Connect with us

POLITICA

Seis pasos para curar una herida infectada

Published

on


Es normal que al hacernos algún daño las heridas se infecten, lo que puede traer consecuencias. Es más probable que suceda si:

– Tarda mucho en cicatrizar.

– Contiene suciedad o saliva.

– No se limpia o trata dentro de las ocho horas siguientes.

– Es el resultado de una mordedura de un ser humano o un animal.

– Es producto de una perforación, por ejemplo con un clavo o un vidrio roto.

Advertisement

– Ocurre en una persona que tiene diabetes, alcoholismo o el sistema inmunitario comprometido.

Signos de que está infectada por alguna bacteria:

– Secreción de pus.

– Mal olor y aspecto.

– Ausencia de señales de cicatrización.

– Dolor persistente, incluso con suaves movimientos. En casos extremos, se pueden detectar sensaciones punzantes.

Advertisement

– Fiebre local o general, acompañada por enrojecimiento continuo de la zona, inflamación en los bordes y sensibilidad.

Cómo curarla:

1- Limpiar la herida con agua y jabón. Es normal que haga daño y pique debido a la infección. Esto sirve para retirar los restos de suciedad y de sangre. Lo indicado es hacerlo con gasa porque el algodón puede dejar restos de fibras, incluso valdrá el uso de un buen antiséptico de venta libre.

2- Lo ideal es cubrir la herida abierta con un vendaje estéril. Para hacerlo, lavate muy bien las manos para evitar que la infección se agrave. Si la zona tiene ampollas o pus, es preferible no quitarlas para evitar que la infección se propague.

3- El monitoreo constante de la herida podría hacer que mejore. En algunos casos, productos naturales como el aloe vera podría ayudar a sanarla y quitar la infección. Esto gracias a las propiedades regenerantes y cicatrizantes de esta planta. Aunque hay que tener en cuenta que existen diversas opiniones al respecto.

4- Si pasan una cantidad de días importantes y nos ves mejora, es necesario visitar al médico, pues podría tratarse de una infección más complicada y requerir medicamentos antibióticos que claramente deberán ser ordenados por el profesional para evitar riesgos con la automedicación.

5- Examiná cuidadosamente la herida para determinar si su aspecto es de color rojo, y si la zona está caliente e hinchada. De tener estas características, además de doler, claramente se trata de una infección.

Advertisement

6- Controlá tu temperatura corporal con un termómetro bajo la axila. Si los grados de temperatura son más altos de los normales, quizás se trate de una infección severa por lo que se aconseja visitar al médico.

A modo de prevención, lo ideal cuando se tiene una herida es actuar en el preciso instante que se produce, a fin de que esta no se infecte. Lo mejor es limpiar bien la zona con suero salino para eliminar las bacterias. Luego, cubrirla con una gasa, limpiar y aplicar un antiséptico a diario. De este modo y en pocos días, la piel se curará.

Fuente: Mejor con salud

POLITICA

La leyenda del Baychimo, el barco fantasma que desapareció tras cuatro décadas de flotar a la deriva

Published

on


A lo largo de la historia, ocurrieron varios hechos misteriosos que hasta el día de hoy no tienen una respuesta lógica, a pesar de los avances de la tecnología. Estas insólitas historias suelen convertirse en leyendas que trascienden generaciones, las cuales no dejan de asombrarse con los diferentes relatos. Entre ellas existe una que se destaca por sus inexplicables características: la historia del SS Baychimo.

Este barco fantasma data de 1914, año en el que fue bautizado Ångermanelfven. Su construcción, a cargo de una empresa sueca, fue encargada por una compañía alemana con sede en Hamburgo. Al principio, se utilizó para trasladar mercadería entre ambos países, pero esto cambio radicalmente con el inicio de la Primera Guerra Mundial.

