En medio de la tensión con Cristina Kirchner, y ya iniciada la puja por las definiciones para las legislativas del año que viene, Axel Kicillof analiza el armado del calendario electoral en la provincia de Buenos Aires con una reforma política en la Legislatura o por decreto, según prosperen o no las negociaciones con La Cámpora, el Frente Renovador y los espacios opositores.

“Tiene que ser parte de un acuerdo, pero por ahora hay mucho ruido”, reconoció un ministro bonaerense. A partir de la implementación de la boleta única de papel en las categorías nacionales habrá dos urnas, aunque resta resolver la modalidad para los cargos provinciales y municipales, y si serán el mismo día o separadas también en la fecha.

Para ese acuerdo Kicillof ya inició contactos con referentes de Unión por la Patria. Se reunió con Sergio Massa, que le propuso avanzar con un cambio en el sistema de elección de los legisladores: que las listas no sean por sección sino por distrito único. El gobernador respondió que será motivo de análisis, con la estimación de que difícilmente tenga respaldo de bloques opositores como el radicalismo, más fuerte en el interior.

Kicillof también habló con Juan Grabois, el ex candidato a presidente que anunció su intención de postularse a diputado nacional en 2005, y dirigentes de otros sectores del espacio como el Movimiento Evita. Con La Cámpora, en cambio, todavía no hubo acercamiento luego del quiebre de la relación con Cristina Kirchner por los tironeos previos a su proclamación como presidenta del PJ.

“Las posibilidades están todas sobre la mesa. Vamos a esperar a ver qué pasa con las PASO nacionales y a tratar acá el Presupuesto y la ley impositiva. Ahí veremos si podemos negociar un tratamiento ordenado”, transmitieron cerca del mandatario provincial.

Para desdoblar la elección para legisladores locales y concejales, Kicillof no estaría obligado a enviar un proyecto a la Legislatura. Podría hacerlo por decreto, tanto en las generales como en las PASO, en este último caso si convoca antes de que lo haga el Gobierno, más allá de que algunos advierten sobre la conveniencia de que de cualquier modo reúna el aval parlamentario.

El desdoblamiento implicaría que los bonaerenses voten cuatro veces el año próximo para una legislativa, salvo que Javier Milei consiga su objetivo de eliminar las primarias nacionales, algo bastante improbable por la falta de apoyo en el Congreso incluso de sus aliados del PRO. Y un gasto extra para la provincia en organización y logística. Otra opción es que sean tres fechas en lugar de cuatro, con las PASO concurrentes y las generales separadas.

Esa alternativa tendría el propósito de diferenciar de manera más clara ambas elecciones y “provincializar” la campaña para cargos bonaerenses y municipales, independientemente de los candidatos nacionales, con la posibilidad de que la lista de diputados la encabece Cristina Kirchner. Más allá de las urnas separadas por la boleta única en un caso y posiblemente las sábanas en otra, en fechas diferentes el postulante nacional acaparará el protagonismo, en especial si se trata de la ex presidenta.

“Si adelantamos, la elección se provincializa y Axel hace su campaña con la confrontación de los dos modelos: lo malo de Milei y lo que está haciendo él. Con un buen resultado te apalancás para 2027, más allá de que no se va a desentender de la elección nacional”, evaluó un funcionario bonaerense sobre esa hipótesis.

Otro integrante del Gabinete planteó reparos, por las dificultades en la organización: “El principal problema es la logística. Sería la primera experiencia”. En el kirchnerismo fueron más vehementes en rechazar la chance de separar los comicios. “La provincia tiene una imposibilidad absoluta de hacerse cargo de la elección. Ya le cuesta con las 2.400 mesas para extranjeros (no votan cargos nacionales), ¿cómo haría con 40.000? Políticamente tampoco es conveniente”, aseguró una espada legislativa que responde a la ex mandataria.

La disputa por el PJ nacional terminó de deteriorar el vínculo de Kicillof con La Cámpora. Hubo algunos gestos de acercamiento, como el proyecto que presentaron Wado de Pedro y Juliana Di Tullio en el Senado para acelerar la apertura del Canal Magdalena o que la provincia se haga cargo de las obras, en sintonía con el gobernador. Pero otra vez afloró la feroz interna entre Mayra Mendoza y Jorge Ferraresi, por una nueva visita del intendente de Avellaneda a una villa de Quilmes, y la intendenta de La Cámpora arremetió en sus redes sociales contra Kicillof.

El gobernador buscó consensuar las definiciones electorales con los jefes comunales, y abordó el tema en una reunión a la que asistieron el propio Ferraresi, Fernando Espinoza (La Matanza), Juan José Mussi (Berazategui), Julio Alak (La Plata), Federico Achaval (Pilar) y Fabián Cagliardi (Berisso), entre otros.

“Se discutió la posibilidad de desdoblar la elección general, mayoritariamente estuvimos de acuerdo. Provincializás y seccionalizás la campaña. Muchos intendentes pueden ser candidatos a legisladores”, consideraron en uno de esos municipios. Una nueva reforma de la ley que prohíbe las reelecciones a los jefes comunales circuló como posible prenda de negociación con la oposición, aunque desde el massismo y el PRO aseguran que la rechazarán y en la gobernación lo niegan: “No va a entrar en este paquete”.