´, pero ellos no quieren”.

Una de las controversias representa la actividad de los policonsultorios, que son pequeñas clínicas exclusivas para sus afiliados. Ya funcionan 232 en el territorio provincial. Sigue en expansión, con objeciones a la transparencia en el manejo de los recursos. En este caso, siempre con atención a la denuncia, en beneficio de un sector político. La presunción es la vinculación de la cámara sectorial que agrupa este tipo de servicio (la ACEAPP, Asociación Civil de Establecimientos Asistenciales y Prestadores Privados) con La Cámpora.

Con sede en La Plata, la ACEAPP recibe los fondos de IOMA y le paga a los titulares de policonsultorios, que a su vez les abona a los médicos que se desempeñan en ellos. Su directora es Silvina Fontana, ex subsecretaria de Planificación del Ministerio de Salud bonaerense, y actualmente pediatra en el Hospital “Mi Pueblo” de Florencio Varela. La presunta vinculación con la agrupación de Máximo K. pasaría por haber firmado un convenio de colaboración con el PAMI, cuando éste se encontraba a cargo de la camporista Luana Volnovich.

Otra vez, entonces, FEMEBA insiste: esta situación “no sólo demuestra el interés económico de la conducción de IOMA, sino que también implica una espectacular financiación de La Cámpora, organización que, paradójicamente, mantiene una puja interna con el actual gobernador”.

“Los titulares de las distintas empresas a las que el Instituto les transfiere dinero, no sólo mantienen los vínculos antes mencionados, sino que no resisten la más mínima auditoría, como ocurre por ejemplo con la fundadora de RM Salud Integral, una ´empresaria´ de 20 años de edad, domiciliada en La Matanza, sin los más elementales antecedentes en la gestión de Servicios de Atención Médica, y que en fecha similar creó una empresa agropecuaria y una de marketing”, señala el comunicado de la Federación.

Luego, sostiene: “Entendemos que el gobernador no está incluido en la repartija del dinero que IOMA traslada a entidades privadas, y confiamos en que asuma su responsabilidad de cuidar la salud de los bonaerenses, y deje en claro que está al margen de los manejos poco transparentes de su gobierno”, firma la Mesa Ejecutiva de la FEMEBA.

Kicillof no se pronunció aún. Es probable que respalde la gestión de la obra social. Un párrafo crítico desataría un vendaval interno en su administración.