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POLITICA

“Ni fusión ni rivales”: nueva cumbre entre Javier Milei y Mauricio Macri para bajar la tensión

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Ni fusión ni rivales: por ahora, aliados por el rumbo”. Con este concepto, un interlocutor que conoce muy de cerca la relación entre Javier Milei y Mauricio Macri se refirió a la reunión que en la noche de este martes mantendrán en la Quinta de Olivos, con la intención de mantener un vínculo fluido y atemperar la tensión que la semana pasada quedó expuesta como nunca desde que sellaron el Pacto de Acassuso y que dejó sobrevolando un clima de desconfianza entre ambos.

La cumbre será en la previa a que el ex Presidente reaparezca públicamente en un acto en Entre Ríos y del viaje realizará a Asia y África que lo mantendrá alejado de la coyuntura local.

“Puede haber matices y distintas opiniones en algunos temas, pero Javier valora y quiere cuidar su relación con Macri”, indicaron desde el Gobierno al confirmar el encuentro, que inicialmente estaba previsto para este lunes, pero que debió postergarse por temas de agenda del Presidente.

“Habían quedado en verse desde la semana pasada para seguir trabajando en la misma línea que lo venían haciendo (antes de las votaciones en el Congreso), está todo bien entre ellos. Quienes los quieren dividir siguen quedando en offside”, dijeron desde el entorno de Macri.

En efecto, a pesar de los reproches cruzados y de la dura reacción del Gobierno a las dos votaciones en las que no pudo contar con el PRO, hasta entonces su aliado incondicional; ambos dirigentes dejan saber que la relación “está intacta” y que “no tienen nada que aclarar” por lo sucedido la semana pasada, cuando el macrismo se diferenció por primera vez de La Libertad Avanza en el Congreso.

Sin embargo, después del primer cimbronazo, cuando Macri ordenó votar contra el DNU que destina 100 mil millones de pesos para fondos reservados destinados para Inteligencia a través de la SIDE, el propio Milei buscó apaciguar las aguas e invitó a Macri a la Quinta de Olivos para reafirmar su alianza.

“No nos vamos a pelear por esto, nuestra relación sigue igual que siempre. Compartimos el rumbo”, fue uno de los mensajes del Presidente en una cena que pareció poner fin a la arremetida libertaria que se advirtió en redes sociales contra el ex mandatario y al duro comunicado en el que el PRO plantó bandera y advirtió que medidas discrecionales como ese decreto de necesidad y urgencia “no es el cambio”.

Luego de que el jueves el Gobierno volviera a sufrir un traspié en el Senado con la aprobación de la reforma jubilatoria, el Presidente endureció el tono y admitió que las explicaciones que en privado le había dado Macri “no” le resultaron “satisfactorias”. En rigor, según pudo saber Clarín, el líder del PRO no llegó a avanzar demasiado en su argumento y el jefe de Estado le pidió evitar el tema porque no iban a “estar de acuerdo”.

Aquella cita fue en muy buenos términos pero el clima volvió a enrarecerse el viernes con los dichos de Milei. Tanto que el ex mandatario salió a aclarar dos veces que apoyaba el veto anunciado por Milei y exponiendo sus diferencias con el voto de su bloque de senadores. “No maneja a su tropa”, ironizó el libertario.

Aunque no se animan a decirlo en público, algo similar piensan los alfiles PRO al señalar los ataques por redes sociales que recibió Macri de dirigentes de LLA.

Ahora, ambos dirigentes quieren reencauzar el vínculo y trazan canales de diálogo entre sus colaboradores: el Presidente respaldó fuertemente a su asesor Santiago Caputo, objetado por Macri, y dispuso que tienda puentes con el jefe de los diputados macristas, Cristian Ritondo. La idea es aceitar la coordinación entre ambas fuerzas, algo que el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, admitió que faltó en el último tiempo. “Mauricio ya no quiere hablar con Santi y con Sandra (por Pettovello, la ministra de Capital Humano) puede hablar de otros temas pero no el detalle”, explicaron en Balcarce 50.

Mientras Milei necesita el respaldo de Macri para evitar que la oposición le vuelva a asestar un golpe en Diputados por la ley de jubilatoria y desestimar los planteos de juicio político que azuza el kirchnerismo, el líder PRO insiste con la idea de ayudar a apuntalar el rumbo del Gobierno pero avisa que mantendrá sus diferencias en algunas cuestiones: por caso, según pudo reconstruir este diario, ya le avisó que en el Senado tampoco validará el DNU de la SIDE. “No me afecta en nada”, dice en privado, que a diferencia de lo que cree un sector de su tropa no considera que Macri intente desestabilizarlo.

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POLITICA

Otro capítulo de la interna del Gobierno: Villarruel esquiva las fotos de las derrotas en el Senado

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Victoria Villarruel juega su propio partido, arma su agenda con actividades en el interior del país tratando de fortalecer su imagen pública y busca de mantener una base de votos. Eso puede explicar la ausencia de la vicepresidenta en cada foto del recinto del Senado en la que el Gobierno cayó derrotado, ya sea por iniciativa del kirchnerismo o del radicalismo.

Esto se repitió este jueves cuando el oficialismo tuvo un doble tropiezo en el Congreso cuando la oposición en su conjunto convirtió en ley el proyecto de financiamiento de las universidades, una propuesta que Javier Milei ya anunció que vetará por su impacto en el equilibrio fiscal. Obviamente el presidente está confiado en que podrá repetir lo ocurrido con el veto de la ley de movilidad jubilatoria que Diputados ratificó al asegurarse un poco más de un cuarto de la Cámara.

