Las ganas de ir al baño son insoportables, más todavía cuando no hay un sitio cerca para hacerlo. No obstante, además de la desesperación, podría hacer que las personas sean más honestas.

Unos investigadores decidieron estudiar este fenómeno y encuestaron a 200 hombres y mujeres que entraban y salían del baño. De acuerdo con el reporte de investigación, a cada persona se le preguntó cuánto deseaba usar el baño antes de que se le pidiera que completara una prueba de dados que medía las mentiras y trampas.

La misma prueba fue realizada con aquellos que ya salían del sitio para poder determinar su honestidad. Los hallazgos revelaron que las personas recién salidas del baño hacían trampa un 12 por ciento más que aquellos que tenían afán por entrar a evacuar.

Además, otra investigación, publicada en el diario de psicología Consciousness and Cognition, encontró que las personas eran más honestas, pero mentían mejor cuando tenían la necesidad de orinar.

En el experimento, los estudiantes encuestados que tenían que orinar con más urgencia exhibieron menos señales de comportamiento asociadas con el engaño y mintieron de manera más convincente sobre sus opiniones.

“Los entrevistados engañosos en un estado de alta urgencia para orinar (alto control) mostraron un mayor control inhibitorio al mostrar menos señales conductuales de engaño, más señales conductuales de veracidad y proporcionaron relatos más largos y relativamente más complejos que los entrevistados con baja urgencia para orinar”, anotaron en la investigación.

De este modo, los expertos concluyeron que el engaño es un acto inhibidor, porque los mentirosos necesitan realizar un seguimiento de cómo se desviaron de la verdad, pensar en una mentira creíble y controlar su comportamiento y el de otras personas.

Los peligros de aguantar las ganas de ir al baño

Dejando a un lado los resultados del estudio, hay que recordar que aguantar las ganas de ir al baño puede ser malo para su salud,

De acuerdo con el portal de información médica MedicalNewsToday, hacerlo de manera constante puede causar una infección del tracto urinario, dolor y otras complicaciones.

“La capacidad de la vejiga de un adulto sano es de aproximadamente dos tazas de líquido e incluso menos para un niño. La vejiga puede estirarse para contener más que esto, pero hacerlo con demasiada frecuencia puede ser peligroso. No es aconsejable posponer periódicamente las visitas al baño”, advirtieron los expertos.

Por Sofia Arias Martinez