El flamante jefe de la bancada de la Unión Cívica Radical en la Cámara de Diputados de la Nación Argentina coronó tal vez el más rápido ascenso que pudiera registrarse con referencia a un legislador que tan solo alcanza a diez meses de mandato desde que asumió en diciembre del 2023.

Pablo Juliano es un joven abogado oriundo de Necochea que, como tantos otros bonaerenses del interior, deciden probar suerte en la capital bonaerense, con lo cual se considera hijo adoptivo de la ciudad de las diagonales.

Abrazó el radicalismo desde chico conmoviéndose con los discursos de distintos referentes generacionales como su coterráneo y ex diputado nacional, Pedro “Perico” Azcoiti, Federico Storani y hasta del propio Raúl Alfonsín, sea en actos o registros que documentan su memoria.

A poco de recibirse, quiso salir del plenario de los “random” y se decidió a hacerlo coordinado la formación de una de las tantas corrientes internas del radicalismo como lo es la Juventud Radical en Lucha.

La constitución de ese sector le dio bastante provecho doméstico y particular y fue cuando armó, a expensas de muchos de sus jóvenes correligionarios, una línea para apuntalar a Daniel Salvador, obvio, apostando a seguro, porque éste ya había ganado las elecciones del 2015.

Fue entonces que, con la compañía de otros dirigentes en ascenso como Martín Borrazás y Walter Miranda, ambos de Trenque Lauquen, armaron un campamento político allá por octubre o noviembre de 2015 para blindar un apoyo incondicional a quien iba asumir en la presidencia del Senado. Esto a Salvador le gustó mucho y tanto fue que lo designó a él como funcionario legislativo.

Obviamente que esa instancia fue muy enriquecedora para Juliano, quien se dedicó a construir aún más su proyección política, asumiendo la titularidad de la Juventud Radical y delegando su sucesión en Borrazás.

Su lupa siempre estuvo en acceder a una diputación nacional, que le fue bloqueada por distintos sectores radicales platenses por considerar que debía esperar su turno y demostrar mayor inserción en la movida partidaria local. Pese a eso, logró una candidatura en zona muy gris en 2017, en esos lugares que son difíciles de alcanzar para sentarse a una banca en el parlamento nacional.

Pablo Juliano y Facundo Manes.

En el 2021 también probó, aunque sin suerte, obtener su preciada diputación, pero iba en la lista de su nuevo referente Facundo Manes, a quien acompañó a sol y a sombra durante la campaña de aquel año. Estuvo en la lista “Dar el paso”, donde sólo ingresaron cuatro legisladores puros y que encabezaba el propio Manes.

En el mientras tanto, siguió agrandando su línea interna Juventud Radical en Lucha y administró tensiones, potenció proyecciones de distintos radicales y aquí apareció Martín Borrazás asumiendo en la Juventud Radical y, años más tarde, con la elección del diputado provincial Walter Miranda.

Estuvieron tan juntos hasta cercanías del 2023 que, más de un ácido correligionario señalaba si no había hecho “la doble combinada”. Esto es, en las últimas elecciones Walter Miranda iba en las listas de Patricia Bullrich y Juliano en las de Horacio Rodríguez Larreta, alcanzando ambos sus propósitos de coronación en los comicios primarios y generales.

Poco antes, en cercanías del 2022, Juliano intentó, sin éxito, postularse para presidir el radicalismo platense y pese a realizar un acto que convocó a varios sectores -incluso de potenciales adversarios-, debió desistir porque la foto fue precisamente eso y no había un aval importante para coronarlo como hombre fuerte del partido de Alem en la capital provincial.

Lo cierto es que Juliano demostró ambiciones, apetencias políticas de crecimiento y aprovechó las oportunidades en los meses que lo tienen como legislador y se la juega como alguien que pretende más un rol protagónico que de reparto.

Tal vez por esa condición, tanto su padrino Facundo Manes como Martín Lousteau resolvieron que sea él y no otro quien conduzca los destinos de un bloque que aparece como prometedor en un resurgimiento de una postura ideológica más afín con la historia y el recorrido del partido radical. Con una impronta alfonsinista, socialdemócrata, se mete como cuña en la profunda grieta, hoy actualizada, de libertarios y kirchneristas. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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