En la oposición ya hacen una lectura de la situación y entienden que el oficialismo tiene los votos para ratificar el futuro veto, incluso con mayor facilidad que emitido para frenar el aumento a los jubilados.

El otro revés que sufrió el Gobierno y que sin duda tendrá un impacto político más importante tiene que ver con el rechazo al DNU 656 que otorgó fondos millonarios a la SIDE para gastos reservados. Hay que reconocer que la vicepresidenta hizo lo posible para evitar que el kirchnerismo concrete su objetivo, pero no pudo evitar que Milei se convierta en el primer presidente de la historia al que le revotan un DNU.

En rigor, antes del inicio de la sesión sabía tanto ella como el secretario parlamentario Agustín Giustinian que la oposición terminaría colando el controvertido decreto que otorgó más de $100 mil millones para gastos en inteligencia. Aún así no tuvo más salida que mantener la sesión para aprobar el proyecto de Boleta Única de Papel (BUP), una iniciativa que la propia vice venía fogoneando desde que asumió la presidencia del Senado y que no tuvo en los primeros meses el apoyo de la Casa Rosada.

Victoria Villarruel en uno de los momentos en que participó en la sesión del Senado. Foto: Federico López Claro.

Justamente, la propuesta que reforma el sistema de votación, aprobada con 39 a favor y 30 en contra (todos del peronismo), fue la única votación que contó con la presencia de la vicepresidenta. Villarruel abrió el debate y comandó la consagración de la BUP que venían reclamando desde la Presidencia para ponerla en práctica a partir de las elecciones legislativas del próximo año.

Villarruel no estuvo para la aprobación de financiamiento universitario y la caída del DNU

Sin embargo, cuando arrancó el debate de la ley de financiamiento universitario, Villarruel cedió el sillón de la presidencia a Bartolomé Abdala, el senador caído en desgracia después de revelar, casi en forma infantil, que tenia 15 asesores y la mayoría estaba en San Luis porque su objetivo es ser candidato a gobernador de su provincia.

Revisando los antecedentes de las sesiones, hay un dato que marca la decisión de Villarruel de evitar ser el rostro de la derrota del Gobierno. Desde el inicio del período ordinario de sesiones, la vicepresidenta sólo estuvo en una de las sesiones en las que el oficialismo fue derrotado. Ocurrió en marzo, cuando la oposición se unificó para voltear el mega DNU 70/23, que impulsaba una amplía apertura de la economía y modifica unas 300 leyes. El tema quedó cajoneado en Diputados, donde el oficialismo lo mantiene blindado, a la espera de que se resuelva su judicialización.

La vice también participó activamente en la sesión de abril en la que se aprobaron pliegos de los embajadores. Hubo algunos cuestionamiento al actual embajador en Israel el rabino Axel Wahnish, quien busca llevar la sede diplomática a Jerusalén, en sintonía con lo resuelto en su momento por el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Bartolomé Abdala durante el debate por el financiamiento de las universidades. Foto: Federico López ClaroBartolomé Abdala durante el debate por el financiamiento de las universidades. Foto: Federico López Claro

En aquella sesión también se aprobaron los pliegos de los embajadores Guillermo Nielsen (Paraguay), Gerardo Werthein (Estados Unidos), Mariano Caucino (India) Ian Sielecki (Francia) y Sonia Cavallo (OEA), hija del ex ministro de Economía, Domingo Cavallo.

El momento en que Villarruel tuvo una participación estelar fue el 13 de junio y estuvo presente a la hora de la votación de la Ley Bases cuando dio un fuerte discurso de barricada destacando que «los argentinos habían votado un cambio». La votación terminó empatada en 36 y la vicepresidenta tuvo que desempatar dejando una frase con sello personal: «Para esos argentinos que merecen recuperar el orgullo de ser argentino, mi voto es afirmativo». Aquel momento le sirvió como para aliviar la presión interna del Gobierno.

Pero días después, el 4 de julio, cuando el kirchnerismo intentó colar en una sesión el proyecto de movilidad jubilatoria tampoco estuvo presente Villarruel, quien volvió a ser reemplazada por Abdala en el estrado de la presidencia. Aquella jornada, el radicalismo le tiró un salvavidas y el Gobierno celebró como un triunfo haber postergado unos días lo que se concretó el 22 de agosto con la aprobación de la nueva fórmula de actualización de las jubilaciones que Milei terminó vetando.

El juez federal Ariel Lijo durante la audiencia pública en el Senado.FOTO DANIEL VIDES NAEl juez federal Ariel Lijo durante la audiencia pública en el Senado.FOTO DANIEL VIDES NA

Está claro que la vicepresidenta retacea su apoyo al Gobierno en aquellos temas que le puede tener un costo político grave. No militó por el pliego de Ariel Lijo para la Corte Suprema de Justicia e incluso se puso de la vereda de Javier Milei al apuntar que el juez federal «no tiene los pergaminos» para integrar el máximo tribunal. Una sentencia que terminó por congelar no sólo esa nominación sino también la de Manuel García-Mansilla, el otro postulante del Presidente.

Se viene el Presupuesto 2025 y la vice ya recibió la invitación para el domingo, cuando Milei presentará la propuesta en el recinto de Diputados. Ahora habrá que esperar que margen de maniobra le dará el Gobierno en la negociación para buscar un triunfo.

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