Para quienes tienen un cutis muy blanco, estos consejos de maquillaje pueden ser de utilidad para lograr mejores resultados acorde a su tono.

Piel hidratada

Aplicá una crema hidratante por todo el rostro, para que se sienta elástica a lo largo de la jornada. Si es de día, recordá también el protector solar o que la crema cuente con protección.

Corrector y base

Colocá un corrector para disimular bolsas y ojeras. Lo ideal es que elijas un producto medio tono más claro que el tuyo, para que muestres una mirada luminosa y radiante. Evitá los que sean demasiado oscuros, porque no conseguirás tapar más tus pequeñas imperfecciones. Luego, aplicá la base de maquillaje del tono exacto al de tu cutis y extendelo por todo tu rostro, incidiendo en la zona T.

Rubor

Optá por los tonos rosas empolvados o con reflejos nacarados y aplicalo en las manzanas de tus mejillas mientras sonreís para un brillo radiante. Así conseguirás aportar un tono fresco y un color jugoso y sensual.

Maquillaje de ojos

Es hora de aportar una mirada brillante con un sombreado ideal. El mejor color es en tonos pastel: rosa, azul, violeta… Elegí el que más vaya con tu look y aplicalo por todo el párpado móvil.

Luego, seleccioná una de las sombras (beige o blanca o en tonos rosas) y extendela por el lagrimal de tus ojos y el párpado fijo. Marcá ligeramente tus cejas con un lápiz para enmarcar tu mirada. Después, aplicá máscara de pestañas en las superiores e inferiores.

Labios

Podés probar los tonos rosa, rojo, coral, siena o nude. Usá colores sencillos y prácticos con los que puedas combinar cualquier look.

Errores a evitar:

– Nunca apliques una base de maquillaje más oscura al de tu color de piel, ya que hará que se vea artificial.

– Evitá los tonos oscuros en general, las mejores sombras de ojos para cutis blanco son las de color pastel o las nudes.

– No te pases con el corrector de ojeras, hay otras maneras de disimular bolsas en los ojos.

– No apliques demasiado rubor, con un toque bastará para darle un poco de color a tus mejillas.

– No delinees tus ojos en exceso. Si los querés marcar, hacelo con un tonos marrones o grises para dar el efecto perfecto, pero no en negro.

– Evitá colores intensos en tus labios. Apoyate en tonos más suaves y brillantes para darles jugosidad. El color ideal dependerá del contexto, pero en general no deberías salirte de los tonos rosa, coral, siena, nude y rojos.

– Aunque seas muy blanca, podés lucir un maquillaje con un tono bronceado con ayuda de los polvos bronceadores, pero sin pasarse.

Fuente: Maybelline