En el tramo final de la Liga Profesional, Riverrecibió a San Lorenzo en el Monumental con la intención de acercarse al puntero, Vélez Sarsfield. El Millonario, con poco margen de derrota, se adelantó en el marcador con un golazo de Maximiliano Meza, quien volvió a aparecer cuando su equipo lo necesitó, aunque unos minutos después recibió el empate, que terminó sentenciando el resultado final.
Luego de una primera parte en la que no pudieron romper el cero, ni sacarse ventaja, a los 12 minutos del segundo tiempo y tras una jugada colectiva por la banda derecha, Pablo Solari lanzó un centro que fue despejado por el defensor Johan Romaña. Sin embargo, la pelota quedó boyando al borde del área y el exjugador de Independiente y Gimnasia, entre otros equipos, no perdonó: remató hacia el ángulo superior izquierdo de Gastón Gómez y adelantó al conjunto dirigido por Marcelo Gallardo.
Meza se tomó el gol con mucha “tranquilidad” y lo celebró simulando tomarse un té. El tanto le dio esperanza al club de Núñez, que había alcanzado los 42 puntos y había quedado a seis de Vélez, a dos fechas del final. Pero la alegría duró apenas unos minutos.
San Lorenzo salió a buscar el empate y lo consiguió inmediatamente. El árbitro sancionó un penal -tras una mano dentro del área de River- y el vasco Iker Muniaín, reconocido hincha del Millonario, lo cambió por gol.
La igualdad fue un baldazo de agua fría para el conjunto de Gallardo que sumó apenas un punto y, por cuestiones matemáticas, se despidió de la chance de poder lograr la épica y obtener el campeonato. Quedó a ocho puntos del primero, con seis en juego.
En un escrito de 200 páginas, ante la Justicia, Alberto Fernández se refirió a Fabiola Yáñez como una mujer con trastorno bipolar, psiquiátrica, alcohólica y extorsionadora. Lo hizo en el mismo informe en el que se despegó de las acusaciones de violencia física al decir «el agredido fui yo, ella se ponía violenta».
Con esas durísimas acusaciones se despachó el ex presidente sobre su ex pareja en el marco de la causa la que se encuentra imputado por los delitos de lesiones, agravadas por haberse cometido en un contexto de violencia de género y contra su ex mujer, de quien dijo también que «armó la causa».
Las principales frases contra Yáñez las expresó en el texto que presentó a las 10 de la mañana en el juzgado de Julián Ercolini, juez al que buscó apartar en reiteradas ocasiones desde que se inició la investigación, que dio a conocer Clarín a principios de agosto del año pasado
Sin responder preguntas del juzgado ni de la fiscalía, el ex Jefe de Estado optó hacer su descargo a través de un extenso escrito en el que brindó detalles de la convivencia con Fabiola Yañez, replanteando con una versión antagónica a las acusaciones algunos de los hechos centrales de la investigación.
El diagnóstico de bipolaridad y el cuadro psiquiátrico de Yáñez
En su descargo ante el juez, Alberto Fernández hizo mención a un diagnóstico de bipolaridad de la ex primera dama. Así lo relató:
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”Recuperé mi optimismo: Fabiola habia decidido avanzar en un tratamiento. Por lo que, con premura llamé a Manes (Facundo) quien fue muy atento y diligente y rápidamente nos concedió la entrevista. Fabiola asistió a sus primeras consultas médicas y tras algunas reuniones, recibió su primer diagnóstico”, dijo Fernández.
De esta etapa, que fue cuando llevaban un período corto desde el inicio de la relación, recordó: “Ese día llegó a mi departamento visiblemente afectada y conmovida por la noticia. Se mostró abatida y, entre lágrimas, me entregó una carpeta que contenia un informe médico. En los últimos dos renglones del documento, se transcribía el diagnóstico de manera clara y concisa”.
Hasta donde puedo recordar, continuó relatando el ex presidente, “decía textualmente: trastorno de personalidad por bipolaridad, adicción al alcohol con sindromes de abstinencia». Las descripciones sobre el comportamiento de Yañez continuaron a lo largo del descargo. Y allí se refirió a la etapa en la que ya se encontraban radicados en Madrid.
En ese punto contó un episodio con la madre de la ex primera dama. Yañez había salido por la noche, y Fernández relató la siguiente escena: “Le pregunté si sabía algo de ella. ‘Está durmiendo’, me dijo con toda seguridad. Cuando le dije que no era así y que Fabiola no había regresado, se desplomó sobre una silla de la mesa del comedor y mientras tomaba su cabeza con sus manos en un gesto desesperado, decía y repetía ‘esto no da para más…esto no da más’, en alusión a las conductas de su hija y su consumo problemático”.
