Una nueva oportunidad de mercado para los productos agrícolas se abrió en Malasia para la Argentina con la certificación Halal a una compañía que certifica plantas frigoríficas, granos y oleaginosas con ese destino. Actualmente, solo un frigorífico argentino cumple con los estándares del rito Halal exigidos en ese país. La carne vacuna, junto con granos y oleaginosas, encabezan la lista de productos demandados y con un potencial exportador en el corto plazo. Así, en un evento que se realizó este martes se destacó la predisposición del gobierno malayo para promover negocios internacionales con el gobierno de Javier Milei, por lo que buscan fortalecer la cooperación económica bilateral. En el mientras tanto, se espera que más empresas argentinas se adapten a los estándares Halal para acceder a este mercado estratégico. Halal se refiere a los alimentos que cumplen con lo prescripto por el Islam en alimentos.

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“Tenemos una gran demanda de los productos agrícolas y la Argentina fue el principal importador de productos como la soja, la carne de res y el maíz, que son muy importantes para nosotros en términos de productos. Esperamos que con la certificación Halal tengamos más carne argentina, porque a la empresa de Argentina que exporta a Malasia le imponemos un arancel cero. Es decir, no tienen ningún arancel los productos agropecuarios como la carne, pero debe tener la certificación Halal”, dijo a LA NACION, Azman Rahim, embajador de Malasia en la Argentina, quien también pidió por el fin del cepo. Reiteró que cualquier tipo de carne que se exporte a Malasia debe tener certificación Halal. Una vez que se obtiene el Halal, el exportador tiene arancel de importación cero.

Fue en un acto en la embajada de Malasia, donde se otorgó la certificación a The Halal Catering Argentina, que fue restablecida como organismo certificador del rito Halal extranjero de Malasia. Hasta ahora solo el frigorífico Azul Natural Beef está llegando a Malasia; es el único que cumple con los estándares y requisitos del rito Halal, por cuenta propia. Si bien, en el mercado existe otra certificadora, no se dedica a certificar productos agropecuarios o frigoríficos. Por eso, se resaltó que a partir de esta habilitación, la Argentina estará habilitada para hacer envíos con certificación Halal de productos agrícolas.

“Este nuevo gobierno está a favor de los negocios; realmente lo apoyamos porque nos gusta que la Argentina sea una economía abierta. Como bien se sabe, tenemos inversiones e intercambios comerciales en común”, señaló el embajador. Recordó que en el sector energético está Petronas, las inversiones del empresario malayo, Tan Sri Arumugam, en Las Leñas, Mendoza o compañías de construcción, que llevan a ambos Estados a tener negocios por más de 10 billones de dólares.

“Me gusta el estilo del nuevo gobierno [de Milei], porque está a favor de los negocios, y esto significa más incentivo para que los inversores extranjeros vengan a invertir. Lo único que espero es que deje atrás el cepo. Esto es muy importante no solo para los inversores malayos, sino también para otros inversores extranjeros”, profundizó. Malasia fue el país que rechazó una ayuda del FMI en medio de una crisis financiera. En marzo pasado, en una gira en busca de inversiones, la excanciller Diana Mondino, viajó a Asia, cuyo primer país en visitar fue justamente Malasia, recordó el embajador.

Melody Amal Khalil Kabalan junto a su hermana Nadima Khalil Kabalan, de The Halal Catering Argentina, recibieron el certificado que posibilita certificar embarques y mercadería con el rito Halal. Después de que una empresa solicita la certificación del rito Halal, las autorizaciones se presentarán a JAKIM, la autoridad gubernamental de Malasia responsable de la certificación Halal en Kuala Lumpur, quienes harán una auditoría a la empresa para comprobar que se respetan los estándares y luego después de eso obtiene la certificación de aprobación del rito Halal.

“Esto será un testimonio de confianza y asociación entre nuestras naciones y subraya el compromiso de Malasia de garantizar mejores estándares de integridad y calidad mundial. La historia del Halal ya no se limita a la producción, sino que ha evolucionado a diversos sectores de la economía mundial, incluyendo los farmacéuticos, cosméticos y turismo. Esperamos que muchas empresas argentinas puedan aplicar para tener ese reconocimiento. La certificación Malasia es ampliamente aceptado e importante en el mundo”, señaló el embajador.

Melody contó que la auditoría demoró cinco años en hacerse y fue el resultado mancomunado del trabajo público y privado. “Malasia es faro para el mundo islámico, en relación con las regulaciones y a todo lo que lleva el rito Halal para poder garantizar algo tan valioso”, precisó. En rigor, en los 80 se convirtieron en la primera certificadora de rito Halal en la historia de Malasia, estatus que se había perdido con los años. “Es un gran desafío certificar a la Malasia, hay que cumplir con una regulación muy óptima de los estándares Halal que son los más altos del mundo musulmán. Llevan mucha dedicación, tiempo y compromiso poder llevarlo a cabo y hay una mirada argentina con ganas de exportar a Malasia; eso ayuda muchísimo”, precisó la empresaria.

Malasia demanda lácteos y sus derivados. En este momento, necesitan granos, oleaginosas, aceites y principalmente carne vacuna argentina. “No se estaba haciendo en este último tiempo y hay muchas ganas de que los restaurantes malayos tengan la carne premium de nuestro país”, especificó. Los frigoríficos tienen que ser exclusivos Halal. Esto quiere decir que tienen que dejar de lado sus ventas al consumo no Halal y dedicarse específicamente a las regulaciones Halal dentro del establecimiento.

La empresaria señaló que hay una intención no solo desde el ámbito cárnico vacuno, sino también corderos en hacer envíos. The Halal Catering certifica exportaciones conforme al año, el momento y los destinos. A países de Asia, por ejemplo, certifican carne aviar, vacuna y cordero. En tanto, en los países árabes hay una gran presencia de exportaciones de leche o carne de cordero. Ahora, lo que resta para completar el círculo, son los entrenamientos con el JAKIM, el ente regulador de Malasia, que se tienen que compartir con los futuros posibles exportadores.