En la previa de la reunión de la comisión de Presupuesto, y al filo del plazo para emitir dictámenes en el período de sesiones ordinarias, los bloques aliados y los llamados dialoguistas presionan al oficialismo en tándem con los gobernadores y preparan un despacho alternativo al enviado por el Poder Ejecutivo, con los cinco puntos exigidos por los mandatarios provinciales, con el propósito de que la Casa Rosada abra una negociación.

La comisión presidida por el oficialista José Luis Espert se reunirá este martes por la tarde, un día antes del límite para emitir dictámenes. Los gobernadores de lo que era Juntos por el Cambio consensuaron una serie de reclamos, en el trazo grueso compartidos por mandatarios peronistas y de partidos provinciales en la reunión del jueves en la sede del Consejo Federal de Inversiones (CFI).

Los cinco puntos giran en torno al reparto del 1,9% de los fondos coparticipables que retenía la disuelta AFIP, de los Aportes del Tesoro (ATN) no distribuidos y del Impuesto a los combustibles, el financiamiento del déficit de las cajas previsionales no transferidas y las compensaciones del Pacto Fiscal de 2017, para equiparar las deudas entre la Nación y los distritos.

De acuerdo con un cálculo del bloque Democracia para siempre, por las cajas no transferidas, los ATN y el consenso fiscal el costo alcanzaría el 0,29% del PIB. Con la ex AFIP, la Nación pasaría de recaudar 1,9% a 1,25%. Y con el impuesto a los combustibles los gobernadores reclaman eliminar las asignaciones específicas y distribuir todo por coparticipación.

“Se trata de persuadir al Gobierno, pero con lo que pasó en los últimos días vienen bastante agrandados. Ya empezamos a laburar una opción de dictamen, veremos qué quieren hacer”, contó este lunes uno de los diputados en conversaciones con los mandatarios provinciales y otros jefes de bloque en la previa a la definición de este martes.

Cristian Ritondo (PRO), Rodrigo de Loredo (UCR), Miguel Pichetto (Encuentro Federal) y Pablo Juliano (Democracia para siempre) acordaron con Alfredo Cornejo (Mendoza), Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y Rogelio Frigerio (Entre Ríos) armar el texto con los pedidos de las provincias. Por orden de Mauricio Macri, el PRO se sumó a esa postura y Luciano Laspina será el encargado de la redacción por ese espacio.

Para saldar las diferencias, consensuaron limitarse a los cinco puntos. “Hasta ahí, nene”, cruzó Pichetto a Juliano cuando habló de incluir la suba del presupuesto universitario y de las jubilaciones. El bloque de Democracia para siempre lo planteará en todo caso en el debate de los artículos en particular, en coincidencia con otros integrantes de Encuentro Federal más críticos del Gobierno.

Al oficialismo, pese a estar en franca minoría potenciada por la posición del PRO en este caso, le juegan a favor las divisiones entre los opositores y los tiempos. Si el Gobierno no cede y se multiplican los dictámenes, Unión por la Patria podría obtener el despacho de mayoría. En segundo lugar quedaría el del PRO, la UCR, Encuentro Federal y Democracia para siempre, y recién después el del oficialismo. Con ese escenario hay posibilidades de que en el recinto ningún texto reúna los votos y otra vez no se apruebe el Presupuesto, una opción que pretenden evitar los mandatarios provinciales más que la Casa Rosada.

A su vez, en caso de que en el recinto se imponga el dictamen de los dialoguistas, Javier Milei podría vetar parcial o totalmente. Ritondo transmitió la decisión de Macri de no darle soporte al Gobierno en esa decisión, a diferencia de jubilaciones y universidades, pero a los opositores no les quedaría tiempo para intentar revertirlo por el final del período de sesiones ordinarias. Tendrían que esperar hasta marzo.

“Lo más probable es que vayamos con nuestro dictamen. Hay cierto margen para algún cambio, mínimo, siempre con equilibrio fiscal”, adelantaron desde el oficialismo, sin abonar la expectativa de los mandatarios provinciales ni aparente preocupación por una eventual complicación en el tratamiento, a partir de las internas y la falta de coordinación entre los espacios opositores, lo que quedó expuesto en la sesión fallida de la semana pasada para reformar la ley de DNU.