POLITICA
Mejor no confundir a Javier Trump con Donald Milei
Es tan grande la tentación detonada por las aparentes coincidencias como equivocado establecer parangones ahí donde hay realidades de dimensiones muy diferentes y fenómenos de orígenes distintos.
Es fácil confundirse y hacer una traducción lineal entre el fenómeno de la resurrección de Donald Trump y la aparición de Javier Milei.
Es la primera vez que un presidente de Estados Unidos y otro de la Argentina coinciden en pertenecer al mismo club político global: el del populismo conservador
Por lo mismo, no debe ignorarse que acaba de producirse una posibilidad sin muchos precedentes: es la primera vez que un presidente de Estados Unidos y otro de la Argentina coinciden en pertenecer al mismo club político global, unidos por la bandera de derribar las viejas formas y arremeter contra los sistemas tradicionales de poder en los países en nombre de un acentuado populismo conservador.
Carlos Menem llegó cuando Ronald Reagan se había ido y entonces nadie pudo decir que ambos militaban bajo los mismos colores. Lo que en verdad ocurrió fue que el argentino tomó las herramientas y políticas de aquel carismático actor de Hollywood que pasó a la historia como el presidente norteamericano que presenció el hundimiento de la Unión Soviética. El riojano mantuvo una relación estrecha con golf y tenis incluidos con George Bush, el sucesor de Reagan.
El catálogo de insultos y de reacciones airadas de Trump y Milei invitan a imaginar que responden a un mismo esquema premeditado; ninguno actúa de sí mismo, son auténticamente así
A imagen y semejanza de Menem, Milei propuso una relación de alineamiento pleno con Washington aun sin saber si se cumpliría su deseo de coincidir con Trump en el poder. La dimensión del acercamiento con los Estados Unidos incluye una purga ideológica en la Cancillería que empezó por la propia canciller Diana Mondino, siguió con varios funcionarios y todavía no alcanza a saberse si será más que un anuncio para los diplomáticos de carrera.
El libertario irrumpió en la política argentina por causas similares, aunque no iguales al resurgimiento de Trump. Y con un libreto idéntico: promesa de construcción a partir de una demolición previa, desprecio por los adversarios y negación del valor del periodismo.
El catálogo de insultos y de reacciones airadas invitan a imaginar que responden a un mismo esquema premeditado. Ninguno actúa de sí mismo; son auténticamente así: ásperos, egocéntricos y portadores de un nuevo sentido común que niega los cánones establecidos al momento de sus llegadas.
El contagio que puede provocar un presidente en Washington que bordea lo autocrático no será sin embargo causa sino efecto de procesos similares; la crisis de la democracia antecede al éxito de personajes como Trump
Lo que sigue es el conocimiento entre ambos presidentes que, por ahora, no pasó de un saludo entre bambalinas en un acto conservador en los Estados Unidos. Uno recién llega; el otro acaba de regresar sin haber perdido protagonismo desde que irrumpió y rompió los moldes de la circunspección norteamericana.
Es mucho más esperable que Milei llegue a Trump por las afinidades de estilos que por la prioridad que el nuevo gobierno republicano le puede dar a América Latina.
México, para empezar, por la relevancia del intercambio comercial y la frontera compartida, como el resto de los países centroamericanos que aportan migrantes en cantidad, aparecen como asuntos más próximos al interés de Trump de ofrecer soluciones espectaculares a problemas complejos. En ese caso todo tiene más que ver con una respuesta a una demanda interna –la inmigración– que a un asunto de política exterior.
Como candidato, el gran ganador del martes prometió intervenir de verdad en la complicada trama del narcotráfico mexicano que distribuye y ahora también produce drogas en Estados Unidos. ¿Será una promesa al estilo del de la construcción del muro fronterizo de su primer mandato?
La dimensión de los compromisos de Trump es inversamente proporcional a la posibilidad de cumplirlos. Sin precedentes en los últimos 130 años de política en los Estados Unidos, el regreso tras una derrota del magnate es hijo de una ola de impaciencia y hartazgo que impulsa a los electorados de distintos países a cambiar radicalmente y a toda velocidad de gobernantes y de recetas.
Abundan los presidentes y primeros ministros nacidos fuera de partidos tradicionales, aquí y allá. En Francia y en Italia, como en Chile o la Argentina. Trump primero capturó al partido republicano y luego avanzó hasta exportar nuevos libretos aplicados en nombre del cambio de paradigmas y de las soluciones rápidas.
El freno institucional del sistema estadounidense morigeró sus impulsos intempestivos y bloqueó el intento de no reconocer su derrota en 2020 e influir para un sangriento y patético asalto al Capitolio. Ahora regresó recargado, con el control de las dos cámaras del parlamento, más una mayoría conservadora en la Corte Suprema establecida durante su anterior mandato.
El contagio que puede provocar un presidente en Washington que bordea lo autocrático no será sin embargo causa sino efecto de procesos similares. La crisis de las formas democráticas antecede al éxito de personajes como Trump en Europa y América, y son una explicación que no podría ser nunca una justificación.
La acción por imitación nunca será del todo posible en tanto haya contextos distintos que la hagan posible o lo eviten. Milei convive por ahora con un sistema político en ruinas que está en proceso de volver a vertebrarse con él como uno de sus principales protagonistas.
