La segunda moción de censura de Vox puede naufragar incluso antes de comenzar. En Bambú debatieron durante semanas si era conveniente presentar a su líder o a una figura externa. Terminó triunfando la última opción, pero el riesgo se ha mantenido desde entonces, es decir, la posibilidad de que la moción deje de pertenecer a los de Santiago Abascal. Y eso es lo que está pasando con Ramón Tamames.

El economista tachó de exagerado que el gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos sea el peor de la historia de España. «Hay tendencia a destacar, subrayar y poner tinta roja para llamar la atención de muchas cosas», dijo Tamames, quien además ratificó su independencia frente a la formación ultra y sostuvo que no proferirá «epítetos a ninguna persona si no hay una razón para hacerlo de una manera directa y personal».

La moción de censura le cuesta dos escaños a Vox, que sigue retrocediendo en intención de voto

Estas declaraciones contrastan con la prédica de Vox, que empieza a creer que el dirigente comunista solo quiere promocionar la última edición de Estructura Económica de España, un clásico de su obra. Los de Abascal lo dicen en broma, pero Tamames obsequió un ejemplar del libro a Pedro Sánchez, el hombre al que pretende despojar del cargo. Abascal presentará a Tamames, como dicta el reglamento del Congreso, y piensa aprovechar esos minutos para fijar posición.

La elección del fundador de Izquierda Unida ha desconcertado a los demás partidos. Se esperaba a alguien como Cayetana Álvarez de Toledo o Joaquín Leguina, en caso de ser ajeno a Vox, aunque Tamames no entraba en las apuestas por su defensa de las naciones y en especial de la «Nación catalana», lo que contradice el ideario de los ultras, que ni siquiera reconocen la existencia de las autonomías.

Tamames obsequió un ejemplar de su libro Estructura Económica de España a Pedro Sánchez, el hombre al que pretende despojar del cargo

«Yo no sé si hemos explicado suficiente todavía que el señor Tamames no es de Vox. Es un candidato independiente que tiene el derecho a opinar lo que piense, nosotros ya sabe lo que pensamos al respecto», apuntó Iván Espinosa de los Monteros. Sin embargo, en Bambú reina la frustración: la moción está destinada al fracaso, Alberto Núñez Feijóo se ausentará y Sánchez usará el momento como parte de la campaña. 

Por eso Vox, dada por perdida la moción, empieza pegar al PP. En la moción de control de ese miércoles, el diputado Ignacio Gil Lázaro acorraló a los populares porque «aspiran a heredar el poder sin cambiar nada», en un intento vano de convencer a Núñez Feijóo. Espinosa de los Monteros ha cargado contra los medios por supuestamente descontextualizar las posiciones de Tamames. La moción se llevará a cabo a 60 días de las elecciones y Vox se juega mucho la próxima semana.

El PSOE aprovechará la moción de censura para exponer a Feijóo y ligar al PP con la corrupción 

Si finalmente el PSOE acepta la propuesta de Podemos de que encabecen la defensa al gobierno las ministras, la foto puede ser perjudicial para Abascal. Las mujeres del Ejecutivo respondiendo a un hombre de 89 años que todavía no ha definido desde dónde dará su discurso. Para un partido en crisis, con sondeos que le dan a la baja y acusado por sus exmiembros, la moción marcará su suerte.