Cuando el conflicto bélico llegó a su fin, el barco quedó en manos del gobierno británico, ya que fue usado como parte de pago por los daños ocasionados durante la guerra de Alemania. En este momento, se vendió a la empresa Bahía de Hudson, la responsable en cambiarle el nombre al que se conoce hasta el día de hoy. Ellos lo volvieron a su función de barco mercante y lo pusieron a cargo de la ruta entre Escocia y Canadá, a través del Atlántico Norte.

En 1923, cuando empezó a navegar por el Ártico Occidental, añadió a su lista de tareas el transporte de pasajeros. Como el Baychimo no estaba autorizado para esta función, hacían pasar a todas las personas como parte de la tripulación. Durante varios años, funcionó con normalidad y solo presentó unos pocos inconvenientes que no fueron para nada grave.

La tragedia que cambió el destino del Baychimo

El 1 de octubre de 1931, ocurrió la tragedia que dio inicio a la leyenda del SS Baychimo. Cuando el barco estaba recorriendo su ruta habitual, fue sorprendido por una repentina y fuerte corriente de viento frío que lo dejó atrapado en el hielo, cerca de Alaska. Para sobrevivir, toda la tripulación bajó del barco y viajó un kilómetro hasta el puerto de Barrow.

Advertisement

Como en aquella época era muy difícil liberar la embarcación del hielo, lo único que pudieron hacer sus dueños fue enviar a un grupo de marineros a quitárselo los dos días siguientes al accidente. Sin embargo, cuando volvieron al tercer día, el barco había desaparecido y, pese a su gran tamaño, no había rastros de él. Unos días después, el 8 de octubre de ese año, lograron encontrarlo, pero varios kilómetros más lejos de donde estaba originalmente.

Tras flotar a la deriva por cuatro décadas, desapareció

Para no perderlo de vista de nuevo, dejaron a un equipo de mantenimiento en unas cabañas cerca, quienes lo visitaban y lo acondicionaban a diario. Pero el 24 de noviembre, tras una fuerte tormenta, se vieron imposibilitados de ir hasta él. Cuando el temporal pasó y salieron al exterior, el Baychimo había desaparecido otra vez. Días más tarde, lo encontraron inexplicablemente a 70 kilómetros de distancia.

Entonces, el capitán decidió mandar a la tripulación a recuperar los objetos y las cargas más valiosas y lo dejaron abandonado. Por la cantidad de hielo que lo rodeaba, todos asumieron que simplemente se hundiría al descongelarse. A pesar de las predicciones, esto no sucedió: el barco quedó libre al poco tiempo y navegó a la deriva durante cuatro décadas.

La desaparición del Baychimo

En 1932, un hombre llamado Leslie Melvin lo visitó y tomó algunas de las pieles que habían quedado a bordo. En 1933, un grupo de esquimales lo abordó y lo usó como refugio para protegerse del frío. A partir de ahí, el barco apareció en varias ocasiones y fue visto por distintas personas y navíos que pasaban por el lugar.

Si bien el gobierno lo buscó por las profundidades, nunca encontraron rastros de Baychimo

En 1939, fue abordado por el capitán Hugh Polson, quien quiso remolcarlo hasta el puerto más cercano, pero tuvo que abandonarlo porque estaba en riesgo a su propio barco. Ese mismo año fue avistado tres veces más, pero sin que pudieran abordarlo.

Luego, por dos décadas no apareció y lo dieron por hundido. Sin embargo, en 1962, un grupo de personas reportó que lo vieron cerca de la costa en el mar de Beaufort. En 1969, fue visto por última vez desde el rompehielos Manhattan, cuando transitaba el Paso del Noroeste.

Tras cuatro años flotando a la deriva en verano y congelado en invierno, nadie volvió a ver al Baychimo. En el 2006, el gobierno de Alaska empezó a buscar el navío en el fondo del mar, pero tras años de hacerlo sin éxito se dio por finalizado el proyecto.

Advertisement
Continue Reading

LO MAS LEIDO

Tendencias

Copyright © 2024 - NDM Noticias del Momento - #Noticias #Chimentos #Politica #Fútbol #Economia #Sociedad