Es así como el afianzamiento del presidente libertario depende en parte de alguna colaboración concreta de Trump. Al fin, fue en los tiempos de su primer mandato que Mauricio Macri, con quien tenía un conocimiento previo, consiguió como un salvavidas de plomo el enorme crédito del Fondo Monetario Internacional.
Ni Milei ni ningún otro presidente argentino viajará por lo mismo a Washington, pero está claro que contar con un aval de la Casa Blanca para un refinanciamiento es una necesidad y también una posibilidad abierta por la común pertenencia a la creciente liga conservadora mundial.
Los argentinos que conocieron a Trump ya le podrían ir advirtiendo a Milei que el nuevo presidente no hace favores sin recibir algo a cambio en el mismo momento.
No servirá de mucho una foto y un abrazo si cuando se queden unos minutos a solas Milei no tiene en la manga una contraprestación para el favor que le pedirá a su álter ego. Trump necesitará mostrar que ha ganado. Y Milei también.
POLITICA
Por qué leer es el equivalente a una sesión de gimnasio para tu cerebro
La lectura a menudo se compara con un entrenamiento para la mente, al igual que el ejercicio físico es para el cuerpo. Como levantar pesas puede fortalecer los músculos, sumergirse en un libro puede reforzar las habilidades cognitivas.
Beneficios que proporciona a tu cerebro:
Mejorar la función cognitiva
Abarca una serie de habilidades mentales, como la memoria, atención y resolución de problemas. Juega un papel fundamental en la mejora de estas habilidades, ya que al hacerlo estás consumiendo información pasivamente pero el cerebro participa activamente en el procesamiento y la comprensión del material.
Este órgano necesita estimulación constante para funcionar de manera óptima. La lectura involucra las partes del mismo que procesan el lenguaje, activa regiones asociadas con el procesamiento visual, la comprensión y el pensamiento crítico.
Desarrollo de vocabulario y habilidades lingüísticas
El lenguaje es una herramienta poderosa, y cuantas más palabras tengas a disposición, mejor equipado estarás para comunicarte de manera efectiva. La lectura es una de las formas más efectivas de ampliar el vocabulario y refinar las habilidades lingüísticas.
En cada libro se presentan nuevas palabras, frases y formas de estructurar las oraciones. Este vocabulario ampliado no se trata solo de conocer más palabras, sino de comprender sus matices, contextos y uso apropiado.
A los lectores a menudo les resulta más fácil articular sus pensamientos, emociones e ideas, en forma escrita como hablada. Estar expuesto a diversos estilos y tonos de escritura ayuda a adaptar la comunicación a diferentes audiencias y contextos.
Aumentar la concentración y el enfoque
En medio de la vorágine de la digitalización y el ritmo acelerado de la vida moderna, con notificaciones constantes y multitarea, mantener el enfoque se convirtió en un desafío. La lectura ofrece un respiro de estas distracciones y sirve como campo de entrenamiento para la concentración, ya que hay que seguir una narrativa, comprender el desarrollo de los personajes y detalles intrincados. Esta práctica de mantener la concentración durante períodos prolongados puede trasladarse a otras áreas de la vida.
Antídoto contra el estrés
La literatura ofrece un portal a diferentes mundos, épocas y experiencias. Sumergirse en una narrativa apasionante permite un escape temporal de las preocupaciones del presente.
Estimular la empatía
Fomenta las conexiones, promueve la comprensión y sustenta las interacciones sociales armoniosas. Con su poder de transportar a diferentes mentes y mundos, desempeña un papel en el fomento de esta cualidad.
Al profundizar en las intrincadas emociones, motivaciones y desafíos que enfrentan los personajes, se cultiva una comprensión matizada del comportamiento humano y se aumenta la inteligencia emocional.
Mejorar la memoria
Con un libro hay que recordar muchos detalles, como personajes, historias de fondo, giros de la trama y los escenarios. Hacer un seguimiento de estos elementos requiere que el cerebro cree nuevas sinapsis y fortalezca las existentes, mejorando la capacidad de memoria.
Comprometerse con una narrativa convincente o un texto informativo aumenta el recuerdo a corto plazo y ayuda a la consolidación de los recuerdos a largo plazo. Leer es similar a un entrenamiento de memoria. Al desafiar al cerebro a retener y procesar información, se garantiza que la memoria permanezca nítida y ágil.
Fomentar el pensamiento analítico
El pensamiento analítico, la capacidad de evaluar críticamente la información y sacar conclusiones lógicas, es una habilidad que tiene un valor inmenso en varias esferas de la vida. La lectura, con sus tramas intrincadas y personajes multifacéticos, sirve para perfeccionar esta habilidad.
Cuando los lectores se involucran con un texto, a menudo se les pide que hagan predicciones, evalúen las motivaciones de los personajes y disciernan los temas subyacentes. Este proceso de reflexión y análisis agudiza las habilidades de pensamiento crítico. Por ejemplo, al leer una novela de misterio, a menudo se juega a ser detectives, juntando pistas y haciendo predicciones sobre el resultado.
La literatura a menudo profundiza en problemas sociales complejos, dilemas morales y emociones humanas. Esto desafía a lidiar con las ambigüedades, reconocer las sutilezas y formar opiniones bien razonadas.
Aprendizaje continuo
Los libros alimentan el espíritu de curiosidad, abren las puertas a nuevos mundos, ideas y conocimientos, asegurando que la búsqueda del aprendizaje nunca cese.
Fuente: Resoomer
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