La designación de Marco Rubio como futuro secretario de Estado del electo presidente Donald Trump es una muy mala señal para el futuro de las relaciones de Estados Unidos con las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua. Es una incógnita para el futuro de las relaciones de Estados Unidos con China porque este ex legislador, halcón de origen cubano, fue promotor de una mayor dureza contra la potencia asiática. Tampoco es una buena noticia para el gobierno de Lula Da Silva, partidario explícito de la postulación de la demócrata Kamala Harris en las elecciones estadounidenses del pasado 5 de noviembre. En cambio, para Javier Milei, es todo lo que podía esperar.
Por cierto, la decena de posteo propios y reposteos exultantes de Milei en X alabando la figura de Trump y de Rubio muestra la felicidad que impera en este momento en el gobierno libertario con el nuevo contexto en la política de los Estados Unidos.
Rubio tuvo una relación con Argentina en estos últimos años en varios sentidos.
Por un lado, tuvo un vínculo directo con el expresidente Mauricio Macri durante su gobierno, a través de su entonces secretario de asuntos estratégicos Fulvio Pompeo. Se reunieron en 2018 en el marco de la Cumbre de las Américas realizada en Lima, Perú. Pero también Rubio se relacionó con algunos ministros del área de Seguridad, como Patricia Bullrich, quien ahora también lo recibió al frente de la cartera bajo la administración libertaria.
El propio Milei se reunió con el ahora designado nuevo canciller de Trump en el marco de una visita que el senador republicano realizó a Buenos Aires en febrero último. Tras ese encuentro, al que asistió en compañía del embajador Marc Stanley, Rubio publicó en sus redes sociales un fuerte mensaje de apoyo a la gestión del libertario. “Gran reunión con @JMilei, un fuerte aliado de Estados Unidos con un plan audaz para salvar a Argentina de un siglo de políticas socialistas desastrosas”, expresó a través de su cuenta en X.
Por otra parte, por su fuerte vínculo con la colectividad judía americana, Rubio se relacionó con el fiscal Alberto Nisman -quién apareció muerto en no esclarecida situación el 18 de enero de 2015- y con las instituciones de la colectividad en la Argentina. De hecho ha visitado la AMIA y también impulsó escritos a los distintos gobiernos de su país para que se empujara una mayor participación de Washington en el esclarecimiento del atentado terrorista del 18 de julio de 1994 en Buenos Aires que dejó 85 muertos.
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Otra arista de la relación de Rubio con la Argentina ha sido su duro enfrentamiento con el kirchnerismo. Incluso fue uno de los impulsores de que Cristina Kirchner sufriera sanciones a nivel internacional a raíz de las causas por corrupción que se sustancian en su contra, como el caso Vialidad, por el que este miércoles la Cámara de Casación Penal ratificó la condena de 6 años de prisión en contra de la ex vicepresidenta.
Rubio integró el grupo de cinco congresistas republicanos que el año pasado le envió una carta al ahora saliente presidente Joe Biden pidiéndole medidas inmediatas contra la ex presidenta para sancionarla por los hechos de corrupción. Al igual que en otro caso lo hizo el senador Ted Cruz, la carta -además de Rubio- la firmaron Jim Risch -miembro de alto rango del Comité de Relaciones Exteriores del Senado-, Rick Scott, Bill Hagerty y John Cornyn.
Con la llegada de libertario al Gobierno, los contactos del legislador cubano estadounidense con Milei y su equipo se incrementaron. Los primeros vínculos los hizo a través de una figura ligada al actual mandatario que vive en México: se trata de Gustavo Wolfenson, un ex periodista, escritor y miembro de la Cancillería en los años ´90, cercano al legislador libertario Ramiro Marra. Wolfenson lo puso en contacto a Rubio con Milei a través de Marra.
Si bien el Departamento de Estado no decide las políticas económicas, comerciales y financieras de su país, sus opiniones sobre son importantes, y sobre todo si es un funcionario fuerte como se puede esperar que lo sea. Pero eso lo dirá el tiempo. Él ya estableció un vínculo directo con Milei, que espera recibir dinero fresco de la nueva administración de Trump. Como secretario de Estado, Rubio se vinculará estrechamente con el canciller Gerardo Werthein y el designado embajador en Washington, Alec Oxenford.
Además del titular de la DGI, Andrés Vázquez, otro funcionario del gobierno está involucrado en la trama que investiga la compra de propiedades en Estados Unidos a través de sociedades radicadas en el exterior. Se trata del nuevo titular de ARCA, Juan Pazo, muy cercano a Luis Caputo, relacionado en el capítulo que tiene como protagonista central al diputado nacional Cristian Ritondo y a su esposa Romina Diago.
De acuerdo a la investigación del Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP), la sociedad Goformore LLC de Diago le compró un departamento a Harbour House 1533, de Pazo. Fue el 14 de marzo de 2013 cuando adquirió la propiedad, ubicada en el 10275 de Collins Avenue, Miami Beach. La operación, según plantean los investigadores, se hizo por US$ 580.000.
Juan Alberto Pazo es el titular de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) y políticamente responde a Luis “Toto” Caputo, con quien trabajó hasta el mes pasado en el Ministerio de Economía, antes de asumir en reemplazo de Florencia Misrahi como titular del ente tributario que sucedió formalmente a la ex AFIP.
Ese departamento, según una información de ElDiarioAr, fue vendido un año y medio más tarde, en septiembre de 2014, en US$ 650.000, cuando Diago constituyó un fideicomiso, Warwick Trust, y abrió otra sociedad en Islas Vírgenes Británicas (Sunstar Point) como manera de resguardo de una propiedad en Florida valuada en ese valor.
En su momento, Clarín consultó a fuentes cercanas a Pazo por cómo se dio esa operatoria. «No hay nada que explicar. La empresa vendió esa propiedad hace 11 años«, argumentaron y recordaron que Pazo, en ese entonces se desempeñaba de manera completa en el sector privado y no cumplía tareas de funcionario. También sostuvieron que Pazo, cuando ingresó al Gobierno, presentó todo como corresponde ante la OA, al igual que su esposa.
Denuncias contra Pazo
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Según reseñó el sitio Letra P en una nota reciente, Pazo cuenta con varias denuncias en la Justicia. Por caso, una de ellas la radicó el diputado ultrakirchnerista Rodolfo Tailhade, que detalló que en 2018, Harbour House 1533 se desprendió de ese inmueble, pero adquirió otra propiedad del mismo condominio que, según la tasación estadounidense, alcanza el millón de dólares. En ese entonces Pazo era superintendente de Seguros (SS) del gobierno de Mauricio Macri y no informó ese inmueble en su declaración jurada.
También se vincula a Pazo con la creación del «Programa de Sustentabilidad Ambiental y Seguros» (Prosas), que era conocido en el sector como Seguro Verde, a través del cual recibían el aporte «voluntario» de las compañías y que estaba compuesto del «1% sobre las primas emitidas netas de anulaciones correspondientes a los contratos de seguro de los Ramos Vehículos Automotores y/o Remolcados, Transporte Público de Pasajeros y Motovehículos.
Ese Seguro Verde motivó dudas sobre irrregularidades en torno al manejo de los fondos que se recaudaban allí y de la voluntariedad del mismo. En el juzgado federal del juez Sebastián Ramos se tramita una denuncia, que apunta directamente contra Pazo y Guillermo Plate, actual superintendente, debido a la supuesta «protección» que se le brindaba a las compañías que se adherían al Prosas y pagaban esa tasa de 1%.