Fabiola Yañez, según los dichos del ex Jefe de Estado, “apareció cerca del mediodía». Y prosiguió: «Luego me enteré que había llamado a la custodia para que fueran a buscarla a un lugar que nadie registraba como habitual. Ella cargaba encima la resaca propia de quienes se alcoholizan en exceso”.
Dio más detalles sobre la situación: “Al llegar a la casa, caminó zigzagueante hasta el cuarto sin decir ninguna palabra ni atinar a dar ninguna explicación. Ese mismo día, cuando la noche caía en Madrid, hablamos y le transmiti mi decisión de que hasta allí habíamos llegado”. “Le pedí encarecidamente que volviera a un programa que la ayudara con sus trastornos psiquiátricos y que se pusiera en manos de especialistas que la ayudaran a superar sus problemas de adicción al alcohol”, agregó.
La “extorsionadora” que «armó todo»
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Pese a estar acusado de lesiones graves contra Yáñez, Alberto Fernández dijo que “jamás ejercí violencia contra ella” y declaró que el agredido había sido él. En el ensayo de su defensa, también acusó a la ex primera dama de haber “armado todo” para “extorsionarlo”.
“Los interrogantes también caben por otras actitudes que deja al descubierto Fabiola Yañez. Ahora sabemos que ocultamente grababa conversaciones conmigo: se fotografiaba con golpes o representándolos; que sacaba fotos en nuestra alcoba incluso mientras yo dormía”, comentó.
Al respecto, añadió: “¿Es posible que pensemos que Fabiola Yañez, atrapada en sus trastornos psicológicos y adictivos haya tramado una historia con el único fin de extorsionarme?”.
Esto significa, amplió Fernández, que Fabiola Yañez «por las dudas se fotografiaba las lesiones que se infligía como consecuencia de su estado de embriaguez. ¿Su duda era eventualmente usarlas en mi contra para ocasionarme un daño? Tal vez allí esté la respuesta de lo que ha hecho”.
La réplica del ex presidente a las fotografías
Sobre las imágenes que constan en la causa que exponen a la ex primera dama con moretones en unos de sus brazos y en el ojo, Alberto Fernández dijo: “Debo advertir que nunca vi las fotos que llegaron al teléfono de María Cantero. Solo sé que son capturas de pantallas, y que por no contar con el metadato (fecha, horario y equipo que las tomó) carecen de toda validez probatoria”.
Después habló de las imágenes que Yáñez le envió a María Cantero, ex secretaria privada de Fernández: “También advertí que en los chats (mensajes) capturados en la pantalla y que ese día Fabiola Yañez envió a María Cantero, no aparecen con el doble tilde azul que indica que yo los pueda haber leído”. Y replicó al juez: “¿Por qué todas estas cuestiones fueron soslayadas por el fiscal y el juez a la hora de llamarme a prestar esta declaración?”
También detalló que cuando estos hechos salieron a la luz, Fabiola Yañez “me insistía en que no tenía idea qué contenían los chats que había enviado a María Cantero. No recordaba en qué circunstancias había ocurrido esa charla”.
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En noviembre -siempre en la versión de Alberto Fernández-, “me llamó a altas horas de la madrugada madrileña, en absoluto estado de ebriedad y en medio de amenazas de diferente indole, me dijo que la culpable de todo lo que ocurría era María Cantero. Nunca entendió por qué esos chats quedaron guardados en el teléfono de quien fuera mi secretaria”.
La foto de la Fiesta de Olivos
Finalmente, el ex Jefe de Estado habló de la foto de la Fiesta de Olivos. Primero dijo que los medios de comunicación tergiversaron sus dichos señalando que había acusado a Fabiola Yañez. «Yo me hice cargo siempre, dije que la responsabilidad política era mía”, sostuvo.
En cuanto a la ex primera dama, añadió: “Debo concluir que, con el estado psiquiátrico que arrastra desde siempre, esos chats fueron producto del odio que me guarda y que le generó la difusión de la fotografía que daba cuenta de la cena celebrada en Olivos el 14 de julio de 2020 con motivo de su cumpleaños”.
”Siempre creyó que el gobierno que yo presidía la había dejado en estado de indefensión. Jamás entendió que aquél gobierno y yo eran los destinatarios de las críticas que circulaban en medios de comunicación y redes sociales”. Entonces, agregó que “la consecuencia de todo el odio que acumuló hacia mi desde ese día en que la «foto de Olivos» se difundió, es lo único que explica este disparatado proceso”.